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Tres travestis traviesas (sexta parte)

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Esta es la sexta, pero no la última, parte de este relato que he disfrutado mucho escribiendo, espero que esta nueva entrega siga siendo del agrado de quienes visitan este tipo de páginas buscando fantasías, soy una travesti de closet muy discreta pero tengo un correo electrónico en donde me encanta recibir comentarios y sobre todo fotos de vergas, adoro escribir este tipo de relatos y saber que otras personas los leen y como yo se excitan fantaseando ser una de nosotras o el hombre que nos domina, espero disfruten esta nueva entrega de un relato que ahora creo que pronto estará llegando a su final.

En la parte anterior habíamos acabado de ser dominadas por Andrés, y luego de que el se fuera nos fuimos para el jacussi de claudia a comer y tomar algo de vino, así mientras seguíamos tomando vino, comiendo y disfrutábamos de los chorros del jacussi en todo nuestro cuerpo Claudia nos preguntó por nuestra experiencia con el juguete que simulaba una relación sexual con un perro, pues ella también había recibido uno pero no había querido usarlo de la misma forma que nosotras.

Ana y yo le contamos cada una su versión de la experiencia, ambas coincidimos en que era algo delicioso, nuevo y que nos había llevado a una gran excitación, así conversando terminamos de comer y mientras servíamos lo último de la segunda botella de vino Claudia excitada por nuestra conversación tomo un vibrador a prueba de agua y lo puso entre mis piernas, yo de inmediato me excite y me moví sensualmente para que ella me siguiera acariciando mientras comenzaba a besar a Ana, entonces yo comencé a tocar a Ana entre sus piernas, ella las abrió y yo lleve mis deditos a tu culito caliente y mojado, metí primero uno y ella gimió, así que corrí más su traje de baño y metí el segundo.

Claudia tomo otro vibrador y me lo entrego para que siguiera acariciando a Ana, cuando lo use ella gimió mientras se movía excitada, entonces se salió del jacussi y se sentó en el borde con las piernas abiertas ofreciendo su culito, Claudia tomo un juguete en forma de pene grande y corriendo su vestido se lo comenzó a meter mientras yo salía del jacussi excitada y corriendo mi vestido de baño para poner mi pene en la boquita de Ana, mientras lo hacíamos ella excitada nos rogaba que le dejáramos mojarse toda para ir a descansar.

Entonces Claudia y yo seguimos, yo tome su cabeza y comencé a penetrarla por la boca mientras Claudia agrego un vibrador entre sus piernas y le comenzó a meter el dildo más duro y rápido, mientras con una mano la masturbaba, no paso mucho tiempo así y Ana se derramo toda en la mano de Claudia entre espasmos y mientras componía su ropa volvió a meterse la jacussi, yo hice lo mismo mientras Claudia abría la última botella de vino.

Mientras nos tomábamos la copa que Claudia nos sirvió Ana dijo que estaba rendida y quería irse a dormir en un momento, entonces Claudia me pregunto si podía comenzar desde ya a ser la sirvienta sumisa, pues ella también estaba cansada y había que recoger por lo menos parte del desorden antes de acostarnos, además ella también quería ser masturbada antes de dormir, yo alegre y excitada respondí de inmediato que sí, la verdad estaba muy excitada y deseaba ser sometida y usada como una perra en celo.

Claudia sonrió y salió del jacussi tomando una toalla, mientras que Ana me decía que era toda una perra fácil y sumisa, entonces Claudia volvió y me ordeno que me colocara el uniforme de sirvienta que tenía en sus manos.

Yo Sali de inmediato del jacussi y después de quitarme el vestido de baño, me seque y tome el uniforme, era de látex rosado y muy apretado, Claudia me ayudo a colocármelo junto con unas pantis de látex, también me coloco mis tetas de silicona, un sostén de látex apretado, unas medias veladas de liguero blancas, guantes, una diadema de sirvienta, el atuendo además traía ligas, un collar de perrita rosado con su cadena, pulseras y tobilleras de cuero con argollas, aretes y maquillaje, gracias a la ayuda de Claudia rápidamente estuve lista para cumplir mi primera orden, ayudar a Ana a salir del jacussi, secarla, ponerle su pijama y llevarla a la cama.

Ana salió y yo la seque, luego fui a la sala por el pijama que ella quería usar y se la coloque junto con sus pantis y sostenes mientras Claudia nos miraba, luego Claudia nos llevó a una habitación con una cama doble y allí dejamos a Ana quien entro al baño mientras yo le preparaba su cama y salió directo a acostarse mientras Claudia me llevaba de mi cadena fuera de la habitación.

Ella me llevo a su dormitorio en donde me indico como buscar su pijama y su ropita interior, todas de seda rojas, se la coloque y me dijo que debía ir al baño, que lo primero que debía hacer era limpiar bien el jacussi y recoger todo lo que habíamos dejado allá, me indico donde estaba la trapera y yo salí obediente y me dedique a ser una sirvienta sumisa.

Rápidamente recogí los trajes de baño, copas y restos de comida, lleve todo a la cocina y por suerte vi el cuarto de lavado al lado y pude extender los trajes a secar, limpie bien el jacussi y le solté el agua, luego recogí y lave los juguetes en un lavamanos y después de trapear me fui a la cocina a lavar las copas y todo lo que había sucio, no había terminado cuando Claudia apareció, traía una copa de vino en la mano y se quedó mirando como secaba los platos y me indico como organizarlos, luego se sentó en la sala en donde estaban nuestras maletas y me fue ordenando ir a cada una de las habitaciones que habíamos usado para traer ropa, juguetes y otras cosas que habíamos dejado en ellas, yo los recogía y los ponía en un sillón y ella los iba separando tirándolos al piso en cuatro partes según me indico, la ropa de Ana, la mía y la de ella, además otra que habíamos usado y que era para repartir, yo femenina y sumisa seguí recogiendo y cuando termine me dedique a lavar los juguetes de cada una, cuando Claudia termino de separar la ropa me ordeno que pusiera la suya en el cesto de la ropa sucia, la de Ana la puse en un sillón, la mía en otro y la que nos íbamos a repartir la dejamos encima de la mesa.

Mientras ordenaba la ropa Claudia me ordeno abrir otra botella de vino y servirnos una copa a cada una, yo todo el tiempo la obedecía sumisa respondiendo Si Señora a cada una de sus órdenes, mientras lavaba los juguetes ella fue a una de sus habitaciones y regreso con una bolsa, cuando termine ella me dijo que era la ropita que debía usar durante la noche para dormir, pues mi turno de sirvienta era de 24 horas.

Yo tome la bolsa y ella me dijo que debía cambiarme ahí mientras ella miraba, yo baje la cabeza y solo respondí si señora mientras comenzaba a quitarme el uniforme de sirvienta que tenía puesto, ella me ayudo y rápidamente estaba completamente desnuda, Claudia me indico como debía vestirme, primero fueron unas pantis blancas de seda y unos sostenes a juego con dos implantes de senos de tamaño mediano, luego unas pantimedias blancas, unas ligas y otra panti más grande blanca con imágenes de princesas, luego me coloco unos guantes blancos y finalmente un vestido de sirvienta rosado de seda, se sentía como una pijama pero a la vista era un vestido de sirvienta de falda hasta las rodillas, mangas a la mitad del brazo y un delantal blanco.

Tenía unas faldas especiales que Claudia me enseño que se llamaban enaguas y que cuando me las coloque me hicieron ver como una princesa sirvienta de cuentos de hadas, cuando tuve toda la ropa estaba super excitada, Claudia también así que me dijo que iríamos a su habitación para acostarnos juntas, yo la seguí y luego de entrar al baño y lavar mi boquita me acosté a su lado, ella ya se estaba tocando cuando llegue y me ordeno que hiciera lo mismo sin quitarme la ropa mientras ella miraba, yo me acosté y comencé a tocarme mientras miraba su hermosa verga dura y brillante.

Ella en cambio me fue ordenando como ir levantando mi vestido para tocarme, como meter mis manitas adentro de las pantis para tocarme, luego me dijo que quería venirse en mi boquita así que se colocó encima de mí y metió su verga en mi boquita mientras metía sus manos entre mis piernas para bajar mis calzones, entonces se acomodó bien e hicimos un delicioso 69 y metimos nuestras vergas cada una en la boquita de la otra en donde terminamos y luego nos acomodamos para dormir juntas

Desperté cuando sentí que Claudia salió de la habitación y después de levantarme y organizar mi ropa fui la baño, allí me desnude y después de sentarme en la tasa me metí a la ducha para darme un delicioso baño, me limpie bien entre mis piernas y cuando sali encontré fácilmente el uniforme que ella había dejado para mí, era un uniforme de mucama clásico, de falda a la rodilla apretada, con un delantal blanco, tenía además de diadema unos guantes blancos, medias de liguero con ligas, sostenes, zapatos y pantis, todo blanco y muy femenino, yo me vestí rápidamente y después de maquillarme me guie por el sonido de sus risas y las encontré en la cocina.

Ana ya estaba completamente vestida como toda una dama, tenía un vestido rojo apretado de minifalda, con medias de liguero, tacones altos y estaba maquillada como una puta, Claudia estaba también vestida, solo que ella estaba con un vestido de falda largo y pantimedias, ambas estaban tomando café en la sala, yo me uní a ellas con una tasa y cuando la termine sentí como me miraban maliciosas.

La primera en hablar fue Claudia, me dijo que era una sirvienta muy atrevida, como se me ocurría llegar de esa forma y escuchar su conversación con su visita, me dijo que lo único que debía hacer ahora es traerles más café y fruta, Ana dijo que era una sirvienta más bien perezosa, pues no había llegado a tiempo esta mañana y ellas habían tenido que preparar café, mientras caminaba a la cocina ellas siguieron conversando y cuando regrese Claudia le estaba diciendo a Ana que le agradecería que le ayudara a educarme como una buena sirvienta.

Ana respondió que sí, que encontentada, yo les serví y Claudia me ordeno que fuera por una cámara pues quería grabar una clase que yo debía ver después para aprender a ser una buena sirvienta para ella. Cuando regrese con la cámara Ana me dijo que me pusiera a su lado, así apenas Claudia tuvo lista a cámara comenzó a enseñarle como tratar a una sirvienta como yo, lo primero dijo era una inspección de pantis.

Debía comprobar que mis pantis estaban limpias y secas, así que levanto mi falda y me toco primero en la nalguita, luego entre las piernas, como me había excitado desde que me coloque el uniforme tenía las pantis mojaditas, ella lo noto y mostrándole a Claudia como estaba toda mojada comenzó a llamarme puta, sirvienta puta, me bajo la falda y le dijo a Claudia que para estos casos se recomendaba que usara pantis mucho más apretadas y tenía que recibir unas nalgadas por tener las pantis sucias y otras por llegar tarde.

Claudia de inmediato respondió que podía pegarme y castigarme todo lo que fuera necesario, entonces Ana me puso de espaldas contra un sillón y me empujo en uno de los brazos, así, sin levantarme mi falta comenzó a nalguearme con sus manos, me dio varias palmadas mientras me regañaba por ser una puta sucia y caliente, por llegar tarde, por ser mala sirvienta, luego me levanto la falda y me dio más palmadas en la nalga, metiendo su mano entre mis piernas para volverme a regañar por tener las pantis mojadas como una puta.

Lo que sucedió después lo contare en la última parte de este relato, el cual he disfrutado mucho escribiendo, incluso he ido incluyendo ideas que he recibido para hacerlo más excitante, pues aunque soy una travesti de closet muy discreta tengo un correo electrónico en donde me encanta recibir comentarios y sobre todo fotos de vergas, es [email protected] así que si tienes alguna idea para mi próximo relato estoy ansiosa de recibirla.

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