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Sigo explorando lo que descubrí con mi ex (parte 2)

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Yo ya estaba abocado a darle placer con mi lengua en su concha mientras mis manos jugaban con sus nalgas, concentrado en el sabor más fuerte que sale de cada pliegue cuando el celular volvió a sonar.

-¿Qué le digo?

-Contale la verdad, va a pensar que de tan frontal que se lo decías es mentira.

-Qué divino que movés la lengua ¡hijo de puta!

La miré, me sonreí y busqué en algún lugar más profundo mientras dejaba caer mayor cantidad de mi saliva para tomarla con mis dedos en sus nalgas e ir masajeando su esfínter.

- Atienda señorita -le dije y seguí besándola toda.

- ¿Hola amor cómo estás? El silencio del otro lado denotaba intriga, como si quisiera saber dónde estaba su mujer o si estaba con alguien.

- ¿Qué hacés amor? ¿A dónde te fuiste? ¿Te pasó algo?

- No me pasó nada amor, sólo se me ocurrió una idea. El otro día leí unas páginas que vos habías dejado abiertas sin querer en la compu que hablaban de sexo, tríos y otras cosas que nunca imaginé que vos llegarías a clickear, lo de los transexuales me pareció demasiado para vos…

- No amor pero pará pará, que esté en la página no quiere decir que los lea a todos los relatos.

- Amor, no aclares por favor, no soy tonta, esas páginas las encontré en el historial.

El silencio que sentí del otro lado, como hombre me pareció, estremecedor, a mí me excitó mucho más y me hizo sentir que si la relación entre ellos dos iba a seguir por ese camino, la iba a pasar muy bien, así que seguí besando aquélla conchita que con la charla al principio se había puesto un poco distante, pero que a medida que tomaba el dominio de la conversación e iba sacando temas que como mujer, parece que la habían atormentado durante un tiempo, empezaba a mojarse más. Es maravilloso sentir en la lengua como salen jugos de lugares inesperados, la mujer es un ser maravilloso cuando conecta sin tapujos con su sexualidad.

- Así que calladito perro, estoy enojada porque no me dijiste nada que te excitaban ese tipo de actividades. ¿Has estado con algún travesti en este tiempo?

-¡No amor! A veces entro por curiosear nomás, para saber como es ese mundo nada más por favor.

-Bueno, te voy a creer, aunque yo si te voy a confesar algo. De leer uno de los relatos que “vos entraste” (remarcó suavemente esas palabras) me hice una idea que me dejó muy caliente… se permitió descargar la excitación que mi lengua le estaba dando, el marido obviamente ya había entendido que ella se estaba tocando, en el mejor de los casos sola, pero no estaba en situación de preguntar nada, su mujer había descubierto una de sus actividades secretas y encima, de las que cuestionaban su integridad como macho de la pareja.

-¿Qué es lo que te dejó caliente amor? El tono de él era casi de súplica pero ella, indiferente, dueña de la situación le dijo

-Andá al baño.

- Si ya voy pará que le aviso a los niños por cualquier cosa.

-Ya estoy contame…

- Bueno, ¿sabés que me calentó mucho?

Ya a esa altura era indisimulado para el marido que ella se estaba tocando, porque su respiración era más agitada y con su mano en mi cabeza simulaba una masturbación a la vista del celular de él. Sacate la ropa, quiero verte desnuda.

La palabra en femenino generó un cambio muy fuerte en la conversación, él quiso frenar diciéndole “Pará amor…” pero ella lo cortó y le volvió a preguntar ¿Querés que te diga lo que me excitó o no?

Sentí en el sonido del celular el ruido del cinto cayendo en el piso, me sonreí sobre su concha a lo que ella me agradeció mirando para abajo y soltando una sonrisa. Algo que se ve que él del otro lado no vio porque estaría quitándose la ropa.

-Ya estoy desnudo amor, ¿me contás ahora qué es lo que te excitó de lo que leíste?

- Mmmmh, ahora me excita ver la calentura que tenés, está mojada tu pija?

-Si amor claro, me excita mucho que te estés tocando y sentirte así tan, liberada, ¿Te excitó leer esas páginas de internet?

-Lo que me excitó fue que las leyeras vos y saber que tenías todo ese mundo en la cabeza, y me gusta verte con la pija tan parada sin siquiera tocarte, se ve que a vos también te liberó saber que conozco ese mundo tuyo.

-Si amor, me excita esta charla, pero te vuelvo a decir lo de los relatos esos, aunque haya entrado no es que me exciten… pero ella lo cortó de nuevo. Shhh, no quiero más mentiras, ahora así desnudo quiero que escuches lo que se me ocurrió leyendo las historias que “vos” (nuevamente el aumento sutil del tono de voz) leíste antes. Hice unas mezclas a mi gusto, y voy a ver si te gustan con la reacción de tu cuerpo, por eso quiero que te quedes ahí parada con el celular enfrente.

Ya el uso del femenino no llamaba la atención y él parecía haber aceptado esa sumisión, al menos hasta saber lo que a su esposa le había excitado tanto.

-Bueno, imaginé que un día vos llegabas a casa de trabajar, los niños no estaban y teníamos dos horas para nosotros, que vos quisiste aprovechar para hacer el amor como tradicionalmente lo hacemos, pero que yo te frenaba en medio de los besos y te dije, andá a bañarte primero que hoy sos todo mío. Tus ojos más excitados que de costumbre me miran, me das un beso largo y me decís, “si mi capitana” a lo que yo te digo, pero antes límpiame bien la concha que acabo de ir al baño antes que llegaras y me guardé para tu lengua, así que si sentís algún sabor fuerte es por eso. Vos me besaste apenas por arriba, pero yo te dije que no, que así no se besa a la capitana, y te ordené que me pasaras la lengua por toda la raja y con la lengua bien ancha, para limpiarme toda toda, y luego de esa primera pasada te pedí que hicieras una segunda pero empezando desde el agujero de mi culo y metiendo al final toda tu lengua en mi concha y que te tomaras todo lo que adentro de mí había.

En esos momentos él cortó el cuento y le dijo “me encanta hasta ahora tu excitación amor, pero ¿por qué no me lo pediste alguna vez?” No lo sé amor, probablemente dejé siempre que fueras vos el que llevara las actividades sexuales, pero ahora viendo tu pija que no baja y que no podés evitar tocarte, me doy cuenta que es lo que voy a empezar a hacer.

Recién con esas palabras él miró sus manos que automáticamente acariciaban sin parar su pija.

-¿Ya está mojada? Preguntó ella.

-Si amor.

-Bueno, quiero ver como sacás un poco de ese líquido, lo ponés en tu mano y te lo chupás porque ahora ese sabor me va a servir para contarte la otra parte de la historia.

A esta altura ella estaba por acabarse en mi boca, yo estaba todo empapado y con la pija con ganas de cogerla por todos lados. El silencio del otro lado significaba que él estaba haciendo lo que ella le había pedido.

- Ya está, le dijo.

-No amor, va a estar cuando yo te diga, porque en mi cuento que me imaginé después de leer tus páginas porno (remarcado de nuevo) yo acababa de coger con alguien y vos sin saber, en esas metidas de lengua y chupadas, te estabas tomando toda la leche que me habían dejado adentro. Y no hagas caras porque algo así, o peor, he leído en esas historias, además… jaja mirá amor! Su risa sonaba a liberación, alegría, descubrimiento y mucha excitación. ¡Te chorrea la pija después que te dije eso! así que quiero, ahora que sabemos lo que te está excitando.

- Pero amor… Pero amor nada, quiero que te limpies todo eso que te está goteando, te lo pongas en la palma de tu mano, cierres los ojos y le lo lamas como si estuvieras besando mi concha con la leche de mi amante adentro, bien limpita tenés que dejarme.

- Bueno amor.

Ella tapó la cámara con el dedo mientras la dio vuelta para mostrarme como estaba el marido, desnudo apoyado en la pared, lamiendo su casi acabada y con la pija bien alta. En lógica comparación la de él no estaba mal pero me sentí cómodo sabiendo que además de cogerle a la mujer ella iba a tener conmigo una pija más linda, cosa que en algún momento de su mamada me dijo.

- Pero si serás puta tragaleche y encima de eso cada vez que te hablo así parece que te fueras a acabar. Así que ahora pensando directamente en chuparle la pija a mi amante enseguida que la saca de mi concha mientas le pedís por favor que te de la leche en tu boca como una puta desesperada quiero que te acab…

No terminó de decir eso cuando el marido ya estaba de rodillas en el piso acabándose todo, no aguantó y terminó en cuatro patas de ojos cerrados sin escuchar siquiera a su mujer, moviéndose como si estuviera cogiendo, o lo estuvieran cogiendo inmerso en su propio mundo de deseos.

Ella lo dejó un rato así mientras bajó a chupármela a mí, siempre con su cámara tapada. Al rato él empezó a suspirar más relajado y ya más recuperado pareció intentar hablar pero supongo yo, la vergüenza de haber sido descubierto en sus deseos más íntimos por su pareja, no lo dejaban. Entonces ella soltó mi pija, sacó el dedo de la cámara y le dijo.

-¿Mmmmhhh acabaste putito cornudo?

- Ay amor por favor no sigas, esto es muy nuevo para los dos por favor no sigas.

-Bueno amor, tenés razón. Ya salgo para ahí.

- Sí por favor, vení que te quiero coger.

- Me vas a coger como yo te diga pero antes, te corto porque me voy a llenar de leche la concha para que al volver me cumplas el deseo que vos me despertaste con tus historias de internet.

- Amor pará, eso es joda ¿no?

- No lo sé amor, si es joda o no, es lo mismo, en la mente ya me recogí a otra persona para llenarme de leche para que se la tomes y a vos te encantó, eso es lo que importa. Nos vemos en un rato cornu…

- Jaja nos vemos en un rato.

Cuando colgó se agarró la cabeza y me decía ¿Qué hice? ¡No lo puedo creer! ¡Superé todas mis expectativas! Gracias, gracias, gracias, me agarraba la cara me daba besos por todos lados, me abrazaba, me decía ay te amo, te amo, te amo, no me importa que te asustes, yo sé de qué manera te amo. Gracias! Cogeme toda por favor soy tuya y acabame toda adentro, que ya sabés quién se la va a tomar.

Yo también la abrazaba, la besaba y en cierta medida también amaba a esa mujer que se había presentado ante mí. Sin dudas que nuestra energía había despertado algo en los dos. Así que acto seguido, lo que pasó allí no fue sólo una cogida, sino una unión de algo más entre dos personas.

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