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Universitaria con el de la combi

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Hola, esta es mi primera historia así que les cuento un poco sobre mí, actualmente tengo 20 años y soy de México, físicamente no me siento muy atractiva, pero tengo lo mío jaja, soy chaparrita, morena, ojos y cabello oscuros, un tamaño de pechos y de culo decente jaja, con muslos grandes eso si, eso para resumir, pero bueno espero que disfruten de mi relato.

Ese día fue como cualquier otro, fui a la universidad, una qué está por Arboledas, estaba en el turno de la tarde, estudié, estuve con mis amigos y todo normal, pero como siempre estoy caliente 24/7 y para mí buena suerte mi maestro de las últimas 4 horas no se presentaría, quería ver a mi novio saliendo de la escuela, le mandé mensaje para vernos en un puente peatonal de por dónde vivíamos e ir a un motel para bajarme la calentura.

Ese día fui vestida con una falda café de cuadros (tipo colegiala), corta, con una abertura atrás que llegaba a mis muslos y una blusa blanca, ese día no llevaba ropa interior ya qué traía puestas unas medias translúcidas negras, menos bra (ya qué no acostumbro usar porque es algo incómodo para mí), así que como se podrán imaginar, se podía ver todo mi pecho y también llevaba unas zapatillas formales.

Me puse en camino, me dirigí a la parada y de paso le quise comprar una paleta a un señor que andaba por allí, que al final me la regaló por el taco de ojo que se dio.

Bueno, tomé mi combi pero el señor me dijo que estaba lleno atrás, así que me tocaba ir con él al frente, entonces me senté junto a él, yo andaba normal, comiendo mi paleta lengüeteándola sin ver lo que estaba ocasionando, estaba tan en lo mío hasta que de repente sentí sus dedos rozando mis piernas, no le di importancia, pensé que no pasaría de eso, pero después empezó a poner sus manos descaradamente en mi muslo y lo empezaba a acariciar, al principio me asusté y por lo mismo solo me quedé mirando hasta que me dijo:

-Mamacita, no te preocupes, el pasaje hoy corre por mi cuenta.

Yo: No, gracias, prometo pagar todo.

El: No mujercita, solo ve, si así te comes esa paleta, con tu lengüita debes hacer cosas maravillosas.

Empezó a subir más su enorme mano y de un jalón rompió mis medias de la entrepierna.

- Mira lo putita que eres, ni ropa interior traes.

Yo estaba atónita y sin poder decir ni una sola palabra. Empezó a separar mis labios vaginales y a meterme dedo por dedo, los metía y sacaba hasta que empecé a mojarme y sonaba tan húmedo y delicioso, así que busco mi clítoris y empezó a hacerle con su dedo en forma circular hasta que no aguanté más y tuve un orgasmo de el cual él se dio cuenta. Al verme terminar se desabrochó su pantalón y sacó su enorme pene.

-Empieza a mamarlo cómo le hacías con tu paleta putita.

Yo no me pude resistir así que empecé a lamerle su cabeza en forma circular, mientras bajaba y subía mi lengua, me bajaba aún más a los testículos y los lamía mientras masturbaba su pene, todo esto mientras la gente de atrás pasaba sus pasajes sin saber lo que estaba pasando adelante. El morbo de que nos cacharan o un coche de a lado nos viera me ponía más cliente.

Seguía mamándole la verga hasta dejarla toda mojada de saliva y empecé a sentir su palpitar de que ya se vendría en mi boca, y de repente uno, dos, tres, cuatro super chorros de semen me llenaron mi boca y solo me los pase sin hacer caras, subió mi rostro y me dio un fuerte beso. Seguimos el camino y empecé a notar como se desviaba y al voltear ya no había gente, se estacionó en una casa en una calle fea y sola y me pasó para atrás.

Me tiro al piso de la camioneta y empezó a besarme y a quitarme la blusa con agresividad, yo solo gemía de lo más rico, vi como su pene volvió a agarrar de nuevo fuerza y tamaño y empezó a rozarlo con mi vulva, estaba tan mojada que solito entro.

- ¿Quién te viera zorrita? tan apretadita que estás, se siente bien rico.

-ahhh si, tu sigue dándome duro, soy tu zorrita (yo ya había perdido la cabeza de lo caliente qué estaba).

Me daba tan rico, sus embestidas me llenaban de gloria, jamás había gemido tanto.

Me volteo y puso mi mochila debajo de mi vientre para que mi culito se viera empinado, me la volvió a meter y se volvió loco, no tenía ni freno ni control, aprovechaba y cerraba mis piernas y mis músculos los apretaba para que el sintiera más rico, el empezó a gemir como un toro y me bombardeo tan rápido y salvaje, hasta que de repente sentí su lechita dentro de mi.

Después de que terminará él se acomodó su ropa y a mí me dejó atrás tirada mientras trataba de arreglarme. Él se pasó adelante, y siguió manejando, pero yo aproveche para masturbarme y terminar como quería, me preguntó que en donde bajaba y le dije que en la "bandera de Tultitlán" (qué es donde me iba a ver con mi novio), me dejó ahí y mi novio ya me estaba esperando. Me dio un fuerte beso y me llevo directo al motel para poder seguir cogiendo, me excitaba tanto el saber que ya tenía semen de otro dentro mío que me vine varias veces esa noche.

Y bueno hasta aquí llega mi primera historia, muchas gracias por leerme, estaré leyendo sus comentarios constructivos y sus correos. Besitos lectores.

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