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Sexo público en Paris

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Hoy mi relato trata sobre Isabelle (Isa). Isa es una amiga en común de la Universidad que vino a visitarnos a Paula y a mí. Isa es una chica muy simpática, muy amiga de Paula que se alojó en casa de Paula como invitada. Si tuviera que describirla diría que es una chica guapa, delgada sin curvas pero con buen cuerpo, medianamente alta y rubia de ojos azules.

Como visitante de la capital francesa, le preparamos un tour en bicicleta para descubrir los monumentos más emblemáticos de la capital. El día trascurrió sin contratiempos, fue muy soleado y cálido. Después de todo un día de turismo, a eso de las 7 pm nos retiramos a nuestros apartamentos a darnos una ducha, y descansar un poco para salir a las 22 h con el resto del grupo de amigos de fiesta.

A las 22 h, Paula, Isa, el resto de personas y yo nos reunimos en la estación de metro de Châtelet para tomar unas copas antes de ir a la discoteca. El grupo estaba un poco dividido, yo bebiendo con parte del grupo de amigos, hablando de temas de trabajo, mientras que Paula e Isa estaban solas cotilleando. Para ser sincero, no estaba acostumbrado a esta situación, Paula no había intentado acercarse a mí ese día! De todas formas, pensé que todo estaba bien y que solo era porque ella estaba cuidando a Isa.

Después de varias rondas de alcohol, me empezaba a sentir un poco afectado y me di cuenta de que Isa parecía disfrutar mientras me miraba fijamente hablando con Paula. Yo comencé a hacer lo mismo, pero pronto Paula se acercó pidiéndome salir a un lugar más tranquilo con ella. Como ya estaba acostumbrado a este tipo de peticiones por parte de Paula, me puse rápidamente cachondo tratando de averiguar lo que ella me iba a proponer hoy: "Hoy estoy en uno de esos días del mes en los que no me siento muy bien... Después de todo un día fuera de casa, tengo bastante dolor de estómago y dolor de cabeza... lo siento, pero tengo que irme a casa a descansar para mañana seguir visitando la ciudad con Isa. Pero antes de irme… me gustaría sorprenderte...”

Entonces yo la interrumpí: "Paula, yo ya sabía que tenías una sorpresa guardada para mí, ¡me estaba poniendo cachondo solo tratando de descubrirlo!".

Tapándome la boca, Paula continuó hablando: "Sabes que tenemos una relación de follamigos abierta, ¿verdad? Hoy estuve charlando con Isa, y la puse bastante cachonda contándole cosas que solo yo conozco sobre ti... ahora lo único que quiere es follarte esta noche"

Me quedé sin palabras, sólo podía balbucear: "Pero, pero... ¡Paula!"

Paula solamente me guiñó un ojo, me dio un beso en la boca y al irse me dijo: "¡¡No olvides que la semana que viene estaré hormonal!!... ¡¡Buena suerte esta noche!! " mientras desaparecía entre la multitud de la calle...

Me quede solo intentando asimilar lo que acababa de decirme. Después de un par de minutos reflexionando fuera, entré al bar. Allí estaba Isa, mirándome fijamente junto a la barra, visiblemente borracha y rodeada de chicos. Isa llevaba sandalias y una minifalda amarilla (que cubría solamente ¼ de sus muslos) y una camiseta blanca ajustada de tirantes. Para ser honesto, después de las palabras de Paula y el alcohol, comencé a ver a Isa de otra manera. Isa es una chica hermosa y nadie en su sano juicio lo pondría en duda, pero por varias circunstancias (básicamente nunca estuvimos solteros al mismo tiempo) nunca había pensado en ella como ahora.

Ambos estábamos un poco borrachos y al ver que yo me acercaba, ella se escapó del grupo de chicos que la rodeaban. Yo tenía la intención de hablar, pero ella me abrazó fuertemente y me besó acaloradamente introduciendo su lengua en mi boca. Seguidamente me dijo: "Gracias por salvarme".

Yo estaba en shock, sin apenas reaccionar, me cogió de la mano y me llevo fuera. Allí estaba el resto del grupo, al parecer nos estaban buscando para decirnos: "vamos a la discoteca, si llegamos tarde la cola será enorme". El viaje era muy complicado si se tomaba el metro, por lo que el grupo decidió caminar unos 20 minutos hasta el lugar.

Por el camino Isa y yo íbamos hablando de temas poco relevantes, viajes comunes, gente en común... También me pidió disculpas por haberme besado, justificándose de la siguiente manera, mientras se tocaba el cabello: "Cuando estoy borracha libero mis instintos y hago cosas que no soy lo suficientemente valiente a hacer cuando estoy sobria"

Creo que me puse muy colorado... así que intente cambiar de tema diciendo que era triste que Paula no pudiera estar con nosotros como en la universidad. A este comentario, Isa respondió: "Me siento mal... quizás debería estar en casa cuidando a Paula pero... hace mucho que no salimos juntos, así que me decline por disfrutar de París contigo" y me guiñó un ojo mientras me tocaba el brazo.

Por una vez en mi vida, entendí el doble sentido y rápidamente le pregunté a Isa: "Si Paula está en casa durmiendo, ¿dónde piensas dormir hoy?".

Mordiéndose el labio, Isa respondió: "¿Quién sabe? Pero puede que hoy necesite un hueco en tu cama"

¡Estaba en racha! así que contraataqué: "Las ropas no están permitidas en mi apartamento, así que..."

Isa se echó a reír solo diciendo: "eso es lo que a ti te gustaría..."

Con la conversación, nos habíamos distanciado mucho del grupo, en aquel momento estábamos cruzando la "Ile de la Cité", una isla sobre el río Sena donde hay un lugar muy bonito con vistas a la torre Eiffel. Siempre me gustó este lugar porque está aislado y por la noche solo hay árboles y pocas luces.

Entonces le dije a Isa que bajara las escaleras para ver la preciosa vista de la torre Eiffel, ella automáticamente empezó a hacer bromas: "mmmm, ¿qué quieres hacerme ahí los dos solos alejados de la vista de los demás?"

Me reí y le dije: "Nada que no vayas a disfrutar" automáticamente, Isa empezó a bajar las escaleras.

Una vez abajo, nos acercándonos al borde de la Isla... Isa estaba maravillada con las vistas de la torre. Todo estaba a oscuras y tan solo nos iluminaban las luces de la luna, la torre Eiffel y los barcos que navegaban.

Mientras Isa no paraba de expresar lo romántico que era el lugar, rompió a llorar diciendo: "¿Por qué ningún hombre quiere relacionarse conmigo?" y siguió llorando... "Paul estaba celoso de mi éxito laboral, así que quiso romper conmigo. Peter... bueno no todos lo saben, pero una noche quedo conmigo con la excusa de que estaba soltero, follamos y ¡todo era mentira!"

Sorprendido, le pregunté: "¿Que Peter?, ¿nuestro compañero?, ¿en serio?".

Yo estaba apoyado contra una pared, Isa se acercó a mi para abrazarla y consolarla. Mirándola a los ojos le dije: "Isa escucha atentamente, ¡eres una mujer de éxito! los hombres de mentalidad antigua no son capaces a soportar que seas mejor que ellos. No te preocupes, la persona adecuada acabará entrando en tu vida y sabrá hacerte muy feliz"

Mirándome fijamente, Isa respondió: "Gracias por estas palabras, ¿realmente lo crees?"

Le respondí: "Estoy seguro, eres increíble, guapa, simpática y muy sexy".

Mientras le hablaba, Isa me miraba profundamente a los ojos, y al terminar mi frase, ella continuó: "Es una lástima que vivamos tan lejos el uno del otro" Aprovechando que la estaba abrazando, me agarro la cabeza y comenzo a besarme nuevamente...

Ambos estábamos muy borrachos y contábamos con la aprobación de Paula, así que sin miedo nos derretimos en un beso apasionado. Movimientos lentos, sus brazos alrededor de mi cuello, mis manos en su espalda, jugando con nuestras lenguas...

Podía sentir que Isa dejaba de llorar y disfrutaba del momento... Seguidamente, nuestras manos comenzaron a explorar nuestros cuerpos... mis manos bajaron hasta su culo, apretándolo sobre su faldita mientras ella acariciaba sensualmente mi rostro...

La verdad, que tanto yo como ella estábamos disfrutando al máximo. Estábamos en París, la ciudad del amor con una vista increíble a su monumento más icónico, torre Eiffel.

Isa era también consciente de la situación y dijo "Este es de largo el lugar más romántico al que me trajo un hombre" y continuó besándome mientras metía sus manos debajo de mi camiseta, acariciando mi espalda, mi cintura, mi pecho...

Yo no perdía el tiempo y mientras le lamia y mordía su fino cuello, ubicaba mi mano derecha en sus muslos y la desplace suavemente hacia arriba... a medida que le iba subiendo la falda, ella separaba sus piernas facilitándome el camino. Al llegar a su coño, empecé a acariciarlo por encima del tanga, notando como empezaba a ponerse húmedo y caliente. Finalmente, termine la maniobra apretándole bien el culo y sin soltárselo.

Casi sincrónicamente con mi mano derecha, mi mano izquierda agarró sus tetas y comencé a jugar con sus pezones.

Nuestros corazones aumentaban los latidos, mi polla ya estaba muy dura cuando Isa comenzó a lamerme debajo de la camiseta... haciéndome un chupetón al lado del pezón izquierdo. Seguidamente me desabrochó el pantalón corto y con mucha delicadeza, introdujo su mano, y deslizándola por mis caderas, llego hasta mi gran polla para sacudirla lentamente.

Estábamos disfrutando tremendamente del momento, Isa gemía bajito mientras mi mano derecha comenzaba a apartar su tanga y acariciar su coño húmedo. Al introducir mi dedo, me pude hacer una idea de cuan cachonda estaba... Sus fluidos goteaban deslizándose por sus piernas para luego caer al suelo...

Era la hora punta y la torre Eiffel iniciaba su espectáculo de luces, algo parecido a un inmenso árbol de Navidad con millones de luces parpadeando.

Era algo que Isa debía contemplar, así que le dije: "Tienes que ver esto", me senté en el escalón, la giré para que mirase a la torre y la senté en mi regazo mientras 2 de mis dedos seguían penetrando profundamente su coño.

Mientras gemía, ella acariciaba mi polla dura diciendo: "¡Me encanta!"

No tenía claro si se estaba refiriendo al espectáculo de luces o a nuestro "juego"… Solo sé que desplazó su tanga a un lado y buscando mi pene lo introdujo en su coñito caliente de golpe.

Comenzamos a follar mientras contemplábamos el espectáculo de luces De la Torre.

Era una sensación indescriptible…

Todo en silencio y los únicos sonidos eran nuestros gemidos y el sonido que hacía su coño extremadamente mojado mientras montaba mi polla.

Mientras la penetraba, mi mano izquierda jugaba por la parte delantera de su coño, y la derecha jugaba con sus pezones duritos.

Intentaba darle todo placer que estaba a mi alcance mientras elevaba mis caderas para introducir toda mi polla dentro de ella.

No pasó mucho tiempo hasta que Isa empezó a gemir locamente y a correrse sobre mis piernas dejando un gran charco en el suelo.

Su corrido me pescó desprevenido… Era tan increíble lo que estábamos haciendo, que forcé un poco y acabé descargando todo mi esperma bien profundo en su coño... cada gota de esperma que salía de mi polla, era como un orgasmo individual. Me daba tanto placer que no podía para de gritar…

Isa, de alguna manera lo podía sentir y no paraba de cabalgar aunque ya hubiera acabado mientras sincronizábamos sus fuertes gemidos com mis gritos de placer.

Al terminar el espectáculo de luces, Isa se levantó se ajustó el tanga correctamente y dejó que una abundante cantidad de semen continuase deslizándose por sus muslos.

Entonces giró su rostro hacia mí, me besó y dijo: "Gracias, este fue, es y será el mejor espectáculo de mi vida. Siempre lo recordaré como el mejor polvo de mi vida. ¡Sigamos en casa!". y me guiñó un ojo.

Camino de casa, compartimos besos y caricias en la noche calurosa. Al entrar al edificio, Isa se quitó el tanga mojado e impregnado de semen y lo arrojó dentro de los cubos de basura al lado de las escaleras. Podía ver como había todavía gotas deslizándose por sus piernas y cayendo sobre la alfombra.

Luego empezó a subir las escaleras mientras yo aprovechaba a darle un mordisco desprevenido en su culo desnudo.

Isa continuaba subiendo las escaleras… mientras se quitaba la camiseta, para después arrojármela.

Entonces me espero, y jugando me dio un beso para automáticamente subir corriendo por las escalera mientras se quitaba, muy sensualmente, el sujetador y lo dejaba en el suelo descubriendo sus pequeñas pero bonitas tetas.

Yo estaba muy cachondo por la situación, solo quedaba un piso y su faldita... Mientras recogía su sujetador del piso, ella me miró fijamente y moviendo sensualmente su trasero, comenzó a bajar su falda a cada paso que daba.

Al llegar al tercer piso completamente desnuda, dejó su falda en el pomo de la puerta a mi apartamento.

Isa estaba completamente desnuda… pero yo me quede mirando su bonito coño con una fina y sexy línea de pelo...

Cuando llegué al tercer piso, ella dijo completamente desnuda: "¡¡Bienvenidos al Moulin Rouge!!" y con muy mal acento francés continuó "¡Voulez, vous couchez avec moi, ce soir!"

Sonreí y la besé.

Mientras abría la puerta del departamento, ella me recordó: "¡¡me dijiste que en tu departamento estaba prohibida la ropa!, así que aquí te espero!!"

Rápidamente, me quite la camiseta, me desabroché el short y le dije: "Sé lo que buscas..." Abrí la ventana y le mostré la vista a la calle… colocándola contra la barandilla me puse de rodillas a lamerle su rico coño, saboreando el líquido caliente que aún salía de ella.

Mientras le abría las piernas, ella me agarró la cabeza por el pelo y suspiraba. Yo comencé a introducir mi traviesa lengua muy dentro y ella presionaba mi cabeza contra su coño. Parecía que no llegaba lo suficientemente profundo para ella: "Esto es genial para calentar pero quiero sentir tu gran polla llenando mi coño otra vez".

Entonces me senté en la cama, Isa frente a mí, agarró mi polla dura y se sentó en ella sin pensárselo dos veces.

Intenté elevar mis caderas para darle el máximo y sentir como la punta de mi polla se movía dentro de ella.

Todavía recuerdo cómo mi punta chocaba contra las paredes del útero como el badajo de una campana. Isa estaba completamente salvaje mientras me mordía el labio.

No podía dejar de agarrar y golpear su trasero muy fuerte, poniéndose rojo.

Gimiendo y gimiendo, mis manos fuertes ayudaban al movimiento de sus caderas sobre mi polla mientras yo le hacía chupetones alrededor de su cuello y pezones.

Estaba a punto de correrme, y así se lo hice saber. En ese momento, ella dio un salto eléctrico, para sacarse la polla de sus entrañas y ponerse de rodillas a chuparla con mucha pasión y ganas. En pocos segundos, mi liquido caliente salía de mí y acababa en su boca... Todavía recuerdo su cara de emoción mientras tragaba y limpiaba todo el semen de mi polla... parecía que le habían hecho el mejor regalo de su vida!!

Acostándose sobre mí y respirando hondo, se burló de mi diciendo: "¿Me mudo a París o tú te mudas a mi ciudad?" para al poco caer dormida.

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