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Sexo oral en el centro comercial

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Era un lunes por la mañana cuando decido ir al centro comercial que queda cerca de mi casa, tenía muchas ganas de pasear ya que también era mi día libre en el trabajo; comienzo a dar unas vueltas por el lugar, estaba muy solo, y a la media hora más o menos me dan ganas de orinar, me dirijo rápidamente al baño que estaba cerca, al entrar comienzo a lavarme las manos mientras miro al espejo que tenía en frente y me doy cuenta de que un hombre de aspecto bastante varonil me hace señas justo detrás de mí; ya sabía de qué se trataba, y yo, tenía más de 15 días sin desahogarme sexualmente porque estaba saliendo de una pequeña intervención quirúrgica (mi pene estaba repleto de semen para repartir).

Me di la vuelta, abrí la puerta en dónde estaba el chico, y para mi sorpresa se encontraba acompañado, otro chico con una barba descuidada y hermosa estaba agachado chupando su pene muy velludo, mientras se lo chupaba me veía y con su mirada me invitaba a acompañarlo a meterme ese enorme trozo peludo en la boca.

Entré, cerré la puerta como pude y los tres nos quedamos mirando por unos segundos, luego de eso, saqué mi pene del jean sin pensarlo demasiado, y se lo metí en la boca al chico que ya estaba chupando, como pudo se quedó con los dos penes en la boca y con su lengua los lamía de una manera deliciosa, fue allí cuando hice un comentario y dije: "qué chupada más rica", y el otro chico mientras me besaba con sus labios gruesos, le dijo enseguida: "quédate así, sigue chupándonos los pitos hasta que te lleguemos en la boca".

En menos de 5 minutos, después de tanto sentir su lengua tibia en mi pene moviéndose hacia varias direcciones, yo ya estaba eyaculando, esos tantos días de semen retenido se los dejé adentro, y él feliz por recibir ese alimento.

Todo el semen se le salía por la boca y le bajaba por el cuello, mientras tanto su compañero seguía recibiendo su rica lamida con mi pene todavía chorreando al lado del suyo, hasta que escucho como comenzó a gemir y luego de eso cerró sus ojos para concentrarse en su orgasmo; me sorprendí porque el chico que estaba chupando nuestros penes se sacó enseguida de la boca el pene de su compañero para ponérselo en la cara, y allí recibió todo el semen caliente y espeso; sólo faltaba que se viniera el chico que estaba chupando, pero no dio tiempo porque cuando se puso de pie entró una persona al baño, un señor mayor y luego la señora de limpieza; nos vimos las caras, los tres nos reímos, comenzamos a acomodarnos para salir, y antes de yo abrir la puerta, el chico que me dió la rica chupada, me entregó un papel con sus nombres y con un número de teléfono, al parecer tenían todo planeado y yo fui su víctima, una víctima muy afortunada.

Al final de todo, yo también salí de allí muy contento y con la posibilidad de volverlos a ver; y sí, olvidé orinar.

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