Con mi amigo Buga (III): La confesión de mi amigo

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T. Lectura: 7 min.

Después de haberme robado su ropa y haber disfrutado plenamente de su aroma, en la soledad de mi departamento, vendría una confesión de J que cambiará para siempre nuestra relación.

El día que todo cambio era sábado, y J y yo compartimos un negocio que solía tener más movimiento los fines de semana, ya que entre semana al menos el, trabajaba en una institución privada. Ese sábado J pasó por mí en moto, el verlo con su chamarra de piel, su playera blanca de manga corta y su pantalón de mezclilla, me hizo verlo sexy, ya lo había visto así en otras ocasiones, pero después de la fantasía que había tenido con sus prendas, lo descubrí mucho más ardiente en ese atuendo. Me pasó su mochila y me la coloqué en los hombros, me puse el casco y me subí detrás de él. Mi pensamiento durante el trayecto se concentraría en que mi verga no se levantara y que el fuera a sentirla al estar recargado detrás de él. En cuanto me subí me tome ligeramente de su cintura y evite recargarme. J me dijo a través del intercomunicador que cada uno tenía en su casco -agárrate bien que hoy voy a pisarle un poco- está bien- conteste y lo agarre un poco más, pero sin llegar a ejercer presión.

Él me dijo -te estoy diciendo que te agarres bien wey, ya sabemos que no hay manera heterosexual de que dos hombres compartan una moto, ese era un chiste que él solía hacer, pero jamás había hecho lo que hizo a continuación, cosa que me llamo la atención pero no le di mayor importancia- me tomó las manos y me hizo pasarlas de manera que quedara bien sujeto sobre su cadera justo en la hebilla de su cinturón y me dijo- ahora pégate bien a mí y recarga tu cabeza en mi hombro- yo seguí sus instrucciones rogando que mi pija no reaccionara, recordemos que hasta este punto yo suponía que el era heterosexual y que aquellas no eran más que medidas de seguridad ya que quería correr en la moto.

Después de media hora de recorrido, llegamos al local, me baje de la moto y me quite el casco en lo que el estacionaba la moto yo me dedique a quitar los candados, cuando había terminado de quitar tres de los cuatro candados el llego y dijo. A ver wey te ayudo con la cortina, lo voltee a ver y como yo estaba agachado quitando el ultimo candado y él se había subido al escalón del local su entrepierna quedó justo a la altura de mis ojos y note una erección prominente que se marcaba en su pantalón de mezclilla, aquella erección era mucho más grande que la que tenía en la ocasión en que le había tomado la foto. No le di importancia, pero mi verga si, y empezó a saltar en el pantalón, traté de hacer un esfuerzo máximo porque no se viera a la hora que me puse de pie para levantar la cortina, entre los dos la levantamos y entramos al local.

Hicimos las actividades necesarias como limpieza, acomodar y poner la lona donde se anunciaban nuestros servicios de fisioterapia y masajes relajantes. Justo en ese momento que habíamos terminado de hacer las actividades, recibimos un mensaje de los tres pacientes que vendrían a consulta ese día, el mensaje decía que no iban a poder llegar porque habían chocado, eran amigas y venían juntas, así que ninguna llegaría. Yo le dije- no manches venimos en vano- J me dijo- bueno wey, al menos nos depositaron lo de la sesión, así que no es día perdido y podemos platicar y echar el taco porque yo no desayune- bueno si tienes razón- Le dije- me lanzo por las memelas y los chescos y tú pones la mesa.

Desayunamos sin mayores detalles y una vez que terminamos de desayunar, se levantó de la mesa y se puso detrás de mí y me dijo- mira, ve este video en lo que voy al baño y cuando regrese me dices que te pareció, me dio su celular con un video en pausa y se fue al baño. Yo le di play al video y mi corazón dio un salto, el video era del día que yo olí su Bóxer en su cuarto mientras me tocaba la verga sobre el pantalón (Con mi amigo Buga I, la primera fantasía). En ese momento me puse pálido, supuse que me iba a reclamar y que la amistad se acabaría. Llegó del baño y se sentó en el sillón de tres plazas y me dijo- ven siéntate, ¿qué opinas? – yo le dije- lo lamento pareja, no sé qué me llevo a hacerlo, por favor no te enojes- él puso su dedo índice en la boca y me dijo. Quien te dijo que me enoje, solo quiero hacer algo- se acercó a mí me tomó por el cuello y me acercó a su cara dándome un pequeño beso en los labios…su beso me desconcertó, aunque profundamente lo deseaba

Lo que aparece a continuación es el relato que él me contó de lo que pasó cuando vio el video todo este relato me lo contó mientras yo estaba recostado es sus piernas y él jugaba con mi cabello.

Había comprado la cámara para usarla en el casco cuando manejaba la moto, ya sabes por cuestiones de seguridad, quería ver que tanto parámetro de visión tenía y cuál era la calidad del video, así que la puse arriba de la puerta de manera que grabara todo el cuarto, ese día que estábamos en mi casa, era el primer día que la ponía. En la noche estaba aburrido así que decidí ver la cámara y me acorde que te habías quedado solo en mi cuarto, así que le adelante a la imagen y en cuanto vi que te levantaste de la cama y tomaste el bóxer y te lo llevaste a la nariz, me moleste un poco porque sentí que habías traicionado mi confianza, pero tenía que ver que más hacías y hubo algo que me hizo quedarme viendo el video, vi cómo te ibas a la cama y empezabas a oler mi bóxer sin ningún pudor y como empezabas a tocarte, el enojo se desvaneció muy rápido y dio paso a una sensación que jamás había imaginado, note que mi verga empezó a reaccionar, no entendía porque me sentía caliente, eras un hombre oliendo mi ropa y tocándose la verga y jamás me había llamado la atención otro hombre. Pero mi pija no lo entendía y empecé a sentir como lubricaba, me deje transportar por mi instinto que me llevo a quitarme el pantalón y el bóxer y empezarme a jalar la verga, hace mucho tiempo que no la sentía tan erecta ni con tanto líquido y mientras más la olías y más te tocabas yo más caliente me sentía, empecé a jugar con mis huevos acariciándolos, me senté y le escupí a mi verga, y seguí jalándomela, mi verga se puso aún más dura y sentí como un choque eléctrico en todo mi cuerpo, hace mucho no me sentía tan caliente ese momento y no quería que aquella experiencia se detuviera, quería ver cómo te sacabas tu pija y ver si te venias, ni en mis fantasías más locas había deseado ver a un hombre venirse, pero contigo, deseaba verlo, justo en ese momento dejaste el calzón y regresaste a la cama, regresé el video al punto donde te recostabas en la cama, esta vez mientras continuaba jalándome la verga que cada vez estaba más húmeda, le hice un acercamiento a tu cara, debo decir que la calidad de video era maravillosa y el ver como disfrutabas de mi aroma me hizo subir la velocidad de la jalada, moví el acercamiento hacia el bulto que se te marcaba en el pantalón y me sorprendió la gran verga que se anunciaba. Eso me hizo terminar, y lo hice con una gran cantidad de semen como hace mucho no me sucedía. El semen cayo en mi mano y me decidí a probarlo jamás lo había hecho, pero fue sumamente erótico.

Deteniendo su relato me volvió a dar un beso en la boca, pero esta vez no fue un beso tierno, fue un beso en el que hubo lengua, yo le mordí suavemente los labios y el contesto mordiendo los míos también, con su relato mi pija estaba empezando a cobrar vida y aunque estaba sorprendido porque jamás pensé que J me dijera esto, me sentía deseoso de que esto continuara. J continuó en su relato.

Yo sabía que te vería al día siguiente y una idea empezó a surgir en mi cabeza, asi que al día siguiente me levante más temprano y decidí no bañarme, me puse el Bóxer azul que te robaste y poniendo nuevamente tu video empecé a jugar con mi verga, empecé a sentir una necesidad de explorar más partes de mi cuerpo y mientras el video se reproducía en mi computadora con un zoom que me permitía ver todo tu cuerpo, llevé una mano a mi culo y un dedo empezó a luchar por entrar, me invadió una sensación de placer, así que tomé un poco de crema del buro y lo embarre en mi culo y en el dedo y empecé a meterlo, la sensación cuando entro casi me hizo venirme en seguida pero quería aguantar aún más, así que deje de jalármela y permití que mi dedo explorara mi culo, imaginaba como tu verga entraba en mi culo y eras tú el que me estaba dando ese gran placer, no pude contenerme más y me vine sobre los bóxer la idea era dejártelos casualmente y que tú te los pudieras llevar.

Me puse esos bóxer húmedos y me dispuse a ir por ti, debo confesar que me costó trabajo, no hacerte nada ese día, y contener la calentura que sentía, pero quería estar seguro de que lo que vi en el video no fue solo un arranque y si mi plan de que te robaras mi bóxer resultaba entonces daría el siguiente paso. Ese mismo día cuando llegamos del futbol subí a mi cuarto con el pretexto de bañarme pero realmente subí a repetir la faena de masturbarme con tu video y volví a venirme sobre mi ropa interior, me quite momentáneamente el bóxer y los olí, la meta se había cumplido olían al sudor del partido y la eyaculación de la mañana y de esta ocasión, me los volví a poner y aventé la playera a la silla esta se deslizó y cayo entre el mueble eso me dio la idea de que si se quedaba así podrías robrártelos sin que “yo te descubriera”, así que escondí también ahí mi calcetín y pues el cometido se cumplió.

Dicho esto, me incorporó de sus piernas y quede sentado en el sillón, muy cerca de él y me besó los labios, el beso fue intenso y nuestras manos empezaron a recorrer el cuerpo del otro sin dejar ninguna parte sin ser tocada, J llevó mi mano a su paquete y ya tenía una erección bastante grande y metió su mano por la parte trasera de mi pantalón, me levanté un poco y deje que bajara su mano a mi culo y uno de sus dedos empezó a juguetear con él. Nos seguimos besando y recorriendo el cuerpo del otro. Yo le desabroché el pantalón y le metí la mano, en ese momento me di cuenta de que no traía bóxer y le empecé a manipular su pija directamente la cual ya tenía una erección brutal y estaba sumamente lubricada.

El metió el dedo completamente a mi culo y yo le tomé la verga sacándola de su pantalón, verla por primera vez fue maravilloso, efectivamente era grande, de unos 18 cm aproximadamente, algo gorda y con una cabeza roja que me prendió demasiado, fue tanto lo que los dos deseábamos estar así, que nos venimos al mismo tiempo, en cuestión de diez minutos. Él se vino en mi mano y yo en mi bóxer. J tomó mi mano y la llevó a su boca y chupándome los dedos para limpiar su semen me dio un beso en el que intercambiamos saliva y el delicioso sabor de su secreción, fue un placer probar aquel manjar tan delicioso que había olido en su calzón.

Hasta aquí termina este tercer relato, en el siguiente relato les contaré el regreso a su casa en la moto y como ese regreso se convirtió en una situación excitante para ambos. Si te gustó este relato, deja tus comentarios. Si tienes sugerencias para hacer mejor mis relatos también te las agradecería. Puedes escribirme y platicar.

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