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Trío con una madura

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Silvia es una señora grande y le gusta la verga, hemos tenido pláticas sobre cómo sería tener un encuentro con un hombre. Ella tiene un gran gusto por montar vergas y hablando de eso le comenté de un amigo al que me gustaría que conociera, ella me dijo que con gusto, pero si pasaban otras cosas que me abriera a experimentar cosas nuevas.

Así lo hice y nos reunimos con mi amigo, José se llama, alto, maduro y atractivo; además de tener una plática muy amena. Esa noche reímos tomamos vino escuchando música suave. Fue un momento en el que fui al baño, ya que había bebido más de la cuenta, en ese momento dejé de escuchar risas y se me hizo raro, abrí la puerta despacio para que no se escuchara ningún ruido, me asomo y con asombro y morbo vi que Silvia, ya estaba mamando la verga de José…

No sé de momento me quedé sin saber qué hacer y seguí observando cómo él le quitaba la blusa, luego el sostén… ella de inmediato se retiró y subió su falda, se quitó los calzones y puso la picha en la boca de José… aquello fue un espectáculo que no podía creer…

Mi vagina ya en ese momento se encontraba mojada y palpitaba, metí los dedos y seguí viendo como José le comía la picha a Silvia, ella no dejaba de gemir, yo creo que se olvidó de mi porque lo hacía fuerte y sin pudor…

En ese momento José se levanta y la pone en cuatro, observa atento el gran trasero de Silvia que aunque mayor lo tiene bien formado, le da unas palmadas fuertes a esas nalgotas y le dice que se va a comer ahora toda la verga por su culo y en eso le da una estocada que ella dio un grito entre placer y dolor…

Yo para ese momento ya temblaba y no dejaba de dedearme, creo que hice un gemido porque en ese momento José volteó a verme, extendió su mano para que yo me acercara y así lo hice, mientras él seguía cogiendo el culo de Silvia yo lamía el ano de José… fue tan fantásticamente erótico todo eso que él no pudo aguantar más y nos hincó a las dos delante de él y nos bañó con su líquido seminal la cara y las tetas.

Cuando terminó de tirar leche tomamos su verga y se la limpiamos las dos con la lengua, nuestras bocas se rosaban y fue inevitable se unieran. Silvia metía su lengua hasta mi garganta, era tan caliente y excitante, yo respondí tocando sus tetas llenas de leche.

La recosté en el sofá y comencé a comerle su picha, estaba escurriendo, estaba muy caliente, pasé mi lengua por sus labios, los succioné, llegué a su clítoris qué ya estaba muy hinchado, jugué con él, le di pequeñas mordidas, Silvia ya fuera de si gemía, bufaba y daba pequeños gritos, mientras José ya estaba detrás de mi haciendo lo mismo con mi ano, era un maestro comiendo el ano, lo ensalivaba, lo succionaba, pasaba su lengua desde mi clítoris hasta llegar a mi ano y penetrarlo con su lengua lo más profundo qué podía, el placer era inmenso, yo comiendo la picha de Silvia y José comiéndome el ano.

Sentí que Silvia se ponía rígida, puso sus manos detrás de mi cabeza y jalaba mi cabello para pegarme más a su picha, estaba a punto de estallar y justo cuando Silvia empezó a escurrir en mi boca en un inmenso orgasmo y sentí como la verga de José entraba de una sola estocada en mi culo, toda hasta el fondo, sus huevos chocaban con mi picha y mi ano dilatado recibía esa verga gruesa y dura llenándolo de leche.

Se escucho un grito de los tres al mismo tiempo, Silvia y José de que se estaban viniendo y yo de recibir ese trozo de carne muy dentro de mí y venirme también.

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