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Ruedas, sexo... ceguera y trio

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Era un día cualquiera en el centro de rehabilitación, Sandra, la chica nueva que se anotó en braille, no solo es preciosa tiene curvas que me dan ganas de salir corriendo hacia ella, solo que no hago eso desde hace 20 años, justamente después del accidente que destrozó mi columna al estallar mi espalda contra el asfalto.

La pija se me siguió parando, la gente piensa que no pude coger más y realmente luego de mi primera rehabilitación lo que más disfruto es de buenas mamadas y de chupar pezones duros y clítoris erguidos como faros sexuales.

Sandra tiene tetas puntiagudas, puedo percibir que es friolenta, suele abrazar su campera rosa y afirmarla en sus senos que siempre están con los pezones paraditos como si necesitaran calor de mis labios y lamidas calientes de mi boca.

Desde que llegó al centro la verga se me pone más dura que nunca la imagino con ese culo hermoso sentada sobre mi pija y cabalgando agarrada de sus rodillas. Llego a casa y me desnudo y sentado en mi silla la veo gatear hacia mí, olfateando mi glande lechoso como un topo caliente buscando su presa, pero esta vez solo para chuparla hasta ahogarse y hacer arcadas.

Llega y suelo ponerme en su camino solo para que casi tropiece y yo tenga la oportunidad de apoyar un poco mis manos en su cuerpo, ella es alta y usa un perfume con notas de flores frescas, un día en estas trampas que organizo, apoyó sus manos en mi bulto y las dejó y sonrió, me preguntó como me llamo y yo le sostuve la mano y le hice sentir mi erección, al instante ella se lamió los labios y respiramos profundo los dos ella ciega yo paralítico, los dos con ganas de coger como si el mundo no existiera.

Tome su mano y ella solo tomó mi espalda y dijo vamos, la conduje al garaje, no había nadie, Sandra dice me calienta tu voz el sonido de tu silla y adoro tus chistes, Mirta me contó que estuviste sexo con ella y que tu pija es rica suave y venosa que tus huevos son grandes y que chupas concha como el mejor... yo pensé, Mirta? mmmm y en cómo le gusta que le haga el orto es tan puta, Mirta también es ciega y chupa poronga como nadie.

Sandra notó que al hablarme de Mirta la pija se me paró mucho, se arrodilló y empezó a clavarse la punta en la garganta y la mía el tronco refregando sus teta contra mis bolas, le pido subir a la camioneta se pone en bolas, se siente caliente y muy fogosa... Sentada me impide que le chupe la concha la pajee, que rica concha, depilada, húmeda, jugosa, se chupa las tetas, muerde y lame sus pezones y me dice llamamos a Mirta, se ríe, yo me río, le digo es lo que vos querés?... me contesta que sí, la llama y en 10 minutos Mirta llega se mete a la camioneta y entre las dos me cogen chupan mi culo, bolas, pija me meten el dedo en el orto, son dos bestias cogiendo...

Qué manera de gozar mientras a una le hago el culo, la otra me hunde la concha en la boca, las dos se manosean, Sandra le dice tenías razón este hijo de puta la chupa como nadie, de repente me doy cuenta que el cuidador se está pajeando, mientras nos mira, toda una locura, empiezo a acabar las dos tragan pijas chocan sus lenguas la leche se la tragan, la vuelven más putas, toman leche y se besan y escupen sus tetas con mi semen, quedamos exhaustos.

Esto debería ser común en la vida de todo ser humano libre, sexualidad inclusiva y deseante de expresar cogidas colectivas.

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