Nuevos relatos publicados: 6

Sandy: Mi primera cita como mujer (IV)

  • 20
  • 5.278
  • 10,00 (1 Val.)
  • 1

Esa semana evité verme con mi novia, estaba pasando por un momento difícil, me sentía realmente conflictiva, no sabía que quería o que tanto quería. Diego me había estado escribiendo todos los días, que quería que nos viéramos, yo no le contestaba. El jueves me llama Tania y me pide que vaya a su casa en la noche, no lo podía dilatar más. Preparó una cena ligera y comenzó la conversación seria: que si estaba dispuesta a explorar más mi sexualidad, que si me sentía femenina, que si quería ser mujer, que si quería tenerlo a Diego como mi hombre, solo contestaba que no se, que no, que no estoy segura, que estaba confundida, etc.

Tania me llevó a la habitación y me sentó en la esquina de la cama, de ahí se subió a la cama y se puso detrás mío, con sus manos y uñas, me empezó a agarrar de los hombros, meterme los dedos por el cabello, mientras me susurraba cerca del oído:

- sé que estás confundida cariño, es natural, las cosas se están dando muy rápido y creo que esa es una señal de que estás abierta a todo lo que está ocurriendo;

Besaba mis orejas y se me erizaba la piel, me quitó la playera y pasaba sus uñas por mi espalda y por mi pecho, se paró en frente mío y me quitó toda la ropa de golpe, me miró fijamente mientras se desvistió casi totalmente, quedándose solo con sus braguitas

- ¿te gusta esto cariño?, ¿te gusta este cuerpo de mujer?

Se comenzó a tocar los senos y apretar sus pezones con una mano, mientras que con la otra masturbaba lentamente su coño por encima de la tela de su calzoncito húmedo

- toca esos pechos de mujercita cariño, juega con esos pezones

Estiré mis brazos para tocarla, pero me cogió las manos y las llevó a mis pechos para que las acariciara, seguía susurrando, hablándome de manera muy sensual mientras iba a sus cajones y trajo un par de cosas que puso en la cama, traía el calzón rojo que me encanta y me lo puso, introduciendo la tira de atrás en mi raja, rozando mi ano

- así cariño, acaricia esos pechos, ahora explora tu coñito, tócalo como yo, por encima de tus braguitas, uuummm, así cariño, siente lo suave de la tela atrapando tu vulva que se está hinchando, cierra los ojos y disfruta

Me encantaba escuchar su voz así, me hipnotizaba, me ponía cachonda y tonta. Con los ojos cerrados me echó boca abajo en la cama, yo de puta me puse en 4 con la cabeza en la cama, levantando mi colita, entregándome.

- uummm, que perrita que eres, mira como solita levantas tu colita

Ella cogió nuestro látigo, es de cuero con cartón adentro, de 20 centímetros de largo y 4 ancho, y ahí empezó a castigar mis nalgas, ummmm, sentía escalofríos y electricidad a la vez. Siempre lo usamos con ella, pero por primera vez era yo quien recibía los azotes, con las uñas me rozaba las nalgas, jugaba con la tira de la tanguita, rozando mi ano, de ahí empezó a darme golpecitos en mis huevitos mientras sobaba mi clítoris ya hinchado al tope, prisionero dentro de ese calzoncito. Yo gemía y gemía, cada vez mi voz era más femenina, estaba más tonta que antes

- mmmm cariño, ¿sigues confundida?, parece que te es claro lo que quieres

Yo no decía nada, Tania se echó en la cama y se quitó las bragas abriendo las piernas, su sexo emitía un olor a deseo y sus jugos ya hacían brillar su vulva

- ven cariño, cógeme!, ¿puedes?, ¿vas a poder perrita?

No me quité el calzón, moví la tela al costado y la penetré ahí mismo, uummm era delicioso, le empecé a dar fuerte y profundo

- ooohhh, así perrita, cógeme como si fueras hombrecito, uummmm que rico, ¿te gusta?, ¿te gusta que hagamos una tijerita las dos?, ¡dame fuerte mierda!

Era demasiado, el role play, los insultos, los azotes, estaba demasiado excitada

- ¡me corro amorrr!, ¡me corro!!!

La llené completita, y eso le causó tener un orgasmo en ese momento, sus espasmos eran sublimes, me acosté a su costado totalmente rendido

- ¿quieres algo más cariño?, ¿o sigues confundida?, siéntete libre

Tania tenía toda la razón, quería algo más, pero me era difícil vocalizarlo. Me eché al borde de la cama, con mi cabeza frente a su coño, abrí sus labios vaginales con mis dedos, pero ella me detuvo

- dime cariño, ¿quieres algo más?, habla

- quiero limpiarte tu conchita

- ¿eso es lo que quieres cariño?, ¿o lo que estás necesitando es tomar semen?, ¿quieres leche de hombre perrita?

Yo solo moví la cabeza afirmativamente y empecé a chuparle toda la concha y a disfrutar de esa leche rica, uummm. Tania sacó su vibrador, y como la semana pasada me lo dio mientras que cogía mi celular y buscaba el vídeo que me envió Diego, puso mi móvil recostado en su ombligo para que lo pueda ver bien

- así perrita, sácale la leche a tu hombre, dale, y chúpale su falo, disfruta perrita. Uummm, que golosa eres, mira la pantalla, ¿quién es?

- Diego

- ¿qué es de ti perrita?

- es mi… es mi macho, Diego es mi hombre

- ¿sigues confundida cariño?, ¿o ya sabes lo que quieres?

- quiero chuparle la verga a mi macho, quiero que disfrute, y que me dé su semen de premio;

se lo dije finalmente, seguía metiendo el vibrador en ella, recolectando leche y chupándomelo todo, en ese plan estuvimos unos 10 minutos hasta que me había tragado todo.

- vamos a descansar cariño, mañana vas a venir conmigo al trabajo después de desayunar.

Tania seguía con su plan, y lo estaba llevando a la perfección.

Al día siguiente llegamos temprano a su trabajo, ella me tenía una sorpresa, ya había seleccionado un par de prendas para que me las pruebe. Le dije que en primer lugar no tenía dinero; en segundo lugar, que no me parecía correcto comprarme ropa de mujer.

- cariño, del dinero no te preocupes, me encargo yo. (me dijo Tania). En segundo lugar, creo que no es claro de que estás lista para darle el siguiente paso, no creas que no me di cuenta de que te probaste la mitad de mi closet el lunes que te dejé sola en el apartamento. Es hora de que tengas tu propia ropa, no solo es para ti, para que te sientas cómoda y sexy, es para Diego también, que te vea con ropa hermosa.

La verdad que no sabía que decir, así que la seguí a los probadores. Me hizo pasar a uno amplio, mientras me quitaba la ropa, ella fue a traer las prendas.

- Te encontré estos dos juegos para que empieces con ellos.

De verdad que Tania tenía muy buen gusto, el primer conjunto era un pantalón de cuero delgado color rojo/granate, ceñido al cuerpo, ¿qué digo ceñido?, pareciera que fuera mi piel de lo apretado que me quedaba, con corrector de abdomen, el pantalón me llegaba hasta por encima de mi ombligo, apretando mi cintura para darme una mejor figura. Desde que me lo probé, no hacía más que tocar mis piernas y mi colita, se sentía muy sensual. De top Tania me escogió uno de un material un poco stretch, de color blanco, con cuello alto y sin mangas, mis hombros resaltaban de verdad. Era corto, me cubría hasta unos 3 centímetros debajo de mis tetitas, y con ello dejaba unos 5 centímetros de mi piel al desnudo entre el pantalón y mi top.

No dejaba de mirarme en el espejo, ok, los espejos, ¡me quedaba muy sexy! Mientras tanto el chico de la tienda del costado llegó con unas cajas de zapatos, ufff, me causaba ansiedad ya probármelos. El segundo traje era un vestido, una vez más, súper apretado y ceñido al cuerpo, de mini falda, el cual me llegaba a la mitad del muslo, de color negro, un material divino, tu mano se podía deslizar sin problema, mangas largas y cubría hasta el cuello. Me quedaba muy bien, se me veían unas piernas increíbles y un culo paradito, pero se me veía un poco plana en el pecho, jajaja, y la cintura un poquito cuadradita, en mi opinión. Pero me encantaba.

Los zapatos eran una maravilla, ambos de tacos de 5 centímetros, me los provee rápido y tuvimos que terminar la sesión ya que los clientes empezaron a desfilar en la tienda.

- yo llevo todo a casa esta noche, contéstale a Diego para que salgamos juntos mañana en la noche, que vaya planificando la primera cita de ustedes, me dio un beso y un guiño de ojo.

Le escribí a Diego explicándole que no debe ni quiero que vuelva a pasar lo de la fiesta y que prefería no vernos más, pero si quería, podía escribirle a Sandy. Si lo sé, algo bastante loco, pero… a los minutos Diego me escribió: “hola Sandy, me gustaría saber si tienes planes para el sábado y si en caso estés disponible, me encantaría invitarte a bailar a un local…”. Y con eso quedamos para ir de fiesta la noche siguiente con sus amigos y con Tania.

Esa noche Tania me hizo probar casi toda su ropa interior, esta vez buscando cuales me quedaban mejor en cuanto a: que tan apretados están, movilidad, sensualidad, color, textura, etc. Me sentía una modelo, sobre todo porque lo hacía con mis zapatos nuevos, caminaba por el cuarto y la sala probando esos calzoncitos, ummm, que delicia. El otro ejercicio que estábamos realizando era aprender a caminar, ufff, que cosa tan sensual es caminar de esa manera tan femenina, me hizo ver la serie Suits y aprender de Donna.

Todo esto continuó a la mañana siguiente, practicando con Tania a bailar en tacos. Durante la mañana, Tania también se encargó de depilar mis axilas, mis brazos, mi pecho (no había mucho en realidad), también usamos la crema para depilar mi culito y mi paquetito, lo único que no hicimos fueron mis piernas. Como decía, no tenía mucho bello, pero sabíamos que iba a usar unas pantys bucaneras de nylon negras, semi transparentes pero con unos acabados que iban a cubrir mis bellos en las piernas. Almorzamos ligeramente y por la tarde Tania tenía varias cosas planeadas que ni me imaginaba, jajaja.

Lo primero fue que me antes de bañarme, ella sacó un equipo para enemas, ¡wow! dije yo. Yo le decía que no tenía pensado tener relaciones con Diego, que no era necesario, pero me convenció, y me aclaró que era para también ante cualquier eventualidad estaría oliendo rico, jajaja. Saliendo de la ducha me di con la otra sorpresa, Francesca estaba en el cuarto con Tania.

- Cómo te contaba Francesca, vamos a ir a una fiesta de disfraces hoy y vamos a intercambiar roles, yo iré de muchacho y él de chica, así que quiero que lo maquilles lo necesario para impresionar a todos, que se vea femenina, pero con un tono de sobriedad.

Mientras que Francesca me ‘producía’, Tania me estaba planchando el cabello, me dejó lacia con ondas en las puntas, me sentía muy mujercita, pero tenía que mantenerme seria hasta que Francesca se vaya. Terminando, Francesca la mira a Tania y le dice: ‘uy amiga, tu novio se ve preciosa como mujer, ¿estás segura en soltarlo de la jaula en esta fiesta a la que van?’, nos reímos las 3 a carcajadas.

Apenas nos quedamos solas la abracé a Tania, no podía creer lo bien y femenina que se me veía, me dijo que no teníamos mucho tiempo así que continuamos. Inmediatamente me puse mi calzoncito para esa noche, una tanga negra de satín y seda (¡que sensación ese material al tocar mi piel desnuda!), me cubría la mitad de mis nalgas y estaba segura de que poco a poco se iba a ir introduciendo cada vez más en mi colita al pasar de las horas, el frente tenía un triángulo que apenas cubría mi paquetito y las tiras rodeaban hacia arriba siguiendo mis caderas.

Después le tocó su turno a esas bucaneras con el aro elástico, eran muy altas, casi me cubrían toda la pierna, desde los tobillos hasta por encima de los muslos. De ahí me puse mi pantalón de cuero que ya les conté era alto con moldeador de abdomen, rojo y super apretado, no podía dejar de mirar mi colita, se me veía un culazo y podía ver como se marcaba un poco mi calzón, uffff, me rozaba las piernas, subía y tocaba mi cola y abrazaba mi cintura, éxtasis total. Tania me consiguió un brasier blanco sin tiras, con unas pequeñas copas de silicona para que junto a mis pectorales me dieran una figura de busto, aún con ello seguía dentro del club de las chicas sin tetas, jajaja.

Con mucho cuidado me puse mi blusa blanca corta, sin mangas y con un cuello medio choker, me cubría solo hasta donde terminaba mi busto. Lo demás fueron los accesorios, unos aretes a presión en forma de aros y de solo 2 pulgadas de diámetro, una cadenita de Tania con un dije de diamante pequeño y unos brazaletes de plata, bueno creo que no eran de plata pura pero el mismo color, no se deslizaban mucho en mis muñecas ya que no tengo muñecas delgadas, pero se veían increíble. Finalmente, los zapatos de tacos de 5 cm, modelo estilete pero no en taco aguja, aún mantenían un buen soporte, abiertos adelante con una correa delgada cubriendo los dedos y la parte del talón cerrado conectado a una correa con hebilla.

Tania me dejó usar su perfume y me mostró como retocarlo después, también me prestó una cartera de cuero rojo, hacía juego con mi pantalón, y con una cadena plateada larga. Ella misma se encargó de llenarla de todo lo que necesitaría esa noche, el maquillaje mínimo para retoques, perfume, celular, llaves, etc. Finalmente colocó una tira de 3 condones, vaselina y una tanguita muy parecida a la que llevaba puesta.

- ¡Tania! No necesito condones, recuerda que no estoy pensando en que pase algo que los necesite, ¿y para qué esa otra tanguita?

- Tu nunca sabes cariño, y lo de la tanguita… espera esta noche y lo sabrás. Ahora, cuando llegue Diego te quedas en la habitación 4 minutos y después sales, que se acostumbre a esperarte así estés lista para salir. Bueno, me alisto, me dio un abrazo y un beso y solo dijo con un tono de orgullo: “eres bellísima”.

Mientras ella se alistaba yo no podía dejar de mirarme al espejo, tocarme, modelar y empecé a tomarme fotos, era una delicia de verdad, en mi opinión muy pero muy pasable.

Cuando Diego llegó, Tania lo atendió y tuvo una pequeña conversación:

- Sandy está casi lista, mientras tanto Diego, déjame decirte que mi amiga si bien tiene 21 años, no es más que una adolescente en estos momentos cuyas hormonas femeninas la tienen tirando de un lado para otro. Ten mucha paciencia y, si quieres tener algo con ella, hazme un favor y por lo menos inviértele un tiempo en conquistarla y seducirla.

Salí de la habitación muy segura de mí, el tener a Tania como ejemplo le sube la auto estima a cualquiera. Diego me dio dos besos en las mejillas, cogió mi mano y me hizo dar una vuelta

- wow Sandy, sabía que eras bonita pero no tanto, estás perfecta.

Me hizo sonrojar, y bueno, fuimos los tres al auto y mi primera noche como mujer empezaba.

Fuimos a un local que es muy amigable para la comunidad lgtb, se le conoce como “la suave”, eso debido a que el público es de clase media alta y alta, 60% heterosexual, pero de mente muy abierta. Apenas llegamos al local Diego nos llevó a una mesa que había reservado en el segundo salón al fondo el cual tenía menor iluminación que las demás mesas, estaba contra la pared y me sentí más segura estar ahí.

Empezamos con los shots de tequila, justo cuando llegaron los amigos de Diego, compañeros de él en el gimnasio, Antonio era un muchacho bien parecido de ojos marrones y morocho, muy buen porte tenía, llegó con una amiga en plan de perreo me imaginé. El otro era Ricardo, Richie, tenía unos ojos azules hermosos, muy simpático, alegre y de mi altura, blanconcito y un cuerpo que se veía macizo, él venía solo así que no me sorprendió que desde el comienzo se sentó al costado de Tania.

De verdad la estábamos pasando entretenido y no sentía ninguna vibra negativa, creo que todos en esa mesa sabían que era una ladyboy femenina y que Diego estaba detrás de mí. Para el cuarto trago ya estaba bien suelta, Richie la sacó a bailar a Tania y ella me jaló de la mano para ir con ellos, me dio miedo, pero Diego inmediatamente me cogió de la mano y así cogida me llevó a la pista. Entre Tania y la amiga de Antonio (Ceci), me empezaron a enseñar a bailar como ellas, donde menear la cintura, los brazos y todo era más importante que mover los pies y así no perder mi balance con los tacos. Me estaban dando una cátedra de como menearme como una mujer sensual, y yo, estaba aprendiendo a pasos agigantados, me era muy natural.

El alcohol ya estaba haciendo su efecto y me sentía cada vez más cachonda, femenina y liberada, Diego me daba vueltas, me reía, me apretaba de la cintura, tocaba a su antojo mi cuello, mi espalda y de momentos mi colita. Poco a poco todo desaparecía y solo importaba mi macho, porque esta noche iba a ser mi macho, me acercaba a él sugerentemente, tocaba sus hombros, me daba la vuelta y apretaba mi culo contra él para sentir su miembro rozarse conmigo y despertarse, era delicioso.

En eso me dio la vuelta y aprovechó para darme un beso el cual por segunda vez correspondí, me apretó fuerte a él de mi cintura y yo colgada de sus hombros suspirando en su boca, nuestras lenguas eran una sola. Así la pasamos el resto de la noche, tomando más tequila y besándonos mientras bailábamos todas las canciones como si fueran baladas sin importar el ritmo, y Diego metiéndome mano a su placer mientras que yo sentía como mi coño se mojaba más y más de mis líquidos.

Ya era como medianoche y Diego me llevó a la mesa, el resto seguían bailando, él se sentó y yo me senté de costado sobre sus piernas, mientras que con los brazos lo abrazaba del cuello y ya iba en busca de sus besos. El aprovechaba y me seguía manoseando a su antojo, y yo sentía su tronco erecto contra mi colita, me sentía muy cachonda, mareada, muy mareada, no tanto por el alcohol, aunque si estaba borracha, pero más por lo que me sentía sexualmente intoxicada.

Era demasiado, mis hormonas de mujer estaban apareciendo y discutiendo entre ellas, no entendía lo que me estaba pasando, estaba ardiendo de la excitación, del morbo, mmm, me paré y le empecé a bailar a mi hombre, bueno me estaba meneando como una perra, le daba la espalda y le dejaba manosear mi cola hasta que decidí sentarme encima de él. Arqueaba mi espalda y cuello, y rodeaba su cuello con mi brazo para besarnos mientras movía mi culo entre sus piernas y encima de su tranca que ya se sentía demasiado dura. Diego aprovechó para pasar su mano por delante de mí y empezó a sobarme como si fuera un coño, frotándome delicioso, estaba en las nubes.

Creo que la mesera le mencionó algo a Tania ya que abrí los ojos un momento y ella estaba en frente de nosotros, me alcanzó su mano y me llevó de golpe al baño de mujeres, me metió a una de las cabinas, cerró y me dio una cachetada,

- ¡no estés haciendo papelones Sandy!, me gritó, estoy segura que debe ser todo muy nuevo y excitante esto para ti, ¡pero no le estoy poniendo todo este esfuerzo para que me salgas una perra barata!!

No tenía que decirme más, tenía toda la razón. Traté de explicarle como me sentía en la cabeza, como me sentía fuera de control, ella me miró y sonrió, de ahí Tania se arrodillo, me bajó el pantalón hasta las rodillas, sacó mi verga de su prisión y me la empezó a mamar. Lo hacía con mucha fuerza, el olor y sabor a pre semen la invadió, con una mano me pajeaba mientras que con la otra empezó a explorar mi agujerito, usando mis propios flujos mojó sus dedos y me metió dos mientras que seguía chupándomela muy rico

- así perrita, goza, uummm, me decía entre chupada y chupada. Paró de chupar y se dedicó a masturbar mi culito, el placer era intenso.

- ¿te gusta? Eso es lo que quieres, ¿verdad?, quieres mamarle la verga a Diego así como te lo hago, ummm, goza putita, eso es lo que eres: una putita. ¿Quieres lechita?, cariño estoy segura que te mueres por sacarle toda su leche a tu macho, ummm, goza preciosa. ¿O de repente quieres ver que le chupe la verga a Richie que se la ha pasado rozándose conmigo toda la noche y se siente que tiene una verga tremenda?

Era demasiado, me corrí en su boca mientras gemía como mujer. Tania se paró y me dio la leche en mi boca.

- así perrita, tómatelo todo, es solo la primera de la noche.

Si bien seguía mareada, estaba mucho más tranquila, ¡que buen orgasmo!, Tania me había bajado las revoluciones. De mi cartera saqué mi otra tanguita, finalmente entendí, me limpié y me cambié ahí en el baño, Tania arregló mi maquillaje y regresamos a la mesa donde ya estaban todos de regreso. Me senté al costado de Diego y me dijo:

- ¿te regañaron por andar de zorrita?, jajaja

Le di una bofetada suave y riéndome le contesté:

- y a ti te tienen que castigar por andar de perro detrás de la zorrita.

Seguimos besándonos, el continuaba con su mano en mi cintura y la otra tocándome la pierna.

Ya eran las 2 am así que todos nos despedimos, Diego me agarró de la mano entrelazando nuestros dedos y así salimos del local para el auto. Ahí estaba yo, saliendo de un local llevada de la mano por un hombre, vestida de mujer y entregada a él (aunque aún tenía dudas acerca de mis límites), con la otra mano me abracé del brazo de Diego y mi cabeza apoyada a él, parecía y me sentía su novia. Subí al auto y Tania se despidió de Richie el cual estaba muy insistente,

- Ya te dije Richie, nos hemos divertimos mucho, pero tengo novio y no tengo pensado en ir a mi casa o la tuya contigo. Le dio un beso en la mejilla y nos fuimos los tres.

Todo el viaje Diego tenía su mano encima de mi pierna, como marcando su territorio, su propiedad, de vez en cuando cogía su mano entre las mías, Tania nos miraba desde el asiento de atrás y se sonreía. Al llegar al apartamento, Diego se iba a despedir, pero Tania lo interrumpió

- Pueden subir tórtolos, yo me quedo en la cocina, pero más tarde si pienso dormir en mi cama.

Subimos, ella se fue a la cocina y Diego me cargó en sus brazos para la habitación, cerró la puerta con el pie, pero se quedó abierta.

Me recostó en la cama y se sentó a mi costado, me comenzó a besar con cariño y pasión, pasando sus manos por mi cuerpo. Yo abrazaba su cuello mientras nos besábamos y él recorría con sus manos mis piernas, subía desde mis tobillos hasta mi cintura y mi colita, repitiendo esa ruta una y otra vez, marcando mi silueta y disfrutando de mi cuerpo con esa prenda de cuero que me envolvía, era muy sensual, yo suspiraba con cada toque de él.

En ese momento Diego me dio la vuelta y me puso boca abajo, empezó a acariciar mis piernas desde los tobillos hasta mi colita, sentía sus manos claramente tocando mi piel a pesar de tener el pantalón puesto, con mucha destreza me comenzó a bajar el pantalón, los tobillos tenían cierres, así que abriéndolos me quitó el pantalón sin necesidad de tocar mis tacones. La fiesta empezó, acariciaba mis piernas y me empezó a besar en mis piernas donde las bucaneras ya no me cubrían, sentí electricidad en mi columna. De a poco subió con su lengua, besando, mordiendo y lamiendo mis nalgas, esta tanga si tenía hilo dental por atrás y él tenía acceso a toda mi colita, yo solo me retorcía de placer. Diego me estaba dando sensaciones no solo nuevas, pero también de un nivel que no me imaginaba.

Me cogió del cabello con fuerza mientras empezaba a lamer mi espalda, lo repetía yendo desde mi colita hasta mi nuca, donde aprovechaba en morderme, como un león mordiendo a la leona antes de copular con ella, ¡aaahh!, me tenía en sus redes. De pronto se echó entre mis piernas y me las abrió un poco, yo era su muñequita de trapo, pasó sus brazos por debajo de mis piernas y así sus manos rodeaban mi culo, me apretaba con sus dedos fuertes mientras me seguía besando y lamiendo las nalgas.

Con mucha sutileza movió el hilo de mi tanguita a un costado, y comenzó a separar mis nalgas, abriéndome, y empecé a sentir su lengua explorar mi periné y finalmente llegar a mi ano, mi agujerito se encontraba con ansias, poco a poco sentía más y más la punta de su lengua apretar mi nuevo coñito, me sentía totalmente expuesta y deseosa. Gemía y gemía, sintiéndome cada vez más mujer, pensaba: ‘¿y si me quiere penetrar?’, y sola me contestaba: ‘ya estás totalmente entregada a él, déjalo hacer lo que quiera contigo’.

Levanté mi cara y de costado vi que Tania estaba sentada en el tocador, solo tenía puesta su tanga y su bata, abierta, con una mano se estaba masturbando viéndonos tener sexo, y con la otra estaba filmándonos con mi celular, el placer y el morbo era demasiado, empecé a meter puñetazos a la cama de puro placer. Esto ya era demasiado, estaba mareada, alcé mi culito como una puta para que tenga mayor acceso a mi coño, a la vez apretaba las sábanas con mis manos y hundía mi rostro contra la cama, por primera vez sentí la necesidad de que este hombre me follara.

No podía más. Me moví de costado y me separé, lo medio senté a Diego en la cama colocando las almohadas detrás de su espalda, me senté encima de él, me quité el brasier y lo empecé a besar con tantas ganas que no sé cómo no le hice daño en sus labios. Me separé, lo miré, ¡wow!, esos ojos verdes hipnotizaban, le empecé a quitar la camisa y pude volver a besar su cuello, sus hombros y bajar para disfrutar de su pecho fuerte. De un solo tirón le quite el pantalón y el calzoncillo, finalmente las medias y ahí estaba, totalmente confirmado, ¡Diego era un machote hermoso!, me sentía una vez más demasiado contenta que en ese momento sea mi hombre y yo su mujer, ¡sí!, esta noche era su mujer.

Lo miré a los ojos con pasión y deseo mientras que mi mano cogió su taladro macizo, lo miraba fijamente y mi otra mano exploraba sus músculos a la par que lo masturbaba con dulzura, Diego empezaba a gemir, no saben lo hermoso es oír gemir a un hombre.

- ¿Estás listo para la mejor mamada de tu vida?

Diego sonrió y asintió con la cabeza, estaba hablando tonteras, iba a ser solo la segunda mamada que estaba a punto de realizar y ya estaba creyéndome una cortesana prolija en el arte de la felación, de todas maneras, podía hacer el intento. Metí su glande en mi boca y comencé a succionar, chupar y lamer esa cabeza hermosa, rosada, uummm, que sabor a macho tenía Diego, el aroma de su miembro me estaba volviendo loca, apreté la base y sentí como su pene estaba a su máxima expresión, 18 cm de carne de primera clase. Poco a poco le empecé a lamer el tronco, de arriba a abajo, mojando todo su palo, Diego gemía y me puso sus manos en la cabeza

- así perrita, uummm, que rico me la chupas putita

Esas palabras me animaron a darle una chupada de garganta profunda y con fuerza, generaba mucha saliva, paraba y la usaba de lubricante para masturbarlo con ambas manos, él gemía y ya tenía los ojos cerrados, estaba en las nubes mi hombre y me sentía orgullosa de mi mamada. Seguí masturbándolo mientras exploraba su periné, me animé a llegar a su ano y le pasaba la lengua, Diego estaba que no podía más, y lo sentía en su miembro, sentía como se hinchaba más en mis manos, no iba a aguantar mucho más, me detuve y regresé a besar sus piernas y subir otra vez hasta su boca para besarnos mientras me apretaba el culo con ambas manos. Volví a descender y continué chupando la verga viril y dura de Diego, intercalé entre metérmela toda y bajar a chupar sus huevos, me metía su escroto en su totalidad, mi lengua jugaba con esas bolas llenas de semen. Definitivamente me estaba convirtiendo en una experta en tiempo récord, mi macho jadeaba muy fuerte y me detuvo

- ¡me voy a correr preciosa!! para ricura!

Y con ello tomó las riendas del asunto una vez más mi hombre, me echó boca arriba esta vez, estoy seguro que era una visión: mi cabello desordenado, mi maquillaje que me ponía linda, mi blusa, mi tanguita negra, las bucaneras y los zapatos de taco alto, echada con las piernas abiertas y totalmente entregada a un hombre hermoso y musculoso que estaba encima mío. Se echó encima de mí y de verdad que era increíble el sentir a un hombrote como él ahí, dominándome, me empezó a besar el estómago y yo subí con mis manos mi blusita, para que mi macho disfrute de mis senos pequeños pero marcados.

En menos de 20 segundos Tania apareció por mi costado, traía su lápiz labial con sabor a fresa y empezó a dibujar en mis pezones unos círculos rojos. Diego se lanzó sobre ellos y me empezó a morder, lamer y chupar mis tetitas, el placer de que mi hombre disfrute de mí así era intoxicante. Después de un minuto de gozar mis pechos, Diego se recostó delante de mí culo, primero acomodó mí paquetito dentro de la tanga para que apuntara hacia mí ombligo y de ahí empezó a comer mi ano otra vez con su lengua, esta vez sí llegó a meterla un poco dentro de mí y me hizo ver las estrellas, empecé a sentir que me llenaba de saliva por fuera y escupía para mojarme toda esa zona.

Se levantó y cerró mis piernas, volvió a agacharse y empezó a llenar de saliva la zona donde se juntas mis piernas, al mismo tiempo dejaba caer saliva en su órgano y lo lubricaba, ‘me va a follar’, me dije a mi misma, volteó a mirar a Tania por un segundo y me imagino recordó su conversación antes de que saliéramos esa noche, regresó su atención a mí y me clavó su verga entre las piernas, ¡wow!, ¡por el amor de…!!, ¡que maestro este hombre!, me empezó a follar usando mis piernas como un coño, sentía como su falo rozaba mis nalgas, mi ano, sentía como me penetraba por mis piernas. Empecé a gritar de placer, crucé mis pies para darle a mi macho un chochito más apretado para que penetre y goce más.

Si antes tenía dudas, Diego me estaba dando las respuestas, no había marcha atrás, sabía que tarde o temprano él me iba a penetrar como se manda y desvirgarme, y yo, yo estaba segura de que eso era lo que quería y necesitaba. Necesitaba que Diego me haga suya, y me convierta en una mujer totalmente, y no solo una mujer, sino su mujer, necesitaba ser su mujer. Traté de agarrarme de sus hombros y levantar mi cara hacia él para besarnos, pero Diego levantaba su torso y alejaba su cara de mí, me miraba y sonreía, sabía él muy bien de que me estaba dando bastante placer y su ego quería verme totalmente sometida a él, ¡aaah!!, “que haga lo que quiera conmigo” me dije. Recosté mi cabeza en la cama y empecé a doblar mi cabeza hacia atrás, miraba el techo y poco a poco la pared de atrás, que rico me sentía follada.

- ¡aahh!, ¡así!, ¡así!, que rico me follas papito, dame, dame, no pares, ¡aahh!, ¡hazme lo quieras amor! (así es, le dije “amor”), fóllame todita, dale a tu perra amor, dame, ¡dame!

Se escuchó un gemido fuerte en el cuarto y un ruido, Tania se había corrido muy fuerte y se le cayó mi celular al piso, se excitó demasiado viendo a su novio vestido de mujer siendo follado por otro hombre.

Mi paquetito estaba a punto de estallar, los movimientos de sus abdominales estaban masturbando muy rápido mí paquetito con su roce, sentí por primera vez esa sensación inigualable de venirme teniendo una verga follándome, y eso que era solo por fuera

- ¡me voy a correr amor!!, ¡aaah!!, que gusto, ¡me corro!, ¡me corro!

Empecé a soltar chorros de leche mientras gritaba como una puta, ¡mi primera corrida como mujer!, dejando mis líquidos entre mi tanguita, mi estómago y el six pack de abdominales de este machote. Esto fue demasiado para Diego, empezó a jadear muy fuerte y se corrió, dejó caer dos chorros entre mi culo y mis piernas, se levantó y apuntó su vergón hacia mí, sus chorros de semen cayeron en mi estómago y mis pechitos, subí mi cara y abrí mi boca para recibir su leche, un chorrazo cayó sobre mi rostro y un poquito entró en mi boca, Diego se recostó un poco para atrás.

Me levanté y me agaché hacia su falo, me lo metí en la boca y seguí succionando hasta dejarlo limpio, Diego tenía pequeños espasmos mientras se la chupaba, que divino de verdad. Me eché rendida y él a mi costado, con sus dedos recogía el semen suyo y el mío que cubrían mi cuerpo y me lo dio de comer, lo abracé y nos quedamos ahí echados en la cama como una pareja normal, éramos hombre y mujer.

Solo descansamos 10 minutos cuando Diego se levantó y fue a bañarse, yo no podía ni moverme. Cuando terminó, se cambió, me besó, con las justas me pude parar y acompañarlo a la puerta, saliendo de la habitación vimos que Tania estaba sentada en la ventana, fumando, nos miró y solo dijo: “tórtolos”, acompañado de una media sonrisa y volvió su mirada a la calle. Diego me dio un beso rápido en la puerta, me dio una palmada en mi colita y se fue. Tania se deshizo de su cigarrillo y se acercó, me ayudo a ir a la habitación, quitó la frazada y sábanas, las puso en el piso y me echó en la cama. Me dio unas pastillas para el dolor de cabeza, me limpió lo más que pudo el maquillaje y me dio un beso en la mejilla, con eso me dejó dormir y ella fue a dormir al sofá diciéndome: “me parece que todas tus dudas han sido aclaradas esta noche cariño”.

(10,00)