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Tres travestis traviesas (séptima y ultima parte)

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Esta es la última parte de este relato que he disfrutado mucho escribiendo, espero que esta última entrega siga siendo del agrado de quienes visitan este tipo de páginas buscando fantasías, adoro escribir este tipo de relatos y saber que otras personas los leen y, como yo, se excitan fantaseando ser una de nosotras o el hombre que nos domina, espero disfruten esta parte final.

En la parte anterior Ana, Claudia y yo estábamos en el último día de nuestro delicioso fin de semana juntas, como siempre estábamos jugando a tener cada una un personaje, así yo estaba vestida y me comportaba como una sirvienta sumisa, Ana era una visita quien estaba educando a Claudia sobre como someterme y castigarme, además tenían varios artículos que había separado para probar conmigo, sobra decir que Claudia actuaba como mi Ama y Señora, primero tomamos el desayuno juntas y después de ir al baño nos juntamos en una de las salas, allí Claudia y Ana se sentaron y me ordenaron ir por café para cada una, mientras los preparaba ellas conversaban animadas, cuando regrese Claudia me dijo que quería ver como me quedaban algunas cosas, así que debía desnudarme delante de ellas, yo me quite todo lo que tenia mientras ellas me miraban atentas.

Cuando estuve desnuda Ana me entrego unas prótesis de senos grandes, eran de silicona y eran casi una camisa que me tapara desde el cuello hasta el estómago, luego siguieron unos sostenes de encaje blancos con unas pantis, unas medias de liguero blancas con ligas y un collar de perrita blanco con flores, así vestida desfile para ellas mientras comentaban como me veía, entonces Ana me entrego otras pantis y me dijo que me cambiara, yo la obedecí sumisa y me cambie de ropa, luego fueron mis sostenes los que debía cambiar, y así varias veces hasta que termine con unas pantis rosadas de boleros y encaje y unos sostenes a juego, incluso tenia puesta una toalla higiénica femenina pues ellas habían notado lo mucho que me excitaba y como dejaba algunas pantis mojadas, con esa ropa interior me probe 3 vestidos de sirvienta, uno de falda larga con el que Ana le mostro a mi Señora como funcionaba un plug vibrador a control remoto, luego otro muy sexy negro, que tenia una falda muy apretada y con las que el vibrador se trasformo en una cola de perra que se sostenía de mi colita gracias al plug que Ana había metido en mi culito cada vez más caliente y mojado

Después siguió un hermoso vestido de sirvienta rosado, tenia la parte superior trasparente y dejaba ver mis sostenes de una forma deliciosa, la faldita era muy corta y tenia varias capas de telas que me hacían ver muy femenina, cuando estuve así vestida Claudia dijo que esa era justo la sirvienta que deseaba tener, una linda sirvienta sumisa muy femenina y que mostraba que era una perrita caliente y deseosa, después de desfilar varias veces para ellas y sentarme en las piernas de Claudia, Ana le comenzó a mostrar complementos a mi vestido, el primero fue un collar de perrita rosado con una placa que decía sirvienta, unas pulseras y tobilleras de encaje con argollas para amarrarme y me probo varios tipos de diademas de sirvienta dejándome con una grande, Claudia pregunto entonces si tenia algo para controlarme pues era toda una putica, entonces Ana sonrió mientras decía que para mostrarle eso ya tendrían que amarrarme, así que entre ella y Claudia me ataron las manos hacia arriba usando una de las lámparas, así atada saco el plug de mi culito quitándome la cola de perrita mientras le decía a Claudia lo caliente y mojado que tenia el culito.

Luego me quitaron las pantis y ella volvió con otros y un aparato que iban a ponerme, mientras me colocaba las pantis atándolas a los lados Ana le decía a claudia que eran especiales, pues tenían una parte absorbente para mantener limpias a las sirvientas como yo, luego tomo lo que parecía un calzón de metal y mientras me lo colocaba le explico que era un cinturón de castidad, estaba diseñado para que no pudiera usar mi verguita pero dejaba disponible mi culito solo soltando los pantis, yo sentí como ella me hacia abrirme de piernas y luego de ponérmelo lo comenzó a ajustar en mi cintura, era de metal y dejaba mi culito libre mientras mi verguita quedaba atrapada, ella le puso un pequeño candado al frente cuando termino y levantando mi faldita le mostraba a Claudia quien ya se estaba tocando por encima de su falda.

En ese momento Claudia le pregunto a Ana si tenia algo para ponerme en cuatro, pues tenia muchas ganas de que atendiera su culito, Ana respondió que sí y lo primero que hizo fue ponerme una varilla atada a mis tobillos que me hacia tener las piernas abiertas y después de soltarme las manos puso otra entre ellas para que las tuviera abiertas mientras me ordenaba que me pusiera en cuatro como una perrita, yo la obedecí mientras miraba como Claudia se levantaba su falda para quitarse las pantis negras que encaje que ya tenia muy mojadas, cuando termino de quitarlas se arrimó y las metió en mi boquita, luego camino así hasta sentarse en un sofá en donde abrió las piernas y luego las levanto en el aire mientras le pedía a Ana que me pusiera a lamer su culito.

Ana me llevo de mi correa de perrita en cuatro hasta donde ella estaba, y luego de sacar su calzón de mi boquita me pego a su culito para que lo chupara como una perrita, yo obediente saque mi lengua y comencé a lamer su culito, sabia delicioso, también intentaba meter mi lengua adentro, mientras Ana me ato de forma que quedara así pegada, luego fue por un gancho que tenía una bola al final y lo metió en mi culito adentro de mis pantis, yo me sentía abusada, violada, ellas ataron ese gancho en la cadena de perra y Claudia tomo el control halándome de ella para hacer como si la penetrara por el culito con mi carita, después de un rato claudia le pregunto a Ana si podía ponerme algo para que la penetrara así como estábamos, ella le dijo que si y luego le pidió que la dejara comerme por el culito pues estaba muy excitada mirándonos.

Entonces Ana volvió con un dildo que se ataba a mi cabeza con unas correas y salía de mi boquita, para ponérmelo me soltaron un poquito la correa de perrita y cuando lo tuve puesto Ana me ayudo a comenzar a penetrar a Claudia, cuando estuve lista Ana se colocó detrás de mí y luego de sacar el gancho me coloco un plug vibrador, lo prendió y comenzó a sobarse contra mis nalguitas aun con su vestido y sus pantis puestas, mientras Ana me excitaba de esa forma Claudia gemía y se tocaba mientras la penetraba rítmicamente con el dildo que tenia atado mi boquita, me sentía muy excitada, muy caliente sintiéndome así usada como una hembra.

Entonces Ana comenzó a levantar mi faldita y luego soltó mis pantis dejando mi culito expuesto, sentí como ella subía su faldita con su cadera pegada a mi culito, luego saco el vibrador y mientras bajaba sus pantis se pego lo mas que pudo para que sintiera su verga dura y caliente pegada a mí, ella me penetro duro metiéndome su verga caliente adentro de mi culito de un solo golpe, yo me moví penetrando a Claudia quien gimió más duro, entonces Ana comenzó a montarme como una perrita mientras con Claudia comentaba lo perra que era, lo puta, yo me sentía humillada, sometida y eso me hacía ponerme mucho más caliente, me sentía a punto de estallar, en eso claudia le dijo a Ana que me quitara el dildo de la boquita pues ya quería venirse en mi carita, ella sin dejar de penetrarme soltó las correas y fácilmente Claudia lo quito y se acomodo para meter su verga en mi boquita.

Cuando Claudia metió su verga en mi boquita y comenzó a comerme toda tomándome de la cadena de perrita que todavía tenia puesta fue la gota que derramo mi vaso, entonces comencé a mojarme toda en las pantis, me derrame delicioso mientras mis amigas se daban cuenta de que me estaba mojando toda en las pantis, eso las excito todavía mas y mientras me prometían castigos futuros por mojarme antes que ellas, Ana se derramo adentro de mi culito dejándome llena de leche, luego fue Claudia quien me lleno la boquita de semen y lo saco justo a tiempo para tirar los últimos restos de semen encima de mi carita de mariquita complacida y excitada, cuando termino Claudia ellas me dejaron así sucia y usada, en cuatro como una perrita mientras descansaban y tomaban algo, estando así Claudia me llevo un plato con agua y me ordeno que la tomara como una perrita mientras ellas se quedaron mirando como la obedecía como una mariquita sumisa y femenina.

Luego de un rato Ana me ayudo a ponerme de pie y luego de soltarme las manos me volvió a atar con ellas hacia arriba, todo sin dejarme limpiar o componerme la ropa de sirvienta que aun tenia puesta, me levantaron la faldita y con mi panti colgando entre mis piernas comenzaron a darme nalgadas, primero fue con sus manos, luego trajeron algunas correas y fustas, me dieron muchas nalgadas, yo sentía mi culito rojo y caliente, mis nalguitas se veían rojas y ellas lo disfrutaban, pues mientras me castigaban volvieron a excitarse.

Luego de castigarme me soltaron y me ordenaron que me desnudara delante de ellas, antes de eso les pedí permiso para ir al baño para limpiarme un poco, ellas me dejaron y cuando regrese me desnude como lo ordenaron, cuando estuve desnuda Ana me entrego unas pantis blancas de látex muy apretadas y me ordeno que me las pusiera, yo la obedecí sumisa como una niña, encantada de ser humillada de esa forma por mis dos amigas, mientras me colocaba la ropa interior, Ana siguió hablando con Claudia sobre la educación de las sirvientas, mientras me entregaba sostenes, medias, ligueros y un vestido de látex de sirvienta muy erótico de faldita corta, cuando estuve vestida, como si le estuviera vendiendo a claudia fue por un plug vibrador a control remoto y haciéndome bajar las pantis lo metió en mi culito, como estaba muy excitada ya había mojado un poquito también esas pantis, entonces Ana le dijo a Claudia que la solución para una puta mojada como yo era obligarme a usar todo el tiempo toallas higiénicas femeninas.

Ella saco una de su maleta y me indico que me bajara las pantis hasta las rodillas, cuando lo hice la coloco en su lugar y luego volvió a subir mis pantis y bajar mi faldita, dejándome así como una sirvienta sumisa con un plug en el culito, luego siguió diciéndole a Claudia que para someterme lo mejor era un collar de perra con su cadena así que me coloco uno, yo así me sentía muy excitada entonces Claudia tomo la cadena y sentándose en un mueble me dijo que me pusiera en cuatro como una perrita y me metiera debajo de su vestido, yo la obedecí excitada y después de gatear un poquito pude poner mi boquita en sus pantis, justo en donde estaba la punta de su verga, entonces comencé a besar y lamer, a chupar como una perra en calor, entonces Ana prendió el plug y este comenzó a vibrar en mi culito excitándome mucho más, Claudia metió sus manos debajo de vestido y bajo sus pantis dejándome mamar su deliciosa verga mientras que Ana ya iba subiendo mi faldita de sirvienta.

Yo las escuchaba llamarme perra, humillarme y decirme que era una golfa sucia, una sirvienta sumisa, una puta caliente y barata, una hembra cochina y con el culito caliente, mojado y abierto, eso me excitaba mucho más y seguía mamando la verga de Claudia y sintiendo el plug en mi culito, entonces Ana comenzó a pasar su verga por encima de mis nalgas, la sentía dura y caliente pasando por encima de mis pantis, ella jugaba con la velocidad del vibrador y ponía su punta en mi culito para presionarlo más, luego bajo mis pantis y después de sacar el plug metió su verga hasta adentro de un solo empujón.

Me penetro toda haciéndome gemir y me comenzó a montar como una puta, mientras lo hacía Claudia con sus manos dirigía mi cabecita debajo de su falda comiéndome a su vez por mi boquita, yo me sentía caliente, me encantaba estar así montada, comida, ellas se estaban besando mientras me usaban como una hembra para complacerse, entonces sentí que Ana se puso más dura, su verga creció adentro de mi culito, me llegaba mucho más adentro, así me penetro hasta el fondo y comenzó a venirse toda adentro de mi culito, sentí como tiraba su semen en chorros dejándome toda mojada, ella los metió bien adentro y cuando saco su verga sentí como volvió a colocar el plug y subió mis pantis, yo me sentía llenita de leche como una perra, me sentía mojada gracias al semen que salía de mi culito y bajaba por mis piernas, además seguía chupando la verga de Claudia quien excitada me seguía tratando como una puta y mientras me humillaba sentía como se excitaba más.

Entonces ella levanto su falda y me ordeno que me pusiera de rodillas y la masturbara pues ella se iba a venir en mi carita, yo obediente me coloque de rodillas mientras ella parada se quitó su vestido y volvió a meter su verga en mi boquita, yo la chupaba y la masturbaba, entonces note que ella tenía el control del plug vibrador que tenía en el culito, así que seguí chupando y lambiendo cada vez más excitada, ella lo prendió y con una mano volvió a tomar mi cabeza para comerme por la boquita, yo abría mi boquita lo más que podía y sentía como su verga se ponía más dura y rígida, como entraba hasta mi garganta, sentía como el plug vibraba cada vez más, como se sacudía en mi culito lleno de semen.

Entonces ella lo puso al máximo y después de tirar el control saco su verga de mi boquita y se comenzó a masturbar, se tocó un par de veces y el primer chorro de semen pego en mi frente, luego fue la nariz, la mejilla izquierda y la boquita, yo quede así chorreada mientras ella se volvía a sentar, entonces me ordeno que me masturbara delante de ella como su puta y limpiara su verga con mi boquita mientras lo hacía, yo la obedecí y lleve mis manitos entre mis piernas para tocarme super excitada, comencé a lamer su verga mientras lo hacía, así estuve un rato y cuando ella estuvo limpia me puse de rodillas nuevamente y me toque hasta mojarme toda en las pantis delante de Claudia que me miraba complacida.

Después de que las tres descansáramos un rato fuimos al baño a asearnos y cambiarnos de ropa por vestidos cómodos nos pusimos a organizar todo y empacar las maletas, pues era el último día de nuestra aventura, Claudia pidió un domicilio para almorzar, cuando llego la comida ya teníamos todo listo y solo nos faltaba empacar el vestido que teníamos puesto así que comimos la última vez las tres así vestidas, así nos despedimos y después de terminar Ana y yo nos quitamos los vestidos dejando solo nuestra ropa interior y después de colocarnos unas sudaderas salimos de regreso a nuestras vidas dejando a Claudia en su hermosa casa.

Gracias a quienes leyeron esta fantasía hasta el final, espero que esta última parte de este relato, que disfrute mucho escribiendo, fuera del agrado de quienes visitan este tipo de páginas buscando fantasías, soy una travesti de closet muy discreta pero tengo un correo electrónico en donde me encanta recibir comentarios, saludos y fantasía, me gusta mucho recibir fotos, imágenes y recomendaciones de videos, mi correo es [email protected], adoro escribir este tipo de relatos y saber que otras personas los leen y, como yo, se excitan fantaseando ser una de nosotras o el hombre que nos domina, espero comenzar una nueva serie de relatos de fantasías travestis pronto, gracias al animo y las ideas que me dan quienes me envían sus saludos y comentarios.

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