Habíamos entrado en el mes de febrero y mi hijo tuvo un encuentro con otras de nuestras vecinas de nombre Saray, es una mujer cerca de sesenta años muy bien conserva, casada con un marido que, aunque de su edad, parece mucho más viejo que ella.
El asunto es que un día vino a verme a mi casa, tenía una avería de agua en su casa, parece que el fontanero iba a tardar unos días en arreglarla, le ofrecí usar mi ducha para bañarse, como trabaja por las tardes podía hacerlo después de que todos los de mi casa hubieran salido, ella aceptó, la verdad es que se me olvido decírselo a los miembros de mi familia, pero como yo era la última en salir no le di importancia. Así que cuando me iba a ir llamé a Saray, ella me dio las gracias, y yo me fui a trabajar ella se quedó en casa se desnudó y se metió a la ducha, pero lo que nadie contaba era con los despistes de mi hijo mayor, dejemos que sea él quien nos cuente las consecuencias de este despiste.
Iba camino de la universidad cuando iba a coger el metro me di cuenta de que se me había olvidado recoger en pendrive con un trabajo que tenía que entregar a última hora, así que decidí volver a mi casa, volví corriendo y sude mucho, cuando llegué aparentemente no había nadie en casa, como he dicho había sudado y tenía la sensación de oler mucho a sudor, así que decidí darme una ducha rápida, me desnude en mi cuarto y me fui al baño, y al abrir la puerta me tope con nuestra vecina Saray cubierta solo con u toalla, que tapaba su coño, pero dejaba al descubierto dos tetazas impresionante, mi polla reaccionó y en ese momento ella se dio cuenta de mi presencia.
Instintivamente yo intenté taparme con mi toalla, pero para mi sorpresa ella se quitó del todo la suya quedándose completamente desnuda, estaba espectacular avanzó a mi y me dijo:
-Me ha parecido ver que mi vecinito ya no es un niño, sino ya un hombre y con una buena polla.
De con un rápido movimiento me quitó la toalla y mi polla, completamente empalmada, se quedó al aire.
-Claro que no soy un niño, proteste yo tímidamente, tengo más de veinte años.
-Y una buena polla, dijo ella.
Y llevó su mano hacia ella, la cogió y se puso a acariciarla. Yo estaba dubitativo, Saray estaba buenísima, había sido objeto de mis pajas, pero sabía que su marido era muy bruto y que podría tener que pelear con él si se enteraba, así que la dije:
-¿Más grande que la de tu marido?
-¿La de mi marido?, preguntó ella riéndose, te voy a contar una cosa desde hace tiempo me cuesta ponérsela dura, en cambio yo conservo intactitas mis ganas de follar.
Mientras decía esto seguía acariciando mi polla, yo estaba excitadísimo, no podía desperdiciar una ocasión como esta, y si tenía que ponerle un ojo morado al bruto de su marido lo haría. Así que llevé mis manos hasta sus tetas y me puse a acariciarla, no tarde en arrancar los primeros gemidos de su boca y la dije:
-Vamos a follar.
Ella me giño un ojo y me dijo:
-Este será nuestro secreto
Mire su coño en ese momento, estaba depilado y deseaba comérmelo, así que la empujé un poco contra la pared, me arrodille ante ella y arrimando mi cabeza a su tesoro saqué mi lengua y comencé a comérselo, ella al sentir mi lengua dentro de su coño comenzó a gemir mientras decía:
-Que cosas tan deliciosas hacéis los chicos jóvenes,
Después apretó mi cabeza contra su cuerpo mientras yo le seguía chupando el coño, yo seguía saboreando ese coño tan delicioso hasta que se corrió, yo disfruté del sabor de sus líquidos, pero lo que estaba ocurriendo había hecho que mi polla se pusiera a tope, así que la dije:
-Me muero de ganas de follar contigo.
Si ese es du deseo, mi amor, respondió ella
Se apoyo en la bañera y abrió bien su coño, mi madre me había enseñado a tomar precauciones, pero yo estaba demasiado caliente, primero se la metí de frente, ella al sentirla dentro dijo:
-Mi amor, hacía muchos años que no disfrutaba de una polla como la tuya dentro de mi coño.
Después se puso a gemir, yo siempre había mirado los labios de Saray y pensaba en lo bien que la tendría que mamar, pero ahora lo que me importaba era hacerla gozar y a tenor de la expresión de su cara lo estaba logrando. Pero en ese momento ella me pidió:
-Querido me gustaría ponerme en una postura más cómoda, con mi marido solo follo, y poco, en la cama.
-¿Cómo le iba a negar nada a semejante diosa
Ella se dio la vuelta y se colocó de espaldas a mí, su precioso culo quedó ante mi vista y pensé que ese guajero debía ser mío esa misma mañana, pero de momento se trataba de meter la polla en ese coño tan calentito, así que se la volví a meter, y ella volvió a gemir, mientras me decía:
-Mi amor esto me recuerda a mis polvos de juventud, muchas gracias.
Yo seguí follandola, para mi tener mi polla dentro de su coño era suficiente premio, así que seguí con mi polla dentro de ese maravilloso coño, era una delicia, sentí que se corría, e sentí muy contento de haberla llevado hasta eso, pero yo quería correrme también así que seguí con mis movimientos hasta que sentí que me corría y con mi leche inundé su coño, el ese momento ella se puso de pie y uniendo sus labios a los mios me dijo:
-Muchas gracias, mi amor, en este rato he gozado más que con mi marido en muchos años.
Después me beso, en ese momento yo le manifesté mi deseo quería que esto solo fuera el principio, y quería que esos labios tan sensuales me chuparan la polla, ella no lo dudo, me pidió que me tumbará en el suelo, y cuando lo estuve ella sacó esa lengua tan excitante de su boca y se puso a lamer mi polla, nunca hubiera imaginado poseer esos labios, ante su estimulo mi polla no tardó en recuperarse, cualquiera se resistía ante una mujer como esa.
A esto añadió, que una vez que me la había limpiado se la metió entre sus tetas, las apretó con sus manos, tener mi polla apretada entre esas dos cosas preciosas puso mi polla a tope, y volvió a estar preparada para follar, ella se dio cuenta y me dijo:
-Mi amor, veo que estas otra vez preparado, bueno pero ahora quiero ser yo quien se ponga encima.
Yo estaba tumbado en el suelo, y tenía muchas ganas de seguir follando con ella así que permanecí quiero, mientras ella se sentaba sobre mí, e introdujo mi polla dentro de su coño, de esta manera volvíamos a follar, pero ahora era ella quien marcaba el ritmo, y lo hacía divinamente mientras me decía:
-Si supieras el tiempo que no hago esto con mi marido, muchas gracias mi amor por hacerme disfrutar.
La verdad es que era yo quien debía de darle las gracias, su coño me estaba proporcionando un placer enorme y ver mover sus tetazas encima de mi era muy excitante.
Ella marcaba el ritmo, y era un ritmo que delicioso, era una pena que su marido no supiera aprovechar este cuerpo, siempre me había parecido un tipo vulgar y cuando pensaba en los labios de su mujer chupándose la polla no me parecía justo, ya ahora era yo quien se los estaba poniendo, jajaja.
Seguimos follando, yo no pude evitar llevar mis manos hasta sus tetas y acariciárselas, mientras ella continuaba con su ritmo maravilloso, vi cómo se corría y poco después lo hacía yo.
Ella se bajó de mí y me dijo:
-Me has hecho rejuvenecer veinte años, por lo menos, hacía muchísimo que no tenía una sesión de sexo como esta.
Yo la pedí que me chupara de nuevo la polla, como he dicho, cuando coincidíamos, en sitios como el ascensor, yo había soñado que esa mujer me comía la polla, y en ese momento la tenía ante mi dispuesta a hacerlo.
Nuevamente se metió mi polla en su boca, y la verdad es que parecían estar hechas la una para la otra, y comenzó a chupármela de nuevo, y debía de reconocer que lo hacia maravillosamente bien, sus labios rodeaban mi polla co o su fueran un coño y su lengua hacia maravillas, al poco ella la sacó y mirando mi miembro dijo:
-Joder, tu polla está de nuevo lista, eres insaciable.
Yo le dije que con una mujer como ella yo follaria hasta que mi miembro se cayera a cachos, ella se rio y dijo:
-Parece que por lo menos otro asalto aguanta.
Después se tumbó en el suelo con las piernas bien abiertas, yo me puse de rodillas e introduje nuevamente mi polla dentro de su acogedor como, ella al sentirla dijo:
-Querido menudo instrumento tienes y que bien lo utilizas.
Era yo que yo quería utilizar mi polla para darle muchísimo placer, comencé a moverme, mientras tanto ella comenzó a acariciarse las tetas, lo cual me resultaba aún más excitante, mi polla se movía dentro de su coño de una manera muy placentera, ella me decía:
-Mi amor me estás haciendo gozar como nunca antes lo había hecho.
Eso era precisamente lo que yo deseaba, que ese momento fuera el más placentero de su vida, así que seguí con mis movimientos en su interior, ella no paraba de gemir lo que me estimulaba a seguir follandomela, en un momento dado noté como se corría, eso me hizo sentirme muy bien, nada mejor que dar y recibir placer. Así que continue con mi polla en el interior de su coño hasta que nuevamente me corrí.
Ella me pidió que me sentra en la taza del wáter, como si fuera a hacer mis necesidades, me hizo abrir bien las piernas y cuando lo hice, ella se colocó de rodillas en frente de mí, me imaginaba lo que iba a pasar y solo de pensar que mi polla iba a estar dentro de esa boca, que parecía estar hecha para mamar, me sentí muy excitado.
Y efectivamente nuevamente tuve su lengua recorriendo mis testículos, lo que era muy excitante, y a continuación cada centímetro de mi polla, pese a sus años resultaba muy sensual y yo me imaginaba como debería de haber sido de adolescente, seguro que los chicos de su edad se peleaban por estar con ella, mientras yo estaba con estos pensamientos mi polla se puso bien dura, si la dejaba pronto me volvería a hacerme correr, pero no estaba dispuesto a ello, además como adorador de esa diosa, así que la pedí que cambiásemos de postura, me levante y me puse de pie y ella también se levantó y luego, se sentó en el mismo lugar donde lo había estado yo, en ese momento me arrodille tenía un primer plano de su maravilloso coño, y le iba a rendir culto como se merecía.
Saqué otra vez mi lengua de la boca y me dispuse a adorar a mi diosa, su coño sabía maravillosamente bien, daban ganas de no sacar la lengua de él, me puse a lamer, nuevamente cada centímetro de este, ella se puso a gemir mientras decía:
-¿Por qué no serás tú mi marido?
En ese momento yo me acordé de él, me apetecía ir a decirle que era un cornudo y que me estaba follando a su mujer. Pero verla gemir de una manera desesperada era mi mejor premio, y ello me animaba a seguir comiéndole su delicioso coño, noté como tras un gemido fortísimo ella se corría nuevamente, yo me apresuré a tragarme todos los líquidos que salían de su coño, ella nuevamente me dio las gracias, el agradecido era yo, pero tras esa comida de coño me di cuenta de que mi polla se había puesto otra vez en forma, al ponerme de pie ella se dio cuenta y dijo:
-Vaya cariño, parece que no te cansas nunca, tendremos que follar nuevamente.
Me empujó nuevamente al suelo donde me volví a tumbar, no me importaba que el suelo estuviera frio, yo estaba muy caliente, ella agarró mi polla nuevamente y se la introdujo en aquél coño tan delicioso, y nuevamente yo me sentí en la gloria, y nuevamente ella comenzó a cabalgarme con una furia inusitada, parecía que nunca lo había hecho del ansia con la que movía su coño, yo sentía que estaba alucinando, mientras ella me decía:
-Creía que nunca iba a experimentar nada igual, me estás haciendo revivir nuevamente, muchas gracias, mi amor.
Ella seguía cabalgándome, mientras yo me sentía importante por tener ese coño a mi disposición, estaba gozando muchísimo, en un momento dado sentí que me iba a correr, y así se lo indiqué, ella me dijo:
-Mi niño es lo que deseo que te corras y disfrutes como tú me estás haciendo disfrutar mí.
Y siguió cabalgándome, yo no pude evitar correrme y, nuevamente, mi leche inundó su coño, tras ello ella se salió y los dos nos quedamos tumbados, uno al lado del otro, los dos estábamos cansados, pero yo comencé a recuperarme poco a poco y en ese momento me acorde de su culo, me parecía precioso cuando la veía con el tapado, cuando coincidíamos en el ascensor o en la entrada del edificio, y ahora que le había visto sin ninguna ropa que le cubriera me gustó todavía más. Me armé de valor y le dije que me gustaría follar con ella también por ahí, ella se río y me respondió:
-Mi amor, tu parece que quieres hacerme revivir m i juventud, cuando tenía tu edad mi culo era un sitio muy visitado, pero desde hace años se ha vuelto virgen, así que si tu le haces resucitar, bienvenido.
Y tras decir esto se puso a cuatro patas, se la notaba que sabía muy bien como colocarse, y desde luego que ese culo, visto en primer plano parecía estar diciendo follame, así que me puse de rodillas detrás de ella, arrime mi polla hasta la entrada de su culo y de un golpe la penetré, su culo me recibió de una manera muy hospitalaria, era como si mi polla estuviera hecha a medida para él, ella comenzó a gemir y decía cosas como:
-Mi amor esto es delicioso, me estas haciendo volver a sentirme joven.
Por el contrario, yo me sentía un adulto pleno por dar placer a una mujer como esa. Seguí moviendo mi polla en el interior de ese culo, mientras ella gemía, y sus gemidos me demostraban que estaba consiguiendo que gozara, la verdad es que era una pena que ese culo no recibiera visitas de una buena polla de manera continuada.
Mientras pensaba en esto ella gemía de manera cada vez más intensa y me decía:
-Mi amor sigue follandome, hacia tanto que no experimentaba cosas así.
Y así estuvimos hasta que noté como, tras un fuerte gemido, ella se corrió, yo seguí con mi polla en su culo, ella quería que me corriera, y yo dejar su culo lleno de mi semen y seguí moviéndome hasta que me corrí, y mi leche se esparció por su culo, ella me dijo:
-Mi amor me has hecho muy feliz.
Yo se la saqué, los dos nos pusimos de pie y ella me dijo:
-Mi amor gracias por resucitarme, hoy me he vuelto a sentir como me sentía cuando tenía tu edad, esto lo tenemos que repetir, solamente te pido una cosas, por nuestro bien esto debe de ser nuestro secreto, si mi marido se entera la que podría armar, pero si somos discretos, lo podemos repetir muchas veces,
Después se metió a la ducha, no podemos olvidar que había venido a mi casa para eso, viéndola me dieron ganas de meterme a la ducha para seguir con nuestra pasión, pero me iba a perder varias clases de la universidad y sin duda ella tendría que hacer sus cosas, otro día repetiríamos, tras salir ella de la ducha me metí yo no era cuestión de ir a la universidad con olor al cuerpo de una mujer y cuando salí de la ducha ella ya estaba vestida, me beso en la boca y salió, espere un poco para disimular y salí camino de la universidad.
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Que rico
Súper deliciosa