Noche mágica
Durante unos minutos siguió con sus besos. Sentí que era mi turno. No quería terminar de esa forma. La tomé de las axilas. Nos abrazamos. Nos seguimos besando. La miré y le dije ahora te toca a vos. Solo sus pechos estaban desnudos. Los besé. Me detuve en sus pezones mordiéndolos con todas mis ganas