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Te presento a mi amiga Sandy (III)

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Después de la fiesta donde le mamé la verga a Diego por primera vez, y donde mi novia nos encontró en plena faena. Yo soy Sandy, una chica lady boy, en esas épocas tenía 21 años, medía 1.82 m y pesaba 76 kilos, cabello un poco largo con ondas. Tenía un buen cuerpo, modestia aparte, de ir al gimnasio 3 veces por semana.

A la mañana siguiente, esperé que Tania entrara a la ducha y me cambié, me acerqué a la puerta y le dije que hablábamos después, que quería irme antes de que Francesca despertase. Llegando a casa me duché por un buen rato y me pasé la mañana y la tarde reviviendo cada momento de la noche anterior. No tenía claro si sentía vergüenza, gusto, cólera, miedo o todo a la vez. Mi novia había estado cogiendo con otra persona y no estaba molesto del todo por ello, mientras que nunca había pensado en tener relaciones homosexuales, ahí estaba yo, le había hecho una paja, chupado la verga, tragado el semen y besado a un hombre.

Mientras tanto, Tania también estaba lidiando con sus actos de esta semana. Cuando Francesca despertó, le preparó un café

- gracias Tania, que tal borrachera la mía.

- te encontré aquí totalmente inconsciente amiga, todo el mundo ya se había ido

- ¿estamos seguras de que no había nadie hasta tarde?, juraría que había una pareja sentada acá, la chica le estaba chupando la pija al muchacho

- no Franchi, no había nadie

- menos mal, que sueño tan vívido, y morboso, jajaja.

Cuando su amiga se fue, Tania se quedó pensando, lo que hizo, lo que hicimos, lo que hice, lo que debemos hacer, finalmente llegó a algunas conclusiones y desarrolló un plan. Me llamó y me pidió que vaya para el lonche, yo sabía que no iba a poder dilatarlo más, así que fui. Apenas me abrió la puerta se me tiró encima, me abrazó muy fuerte y nos quedamos abrazados un minuto en la puerta sin decir nada. Me hizo pasar, había estado llorando, se le veía en los ojos, nos sentamos en el comedor, había preparado café, tostadas y otras cositas. Me rogó que la disculpara por lo que hizo con Carlos, que él no significaba nada para ella y que estaba muy avergonzada por todo ello.

Traté de no hacerla sentir peor de lo que ya se sentía, me disculpé de igual manera por mis acciones, traté de explicarle como se dieron las cosas. Le conté que Diego se sacó la verga de la nada y me la mostró, que sin darme cuenta él ya me había puesto mi mano encima de su pene para acariciarlo, que cuando llegó con Carlos y los escuchamos teniendo sexo fue el detonante, que Diego me empezó a manipular para chuparle la verga, etc. Entre 50% cierto y el resto pura mierda, Tania no se creyó el cuento, pero… decidió manejar la conversación a su manera.

- Amor, yo sabía que tenías algunas inclinaciones, no tenía claro que tanto.

- ¿cómo así amorcito?

- hace tiempo me di cuenta que te llevabas algunas de mis bragas y después las traías a mi casa y tratabas de ponerlas en su sitio. Yo me doy cuenta amor, y bueno, me imaginé que te las llevabas para masturbarte con ellas y me gustaba la idea de que lo hagas

- no sabía que te habías dado cuenta, si amor, me las llevé, sobre todo ese rojito que me encanta. Me los ponía en mi cuarto y sentía muy rico, la telita al contacto con mi piel era intoxicante, ¿por qué no pueden hacer los calzoncillos del mismo material? Era raro, el morbo era doble, meterme una paja pensando en culearte, pero a la vez, sentía que era tu por tener las bragas puestas.

- Bueno, todo cambió un día que habíamos estado en mi casa y me fui a duchar, cuando regresé al cuarto te vi con mis leggins puestos, te estabas tocando las piernas y la colita, mirándote en el espejo, cuando te las quitaste, tenías una de mis tanguitas puestas.

Me puse rojo, no tenía idea. Continuó diciéndome que se imaginó que estaba explorando mi lado femenino, y que seguramente sería una persona dócil y sumisa en la cama. Me decía que había decidido jugar conmigo y ayudarme a explorar, pero su plan le salió todo mal.

- La semana pasada estaba bailando toda la noche con Carlos, muy pegados, quería que te sientas celoso y me sacaras de ahí, pero no hiciste nada y te la pasaste con Diego.

Me dijo que cuando ya estaba borracha, fue al baño y Diego se metió con ella, la empezó a besar y le metió la mano encima de su calzón y la empezó a sobar, que se dejó llevar unos segundos, pero le puso paro y fue ahí cuando me vino a sacar de mi conversa con Diego y pedirme que la lleve a casa.

- Carlos me estuvo texteando toda la semana y lo invité a la fiesta acá, por cierto, lo que te dije del cine con él anoche, era mentira, lo dije para ver que tanto más te excitabas creyendo eso.

A estas alturas no sabía si creerle eso o no, pero la verdad es que sí, me excitaba mucho cuando me contaba ella de estar con otro hombre. Me dijo que la noche anterior habían salido a la esquina porque Carlos quería fumar, es más, la gente que se iba yendo de la fiesta los encontró conversando y se despedían de ella, cuando regresaron, no había música, no se dieron cuenta de Francesca durmiendo, no oyeron nada así es que Carlos la agarró del brazo y la llevó a la habitación. Ahí fue cuando Tania me cuenta que, entre la borrachera, lo fastidiada que estaba de que no la celara anoche tampoco y la excitación de hacer algo prohibido, se dejó llevar. Sus excusas y las mías al final dejaban mucho que desear, creo que queríamos pasar la página rápido.

- ¿qué te gustó más de lo que hiciste con Diego?

- la verdad no sé, fue todo rápido y reaccionaba por impulso. Tener el pene de un hombre en mi mano fue raro, pero no podía dejar de tocarlo, me encantaba como se sentía en mi mano. Cuando me besó, tenía los ojos cerrados, se sintió rico, solo sentía sus labios y me temblaban las piernas. Cuando se sentó en el sofá, desnudo, me quedé sin aliento, de verdad que solo podía apreciar su cuerpo, quería tocarlo todo, eso me animó a chuparle su verga y me gustaba demasiado el saber que le daba mucho placer a un hombre. No podía creer la naturalidad con la que le contaba todo, como si le hablara a una amiga y no a una novia.

En eso Carlos le estaba enviando textos a mi novia, ella le contesto diciendo que lo que ocurrió fue un error, que no lo quería volver a ver y que no la llame le mande mensajes. Cuando le contestó, Tania le dejó un mensaje de voz, diciéndole qué si le volvía a escribir o llamar le diría a su hermano, todos sabían que era de las fuerzas especiales del ejército, hasta donde yo sé, Carlos no la volvió a contactar. Toda esta conversación, de verdad que nos dejó agotados mentalmente, fuimos a echarnos en la cama y dormir un rato.

Eran como las 8 pm y me desperté con el mástil prendido, empecé a besar a Tania en el cuello y acariciar sus tetas, besarlas, poco a poco se iba despertando y en menos de un minuto estaba yo desnudo. Comencé a desnudarla, estaba solo con su tanguita y se la empecé a quitar, me detuvo con la mano, se la quitó ella, me echó en la cama y se puso entre mis piernas poniéndomela, estaba ajustada la tanguita y me alocaba más aún como apretaba el hilo contra mi agujerito. No jugamos mucho, la eché y saqué mi palo al costado de la tanga, estábamos muy cachondos, así que la empecé a follar, no había libreto, solo se la metía fuerte en misionero y jadeaba muy fuerte

- ¡sí! ¡así! ¡así amorcito! ¡dame fuerte! ¡que rico que me culeas amor! ¡te amo!

No necesitaba más instrucciones, la follé y follé, ella gemía, gritaba, me clavaba las uñas en la espalda mientras me volvía a pedir perdón por todo. La verdad que follar con una tanga apretada besando tu culito, es una delicia, nos corrimos muy fuerte, abrazándonos fuerte.

Después de ducharnos, Tania se puso un bikini azul de satín, yo buscaba mi ropa del piso y ella me llamó.

- Ven cariño, toca mi amor, cogió mi mano y me la puso en su vulva, encima del calzoncito, ¿te gusta cómo se siente?, ummm, tócalo por atrás también

Se dio la vuelta, me hacía tocar su coño y su culo, gozando de la textura de la tela. Se quitó el bikini y me lo puso, me quedó muy apretado sobre todo porque tenía la verga durísima.

- tócate cariño, siente lo lindo de la textura, atrapando tu coñito, así, tócate el culito, ¿ves cómo está apretadito?

- me encanta, me gusta demasiado ver un calzoncito atrapando mi paquete y ver como se forma un bultito ahí, me parece super sexy.

Tania fue rápido a la sala y trajo el espejo, lo puso en frente de la cama, podía verme ahí y en el del tocador. Empezó a sacar más bragas de su cajón y me las daba para probarlas, me dio un thong morado de algodón, no me capturó la sensación, me puso inmediatamente una tanga negra, me temblaban las piernas, era de seda. Así me tuvo probando y probando, finalmente me quedé con una braga de encaje negra, subían por mis caderas y cintura, la parte de atrás se metía en mi culito muy rico, salía de mi raja en una V que cubría casi nada de mis nalgas. Tania aprovechó y me dio un brasier negro que hacía juego, como ella tiene senos grandes, sus brasieres no tienen relleno, pero este tenía forma porque era un push up. Me sentó en el tocador y comenzó a maquillar la parte de arriba de mis pechos, me quedé sorprendida, realmente se me veía un escote precioso.

Estábamos en una noche de chicas, riéndonos, comparando las ropitas, me sacó unas medias bucaneras negras y la sensación de mis piernas con ellas era indescriptible, me sentía sensual, deseable. Siguiente me puso los zapatos que usé la noche anterior y me dio una faldita de escolar que usó para el último Halloween, me entró, me cubría apenas mis nalgas, pero el cierre no cerraba del todo, así que me puso una correa de cuero para cubrir el cierre y listo. Me tomó unas fotos en mi celular, me hizo sentarme en la cama y estirar mis piernas, y de ahí me hizo ponerme en cuatro en la cama y levantar la colita al techo, ufff era increíble, se podía apreciar unas nalgas redonditas y grandes, y por abajo un bulto de verga, me excitaba eso.

Seleccionó esas dos fotos y antes de que pueda decir algo se las mandó a Diego con un mensaje que decía: “te presento a mi amiga Sandy, ¿qué podrás hacer con eso?”.

- ¡¿qué?!!!, ¡¿qué haces Tania?!!

Me tranquilizó diciéndome que estaba segura de que respondería muy excitado, que estaba segurísima de que le iba a gustar mucho. Le pregunté del porque Sandy, me dijo que siempre que veía el final de la película Grease, nunca dejaba de mencionar lo bien que estaba “Sandy”, y bueno, ahí está, ese iba a ser el nombre de mi alter ego femenino.

Diego contesto casi de inmediato: “puedo hacer muchas cosas con ella, pero más si la tuviera de cuerpo entero”. Me quedé helada y Tania se reía a carcajadas, le dije que no puedo salir así en cuerpo entero, se me vería como una marica más. Tania me llevó al tocador y me comenzó a maquillar, rímel, cejas, un poco de base, me pintó los ojos con un oscuro humeado, me puso un poco de rubor en los pómulos y un lápiz labial rojo. Se habrá demorado no más de 10 minutos, cogió unos ganchos de pelo y me hizo un peinado muy femenino bien rápido. Me hizo posar y empezó a tomarme fotos, escogió una que estaba apoyada en la puerta y otra en la cama como la anterior en 4, pero mirando atrás hacia la cámara. Le envió las fotos y yo quería que me trague la tierra.

Preparamos una ensalada porque Diego no contestaba, hasta que 20 minutos después me envía una foto y un video. La foto era de su verga a su máxima extensión, con su mano apretando la base, se veían las venas a punto de explotar, hasta Tania dijo “wow”, y el video era de 2 minutos de Diego masturbándose hasta que se corre gritando mí nuevo nombre: “Sandy”. La verdad es que no solo me excitó mucho, pero el hecho de saber que un hombre se masturbara pensando en mi como mujer, era lo máximo, mientras que terminamos la ensalada veía el vídeo en loop una y otra vez.

Tania me miró, yo estaba atontada, me cogió de la mano y me llevó a la habitación, me quitó la faldita y sacó mi verga por el costado del calzoncito, se arrodilló y empezó a darme una mamada hasta que la tenía durísima. Se desvistió en menos de 3 segundos y se echó en la cama abierta de piernas, invitándome a penetrar su chochito ya húmedo de tanto morbo. Me tiré encima de ella y empecé a coger a mi novia, totalmente vestida de mujer, con maquillaje, aún no lo veía como una cogida lésbica, como lo vería más adelante, el morbo realmente me nublaba de tener lógica en mis pensamientos. Jadeábamos las dos, gozando de la cogida, cuando Tania tomó mi celular y abrió la foto de Diego y me la muestra.

- ¿te gusta lo que te envió Diego? ¿ahh?, dime perrita

Tania estaba perfeccionando el arte de ponerme cachonda y volverme loca, le decía que sí, que me encantaba, que era una delicia de tronco, le iba admitiendo como me encantaba el falo de un hombre a mi novia mientras la cogía. Pasó al video y lo dejó en loop,

- que rico tronco tiene tu macho cariño, ummm, de verdad está riquísimo, que envidia, ¿te gusta?

- ¡sí!, ahhh, me encanta la verga de Diego, es realmente hermosa, una delicia, ahhhh

- ummm, putita, ¡eres una putita Sandy!, ¿Qué harías con esa verga?, ahhh

- la estaría chupando, aaah!, lamería su falo, desde la base hasta su glande, ummm, quiero chupársela como una perra (ya estaba jadeando fuerte)

- ya lo veo que sí, eres toda una putita, ahh, ¡ahhh!!! ¡sigue así!, ¡fóllame así!!!

Ella seguía gimiendo mientras la cogía más fuerte, el morbo era increíble. Tania estiró el brazo y agarró su consolador de la mesita de noche, la puso en frente mío.

- así es putita, sigue mirando el falo de tu macho, ¡míralo!, ¡ahhh!, toma, ¡métetelo en la boca! (me puso el vibrador en frente de mis labios), ¡así chúpalo perra!

Empecé a chupar esa verga de plástico, con la mirada fija en el video de Diego y fantaseando de que se la chupaba de verdad, todo esto mientras seguía cogiendo a mí novia. Tania me rodeaba la cintura con sus piernas, estaba gozando fuerte y quería mi falo dentro de ella hasta el fondo, sus gemidos ya eran gritos de placer, pero no dejaba de cachondearme.

- ¡Así perra! ¡ahhh!!! Chúpale la verga a tu macho, ¿Diego es tu macho verdad?

- ¡Sí!!! ¡sí!! Es mi macho, ¡tengo un macho!!! Aaah

Tania sacó el órgano de plástico de mi boca, hizo un esfuerzo para estirar su brazo y lo puso en la entrada de mi ano, con mucho esfuerzo, pero lo logró, mientras tanto yo seguía perdida entre follarme a mi novia y clavar mi mirada en la herramienta viril de Diego, estaba en las nubes. De repente sentí como ese falo iba introduciéndose en mi culo, Tania me estaba cogiendo y la sensación era indescriptible.

- ¡eso perra! ¡siente como yo putita!, ¿ves como nos están cogiendo a las dos? ¡Ahhh!, ¡somos unas perras!, ¡ahhh!, que rico, ¿verdad?

- ¡Sí Tania!! ¡Ahhh!! que rico, ¡nos están culeando a las dos! (ya de a poco hablaba de mí en femenino), ¡así, así! ¡me corro!!!, ¡me corro!

Comenzamos a gritar las dos y tuvimos un orgasmo juntas, fue uno de los momentos de conexión más grandes que había tenido con ella, las dos culeadas por nuestros machos, nos besamos mucho, bajé a su concha y me tomé la leche, volvimos a besarnos saboreando ese semen en nuestras bocas, que momento tan sublime. Dormimos así, como dos lesbianas.

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