Nuevos relatos publicados: 16

Taxista me destroza

  • 7
  • 56.091
  • 9,32 (38 Val.)
  • 2

Una semana después de lo ocurrido me encontraba sola en mi casa cuando Pedro me llamó al teléfono:

— Hola Mija! ¿Cómo éstas? ¿Éstas en tu casita mi niña?

— Si don Pedro, ando solita ¿Por?

— Mmm ¿Podría ir a buscarte a tu casa? Así pasamos un buen rato mijita...

— Claro! Dígame a que hora nomas

— Cómo en 30 minutos mija, ponte algo que me guste, Chao!

— OK, en 30 entonces, bye!

Me fui rápidamente al baño a darme una ducha, me depile bien y perfume mi cuerpo con una esencia de fresas, fui a mi habitación y busque la ropa más provocativa que tenía, una blusa blanca que había cortado hasta el ombligo (era ajustada y media transparente) una tanguita negra bien pequeñita, una falda corta tipo colegiala de color azul y mis zapatillas blancas, obviamente iba sin sostén debajo de la blusa así que se notaban mis pezones, me peiné un poco el cabello y me eché brillito en mis labios...

No pasaron ni 5 minutos de que estaba lista y Pedro ya me esperaba fuera de mi casa, tocó la bocina y salí rápidamente cerrando la casa con llave, me senté en el asiento del copiloto y Pedro me miró de arriba abajo más que nada apreciando mis pechos.

— "Uff te ves como toda una perrita mija"

— "¿Le gusta?" Le dije acercándome a el

— "Me encanta mi niña" me agarro una de mis tetas y la apretó con algo de fuerza a lo que respondí con un suave quejido

– "Ou! Me encanta que seas rudo papi"

Pedro se acercó más a mi y me dio un apasionado beso mientras manoseaba un poco mis tetas.

— "Ya mija, vamonos antes que alguien nos vea aquí" se río y partimos rumbo a su casa, mientras manejaba me miraba de reojo y se saboreaba, puso su mano en mi muslo apretando con fuerza.

— No aguanto más mi amor, tengo muchas ganas de devorarte, te voy a partir esa concha y ese ano cuando lleguemos a mi casa.

Sus palabras me encendieron, faltaban como 5 minutos para llegar a su casa y yo tampoco aguantaba así que empecé a tocarme la vagina por sobre la tanguita... soltaba suaves gemidos.

—" Uff métete los dedos putita" dijo Pedro acelerando un poco más el taxi para llegar a casa más rápido

— "Si Papi" Corrí mi tanga a un lado y abrí más las piernas, metí mi dedo corazón a mi vagina y comencé a moverlo rápido mientras gemía.

Llegamos a la casa, Pedro estacionó el taxi, bajo del auto y se acercó a mi puerta, la abrió y me tomó sus brazos mientras me besaba con pasión... le rodee las caderas con mis piernas a pegándome más a el mientras entraba a la casa.

— "¿Me trataras mal hoy papi?" Le dije con voz dulce y aniñada.

—"Obvio que si puta, te portas muy mal" me llevo hasta su habitación y me aventó a su cama.

—"Te voy a dejar tan abierta que ni caminar vas a poder, puta de mierda" me decía con voz ronca y excitado.

—"uff papi tu hazme lo que quieras, me gusta que me trates así~"

Se subió sobre mi, me desabrocho la blusa y me levanto la falda, tomo mi tanga y la rompió.

— "Puta bastarda si hasta traes la concha depilada, más ganas de rompertela me dan!"

Se quito toda su ropa... me quedó mirando la concha un poco con cara pensativa, a los segundos después se paro y fue a la cocina a buscar algo, casi al instante volvió con un pepino grueso y largo en una de sus manos y en la otra un cordel largo... me miraba con sonrisa perversa, algo temerosa le dije:

— "Papi, ¿Que me harás con eso?

— "Ya te dije, te voy a romper la concha y el ano puta."

Me jalo hacia el me tomo las piernas y como pudo me amarro al respaldo de la cama con las piernas abiertas y levantadas, puso una almohada debajo de mi espalda baja quedando con la concha y el culo levantados en una pose un poco incomoda y rara, con su cinturón ató mis manos juntas.

—"Mijita, ufff te tengo toda para mi, quiero escucharte gritar" se río mientras acercaba el pepino a mi vagina y lo acariciaba de arriba a abajo tocando mis labios mayores.

—"Mmmm. Papi me va a doler mucho!" Me quejé.

Me pego una cachetada para que me callara y comenzó a meter poco a poco aquel grueso pepino, sentía como abría mis paredes lentamente hasta que tocó mi cérvix a lo cual solté un gemido de dolor, lo mantuvo ahí unos segundos aún quedaba mucho pepino para meter pero ya había llegado a mi limite, comenzó a sacarlo lentamente y cuando ya estuvo casi todo fuera ¡Pum! Me metió el pepino con toda su fuerza hasta mi tope y así lo hizo un par de veces.

—"¡Ahhh! Me duele Pedro, pare pare" supliqué mientras lo miraba a los ojos

—"No maldita perra, hasta que te partas" siguió metiendo ese pepino con fuerza.

Ya varios minutos después comencé a disfrutar más y a gemir de placer lo cual prendió más a Pedro, quitó el pepino de mi vagina y se acomodó para meter su pene el cual tenía una enorme erección, lo metió de golpe y hasta el fondo, me penetro con rudeza y rapidez por varios minutos hasta que paro en seco.

— "Me quiero correr en tu orto, así que prepara tu culo nomas, que lo voy a destrozar puta imbécil" me dijo al odio para después acomodarse entre mis piernas.

Pedro escupió en mi ano primero y luego en su mano, acaricio su pene lubricándolo un poco y luego metió uno de sus dedos en mi ano, moviéndolo frenéticamente a lo cual me queje y gemí en respuesta, dije entre gemidos:

—"ufff duele papi, meteme más, destrozame Por favor!"

—"Cállate puta! Te voy a dejar reventada así nunca te olvidaras de mi."

Metió otro de sus dedos con fuerza y los movió a ambos me excite tanto que me corrí, Pedro sacó sus dedos y agarro su pene el cual frotó contra mis jugos para lubricarlo aún más, apoyo la cabeza de su pene en mi ano y lo presionó con fuerza hasta que logro meterlo, grite del dolor y trate de zafarme de mis ataduras a lo cual Pedro río y continuo metiendo su pene en mi ano, sentía que me destrozaba las entrañas, bombeaba con fuerza y rudeza mi ano sin piedad, mi interior ardía y dolía mucho pero solo me limitaba a llorar y gemir del dolor, eso solo hacía encender más a mi perverso taxista, siguió penetrándome brutalmente abriendo mi ano.

—"Mmmm ¿Te gusta puta? Mira que el ano te quedará todo abierto y roto mi amor.

—"Ahhh! Si papi, duele mucho pero me encanta, rompeme rompeme por favor" suplicaba mientras el seguía moviéndose ya jadeando un poco del cansancio.

Tomó el pepino y solto una risa antes de metermelo con fuerza en mi vagina nuevamente, grité y gemi intentando sacar mis ataduras pero el hundió más el pepino el cual sentía ya en mi útero, lo sujeto con fuerza con su mano presionando para que no se saliera de mi interior, siguió bombeando mi ano por unos minutos hasta que me corrí nuevamente, ya muy cansada deje de resistirme y Pedro se corrió a chorros dentro de mi ano, sentía como llevaba mis entrañas con semen caliente, sacó el pepino de mi vagina y su pene de mi ano... y ¡Zaz! Me empaló el ano con el grueso pepino lubricado con mis jugos, sentí como me termino de desgarrar el ano, dolia y mucho, juro que sentía que corría hasta un poco de sangre, me quedé quieta, gimiendo de dolor y llorando...

—"¡Oooh mira mi niña, el pepino te sirve de tapón así guardas mi leche jajaja!" Se reía mientras yo jadeaba intentando recuperar el aliento.

—"Que rudo eres papi, me dejaste rota y acalambrada"

Me quito las ataduras sin quitar el pepino de mi ano, me acostó bien en la cama y se puso detrás mía en posición de cucharita, apoyó su pierna contra el pepino para que no se saliera de mi ano y me abrazó"

—"Buena puta, descansamos un rato y a la noche te voy a dejar ¿ok?"

—"Si papi..." cerré mis ojos y me dispuse a dormir un rato.

[email protected].

(9,32)