La maravillosa experiencia con mi hijo
Entonces él se decidió a tocar una de las mías. La palpó y luego fue a la otra e hizo lo mismo, así estuvo un rato pasándome suavemente la palma de la mano por una y por otra teta, mis pezones se inflamaron y a él le hizo tanta gracia que les dedicó a ellos toda su atención