El vecino sin nombre al rescate
Nunca supe cómo se llamaba, ni a qué se dedicaba, ni de dónde era, ni exactamente en qué edificio cercano vivía. Nos conocimos por una App de citas para gays. Su número de teléfono era de un estado del medio oeste americano, pero los dos vivíamos en Nueva York, en la misma calle, en la misma esquina