El harem (I): La llegada
A la hora fijada me llegue a las inmediaciones de su casa, al lugar donde me había dicho que le esperara. Como me había él indicado, solo llevaba en una mochila una peluca, una faldita corta, un top, varios tangas, medias y ligueros y dos pares de zapatos y unas sandalias con mucho tacón. Mi