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Vi a mi vecino ebrio cogerse a mi hermana mayor

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Hola mi nombre es Daniel, tengo 22 años, soy original de Jalisco. La historia que contaré a continuación, tenía ganas de contarles desde hace mucho tiempo, desde hace un año este evento ha cambiado mucho de mi relación con mi hermana al punto de ya no verla como familia. “Estefany” le pondremos para cuidar su identidad, siempre fue un dulce a la vista.

Siendo con ya 23 años la mujer más exquisita que jamás conocí. Mide 1,60, de cabello negro, ojos grandes para verte a los ojos mientras te come la verga, labios gruesos, tetas enormes y un culo perfecto, junto a una sensual piel morena. Nunca fue fácil para nadie ocultar su deseo por ella. Menos por el hecho de que le gustaba vestir provocativa pese a lo sería que es.

Nuestro vecino “Ángel” había quedado solo por la bebida ya tenía tiempo siendo la burla del barrio, siendo el típico chaca. Cosa que lo hacía desquitar su odio e irá contra quien podía y en muchas ocasiones tuve que soportar sus insultos. Esto hasta que Estefany me acompañaba en la calle para hacer la compra. Iba vestida con una blusa azul escotada, pantalón negro aguado que dibujaba la forma de su enorme culo y tacones. Dado que así se iba a trabajar, Ángel al verla le lanzó un piropo y tras el chiflo, mi hermana no lo tolero y le mentó la madre repetidas veces, yo me paralice y Ángel solo se limitó a irse. Estefany se enojó pero lo dejo pasar de ahí.

Cosas así se repitieron hasta que en una ocasión lo enfrente dado que ya se había propasado mucho. Ángel me atacó cuando iba a la tienda, me rompió la cara a golpes. Y Estefany intervino mientras los vecinos se quedaban viendo. Nadie se atrevía a enfrentarlo al ser un hombre corpulento de 1,80 y fuerte. Además de ser alcohólico. Estefany llamo a la policía pero nada se hizo. Ángel siguió haciendo de las suyas en el barrio, molestando a Estefany y a mi sobre todo.

Hasta que una tarde cuando no tenía trabajo en la tarde y volví tres horas antes a casa me límite a llegar a dormir. En medio de la noche me despertó un ruido. Me quedé tratando de escuchar entre dormido y despierto, hasta que escuche voces, entre ellas la de Estefany y un hombre, cosa que me desconcertó dado que Estefany no menciono traer a sus amigos.

Me disponía a salir de la cama para ver qué onda, apenas tocando el piso cuando las voces fueron acompañadas por el movimiento de los resortes de una cama, un sentimiento raro me hizo temblar, no daba crédito, puse atención, ahora había gemidos, salí con cuidado del cuarto, caminado lento al pasillo, cada paso me hacía escuchar el crujir de la cama de mi hermana junto a unos deliciosos gemidos tímidos y suaves. Mi excitación me hizo ir hasta el cuarto para con horror escuchar la voz gruesa de Ángel.

- te gusta puta

- ah! No me digas así

- si, eres puta, mi putita me captas?

Dijo Ángel mientras se cogía a mi hermana en cuatro. Sus enormes tetas rebotaban a la par de las embestidas. Junto a los gemidos agudos de Estefany.

-Mas rápido, mi hermano está por llegar.

- El marica de tu hermano si llega lo golpeare!

Eso me dio escalofríos pero seguí prestando atención a tan erótico acto de sexo. Me gustaba escuchar a mi hermana gemir como perra en celo mientras Ángel la insultaba.

- Ya dime, eres mi puta o no?

Dijo Ángel mientras apoyaba su corpulento cuerpo contra la espalda de mi hermana y con su brazo la hacía levantar su cabeza, sin dejar de embestirla, dejándola apoyada sobre sus rodillas, tomo sus brazos y la hizo hacia el para meterle la lengua en la boca, el sonido lascivo de eso me provocó más y comencé a masturbarme perdido de deseo. Ángel con su mano libre manoseo las tetas de mi hermana a más no poder.

-Eres mía, mi puta, Estefany...

- soy tuya, soy tu puta. Dame tu verga.

Estefany libero su brazo izquierdo y con este jalo la cabeza de Ángel a ella besándolo.

Dijo Ángel tras lo cual comenzó a cogérsela con más fuerza.

- Eres mía!

- cógeme papi, dame todo lo que tengas!!!

- te cogeré diario

- soy tu perra papi! Dame tu leche, cógeme así... rico, úsame.

Le decía Estefany al oído.

- me vengo, me vengo.

Gritaba Ángel.

- Dame tu leche!

Grito Estefany. Eso me hizo venir en el suelo, Ángel soltó un fuerte suspiro y se vino en la vagina de mi hermana, quien también se corrió en el pene de Ángel. Tras lo cual se besaron. Tras ver eso deje de temblar y limpie mi acabada con un calcetín mientras escuchaba su conversación.

- fue muy rico reina, pero me voy ahora sí que nos vemos.

- solo si dejas en paz a mi hermano esto seguirá pasando

- si, no le diré a todos que eres una puta.

- soy tu puta.

Dijo Estefany sonriéndole y tocando su pene, el cual tomo y le dio unos besos en el glande.

- Ta bien. Al puto lo dejo en paz pero cuando tenga ganas vengo a coger y a comer al fin que eres mi puta.

- Lo que quieras papi.

Tras esto ambos se besaron y Ángel se dispuso a vestirse. Yo bajé corriendo y salí de la casa en lo que ambos de vestían. La calle se veía despejada cuando salí. Le di la vuelta a la manzana, para cuando volviera me topara con Ángel cosa que sucedió. El idiota caminaba con la frente en alto y una sonrisa de estúpido. No lo saludé pero el me detuvo en seco.

- buenas noches. Me dijo sin más y se fue.

Molesto y algo avergonzado volví a casa donde Estefany se duchaba. La saludé y me dirigí a su habitación silencioso dónde apenas abrir un olor fuerte de entre sudor, sexo y más cubrían el ambiente además de que la cama estaba hecha desastre con las sábanas bastante mojadas. Ahí en el piso un par de latas de cerveza vacías. Tras saciar mi morbo de ver el cuarto salí de el y entre en el mío.

Desde entonces hasta ahora Ángel ya no ha causado problemas a nadie, menos a nosotros dado el trato que tenía con mi hermana. Continuamente los espió cuando cogen en mi casa dado que no siempre se ven aquí.

Si les gustó esta historia les contaré otras anécdotas de mi vecino ebrio y mi querida hermana.

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