Como mueve el culo la mojigata de mi madre
Me atreví a echarle un chorro de crema en su tetazas y empecé a sobárselas. Ella no dijo nada, con lo ojos cerrados, seguía suspirando. Yo por mi parte, no podía más, continuaba amasando su cuerpo de diosa, bajé hasta su conejo, se lo toqué y le metí un par de dedos, lo tenía encharcado