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Tengo 19 años y fui infiel con un hombre de 41 años

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Mi nombre es Letty y tengo 19 años. Les cuento lo que me sucedió este verano y que cambió completamente mi vida. Antes, les contaré que viví siempre con mi madre y nunca tuve a mi padre presente, fui criada solamente por mi mamá. Entonces, me faltó la imagen del hombre, del macho.

Planeamos las vacaciones con (hasta ese entonces) mi novio. Nos conocimos cuando teníamos 16 años y prácticamente nos acompañábamos siempre. Él tenía un problema, tenía un pene pequeño y eyaculación precoz. Aunque hicimos el amor, varias veces, la mayoría de ocasiones él se masturbaba mirándome.

Era muy tímida y siempre usaba ropas anchas tratando de no llamar la atención. Entonces, en la intimidad, salía a relucir mis curvas. Soy delgada de 1,60 m, pero, tengo unos senos talla media gorditos y firmes y mi cola es paradita y soy acinturada, debido a eso, mi novio le gusta mirarme desnuda. La verdad, tengo bonito cuerpo.

Apenas le tocaba su penecito, él eyaculaba…

La verdad, estaba acostumbrada a su compañía y con el paso del tiempo, nos pusimos a fantasear. Lo típico fue, preguntarnos con quien lo haríamos, él me dijo que le gustaría probar a una amiga de su prima.

Un día estábamos desnudos y me volvió a preguntar con quién lo haría, me comenzó a tocar la vagina y le dije que mi fantasía era hacerlo con el dueño del complejo de cabañas donde íbamos a veranear. Él me dijo que el hombre es cuarentón. ¡Precisamente! le dije, que eso me calentaba y su físico bien cuidado me llamaba la atención, y que siempre notaba su mirada de caliente cuando buscaba hablar conmigo.

Ahí quedó el tema, seguimos en nuestras cosas y nos habíamos inscrito en la Universidad para estudiar.

Llegó el verano y nos teníamos que ir al complejo de cabañas. Primero viajarían sus dos amigos con sus dos novias y luego nos iríamos nosotros.

Pero, él me dijo que después de una semana podría llegar por temas de trabajo y me dijo que fuera con el grupo y que disfrutara del clima y luego de una semana, llegaba él.

Llegó el momento de irme, pasé la noche con mi novio y debía viajar en la mañana con el grupo.

Estuvimos desnudos, me miraba desnuda y se masturbaba. Luego, tocó mi cuerpo y con sus dedos me masturbaba y me dijo si me gustaría cumplir mi fantasía con el dueño del complejo de cabañas (se llamaba Roberto).

Se me puso la cara roja, me excité demasiado y me seguía tocando. Me dijo que me daba permiso, que probara, que si me excitaba ese hombre lo hiciera, que sería sexo. Estaba excitada mientras me decía eso y tuve un orgasmo, me volvió a preguntar y le dije que sí, que me gustaría y no me atreví a mirarlo a los ojos.

Me dijo que tenía una semana para probarlo, que el grupo se iría a la playa todos los días y que estando sola debía pasearme y acercarme a él, que era caliente y tenía fama de mujeriego.

Nos fuimos, llegamos a las cabañas, cada pareja quedó en su habitación y nos fuimos a la playa el primer día, llegamos a la tarde, nos bañamos y después fui a comprar cerca de ahí cosas para cocinar. En ese momento, me encuentro con el dueño, me toma de la cintura me acerca a su cuerpo y me da un beso en la mejilla. Me puse roja y conversamos un momento. Me preguntó por mi novio y le dije que llegaba en una semana más. Me dijo que conociera el lugar, que él me podía acompañar. Le dije que bueno, que le avisaría.

Antes de irme, me toma de la mano y me dice que mañana fuera a su casa, que tenía una linda piscina con áreas verdes para que tome sol y me bronceara. Le dije que lo pensaría.

En la noche cocinamos con el grupo y luego se pusieron a coger en sus habitaciones, las novias gemían y se escuchaba todo. Estaba caliente, por la idea de la fantasía.

Le envié un whatsapp con el sonido de sexo de las habitaciones a mi novio y nos reíamos. Mi novio me dijo “tienes una semana para coger también con tu fantasía”.

Le respondí que si estaba seguro.

Me dijo que sí. Me dijo que lo hiciera.

Ahí le dije que me excitaba la idea.

Le conté que lo vi cuando fui a comprar y me dijo que él me podía invitar a conocer lugares y que me dejó invitada a su piscina en su casa.

Ahí mi novio me dijo: ¡te propuso sexo en su casa! La propuesta fue cubierta por la idea de la piscina.

Nos despedimos de whatsapp y me dijo que disfrute, yo le respondí con el emoticon cerrando el ojo en aprobación.

Al otro día, el grupo, se irían a un lugar más lejano a la playa, les dije que me quedaría y conocería el pueblo.

Se fueron después de desayuno, luego me bañé y fui a comprar. Estaba comprando y siento a alguien por atrás que me agarra de la cintura y me lleva a su pecho y me saluda con un beso. Era Roberto, con sus brazos fuertes y su forma de macho de ser. Me dijo: ¡quedaste sola veo!, ¡tu grupo se fue a la playa a un sector lejano!, ¿qué harás? ¡Vamos!, anda a mi casa y disfruta de la piscina y en la noche salimos a comer.

Me arme de valor y le dije que sí, que iría en la tarde.

Llegué a la cabaña y me desnudé. Mire mi cuerpo, mis piernas y mi sexo, para ver si es que tenía algo que depilar. Antes de viajar me había depilado antera.

Me puse crema en el cuerpo y me probé el traje de baño nuevo que me había regalado una amiga en navidad. Era un bikini chiquito, dos triángulos en los senos y chiquito abajo, amarrado a las caderas. En el espejo, me vía muy sexy, me puse unos zapatos de taco y me veía esbelta y sexy.

Almorcé, descansé una hora, me cepille muy bien los dientes, gárgaras para el aliento y me estaba preparando para lo que podría pasar.

Llegué a la casa de Roberto y me temblaban las piernas, me hizo pasar y me dijo que me cambiara en el baño de su casa y que me fuera a la piscina.

Me cambié y al salir, me puse los tacones altos viéndome sexy y esbelta. Cuando abrí la puerta, Roberto me miró con una cara de caliente, se mordía los labios y me dijo que me veía hermosa, se acercó, me tomó de la cintura y me planto un beso en el cuello, me tomo de la mano, me la elevó por sobre mi cabeza y me dio la vueltita, cuando estaba de espalda me dijo:

-¡tienes muy lindo cuerpo!

-¡Gracias! -le dije

Salí, me fui a la piscina y me recosté en el césped a tomar sol.

Al rato lo vi venir, venía con short de baño strech bóxer, se vía su musculatura trabajada, brazos fuertes, piernas musculosas y se le veía un bulto grande, venía con su pene erecto. Evité mirarle el bulto, pero se me iban los ojos. Traía dos copas con un trago, me lo pasó y le agradecí, nos tomamos las copas, conversamos y se fue.

Me puse en el césped a tomar el sol boca abajo.

En eso, siento unas manos en mi espalda y me dice que debo protegerme y comienza a aplicarme bloqueador solar.

Me dejé aplicar.

Me desabrochó la parte de arriba del bikini, sus manos fuertes pasaban por mi espalada, mi brazo y luego de un rato, me comienza a aplicar en las piernas, de arriba abajo, arriba abajo y para cambiar a la otra pierna, me rozo la vagina y sentí una excitación eléctrica y me comencé a mojar full.

Roberto se dio cuenta, me aplico en la otra pierna y al cambiar me rozo más lento la vagina pasando a la otra pierna, luego cambio a la otra y me rozaba la vagina mientras me aplicaba en el trasero. Prácticamente me manoseaba entera y yo daba unos quejidos.

Roberto sabía que estaba entregada. Hizo como que me amarró la parte de arriba del bikini, pero lo dejo suelto. Me dijo que me diera vuelta para aplicarme bronceador en la parte frontal de mi cuerpo. En eso me doy vuelta rápido y la parte de arriba del bikini queda en el piso y yo quedo con mis pezones duros al aire, me cubro inmediatamente con mis manos y Roberto me dice; Te ves preciosa, tienes lindo cuerpo, linda cola, lindos senos. Baja las manos, me gustas muéstramelos.

Estaba tan excitada que baje mis manos y él comenzó a mirar mis pechos más de cerca, acercó su boca y los comenzó a lamer, en forma suave y de momentos me mordía los pezones con los labios y por otros momentos suavemente con sus dientes.

Con su otra mano tocaba mi cintura, mi cola y metió u mano en mi vagina. Estaba mojadísima! Y sus dedos comenzaron a tocarme como un experto. Comencé a gemir y a disfrutar.

Dejó mis senos y me queda mirando por 30 segundos que se mi hicieron eternos y me dice:

-¡quiero hacerte el amor!

¡La calentura me tenía on fire! Y le dije “¡hazme el amor!”

Acercó sus labios a los míos y me comenzó a besar y a comer la boca.

Nos levantamos, él tenía una erección brutal. Toma mi bikini y me lo baja lentamente dejándome desnuda. Él se baja el short ajustado y sale un pene inmenso, grueso, grande, cabezón. Jamás había visto algo así. Me pregunta que por qué lo miraba tanto. Y le dije: “¡lo tienes muy grande!”.

Me toma en sus brazos y nos fuimos desnudos a su habitación.

Me dijo: “párate en la cama, quiero contemplarte desnuda”. Me comienza a decir: “mírate ese cuerpo!, senos firmes y gorditos, cinturita pequeña y tu cola es paradita con unas lindas piernas. Tu carita, tus labios, tu juventud, ¡te encuentro HERMOSA!

Él se para a mi lado y comienza a besarme, me agarra los senos, la cintura, el trasero. Yo bajo mi mano y le comienzo a tocar el pene, no alcanzaba a cerrar mi mano de lo grueso que era.

Me dice que me arrodille y acerca su pene a mi boca y lo comienzo a chupar, a lamer, no me cabía en la boca. Roberto me decía que desde arriba se me veía una cintura pequeña y una cola exquisita que emergía. Me toma, me acuesta en la cama y comienza a hacerme el mejor sexo oral de mi vida, gemía como loca, tuve un orgasmo increíble que lo grité.

Se coloca frente a mí y coloca su pene en la entrada de mi vagina y lo comienza a deslizar de arriba abajo en los labios vaginales, se deslizaba rápido porque me tenía caliente, mojada, excitada. De a poco me lo comienza a meter y me dice: “¡está estrecha tu vagina!, ¡muy estrecha!, ¡veo que eres virgen!”, yo le digo que no, que había tenido relaciones con mi novio.

Me dice: “¡no te ha roto el himen, estás virgen!” y agrega “¡o tu novio tiene un micropene o nunca te lo metió!”

Le digo: “¡él lo tiene pequeño!”.

“¡Eres virgen Letty! ¡Seré tu primer hombre, me llena de orgullo y de pasión!”.

Comienza a meter su pene, su cabeza me comienza a enanchar y empiezo a gritar del dolor. Me calma y me dice “dolerá al inicio y luego me quedaré dentro de ti un buen tiempo, mientras tu vagina se adapta a mi miembro”.

¡Metió la cabeza y pegué un tremendo grito! y de a poco comenzó meterse. Grité del dolor y le clavé las uñas en la espalda sacándole sangre. Ahí aprovechó de meterme todo su pene.

Me calmaba con sus palabras y me decía que mi vagina se estaba estirando y amoldando a su tremendo pene.

Estuvimos un buen rato quietos, él movía su erección dentro de mí y yo comenzaba a apretarlo con mi vagina. Luego, el dolor pasó y comencé a sentir excitación y placer. De a poco comenzó al mete y saca y al rato ya estaba gozando. Su tremendo pene movía todo mi útero y sus bolas golpeaban mi cola.

Cuando vio que estaba gimiendo me arremetió con fuerza el mete y saca y como todo un experto me hacia el amor de una forma exquisita. Me tenía a su merced, me movía entera, me besaba, mordía mis labios, mis pezones, mordía mi piel, apretaba mi cola, etc. Me decía que parecía su muñequita por lo delgadita y lindo cuerpo que tengo.

Me tenía loca, cuando se agitó mi respiración, me dijo al oído: “¡soy tu hombre!, ¡te hice mujer!”. Y eso me calentó tanto que lo besé y sentí un rico orgasmo.

Quedé sin fuerzas y él seguía dándome. Estuvo harto rato disfrutándome entera.

Me acordé que estaba en mis días fértiles y se lo dije al oído. Al momento me dice “¡qué bueno!, te haré mamá!”.

Le dije: “para que lo tires fuera, porque me dejarás embarazada”.

Me comienza a besar y luego me dice: “¡me encantaría dejarte preñada!, me encantaría tener un hijo contigo!”.

Me quedé sorprendida y le dije: “¿estás seguro?”.

-Siii, muy seguro! -Eso me calentó demasiado y comencé a sentir inicios de un orgasmo.

Y me dice “ahí viene mi orgasmo, ahí viene…”, mete y saca y después de un rato, nos fuimos los dos, ¡tuvimos un orgasmo al mismo instante potente!

¡Tiró todo su semen dentro de mí!, y se quedó un buen rato sin sacar su pene. Nos besamos ricos y después de un buen rato sacó su pene de mi vagina.

Salió el sobrante de semen, mezclado con sangre. Veo eso y me dice:

-¡Ves que eras virgen!

-¡Así veo! –dije.

En ese momento me limpié, fui al baño y me puse a llorar.

Roberto sintió mis sollozos y me preguntó que me pasaba.

Le dije que me sentía engañada con mi novio, que creía que él había sido mi primer hombre “pero me encuentro que soy virgen y que tú eres mi hombre”.

Roberto me toma, me abraza y me dice que nos tomemos un trago.

Nos tomamos el trago, conversamos, le conté que sentía rabia de haber estado engañada, que mi novio era un poco hombre y que ya no quería estar con él y volví a llorar.

Me secó las lágrimas y me dice al odio: “¡no estás sola!, mírame, ¡mira a tu nuevo novio y futuro padre de tus hijos!”. Me quedo sorprendida y me dice: “¿quieres ser mi novia?” Me dice “si es sí, dame un beso”.

Estuve un rato mirándolo y al minuto, lo abracé y le di un beso en los labios.

Al instante nuevamente, estábamos haciendo el amor. Siempre eyaculaba en mi vagina, llenándome de su leche.

Comenzamos a comernos a las 15:00 y ya era las 21:00 y teníamos el último orgasmo antes de bañarnos y salir a comprar.

Nos baños juntos, Roberto me jabonaba y me enjuagaba.

Luego nos vestimos y salimos a cenar.

Antes, llamé al grupo, diciéndole que me encontré con una amiga y me quedaría esa noche con ella.

Subí a su camioneta y nos fuimos a un buen restaurant gourmet, cenamos rico, conversamos y brindamos por nuestro noviazgo.

Llegamos nuevamente a casa, conversamos tomamos unos tragos y seguimos toda la noche haciendo el amor.

¡En la mañana desperté adolorida de la concha!, tenía todo el cuerpo con marcas de mordiditas y moretones, me miré desnuda en el baño y se veían las marcas del combate.

Pensé en bañarme y fui a buscar mi ropa a la habitación. Al pasar, lo veo durmiendo desnudo en la cama y su pene al lado de su pierna izquierda sin erección. Me acerco para verlo de cerca. Era un pedazo de carne grueso, estaba tranquilo, pero intimidaba. Lo agarré con mi manita y le saqué una foto con el Smartphone, también le saqué fotos denudo.

Le corrí el forro hacia atrás y salió la cabeza…

Me calenté nuevamente.

Me tomé el pelo, haciéndome dos trenzas en cada lado como niña buena y comencé chuparle el pene. Al rato comenzó a erectarse y Roberto comenzó a despertar. Al verme, me agarró y me hizo el amor como un animal en celo toda la mañana, era una bestia devorándome.

Después estuvimos abrazados en la cama y le pregunté su edad, me dijo que tenía 41 años y yo le dije 19. Me besó y me dijo “¡eres joven y divina! ¡Contigo me caso!”. Te he deseado desde la primera vez que te vi ¡tenías una cola paradita! Estoy en un momento de mi vida que quiero hacer familia y tú eres perfecta, joven, linda y fértil para darme hijos”.

Nos bañamos, salimos de shopping, me compró mucha ropa, y volvimos a casa.

En eso me llama “mi novio”, a esa altura ex. Me disculpé con Roberto y me fui a hablar afuera.

Lo primero que le dije a mi ex: ¡que era virgen! Que nunca me hizo mujer por su pene chico y que Roberto me hizo mujer, me hizo el amor.

Le conté que Roberto tenía un tremendo pene y que era un verdadero macho.

Me dijo: “¿veo que te gustó?”, “sí; me encantó!!”.

Le dije: “¡me puse de novia con Roberto! ¡Y él no me soltará nunca!”

“¡Puta!” me dijo mi ex novio y me cortó!

Le envié la foto por whatsapp de mi manito y el pene grueso de Roberto, diciéndole que era puta, ¡pero me hizo mujer un verdadero hombre!

Al otro día salimos con Roberto, me presentó ante su familia. Su madre me queda mirando y me dice: “eres muy joven y le darás hartos hijos a mi hijo y todos brindaron por eso”. Yo me puse roja de vergüenza. Luego conocí a su grupo de amigos y ya fui presentada oficialmente como su novia.

Roberto me ofreció irme a vivir con él, que me pagaba la carrera de la Universidad y que me cambiaba de sede para que vivamos juntos.

Le dije a mi ex que tenía que contarle a mi madre y que me ayudara diciéndole que todo ese mes iba a estar en su casa. Lo cual era mentira, estaba viviendo con Roberto.

Me dijo con una condición. “¿Cuál?” le dije.

Quiero verte desnuda y hacerte el amor cuando regreses después de ese mes a hacer tus trámites.

Le dije: “¿con ese pene pequeño? jajaja…”

“Sí” me dijo “¡me tienes caliente! ¡Me excita que disfrutes con ese hombre! y ¡quiero verte desnuda porque tienes lindo cuerpo!”.

“Ok” le dije “te prometo que me veras desnuda. Pero mientras, que mi mamá sepa que estoy contigo en tu casa”.

Estuve un mes disfrutando con Roberto, me disfrutó entera, probó mi cola, me dolió al principio, pero ahora lo encuentro excitante.

Al tiempo no me llegaba la regla, me hice le test y estaba embarazada. Le conté a Roberto, me tomó de la cintura, me elevó en el aire y morimos de felicidad.

Viajé a la capital, me cambié de sede y me dirigí a la casa de mi ex.

Pasamos a su habitación y me dijo que me veía muy linda con esa minifalda, que me vestía más sexy, que me veía más mujer.

Le dije que cambié, que a Roberto le encanta verme sexy y deseada.

Me comencé a desnudar lentamente, con un sensual baile y mi ex me decía que era toda una puta.

Quedé desnuda y él eyaculó.

Se recuperó después y me dijo que lo masturbara.

Le dije “¡ohh, que pene más pequeño! ¡El pene de Roberto no me cierra la mano!” y al escuchar eso eyaculó nuevamente.

Luego me fui a la casa de mi mamá, le conté que terminé con mi novio y que comencé un nuevo noviazgo, que estaba feliz y contenta. Me dijo que, si amaba a ese hombre, todo está bien.

Al tiempo, mi madre lo conoció.

A los 3 meses, nos casamos y aprovechamos de decirles a todos que estaba embarazada.

Con Roberto tuvimos 3 hijos. Fui su mujer e hicimos familia.

Mi ex, me escribe al mail y me dice que siempre se masturba imaginándome. Que se mata a pajas imaginándome comiéndome tremendo pene… jajaja

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