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Vaya sorpresa en la oficina

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I.

Estaba cansado, ya no daba una. Solo pasara entregar un documento a la oficina de una compañera, muy a mi pesar subí los 4 pisos, la puerta estaba abierta así que entré y el espectáculo fue inesperado. Un espacio con muchos cubículos a media altura como a unos 15 metros.

Mi compa de pie y de espaldas hacía unos movimientos poco usuales, su reflejo en el cristal de enfrente claramente dejaban ver que algo estaba haciendo qué la hacía tener los ojos cerrados, la boca abierta y dar un suspiros de placer inconfundibles, se notaba que sus manos estaban abajo de su cintura, de repente subió una mano y acaricio sus senos, metió su mano a su blusa y los apretó, sacó uno, su pezón erecto y sus pequeños gemidos no me dejaron duda, se estaba masturbando, no quise interrumpir aquel momento, así como se notaba que ella lo disfrutaba yo lo hacía también.

Cambio de mano y metió sus dedos en su boca volvió a bajarla, de repente arqueo sus espalda, su cabello caía por abajo de sus hombros dio un fuerte suspiro y grito como de desahogo. Mi verga explotaba dentro de mi pantalón, regrese sin hacer ruido cerré la puerta y toque muy fuerte la puerta, espere unos segundos hasta que escuche una voz entrecortada diciendo... Adelante.

Mi sorpresa fue muy grande al ver a mi compañera sentada en su lugar y junto a ella de pie a una compañera más con una servilleta de color en la boca. Ufff mi imaginación voló.

Ii.

-¿no interrumpo? -dije y con una sonrisa pícara mis compañeras me sonrieron. Cabe destacar, que las dos eran un par de hermosas hembras, una madura bien formada ,con un escote que dejaba ver sus preciosos pechos asomándose.

La otra la que tenía la servilleta, joven, cabello lacio y con una boca de mamadora que se le notaba con sólo verla.

Al verme acercarme, la más joven tomó el documento que traía en la mano, lo puso en el escritorio, tomó mi mano y me acercó a ella. Me sorprendió al besarse en la boca de forma apasionada mientras que con su mano buscaba mi bulto que ya estaba duro y palpitando. Se apartó de mi y se puso de rodillas frente a mi, con cuidado mordisqueo mi verga encima del pantalón, al mismo tiempo mi otra compañera la madura ya estaba besando mi boca y cuello.

Me encontraba tan excitado que sentía que se me salía el semen. La otra chica sacó mi verga del bóxer y comenzó a mamarlo con fuerza, se tragaba toda la verga de tal forma que yo quería gemir de placer.

La otra compañera se hincó también y entre las dos me dieron la gran mamada de mi vida. Una chupaba verga y la otra pelotas y culo ¡ufff fue fantástico!

La madura, se levantó la falda y se sentó en el escritorio, no lo pensé, me pegué a mamar su picha depilada que ya estaba mojadisima. Mientras la otra compañera seguía mamando mi verga.

Me detuve y de una estocada la penetré con tal fuerza que ella le pedía a la otra se montara en su cara para mamar su picha. Eso fue una locura, quería venirme, entonces ellas se hincaron y abriendo sus boquitas mamadoras les eché mis jugos, una explosión total de semen.

Ellas se pasaban la leche de boca a boca y terminaron besándose para luego hacer un beso de tres. Me repuse y arreglé mientras y salí de la oficina.

Al bajar las escaleras me temblaban las piernas y sin poder creer la experiencia que había vivido que hasta el cansancio se me olvidó.

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