La ex mujer de mi amigo
Como si de otro canguro se tratara, saltó y se me puso enfrente, se me acercó y me besó, de esos besos que te quitan el aliento, de los que no te dejan respirar, de esos que te dicen cógeme pero ya, nos besamos intensamente y solo la aparté para tomarla de la cintura y sentarla en el sillón.