Ya me había acostumbrado a ver como se cogían a mi esposa sin consentimiento y con el mismo, no los culpo, tremenda morocha con hermosos pechos, colita manzana y un tajito peladito parecía para la ocasión, Noemi mi esposa, ya daba por hecho que fue la puta de varios tipos.
Pero un día me sorprendí al llegar a mi casa y ver una bici en el portón, al entrar veo sentado al hijo del portero donde trabajo, y mi esposa arrodillada enfrente a él haciéndole una mamada, el como si nada me saluda y dice que lindo que es tener una mujer así, la tendría mamándome todo el tiempo.
Una vez que le lleno la boca de leche a mi esposa se fue como si nada, cuando le pregunto a mi esposa, que es lo que pasa, me dice llego con la escusa de invitarnos a la pileta, agradeciendo lo que hice la otra vez, y que quería que le chupara o mostraría las fotos de la otra vez que estuve con ellos a todos los vecinos.
Fue así que organizamos para ir ese sábado a la pileta pero yo por el trabajo llegaría dos horas más tarde, al llegar veo que estaban en la pileta para mi sorpresa estaba agarrada del borde de lo más hondo, y le decían que si no se desnudaba harían qué se suelte, y ella no sabía nadar.
Como me llamo la atención y me dio morbo no deje que me vean, observando de cerca, ella termina aceptando, con lo cual se toma del cuello de uno de ellos que la lleva hasta donde hacía pie, el aprovecha para meter mano y besarla, a la vez obligando a cumplir la propuesta.
Fue así que sin salir de la pileta se sacó la parte de abajo de la biquini y luego la parte de arriba, dejando ver sus hermosas tetas, los chicos fue ahí que la rodeaban, sin dejar de tocarla y besarla como siempre el más osado, que la tenia de frente vuelve a llevarla un poco a lo hondo obligaba abrazarlo hasta con las piernas dejando la entradita de su conchita servida, lo que aprovecha y se la mete de una fue así que se la coge un rato hasta que ambos tienen un orgasmo.
Luego salen del agua y la llevan a un toallón en el parque donde aprovechan de a uno pasar por mi esposa, en el momento que estaba arriba de uno de los muchachos otro le hacía chupar, y el más osado, vuelve al acecho poniéndose detrás y metiendo su pene en la colita provocando qué grite poco de dolor y poco de placer fue así que estuvieron un rato hasta que la llenaron de leche por todos lados, luego aparecí yo le hacían como que nada pasó.
Al rato ella me dijo lo que pasó, al atardecer ya nos íbamos para mi casa cuando vemos llegar en un auto al abuelo de uno de los chicos que nos despidió amablemente sin dejar de ver el culo de ella sin disimulo.
Pero no termino acá la cosa, en el próximo relato cuento que pasó al otro día.
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