Como me cogí a mi tía Adelita
Luego se inclinó a un lado, pasó una pierna sobre mi cuerpo y quedó sentada encima de mí, se inclinó hacia el frente y sus enormes tetas colgaban de manera sensual quedando casi frente a mi cara, los agarré con mis manos y las empecé a lamer y a apretar con una gran lujuria