Nuevos relatos publicados: 4

Regalito de Navidad (Parte 2)

  • 13
  • 14.187
  • 9,42 (26 Val.)
  • 0

—Muy feliz año nuevo Fer!! Tengo un regalito para vos! 

Le escribe por mensaje Pinky, enviándole las fotos y el vídeo...

El muchacho estaba celebrando con amigos el año nuevo. Entre copas y brindis, lee el mensaje y no puede creer lo que estaba viendo.

Se queda paralizado al ver a esa mujer ofreciendo tremendo espectáculo. Sin hacer mucho espamento se retira a un cuarto separado de la celebración y comienza a ver las fotos. Cada imagen era lo que siempre se imaginó, una mujer fogosa, una hembra en celo mostrando todos sus atributos plasmados en fotos... No lo podía creer... Se da cuenta que ella le muestra la tanga rosa que le había regalado.

Ve que uno de los archivos es un vídeo, lo abre y se queda extasiado. Pinky le estaba ofreciendo una paja tremenda.

Enseguida comenzó a tener una erección, su frente sudaba de la situación. Rápidamente se va al baño, y reproduce el vídeo. El muchacho estaba a full. Su pija estaba durísima, podía sentir como latía de la calentura que esas imágenes le estaban poniendo. Desabrocha su pantalón, baja el cierre sacando su pene erecto, duro y con la punta mojada de la excitación. Comienza a hacerse una paja. Toma su pija por el tronco subiendo y bajando su mano una y otra vez. Fernando miraba como en el vídeo Pinky se metía los dedos en su concha y se frotaba el clítoris. El muchacho estaba excitadísimo. Como si estuviera junto a ella, se pajea sin parar, comienza a jadear de placer.

—aaahhh. —Gime con la respiración entrecortada.

En el vídeo se ve como Pinky le dedica su concha hermosa...

—para vos Fer, para vos!! Espero que te guste!!! Ahhh ahhh ahhh!!

—Cómo me hiciste calentar!! Ahhh ahhh ahhhhh! —Dice Pinky a cámara.

Fernando no da más, desde su interior le viene las ganas de explotar. Su vientre se contrae y como si le viniera un shock eléctrico, explota y descargar un tremendo chorro de leche.

—ahhhhh ahhhhh ahhhhh!!! —Gime y acaba.

Apoyando su pija en el lavabo, los chorros de leche chocan contra la bacha. Mientras ve como Pinky termina acabando en el vídeo. El también acaba violentamente.

Una explosión de placer, casi se podía decir que arrancaron el año juntos como deseaba el muchacho.

No era personalmente, pero de alguna manera los dos pudieron disfrutar de un polvito de año nuevo.

Un nuevo año comenzó, la vuelta a las actividades laborales también.

En la mañana del primer día, Fernando después de haber visto y recibido semejante mensaje, se dirige al trabajo muy animado. Él quería ver a Pinky. Suponía que entre ellos estaba todo dicho y no había mucho más que decir. Por lo menos el histeriqueo entre ellos no existiría. El horario de la oficina era variado y Fernando entraba más temprano que Pinky.

El ambiente en la oficina era animado. Las charlas iban y venían de cómo pasaron la celebración de año nuevo. Unos en familia y otros con amigos; se contaban cuánto habían comido, bebido y demás. Era todo un jolgorio y risas.

Pinky estaba al llegar, el muchacho estaba ansioso. Se abre el ascensor y entra ella saludando a todos.

Cómo era de esperar, Pinky estaba hermosamente vestida, era verano, se había puesto una remera pequeña ajustada al cuerpo de color rosa, con una inscripción en el pecho con lentejuelas doradas que decía Queen! La inscripción no pasaba desapercibida para nada. Sus buenos pechos hacían relucir el cartel como si fuera un letrero luminoso. De bajo traía puesto una mini falda de jean blanca.

—Feliz año nuevo para todos!!! —Dice ella al llegar.

—Felicidades Pinky!! —Contesta alguno.

—apa!! Bienvenida a la reina!!! —Dice otro al ver la leyenda Queen!!

—jajajaja —se ríe ella.

—Feliz año Fer!!! —Dice ella. Mientras lo mira con ojos cómplice.

El muchacho se acerca y la saluda con un beso en su mejilla, cuando se acerca para saludarla le susurra al oído...

—Me encantó! —Dice Fernando.

—Me imaginé que te gustaría, a mí también, pero mantengamos la distancia acá en el trabajo, no me gustaría que esto trascendiera y tengamos alguno de los dos o los dos problemas... —Dice ella.

—Por supuesto, dice él.

La mañana continuó sin sobresaltos. En la mente de Fernando tenía sensaciones de alegría y de triunfo por haber logrado su cometido. Al fin estaba más cerca de esa mujer madura que lo estaba volviendo loco de atracción.

En un momento Pinky lo llama a Fernando para que arregle una planilla. El joven va junto a ella viendo los papeles que le estaba mostrando en el escritorio. Mientras ella le decía...

—Estas cifras no está del todo bien, chequea este dato, etc. etc. etc. —Le hablaba ella sentada.

Fernando no podía creer lo que en realidad le estaba mostrando...

Desde su posición de sentada, ella había abierto las piernas, y al tener una minifalda de jean, se observaba perfectamente la ropa interior que tenía puesta. Y efectivamente era la tanga rosa que le había regalado.

Para no levantar sospechas de sus compañeros le hablaba de los datos. Con la mano le mostraba un papel que ella había escrito.

—"A la salida del trabajo nos encontramos en el bar el Timón..."

Fernando esbozo una sonrisa, mirándola desde arriba asiente con la cabeza y vuelve a observar la bombacha rosa. El muchacho estaba excitadísimo, ansioso, deseaba sentir la piel de esa mujer, su perfume, su aroma, tocarla, acariciarla, disfrutar cada centímetro de su piel. Tenía unas ganas tremendas de probar su concha, juguetear con ella. Poseerla...

Llegó en momento de la salida y como todos los días, Pinky se toma el transporte puesto por la empresa para el traslado de personal, que la llevaría hasta tomarse el tren subterráneo. En cambio Fernando, tenía vehículo, así que se iría por sus medios.

Tranquilamente podrían haberse ido juntos, pero ella no quería levantar sospechas.

Ya en el bar el Timón, Fernando esperaba ansioso la llegada de Pinky.

A los pocos minutos ella entra al bar, el muchacho le hace una seña con la mano para que lo ubique. Pinky se dirige hacia él, se sienta y con una mirada cómplice esboza una sonrisa.

—Bueno... Quisiera que hagamos realidad la propuesta, comenzar el año juntos, creo que ya con lo que pasó está todo dicho no? —Dice ella.

—Sí, claro. Me encantaría, hace mucho que deseo esto. No te imaginas todo lo que me imaginé, pensé y busqué para que esto sea una realidad. —Dice él.

Toman un refrigerio rápidamente y en el vehículo de Fernando se dirigen a un Hotel Alojamiento escondido en alguna parte de la cuidad.

Ingresan con el auto y una vez que bajan del mismo, el muchacho la abraza, acerca su rostro a la cara de Pinky y la comienza a besar, primero suavemente, con pequeños picos y luego apoya sus labios en los de ella. Las dos lenguas juguetean apasionadamente sin parar hasta quedar sin respiro. Continúan hacia la conserjería y piden una habitación.

—Buenas tardes, un turno en una habitación con hidromasaje... —Dice Fernando.

El conserje le entrega la llave y le indica la habitación número 10.

El muchacho abre la puerta e ingresan. La habitación era muy linda, tenía una iluminación muy buena, los haz de luces estaban perfectamente ubicados para iluminar todo lo que pudieran hacer y verse en los diferentes espejos. También contaba con un gran hidromasaje y sobre uno de los costados una ducha vidriada.

Casi sin mediar palabra, Fernando la abraza nuevamente, besándola otra vez pero ahora más apasionadamente. Sus manos acariciaban todo su torso de forma suave pero intensamente. Comenzaba a tener una gran erección. Ella podía percibir y sentir como su bulto crecía.

Pinky sintió por primera vez el pene de Fernando, aunque no lo había visto aún, podía imaginar que el muchacho tenía una gran pija.

—mmmm!! Que tenemos acá?? —Le dice ella con una mirada picarona, mientras le amasaba el bulto por arriba del pantalón.

—Me pones así Pinky!! Te súper deseo! Esto lo deseé hace ya mucho. —Dice Fernando

—Bueno espera un poquito más... —y lo empuja a la cama.

—Querés jugar ehh!? —Dice él.

Ella lo mira parada en el borde de la cama y le dice:

—Quedate ahí y mirá.

Pinky comienza a moverse al compás de la música funcional de la habitación, de forma muy sensual.

Aún con la ropa puesta comienza a frotarse y a tocarse los pechos, sus manos iban y venían por toda su figura. De a poco se va sacando la remera rosa, tirándosela a Fernando que estaba caliente acostado en la cama. Ella, de pie dándole la espalda, estira su mano por su espalda y se desabrocha el sostén.

Fernando, iba a ver personalmente por primera vez los pechos hermosos de Pinky. Ella se da vuelta y tomándose las tetas con las manos se las ofrece al muchacho.

—Te gustan? Ahora van a ser tuyas!!! —Dice Pinky.

—mmm siii, las quiero ya!! —Dice él.

Fernando se incorpora sentándose en la cama frente a ella que seguía de pie. Los pechos quedaron frente a su rostro, acerca su boca a ellos y comienza a besarlos, a chupetearlos. Los pezones de Pinky eran bien parados del tamaño de una almendra. Fernando jugueteaba con ellos, su lengua subía y bajaba en los pezones respingados. Pinky cierra sus ojos y con la vista hacia el techo, comenzando a dar pequeños gemidos.

—mmmm así papá. Así Fer!! Qué lindo... —Dice ella.

Fernando no dejaba de mamar sus tetas mientras Pinky lo tomaba de la nuca. De refilón ella observaba el reflejo de ellos en los espejos excitándola.

Pinky se separa un poco y comienza a besarlo en la boca, siguiendo por el cuello, con sus manos va desabrochando la camisa, y baja por el torso del muchacho besándolo, lamiendo su piel. La lengua jugueteaba con los pequeños pezones de Fernando. Entre chupadas y mordiscos suaves, el muchacho siente por primera vez lo excitante que podría ser eso. Pinky sigue bajando hasta llegar al pantalón, con las dos manos desabrocha el mismo, le baja el cierre para despojarlo de la prenda rápidamente. Ella comienza a mordisquear la pija de Fer por encima del bóxer. Ya podía vislumbrar que el pene era enorme. El bulto estaba duro como una roca. Pinky seguía mordisqueándolo y tocándolo hasta que baja el calzon y libera el mástil erecto. De un respingón la pija sale apuntando la a la cara a ella.

—ahhh Feeeer!!! Que enorme pija tenés!!! Me encanta!!! —Dice Pinky

Lentamente acerca sus labios a la cabeza del pene, que estaba mojado de la calentura que tenía. Ella podía ver cómo le salía una pequeña gota preseminal. Con su lengua saborea la muestra del elixir del muchacho.

—mmmm, que ricooo!!! Que rico sabor!!! Hoy te voy a exprimir todo Fer!!! —Dice ella.

De a poco comienza a chupar la pija de Fernando. El falo entraba en la boca de ella, subía y bajaba suavemente, una y otra vez. Con una mano acariciaba los testículos que colgaban. El pene era realmente grande y podía pajearlo sin problema mientras se la chupaba.

Fernando estaba a mil!! Pinky se la mamaba de maravilla!!!

—ahhh que bien que me chupas la pija!!! Sos increíble. Qué bien!!! Ahh asiii siii!!! —Exclama él.

Con la pija bien lubricada, Pinky se la acomoda entre sus pechos y le hace una paja con la tetas. Fernando veía como su pija asomaba entre los pechos una y otra vez.

—Te gusta así papito? Te gusta así Fer? Seguro te hiciste una paja con las fotos y el vídeo que te mandé!!! Ahora me tenés acá!! Te gusta? Cómo me excita verte gozar!!! —Dice ella.

Fernando ya quería poseerla estaba muy excitado...

Pinky se levanta, aún tenía la minifalda puesta, así que se la saca. Se da vuelta para frotarle la pija con su culo hermoso. Subía y bajaba la raya del orto por el pene. Tenía puesta la tanga rosa aún.

—Ahora estás viendo el regalito puesto!! Te gusta?

—siii, me encanta!!! —Dice él.

Mientras Pinky sigue frotándolo con el culo, Fernando con la mano comienza a acariciar la concha por encima de la bombacha rosa. Recordaba y ansiaba sentir el algodón copiando la vulva de Pinky.

—asiii, Fer asiii sii, que buenos dedos!!! Asiii. —Dice Pinky mientras seguía moviéndose frotándolo con su culo.

—como me calentás!!!

Fernando ya sentía el algodón todo mojado, Pinky estaba excitadísima, su concha estaba más que lubricada. El muchacho corre la tanga para uno de los costados, la levanta un poco a ella y acomoda su pene duro en la entrada de la concha. Lentamente la sienta y la pija entra de una manera perfecta.

—ahhh asiii Fer!! Asiii. Que linda pija!! Asiii siii cogeme cogeme asiii Fer!

La visión que tenían era tremenda y excitante para los dos. En el borde de la cama Fernando sentado con Pinky encima. Los dos mirándose reflejados en el espejo. Ella con las piernas abiertas cabalgando, mostrando un detalle no menor, la tanga rosa puesta.

—Que bien que coges Fer! Asiii asiii mmmm.

Pinky se sentaba con más fuerza, quería tener esa pija íntegramente dentro suyo. En cada embestida, se escuchaba como el cachete de su culo chocaba con la ingle de Fer.

Plaf, plaf plaf! Como su estuvieran aplaudiendo.

Con ella encima Fernando se levanta sin dejar de cogerla y la acomoda en cuatro patas sobre la cama.

—mmmm asiiii Fer asiii. Ahhh

Agarrándola de la cintura sigue bombeando...

Luego la acuesta, sacándole finalmente la tanga, acerca su cara a la concha comenzando a chupar esa hermosa vulva.

—Que rica concha, mmmm!! Te gusta mi lengua? —Dice él.

—siii… me encanta!!! Es tremendo como me coges, como me chupas. Mmmm asiii!! —Dice ella.

La lengua de Fernando, subía y bajaba por la vulva. Iba y venía, por momentos se detenía en el clítoris, haciéndola gemir con mucho placer.

El muchacho cambia de posición y se dispone para un perfecto 69. Los dos se lamían, se chupaban con mucho placer y excitación. Luego de unos minutos de jadeos y gemidos, Pinky tumba a Fernando en la cama queriendo tenerlo dentro de ella otra vez, cruza sus piernas a cada lado de la cintura de él y con su mano toma la pija colocando la cabeza del pene en su concha, empuja suavemente y comienza a cabalgar sobre él.

—ahhh siii. Cómo me gusta tu pija, bien dura!!! Me encanta. Aaaahhh —Esbozaba Pinky.

Ella estaba muy caliente, su rostro con los ojos cerrados comienza a gemir más rápidamente en cada cabalgata. Con la boca abierta la respiración se comienza a entrecortar, los gemidos eran cada vez más fuertes.

—aaaahh asiii siii ah

Su cuerpo se contornea hacia atrás y con unos espasmos comienza a acabar tremendamente!!!

Se tira hacia adelante con sus manos apoyada en el torso de Fer y sigue acabando.

Se tumba sobre él totalmente exhausta. Mientras eso sucede Fernando la abraza, pero sigue dentro de ella continuando con el bombeo. Él también estaba muy caliente y estaba a punto de acabar.

Gime el muchacho. Sus movimientos son cada vez más violentos, su pija entraba y salía con fuerza.

Sentía que ya estaba por explotar. De repente contrae el vientre, saca la pija de la concha, se incorpora acercando el pene a la cara de Pinky acabando con tremendos chorros de leche en la boca de ella. Pinky se relamía, ahora sí podía disfrutar de todo el elixir de Fernando.

—mmmm que rico!!! —Dice ella

Con una mano toma el pene y lo sigue pajeando hasta sacarle la última gota de leche.

Los dos terminan cansados, exhaustos pero contentos de haber comenzado finalmente el año dándose mimos, caricias y sexo. Este no sería el final, sino el comienzo de muchos encuentros secretos.

(9,42)