De profesor de natación a putita

0
11463
15
T. Lectura: 3 min.

Había vuelto a nadar como en los viejos tiempos, al profesor ya lo conocía y siempre me llamó la atención su parte femenina.

Un buen día de viernes era el último turno donde quedamos nosotros solos y la secretaria que cerraba el local, notaba que siempre me miraba el bulto, mis 20 centímetros lo hacían desear, para que tengan una descripción 20 de largo su cabeza no era el problema si no lo ancho de su mitad y afinaba hacia el final.

Esa noche al salir de la pileta vi que observaba como se me notaba el bulto en el bañador.

-¿Te vas a bañar? -Pregunto con una sonrisa pícara.

-Me encantaría hacerlo en tu casa -respondí sin descaro.

-Mi camioneta esta acá a la vuelta si así lo deseas.

No pasaron 15 minutos cuando toco mi puerta con su mochila en la mano, él es de una estatura de 1.85 más bien fornido sin marcar y un culo parado qué me invito a ser descarado.

Llegamos a su casa.

-Ponete cómodo me dio un baño y estoy con vos. Fue la invitación a que minutos más tarde me desvista y valla tras sus pasos a la ducha.

No me sintió hasta que mi verga parada rozo sus nalgas.

-No sabes cual deseoso estaba de que me metieras ese bulto.

-Lo siento tendrás que esperar solo será la cabecita ahora, acomode la punta de mi pija y empuje lo justo para que solo sea penetrado por mi cabeza de la verga.

Al sentirla gimió y me pidió que lo coja fuerte y que se la meta entera.

-No y ya te dije acá solo será la cabecita, lo tome de la cara y lo bese profundamente.

El en cambio busco con su mano tener mi pija y trato de meterla entera, fue entonces que con una nalgada le dije que acá mando yo y vos serás mi perra bien puta.

Saque mi verga de su rico culo, lo cual comprobé minutos después.

-Vete qué quiero bañarme, tal vez más cómodo te la meta entera por perra.

Al salir del baño me dirijo a su habitación y ahí estaba boca abajo sobre su cama con un almohadón debajo de la pelvis levantando bien esas nalgas.

Me dirijo hacia él y con mis manos abro esas nalgas redondas y mi lengua fue a probar esa delicia.

Minutos después devoré ese hoyito delicioso caliente y rico, mientras el gemía y apuñaba las sábanas de su cama en demostración de que estaba recibiendo mucho placer.

Tome sus caderas ayude a levantarse para ponerlo en cuatro patas, el me acerco un aceite de bebe el cual aproveche y lubrique su ojete con un buen chorro y mi verga terminando de poner dura como piedra.

Acerque la cabeza a ese hoyito que se sentía calentito.

-Quiero que me cojas bien duro hijo de puta.

Lo tome de las caderas y de un solo empujón mis casi 20 centímetros se abrieron paso, su cuerpo se arqueo mi brazo izquierdo lo termino de levantar sintiendo su espalda pegado a mi pecho, un gran grito inundó la habitación. Mi mano tomo su cuello y mi otra mano sus tetilla apretando.

-Te gusta putita.

-Me encanta hijo de puta.

Me movió un poco haciendo lugar para que lo poco de mi pija que quedaba se fuera dentro de él.

Cuando el primer dolor pasó comenzó a buscar ritmo en un mete y saca de su culo, su cuerpo temblaba mi verga se hinchaba dentro de su culo y entonces comencé a penetrar ese culo que rebotaba contra mi pelvis.

-Te gusta bebé, decía.

-Rompeme ese orto, haceme tu perra.

Lo cual respondí apretando más y más mis brazos y acelerando mi embestida para su goce, el gemía y yo cada vez más y más caliente penetraba sin parar.

Tomo mi cabeza arqueo más su espalda y me beso un beso pasional al cual respondí metiendo mi lengua y jugando con la suya.

Mi verga comenzó a salirse suavemente por su postura cuando salio el la tomó y apunto en su dilatado culo.

Despacio que quiero sentir cada centímetro penetrarme y así lo hice una y otra vez mientras sus besos sacaban la bestia en mi tome su pelo y acelere el ritmo como un loco unos diez minutos hasta que su cuerpo tembló y mi verga dejo salir el elixir dentro de su apretado culo acompañado de un gran grito de placer de los dos.

Dos, tres y cuatro grandes descargas de semen dentro de ese culo caliente, tomaba aire nuestros cuerpos perdieron fuerza cayendo sobre el sin dejar de penetrarlo con menos fuerza.

Su culo apretaba y soltaba como queriendo sacar cada gota de leche, mientras que yo mordía su nuca y hombros buscando el relajo de mi verga dentro de él.

-Me encantó me dijo aparte de romperme el otro, me trataste como la puta qué soy.

-La noche es larga respondí y aún tengo bastante leche para mi perra.

Loading

DEJA UN COMENTARIO

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí