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Viernes después de la jornada

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Es viernes, antes de llegar a casa pasé por el centro comercial hacer unas compras y justamente antes de buscar el carro al estacionamiento pase por el frente de una tienda de prendas íntimas femeninas, me detuve a ver que exponían en el escaparate de exhibición. Cada vez que veo una tienda así me detengo a observar que están usando las mujeres modernas; y me imagino a mi chica morena, piel canela usando esas prendas tan sexys, bonitas, y provocativas.

Sin pensar mucho pase a la tienda, converse con la encargada del lugar, le pregunte por tres modelos que vi en la vitrina, ella pregunta que talla, le digo rápidamente M abajo y 36-C de brasier; me dijo los colores que tenía, le dije por el momento busco esos tres modelos, los colores son blanco, negro, rojo; y si tienes algo hermoso en azul marino, o cobalto me encantaría verlo, no negare la cara de picardía de la chica que me estaba atendiendo.

Busco los modelos solicitados, en mi mente estaba mi morena hermosa, solo pensaba como se vería con cada modelo que estaba escogiendo; detallarla lentamente con cada prenda adornando su hermosa silueta, con sandalias altas; y ese hermoso cabello suelto, oliendo a perfume, y pasando por frente de mi…

La chica me saco los mejores modelos aparte de los que estaban en exhibición, y la gama de colores que tenía, estuve aproximadamente una hora escogiendo con detalle el color, modelo, hasta que termine escogiendo unos 6 colores…

Ya manejando para la casa solo pensaba en ese fin de semana que pasaríamos juntos, un fin de semana solo para los dos, consentirnos y darnos amor.

La llame y le dije “amor te tengo unas sorpresa” Ella respondió con risas "yo también" nos vemos en casa.

Así fue, yo llegue primero, ella llego como a las dos horas; saludo con un fuerte abrazo, un divino beso como lo que siempre nos damos!!! Así pase el tiempo, los besos son inspiradores; y muy excitantes.

Cuando la detallo, tenía el cabello suelto recién peinado, las manos, pies arreglados, estaba hermosa y radiante, me dijo “me voy al cuarto me quito la ropa me doy una ducha y te espero en el cuarto...”. Te pido "no vayas a entra al cuarto." Le contesté inmediatamente, “está bien, sobre la cama está un obsequio, esa es mi sorpresa!!!” Me sonrió con picardía y me dijo “ya vuelvo”.

Yo me serví un trago, puse un poco de música para esperar a ver su sorpresa; solo escuche afuera cuando dijo “Dios miooo que belleza” jajaja, Imaginé que era porque ya había abierto el regalo.

Como a la hora escucho decir “Pasa amor” y salí disparado como un cohete...

Cuando entre tenía puesto un vestido largo, estilo sirena, muy ajustado al cuerpo de color rojo pasión, unas sandalias rojas, el cabello suelto; y un perfume muy suave que me despertó el instinto lujurioso de una vez. ¿Si los olores excitan? Ese de verdad me enloqueció, yo solo la podía mirar; ella se paseaba de un lado a otro en la habitación modelando tan hermoso vestido que entallaba muy bien en su cuerpo, las sandalias bastante altas, dejaban los bellos pies al descubierto, al darse la vuelta, vi el descote tipo V, dejaba completamente desnuda la espalda, tal descoste llegaba hasta la parte más baja.

Por mi mente pasa ¿qué prenda estará usando? Será esa tanga que había escogido, ¿la roja, la negra, la blanca?

Que en realidad era para mi, para deleitarme viendo con luce de sensual.

Se acercó a mi, coloco sus brazos sobre mi cuello, yo la correspondí con ambas manos en las caderas, y cintura, en ese instante pegamos nuestros cuerpos, nos dimos ese beso profundo, lleno de deseo que tanto nos gusta, luego de pasear mis manos por su espalda; y terminado en la parte baja, le susurre al oído, “estas bellísima, hermosa, divina, radiante; ese vestido te queda espectacular.

Por supuesto se lo que te colocaste de bajo, una de las prendas que escogí para ti, y seré yo quien la quite, espero te hayan gustado, son varias cómo pudiste ver, deseo mirar una a una en tu bello cuerpo, sé que estas al natural, solo la sublime tela de encajes cubre tu intimidad. Mi mayor excitación es ver cómo se va humedeciendo la tela con la exquisita humedad que brota de tu ser; y que tanto me gusta probar.

Amor mío, tenemos todo el tiempo que queramos, Por cada prenda íntima que te pongas me gustaría que hagamos el amor de una manera diferente; que nuestra creatividad se eleve muy alto, deseo me modeles, poses para mi, como se te ocurra, que des rienda suelta a tu imaginación; como mi musa que eres, deseo que me inspires a desear poseerte a cada instante más y más.

El tiempo trascurría, nuestro juego de seducción se hacía más intenso, mientras le decía palabras sensuales que le gusta escuchar; iba narrando cada parte que me gusta de ella, recordando cómo hacemos el amor, las veces que nos quedábamos en habitaciones de hotel. Mis manos traviesas iban explorando la simetría de las caderas, la cintura, la espalda, los senos, nuestros cuerpos se entienden a tal punto que saben lo que desean, donde tocar, lo que enciende esa llama de la pasión.

Poco a poco voy quitando vestido, el cual se deja caer resbalando por las caderas hasta llegar al suelo tapando los pies, ella termina, se despoja de el apartándolo a un lado con los pies... Yo retiro el cabello del cuello, beso lentamente, ella suspira al sentir mis labios, la respiración fuerte y cálida; ya mis manos tienen toda la libertad de acariciar su piel, ella se eriza al sentir el roce.

Ella quedo de pie frente a mi, al caer el vestido, solo quedo en ropa íntima, y en sandalias, tome su cabello con ambas manos, y lo coloque en sus hombros, la tanga era la que imaginaba, es la de color rojo, de finos encajes, semitransparente en la parte de adelante; y atrás semi hilo, lucía extremadamente sexy, sensual, es muy excitante verla con esa prenda puesta.

Mi hermosa seguía de pie. Yo me arrodillé ante ella, comencé a besar los pies, daba besos suaves a cada dedo, sutilmente paseaba la lengua por cada parte de ellos, los sentía suaves al tacto con la lengua; también con la cara, y la nariz acariciaba cada pliegue, sintiendo la suavidad.

Acto seguido fui subiendo por una de las piernas hasta llegar a los muslos, luego baje por la otra extremidad haciendo lo mismo, al llegar abajo, de nuevo me puse de rodillas y queda justo a la altura del entre piernas, puse mi cara junto en medio, hundía la nariz con un poco de fuerza, olía y respiraba ahí sin despegarme, mis manos estaban colocadas en sus glúteos, los apretaba con suavidad y los acariciaba de forma circular, ella me tomaba por el cabello acariciándolo y dando alones entre suaves y algo fuertes; me empujaba hacia ella con fuerza, quería sentir la fricción de mi nariz y boca en su intimidad.

Aún yo de rodillas. Lentamente le fui dando la vuelta; y mientras iba girando, iba dando besos con caricias, hasta que quedo de espaldas a mi. Mis ojos la observaban, mis labios besaban, mis manos acariciaban, apretaban con deseo lujurioso las nalgas. Poco a poco mis manos que estaban colocadas en la cintura, se fueron paseando para explorar por la parte de adelante, tocando sublimemente por encima de la tela, y poco a poco adentrándose en la prenda, mis dedos exploraban los labios y los lugares donde más siente placer, ellos podían sentir el calor, se humedecían cada vez más, mientras más tocaba, más se mojaban de su placer.

Poco a poco la fui despojando de tan exquisita prenda, la bajé hasta que llego a los tobillos, ella levanto un pie primero y el otro después para quedar libre y completamente desnuda para mí. Tome su pantys con ambas manos, sentía el deseo de olerla y sentir cuan mojada podía estar, así que sin pensarlo lo hice, su olor, sentir que ese pedacito de tela estaba húmedo elevó mas mi deseo y obviamente mi excitación.

Ella se viró y se puso frente a mi, yo observaba su cuerpo con deseo, ella me miraba mientras jugueteaba con su ropa íntima, eso le excitaba, ver que su amado le gusta sentir su olor a mujer deseosa y con ganas de ser poseída, amada.

Me paré, quedamos frente a frente, nos besamos pegando nuestros cuerpos, sus brazos descansaban en mis hombros, sus manos acariciaban la parte de atrás de mi cabeza; mis manos se paseaban por la espalda de arriba abajo y más abajo, nuestros cuerpos se convirtieron en uno.

Después de un rato, fue desabotonando mi camisa, hasta quitarla, desabotono y bajo el cierre de mi pantalón, lo bajo hasta dejarlo caer, con una mano acariciaba por encima del bóxer blanco, frotaba y apretaba la erección, al mismo tiempo besaba el pecho y poco a poco quito el bóxer. Ya estábamos completamente desnudos, el uno para el otro.

Yo tomando el control, la llevé hasta la cama, la senté en la orilla, me agaché, poco a poco fui abriendo sus piernas al compás de mis besos, ella se fue acostando y yo arrodillando, tomo una almohada y la coloco atrás de la cabeza, me paso una para colocarla en mis rodillas, le fui subiendo las piernas y ella las fue colocando en mis hombros, comencé a besar los muslos uno a uno hasta llegar al centro de sus emociones, lentamente; y con pasión besaba los labios e ingles, con ambos dedos pulgares abrí los labios para mi, con la lengua comencé a buscar ese punto que la hace vibrar, mi lengua se paseaba por ella, su humedad se confundía con la saliva, ese sabor exquisito me excitaba cada vez más, la punta de la lengua daba placer al clítoris, chupaba y lamia, eso le ocasionaba demasiado placer, y su placer me daba la máxima excitación a mi, sentá como su cuerpo se contorneaba y como su piel se erizaba, me halaba los cabellos, me apretaba con las piernas, su pelvis subía y bajaba y mientras mas chupa podía sentir y escuchar sus jadeos, gemidos... Hasta que explotó de placer en mi boca, su cuerpo temblaba y su respiración estaba acelerada.

Me levanté, la tome de las manos, la senté en la cama y quede parado frente a ella, ella tomo el miembro y lo comenzó a frotar de abajo hacia arriba, luego lo llevo a su boca, dándome el mayor placer que pudiera sentir, mis manos solo se dedicaron a acariciar el cabello mientras el salía y entraba en la boca. Después de un rato, ambos estábamos en la cama acostados yo hacia abajo ella hacia arriba y buscamos esa posición que nos encanta (69) dándonos mutuamente placer.

Me subí sobre ella, abrí su piernas lo más que pudo y ahí estaba su vagina esperando ser penetrada, mi pene estaba bastante erecto y sin apoyarme sobre ella, coloque los brazos fuera de su cuerpo a la altura de sus senos, que solo se pegara la parte de abajo, con el glande acariciaba la entrada sin penetrar, lo hice por un rato, ella me pedía con voz sensual y ojos entre abiertos, "penetrarme, hazme tuya"

de espacio lo fui metiendo hasta que quedo completamente penetrada con las piernas me abrazo, las coloco alrededor de cintura, su cuerpo subía y bajaba, yo iba al compás de los movimientos que ella hacía, se movía rápido, en ocasiones lento, luego cambiamos, ella arriba yo abajo. Fue un un torbellino montada sobre mi, se movía de abajo arriba y en forma circular, yo de arriba abajo sujetándome de la cintura y en ocasiones cambiaba y me sujetaba de los senos dándole placer a los pezones endurecidos por el placer que estaba sintiendo.

Luego si dejar de estar penetrada se acostó en el pecho, y en momentos nos besábamos, yo chupaba con deseo los senos. Al oído le dije, ahora quiero en 4. Ella se puso en esa posición que nos gusta ambos, con los senos pegados a la cama, las piernas bien abiertas y la cola parada, (se ve tan deliciosa así), me puse detrás de ella y comencé a lamer la vagina con avidez y deseo, poco después, empiezo a dar el beso negro, eso la excitó de tal manera que sus gemidos eran más fuertes y su cuerpo temblaba de placer, al tiempo que lo hacía, apretaba las nalgas fuertemente.

Pasado un rato me coloque de rodillas y penetre la vagina, esta vez le daba con más fuerzas, y ella se movía con lujuria. Así tuvo otros orgasmos que fue tan fuerte que grito de placer y soltó palabras obscenas pidiendo más.

Le dije "te quiero terminar atrás" dijo - "hazlo eso es tuyo" eso por supuesto me puso más caliente, y luego de darle otro beso negro comenzó la penetración, entrando con dificultad a pesar que ya estaba dilatado por el beso pero estaba apretado, lento fue entrando hasta que se fue todo, entraba y salía, ella se movía demasiado divino, las nalgas pegaban a mis muslos y vejiga, dando un sonido excitante, ella gemía duro y hablaba diciendo lo divino que estaba sintiendo, narrando ese momento con mucho placer, cada vez imprima más envestidas, sentía como mi pene se endurecía más y más, se hinchaba dentro de ella...

Se fue acostando lentamente en la cama abriendo sus piernas y yo seguidamente acostándome el su espalda, el pecho quedo pegado por completo la espalda, mis piernas cerradas en medio de las de ella abiertas y aun penetrada, nos seguimos moviendo y besaba ella parte de atrás del cuello y hombros, mi mujer en ocasiones volteaba la cabeza hacia atrás y nos besábamos.

Seguíamos moviéndonos, hasta que no podía ya contenerme y le dije casi que gritando "me voy" ella al escuchar eso se comenzó a mover más rápido y decía "dale duro amor eso es tuyo, dale, dale" hasta que acabe dentro de ella, mis gemidos eran fuertes; y mi cuerpo se puso tembloroso, le decía amor que divino es hacer el amor contigo.

Dure un rato recostado en la espalda hasta que me levante, me puse al lado de ella, se volteó hacía mi, nos besamos, nos dimos un fuerte abrazo y así duramos largo rato, hablamos de lo mucho que disfrutamos y nos amamos, de lo rico que es estar juntos; y entre besos, palabras y caricias, nos levantamos para irnos a duchar, luego recoger las prendas regadas por el cuarto, y seguir con la faena.

...Se puso otra prenda; esta vez tipo cachetero de encajes color blanco y un top de blonda del mismo color, sin brasier, le ofrecí un trago; y nos sentamos a escuchar música en el sofá.

Le dije " estas divina para hacerlo de nuevo, te queda divino ese atuendo" Sonreímos y comenzamos a besarnos...

DM...

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