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Tres travestis traviesas (parte 2)

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Continuo con mi relato de fantasía en donde estoy con mis amigas Ana y Claudia viviendo nuestras fantasías, en la primera parte Claudia y yo nos dedicamos a complacer la fantasía de Ana, así que seguíamos vestidas y con fajas, como Ana necesitaba descansar un momento Claudia y yo organizamos nuestra ropa y nos fuimos a la sala a tomar aire y comer algo, cuando Ana apareció de nuevo en la sala completamente vestida nos encontró terminando de calentar una pizza, mientras tomábamos un vino rosado frio muy delicioso, las dos seguíamos vestidas, asi que adoptando la actitud más coqueta le servimos una copa de vino y la invitamos a comer algo antes de la próxima fantasía, ella acepto gustosa y después de unos minutos estábamos sentadas a la mesa comiendo, mientras lo hacíamos Claudia nos empezó a explicar su fantasía, nos dijo que en una serie había visto un capitulo en donde tres amigas se ponían sus vestidos de novia, ella quería hacer eso representando un personaje femenino más controlador y dominante, mientras Ana debía actuar como una mujer inocente pero atrevida y yo más como una sumisa, obediente y algo mimada, como quería algo muy caliente nos dijo que debíamos usar otras de las habitaciones del apartamento además de la que ya conocíamos, las dos la miramos sorprendidas mientras ella sonriendo nos contó que su propiedad estaba constituida por dos apartamentos que tenían comunicación, uno era de su tío, el otro de su madre y cuando ambos murieron los heredo y los usaba para sus aventuras y fantasías. Así conversando terminamos nuestra pizza y ya satisfechas abrimos otra botella de vino y tras llenar nuestras copas nos fuimos detrás de Claudia por otro pasillo muy bien disimulado hasta llegar a una nueva sala, de allí ingresamos a la primera habitación que había en un hermoso pasillo.

Cuando entramos la luz se encendió automáticamente dejándonos ver tres maniquí con unos hermosos vestidos de novia blancos, delante de cada uno había una silla con ropa interior blanca, medias, zapatos, joyas, corsets, sostenes y todo lo que necesitábamos para estar hermosas y femeninas, así que comenzamos a desnudarnos, los vestidos y las fajas quedaron en el piso, luego cada una comenzó a quitarse la ropa interior y ya las tres muy excitadas nos dedicamos a ponernos la nueva ropa interior, yo fui a la silla que tenía escrito mi nombre de mujer, Vicky en un letrero, allí me termine de desvestir mientras miraba que había, lo primero que llamo mi atención fue una caja grande que estaba al lado de la silla, la abrí y saque unos senos de silicona grandes, se notaba que eran muy finos y venían en una especie de camisa del mismo material que me tapaba desde el cuello hasta el ombligo, mientras los miraba Claudia, que ya tenía una de esas puesta me indico como usarla y me ayudo subiendo el cierre que traía en la espalda, dejándome desde ese momento con unos senos enormes que me encantaron, entonces me pareció que lo más necesario era ponerme un sostén y encontré uno blanco de encaje muy hermoso que era justo la talla que necesitaba, luego de ponérmelo me coloque unas hermosas pantis de encaje blancas, medias de liguero con un porta ligas, ligueros, y unos hermosos tacones, todos blancos y muy femeninos, entonces Claudia me pidió ayuda para atar su corset y así como estaba fui a ayudarla, luego siguió el de Ana y después el mío, cuando terminamos ayudándonos las unas a las otras ya teníamos puesta toda la ropa interior que incluía dos enaguas cada una, teníamos las joyas y hasta unos hermosos guantes blancos, primero ayudamos a Claudia a ponerse su vestido de novia, era muy grande, con una falda larga y mucha cola, era cerrado y tenía unas hermosas flores de encaje en sus hombros, luego me ayudaron con el mío, este era también largo pero sin cola, tenía un moño muy hermoso, también era cerrado y de manga larga de encaje, me encanto sentirlo, me fascino y excito muchísimo sentirme así como una novia en su noche de bodas, luego siguió Ana, ella llevaba un vestido de falda corta con una cola larga, el vestido era muy ajustado y la hacía ver muy femenina, muy apretada y excitada. Luego nos maquillamos entre todas, cuando estuvimos listas Claudia nos dijo que debíamos pasar a la habitación de la fotografías.

Así que salimos de la habitación y luego de tomar otra botella de vino de la cocina y servirnos fuimos caminando muy contentas hasta el final del pasillo, allí entramos a una habitación rosada, muy femenina, que tenía varias cámaras en trípodes, un sistema de iluminación y algunos muebles de tipo femenino perfectos para posar con nuestros vestidos. También había una mesa con juguetes y lubricantes, las tres entramos excitadas y Claudia tomo el mando de lo que debíamos hacer, primero nos colocamos unas mascaras de látex con cabellos largos, labios carnosos, que nos hacían ver muy femeninas, luego de peinarnos y colocarnos nuestros velos comenzamos a tomarnos fotos, posamos muy normal con nuestros trajes al principio, luego comenzamos a tomar fotos levantando nuestras faldas, abriendo las piernas, incluso recostadas y con las piernas en el aire, mientras lo hacíamos nos excitábamos cada vez más, entonces Claudia tomo un lubricante y un par de dildos sencillos y después de hacernos posar con la falda arriba, las pantis abajo y ofreciendo el culito nos mojó todas con el lubricante, luego se mojó su colita y comenzamos a posar lamiendo y metiendo esos dildos en nuestros culitos, de eso siguió que Ana y yo posáramos besándonos mientras metíamos los dildos por nuestras colitas, luego siguió un dildo doble que otra vez tuvimos que usar Ana y yo mientras Claudia nos tomaba fotos y videos ordenándonos que gimiéramos, que confesáramos que éramos unas putas, unas perritas calientes, después del dildo doble Claudia, muy excitada nos pidió que lamiéramos sus pantis, quería tomar fotos de nuestras boquitas lamiendo sus pantis, luego nos tuvo debajo de su vestido mientras ella estaba de pie, Ana lambia su nalguita todavía con unas pantis de seda blancas y yo chupaba y lamia sus pantis mientras sentía como su verga se ponía más caliente y dura, después de tomar esas fotos, y viéndonos tan excitadas, además de que se había terminado el vino decidimos descansar un momento y cambiar de sitio, entonces Claudia nos propuso ir al aire libre, a uno de los balcones que había en la sala

Ya en la afuera nos sentamos a seguir tomando vino y mientras nos refrescábamos en las sillas del balcón vestidas como unas hermosas, femeninas y delicadas novias, conversábamos sobre nuestros vestidos, en eso Ana derramo un poco de vino en el mío, Claudia nos miró con una sonrisa pícara mientras yo intentaba secar lo antes posible y cuando la mire preocupada comenzó a mover su cabeza a los lados mientras me decía que ya había dañado mi vestido, que era una señorita muy sucia y debía ser castigada para aprender mi lección y cuidar mis vestidos, luego miro a Ana mientras le decía que sabía que ella era la culpable y también recibiría su castigo, eso nos excito de inmediato y una vez terminamos las copas de vino que estábamos tomando nos pusimos de pie para seguir a Claudia hacia la habitación de los castigos, cuando llegamos Claudia cambio su actitud y se puso muy dominante, lo primero que hizo fue ordenarle a Ana que me atara boca abajo en una silla especialmente diseñada para ello, yo obediente me deje llevar y rápidamente Ana me tenía atada con mi nalga muy parada, las piernas abiertas pero aun de pie y estaba doblada sobre la silla con mis brazos hacia arriba completamente indefensa. Estando así Claudia comenzó a levantar la falda de mi vestido, luego las enaguas hasta tenerme con la nalguita al aire y solo cubierta con mis pantis, ella los bajo y sentí como me mojaba con lubricante y luego sentí como entraba en mi culito un plug mediano, ella lo inserto suavemente y cuando estuvo completamente adentro volvió a subir mis pantis y comenzó a darme nalgadas con una fusta de cuero, mientras lo hacía le indico a Ana que se pusiera delante de mí y levantara su faldita para hacerme lamer sus pantis, ella obedeció excitada y con sus dos manos levanto toda su ropa para poner sus pantis en mi boquita, yo la abrí golosa y con mi lengua comencé a lamerla mientras Claudia seguía azotando mi culito cada vez más fuerte y yo gemía como una señorita caliente. Ella me dio unas nalgadas más y entonces dijo que ahora comenzaba nuestro castigo, lo primero era que Ana debía ponerse encima de mí para ser atada igual que yo, ella obedeció y mientras Claudia ataba sus manos levanto su falda para pasar sus pantis por nuestras caritas y boquitas, luego ato sus piernas y le puso in plug igual al mío, cuando estuvimos listas ella saco unos controles remoto y se puso delante de nosotras para mostrarnos como los manipulaba prendiendo al mismo tiempo la vibración de los plug de nuestros culitos, las dos gemimos como dos hembras mientras ella tomaba otra vez su fusta.

Nos dijo que íbamos a recibir treinta nalgadas cada una y nos ordenó contarlas, Ana y yo obedecimos sumisas y entre griticos y gemidos contamos cada una de las nalgadas, cuando Claudia termino soltó a Ana y le pido un collar con argollas para las manos que estaba sobre una mesa, mientras ella iba por el Claudia desamarro mis manos y me ayudo a colocar de pie pues mis piernas temblaban y como las tenía abiertas no era capaz de apoyarme bien en mis tacones, Ana regreso con un collar de perra blanco que tenía dos muñequeras a los lados del cuello y una cadena, Claudia me lo coloco mientras Ana soltaba mis piernas y cuando estuve lista Claudia nos llevó a una habitación con una cama gigante en donde me tiro boca arriba. Yo ya estaba al tope de la excitación cuando ella tomo un dildo que ya tenía listo en la cama y llamando a Ana se lo coloco en la boca con una mordaza especialmente diseñada para eso como las que uno ve en las películas porno, así Ana quedo con un dildo más pequeño adentro de su boquita y uno más grande saliendo de ella, Claudia se colocó encima de mi cabeza y con unas almohadas logro tener sus pantis justo en mi boquita, entonces le dijo a Ana que levantara mis piernas hasta que ella pudo tomarlas teniéndome así toda abierta, mientras se movía encima de mí, como era de esperarse Ana se acostó para bajarme las pantis y después de sacar el vibrador de mi culito comenzó a meter el dildo que tenía en su boquita siguiendo las órdenes de Claudia, así me tuvieron un rato hasta que Claudia le dijo a Ana que era su turno de meter su verga en mi delicioso culito, ella saco el dildo y cuando Claudia se bajó me dio vuelta y puso almohadas para preparar mi culito para la verga de Claudia quien ya estaba levantando mi faldita otra vez, yo abrí mis piernas y Claudia subió mis pantis un poquito solo lo suficiente para correrlos a un lado y meter su verga en mi culito de un solo empujón, yo gemí excitada de tener ese pedazo de carne caliente y duro dentro de mí, ella lo metió bien adentro y luego comenzó a sacarlo y meterlo lentamente, entonces le ordeno a Ana que metiera el dildo en su culito, sentí como Ana se arrodillo entre mis piernas y comenzó a tocar mi verguita sobre las pantis, de ahí sacaba la manito mojada y primero comenzó a meter sus dedos en el culito de Claudia, quien a cada dedo metía su verga más duro en mi culito y luego metió el dildo quedando con su carita completamente pegada al culito de Claudia, esa pose y estar así tan comida, tan montada me pusieron a mil y tener a Ana tocando mis pantis y mi verguita mientras sentía como la verga de Claudia se ponía más dura y caliente adentro de mi culito me hicieron mojar toda en las pantis, me moje toda y me solté, me deje caer en la cama mientras sentía como Claudia me montaba duro y rápido hasta que sentí como llenaba mi culito con su leche y a su vez se dejaba caer encima de mí.

Escuche como Ana sacaba el dildo de su boca del culito de Claudia, luego como se puso de pie, ella dulcemente desato mis manos y mis piernas, luego ayudo a Claudia a ponerse de pie y sentí como su verga salía de mi culito todavía dura y caliente, ella subió mis pantis y me ayudo a poner mi pie, mis piernas temblaban y sentía mis pantis mojados por delante y por detrás, estaba tan mojada que sentía como bajaba semen por mis piernas, sentía mis muslos mojados y una de las enaguas de mi vestido de novia se pegaba a mis piernas de una forma deliciosa, como pudimos fuimos a la sala, para sentarnos cómodamente en los sofás en nuestros vestidos, Ana nos sirvió un vaso de agua que tomamos sedientas y luego de recuperar nuestros alientos decidimos abrir una nueva botella de vino, Claudia saco también una tabla de quesos que devoramos hambrientas y cuando menos pensamos ya íbamos abriendo la segunda botella mientras Claudia sacaba una segunda tabla, nuestra conversación era animada y trataba sobre lo que acabábamos de hacer, ya era de noche, aunque aún faltaba para la media noche, entonces decidimos que era hora de cambiarnos para nuestra última fantasía, la mía. No era casualidad que fuera la última, pues en términos generales yo quería que hiciéramos una pijamada y durmiéramos vestidas como unas mujercitas.

Muchas gracias por los comentarios y los correos, eso siempre me anima a seguir escribiendo mis fantasías, espero que disfruten esta segunda parte de la historia. Gracias por leer y disfrutar de esta fantasía, espero seguir publicando el resto del relato en partes aunque cada día se me ocurre algo más que ponerle. Mi correo es [email protected] y me encanta recibir todo tipo de mensajes, así como hacer amigas por correo o algo mas

Victoria Fenandez

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