Hace muchos años atrás, sucedió lo que les voy a relatar, yo era una joven esposa que se casó muy enamorada de su novio de la juventud, él era un buen hombre, pero muy conservador por lo que el sexo con el después de los primeros años se volvió una rutina.
Yo en ese entonces quedé sin trabajo y afortunadamente, una amiga me consiguió trabajo como vendedora de seguros, era un trabajo muy difícil, había que caminar mucho con tacones y el uniforme de la empresa que era una falda ajustada y una blusa satinada, esto acompañado de una chaqueta ajustada no lo hacía más fácil. Las primeras semanas fueron horribles, no podía encontrar clientes y peligraba mi estadía en la empresa.
Junto con mi amiga recibimos el dato que en una empresa constructora sería posible encontrar clientes, ese día nos presentamos con el arquitecto a cargo de la obra que se mostró muy interesado en las pólizas que le ofrecíamos y nos puso en contacto con su jefe de obra quien sería el nexo entre nosotras y los trabajadores, Omar se llamaba, cuando lo conocí no me llamo la atención, no era muy alto, más bien gordito y su pecho estaba lleno de pelo negro donde brillaba una gruesa cadena de oro, tenía en grueso bigote y una mirada de pocos amigos. Pero cuando hablo con nosotras se mostró muy amable, casi coqueto, por lo que me agrado mucho.
Ese día logramos cerrar muchos contratos y solo era una fracción de los trabajadores. Al día siguiente mi amiga no pudo acompañarme y fui sola, allí me recibió Omar, conversamos muy a gusto y de repente él se abalanzo sobre mí y me comenzó a besar a la fuerza, yo me asuste y trate de resistirme, pero él era muy fuerte y su lengua se movía hábilmente en mi boca, de pronto ya había dejado de luchar y me deje llevar. El en un momento me tomo por detrás y comenzó a acariciar mis pequeñas tetas, y metiendo su mano dentro de mi blusa las masajeaba de una forma que nunca había experimentado.
Pronto comencé a sentir como un gran bulto en su entrepierna se comenzaba a clavar en mi trasero, era algo enorme, cuando me dio vuelta, tenía un enorme pene fuera de su pantalón, debe haber medido unos 20 centímetros, pero lo más impresionante era su grosor, era como un tubo de desodorante ambiental, pero de carne palpitante. El tomo mi mano y la puso en su pene y me animo a sobarlo, estaba muy caliente al tacto y parecía que crecía aún más cuando lo agitaba.
Mientras él ya había abierto toda mi blusa y había sacado mis pequeñas tetas de mi sostén, su bigote me hacía cosquilla cuando ponía mis tetas en su boca, pronto el comenzó a subir mi falda y yo aunque quería detenerlo, no podía articular palabras, él se dio gusto manoseándome la concha y bajando mi calzón hasta mis tobillos, puso su enorme pene entre mis piernas y comenzó a menearse, el sentir esa enorme cosa rozar mi concha, me hizo mojarme de una manera que nunca había experimentado, como invitándolo a entrar. El continuaba moviéndose, de pronto se detuvo, se bajó los pantalones y pude ver la escena completa, no solo tenía un pene enorme, sino que también sus bolas parecían un par de paltas enormes colgando, el me llevo a un sillón muy cómodo que había en su oficina, me recostó y él puso la cabeza de su pene en la entrada de mi concha.
Yo le pedí que fuera cariñoso, que nunca había tenido algo tan grande, y él me beso como diciendo, todo va a estar bien, poco a poco fue metiendo su pene, hasta que sentí que tocaba el fondo de mi útero y el continuaba empujando, y comenzó a menearse rítmicamente, mis caderas de igual forma se movieron tratando de evitar que me hiciera daño con sus clavadas. Su pecho peludo estaba empapado en sudor y eso me calentaba mucho, era una bestia cogiéndome. Y me susurraba cosas al oído como, te voy a hacer mía, después de esto rogaras porque te folle, yo no podía aguantar, me corría una y otra vez, chorreando su pene, que parecía entrar con más facilidad cada vez que me corría, mientras sus bolas chocaban contra mi trasero.
Pronto el comenzó a moverse más rápido y sus respiros eran cada vez más agitados y pum… se vino dentro de mí de una forma salvaje, sentía como me llenaba de semen el interior y no paraba, con tamañas bolas era algo lógico. Cuando saco su pene de mi concha yo no tenía fuerzas para moverme, el tomo mi calzón y comenzó a limpiar su pene desde la punta de la cabeza hasta las bolas, dejo estilando mi calzón en semen. Me levanto del sillón y comenzó a besarme nuevamente, mi lengua ahora correspondía a su lengua, y el tomo su pene y lo puso nuevamente en mi concha y me tomo en brazos, me sentía como un anticucho y el jadeaba y gruñía.
Era increíble lo que me estaba haciendo, llegaba tan adentro y me llenaba como no sabía que se podía. Nuevamente él se vino y por mi posición gran parte del semen y mis fluidos chorreaban directo al suelo. Después de eso, él se limpió su pene nuevamente con mis calzones que ya eran un estropajo, se subió el pantalón y se abotono la camisa, yo aún estaba agotada y tiernamente el me ayudo a vestirme. Yo me fui a mi casa y cuando me acosté junto a mi esposo después de bañarme, no podía sacar de mi mente lo que me había pasado.
Al día siguiente volví a ir sola a la constructora, esta vez iba preparada porque sabía que algo tan bueno debía repetirse y así fue, Omar apenas entre se abalanzo sobre mí, yo de inmediato le abrí el pantalón y comencé a sobarle el pene, el me arrodillo y puso su pene en mi boca, solo cabía la punta de la cabeza dentro de mi boca, comencé a lamerla, tenía un sabor salado muy agradable, y el comenzó a menearse haciéndole el amor a mi boca, yo le sobaba su bolas y el gruñía de placer, pronto él se vino sobre mí, me baño en semen que no paraba de salir de su pene, mi blusa quedo empapada de ese líquido viscoso y mi cara y mi pelo.
El me levanto y comenzó a desnudarme hasta quedar completamente desnuda frente a él, y el hizo lo mismo, luego me puso de cuatro patas y él se puso atrás y me metió su pene en la vagina de forma muy suave pero firme y comenzó a cogerme, era increíble la sensación, era como un toro invistiendo a una vaquilla, cada clavada tocaba el fondo de mi útero y me hacía estremecer, pronto el nuevamente se vino y sentí su semen caliente llenándome y escurriendo de mi concha, era una sensación increíble, el saco su pene cubierto de semen y comenzó a frotar su pene en mi ano, como anticipando lo que quería hacer, le pedí que no, que nunca lo había hecho por ahí, y menos con semejante cosa, eso pareció calentarlo más, pareció endurecerse nuevamente su pene y lo comenzó a empujar en mi culito, a pesar de resistirme el continuo empujando y el dolor era intenso cuando la cabeza de su pene entro, sentí como si algo se rasgara dentro de mí, el continuo empujando y yo gritaba y gemía de dolor, mientras el gruñía de placer, hasta que sentí sus bolas, había metido cada centímetro de su pene en mi culo, y comenzó a menearlo intensamente, estaba como loco, lo clavaba con furia y el dolor clavaba tras clavada se convirtió en placer.
Era increíble lo que sentía. Pronto el me apretujo las tetas y largo un gran gruñido y se vino en mi culo, y quedo tirado en la alfombra. Yo estaba desarmada, solo podía sentir como escurría su semen caliente de mi culo que estaba abierto de par en par. Esa noche cuando llegue a casa no podía sentarme cómodamente, por el gran dolor de culo.
Al día siguiente fui nuevamente pero esta vez mi amiga me acompaño, cuando llegue, estaba Omar esperando, se marcaba su gran bulto en el pantalón, él se acercó a mi amiga que era de contextura baja, un poco regordeta y con grandes tetas, y la comenzó a acariciar en el cuello, pronto tenía su boca en la de ella y se estaban besando apasionadamente, al parecer Omar y mi compañera se conocían, ella me invito y comenzó Omar a besarme mientras jugaba con las tetas de mi amiga, ella pronto bajo y le saco el pene a Omar y se lo comenzó a chupar, Omar abrió mi blusa y comenzó a comerme las tetas, me mordisqueaba los pezones de una forma que me hacía venirme copiosamente, él puso su mano en mi concha y mi calzón estaba estilando así que me sentó sobre su escritorio, me abrió las piernas y me clavo su pene, la sensación de su pene caliente era algo increíble.
El rápidamente comenzó a menearse frenéticamente y mis gemidos eran muy ruidosos y el solo gruñía de placer, pronto saco su pene y puso a mi amiga contra el escritorio y la lleno con su pene, mientras apretujaba sus grandes tetas y gruñía más desesperado, como tratando de llenarla más y más con su pene, hasta que lanzo un gran gemido y se vino dentro de mi amiga.
Apenas saco su pene de mi amiga me lance sobre él y le pedí que me cogiera parado, el me tomo y puso su pene en mi concha y comenzó a darme, era incansable, la sensación de su pene llenándome era increíble, pronto apretó mi culo con sus dos manos y me dio una gran clavada como diciendo me vengo y efectivamente, me lleno de semen la concha.
Esa era la sensación más rica que había, era como un rio de semen brotando de mi concha abierta. Continuamos cogiendo así por 3 meses hasta que se acabó la obra y Omar se fue. Pero creo que nunca olvidaré ese tiempo.