Nuevos relatos publicados: 10

Valió la pena esperar

  • 4
  • 27.172
  • 9,48 (21 Val.)
  • 1

Ha pasado mucho tiempo desde que actualice mis historias aquí, pero creo que esta lo amerita. Estuve algún tiempo lejos de relaciones de pareja y de encuentros de una sola noche, buscando crecer personalmente y conocer nuevos lugares y personas, y bueno sin buscar nada, llegó una persona especial, fue en el trabajo, se tuvo que contratar a una empresa para solventar unas instalaciones y tuve que supervisar dicho trabajo, ahí fue que lo conocí.

Se llamaba Javier, era el ingeniero a cargo, nuestras miradas se cruzaron en un par de ocasiones y hubo chispa instantánea, tengo que admitir que físicamente tenía algo que me atrajo inmediatamente, es bastante alto, un poco delgado, su piel estaba bronceada, me imaginé que por su trabajo pasaba bastante tiempo al sol, pero lo que más me gusto de él fue su sonrisa y su carácter que en general era serio, pero noté su respeto y su responsabilidad con los trabajadores, completaron el trabajo muy rápido y para mi fortuna tuve que llevarlo en mi vehículo de regreso a su empresa.

En el camino conversamos un poco, e intercambiamos números, desde aquel día empezamos a conversar todos los días, en general un hombre sumamente respetuoso y congeniamos en casi todos los aspectos, una tarde de viernes salimos a ver una película de terror y la pasamos increíble, descubrí cosas de él, como que tampoco había estado en un ningún tipo de relación en algunos años, y la verdad que todo fue cayendo en su sitio.

Esa noche terminamos en un café hablando de la vida, y que en realidad habíamos pasado por cosas muy similares, en la noche me dejo en mi casa y se despidió con un abrazo y un beso en la mejilla. Se notaba que tampoco quería forzar nada y me encantó, los días pasaron y cada vez nos íbamos abriendo más el uno con el otro.

Casi a las dos semanas de conocernos nos dimos nuestro primer beso, fue en un bar mientras había un pequeño show de unos artistas locales bastante buenos, y tomábamos un par de cervezas, solo puedo decir que fue una noche increíble, pasaron los días y ahora pasaba en las tardes conmigo en mi departamento, los besos cada vez fueron escalando más y más, pero por alguna razón ni él ni yo queríamos acelerarlo para terminar en la cama, disfrutábamos tanto de quedarnos con las ganas, pero como todos aquí sabrán eso no suele durar mucho.

Había pasado un mes y poco más desde que empezamos a salir y un día las cosas se dieron diferente, el día anterior yo había tenido un pésimo día en el trabajo y tenía la cabeza en eso, pero su compañía me hizo olvidar esos problemas, empezamos a besarnos muy tiernamente como siempre, pero en mi cabeza sabía que valía completamente la pena dar el siguiente paso con él, así que cuando las caricias y los besos se pusieron mas intensos, en lugar de quedarme ahí, decidí que podíamos hacerlo.

Empecé por levantarme la camiseta que llevaba puesta, y lo incite a que jugara con sus manos y su boca, hace mucho que no había sentido el toque de unas manos en mi piel así que fue una sensación inmejorable, incluso me provocaba un cosquilleo muy rico, puse su rostro sobre mis senos y empecé a besarlo en sus orejas y cabello, él poco a poco buscaba el camino a mis pezones, y se sentía muy bien, sus manos empezaron a bajar de mi espalda a mis nalgas y las apretaba con mucha fuerza, creo que no pudimos estar así mas de 5 minutos y decidí llevarlo a mi cama, en el camino me preguntó si yo estaba segura, le dije que estaba completamente segura.

Ya en mi habitación empezamos a desnudarnos con desesperación y urgencia, pronto estábamos desnudos y yo me recosté en la cama, el empezó a besarme del cuello para abajo y se detuvo bastante rato en mi pecho, lo lamió, lo besó e incluso chupo mis pezones con mucha intensidad, tanto que podía sentir lo mojada que estaba y sinceramente no pude soportar más, le dije al oído que lo quería dentro de mí, y para que no le quedaran dudas de que enserio lo quería tome su pene y le puse un poco de saliva y lo puse sobre mi vagina, para que me lo metiera con todo, y así fue.

El empezó un poco lento y de a poco fue cogiéndome el ritmo, yo apretaba muy intensamente por dentro para sentir con mas intensidad sus embestidas, pero no duraron mucho, me preguntó que como hacia eso de apretar que jamás lo había sentido que se iba a venir enseguida, le dije que no importaba, que acabara, entonces el procedió terminar afuera, yo estaba con demasiadas ganas y honestamente no pensaba quedarme así.

El salió al baño y volvió en unos minutos, yo sin ningún tipo de vergüenza le pregunte que cuanto tardaría en recuperarse, el sonriendo me dijo que 10 minutos, le dije perfecto y esta vez lo lancé sobre la cama y me subí sobre él y empezó a besarlo apasionadamente, en su cuello, sus orejas, resulta que tenía muchísima sensibilidad ahí, me aproveche todo lo que pude, y efectivamente a los 10 minutos ya lo tenía nuevamente duro como una piedra, empecé a masturbarlo mientras lo veía a los ojos y me mordía los labios de ver lo mucho que estaba disfrutando del momento.

Me levante de la cama y me fui hasta un extremo de mi cuarto donde tengo mi maquillaje, me puse de espaldas a él me incline y me sujete de la silla que tenía allí, lo volteé a ver y le dije cuando estes listo, él se levantó de inmediato y sin pensarlo dos veces empezó a penetrarme, no me tuvo ni un poquito de compasión y me dio como a cajón que no cierra, me lo metía durísimo, sonaba como aplausos y me hizo gritar muy fuertemente.

Llegó un punto en el que quería que parara porque ya no me podía sostenerme muy bien y mis piernas temblaban, pero no paraba, me hizo tener un orgasmo muy intenso que me hizo retorcerme y aun así seguía dándome, luego de unos minutos pude sentir sus embestidas finales y terminó sobre mi espalda, estuvo muy rico, pero me dejo casi muerta.

Al cabo de unos minutos me di cuenta que me dolía todo, entonces supe que no podría volver a repetir esa noche ni dentro de algunas noches más, lo que hizo extremadamente memorable esa noche.

Al final nos recostamos en la cama y charlamos un rato hasta que él se quedó dormido y yo me quede pensando por un largo rato en lo increíble que había sido y aunque al final termine adolorida por unos días, si me pidieran que repitiera esa noche lo haría sin duda.

(9,48)