Cumple de Cele

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T. Lectura: 7 min.

Continúa de nuestras historias anteriores.

Me llamó Esteban para invitarnos al cumpleaños de su pareja, Cele, pidiendo el muy cabrón que me ponga vestido y sin tanga de la noche que me cogió en Brasil. Le respondí melosamente; es un vestido playero, no para una fiesta.

-El cumple va a ser muy sencillo, solo unos cuantos amigos nuestros, con ropa liviana y sencilla, así me vas a tener toda la noche con la verga dura. Jejeje. Me dice. Mientras siguió recordando, nuestro último encuentro en la fiesta swinger y como le gustó dármela por el culo.

Al fin llego el día, nos preparamos para ir a la fiesta, me estaba vistiendo con el vestido que Esteban me había pedido, que es suelto, liviano ideal, para una noche de verano con mucho calor, tal cual pintaba. En tanto le contaba a José que iba sin corpiño y sin tanga, lo que provoco solo al verme que se le pare la verga, para comprobarlo metió su mano por la parte de atrás para sentir mi cola desnuda, por el frente tenía un buen escote que oprimía mis tetas con un elástico con los pezones bien marcados para que sean visibles.

Nos citaron temprano a la fiesta, se supone que vamos a ser pocos invitados por lo que nos comentó Esteban. De regalo le llevamos lencería muy sexy. Entramos a la fiesta, todo muy elegante, sonaba música, en tanto nos ven y se acercan a saludarnos, aprovechando para darme un abrazo y un beso que rozo la comisura de mis labios, y cele lo mismo a José, le dimos su regalo, sentí como sus ojos se clavaban en mis piernas, para detectar si en verdad estaba sin mi tanga, porque mis tetas eran evidentes que no traían satén.

Las copas corrían con todo, yo bailaba con Esteban, hasta que la música nos da un descanso, aprovecho para acercarme a José y le comenté que no pierde oportunidad de echarme piropos, de recordar lo rico que cogimos, agradecer por el vestido que estoy usando, y asegurarse que no traigo nada abajo, rozando su pija dura en mi conchita. Cosa que José ya se había dado cuenta.

También me contó los últimos pecados de Cele, me comentó que ella está cogiendo con su profesor de tenis, que le cuenta todos los detalles y que quiere desquitarse conmigo esta noche… jajaja

Cele es de familia muy adinerada, como ya les conté, por lo que va a un exclusivo club con profesor de tenis. Claro, que el profesor está invitado esta noche por si se lo quieres coger para festeja bien su cumple.

Cele se acerca a nosotros, y me confirma cual era el profe y que se lo estaba comiendo con el permiso de Esteban desde hace unos dos meses. Preguntándome, que me parecía. Jajaja.

-Muy bueno, él sabe, nuestra historia, le respondí.

-Sí, me dijo, no se espantan de nada, aparte tengo muchas ganas de coger con Ustedes y si no se oponen lo puedo invitar, dijo Cele.

Pasó un mozo me dio una copa de champaña y unos deliciosos bocadillos, la música tocaba un lento. Sorpresivamente Cele saca a bailar a José en medio de la pista, lo abraza con fuerza refregando su entrepierna por la pija de él, y su mirada me buscaba con una cara cómplice, ya estaban planeando el final de la noche.

La llamaron para partir la torta, se acercó a mi lado se veía preciosa y radiante, le pregunte; ¿Y… esa carita feliz de que es?…

Me dieron ganas de ir al baño, había una enorme fila en el baño de visitas, entonces recordé el baño que hay en la habitación de ellos, subí las escaleras, cuando salí estaba Esteban esperándome sin decir más me tiro en la cama me subió el vestido y me dio una chupada riquísima luego se abrió el pantalón, me metió una cogida muy caliente y rápida, estaba muy acelerado para llenarme de leche caliente fuera de mi cueva ensuciando un poco mi vestido, nos recompusimos y salimos cada quien por su lado, para disimular con los demás invitados.

En eso dijeron en voz alta que Cele pida tres deseos, José se acerca y me dice: ya me incluyó en uno. Jajaja. En lo que cogías con Esteban, me aseguró que vamos a cerrar la fiesta juntos. Todo mundo abrazaba a la cumpleañera nos formamos en la fila, le deseamos feliz cumpleaños con un fuerte abrazo mientras besamos sus mejillas la hicimos sándwich, y le digo, quiero también al profe, para cerrar la noche.

A Cele se le ensucio el vestido con una copa de vino que un amigo borracho le volcó, se disculpaba con sus amistades diciendo que se iba a cambiar de ropa. Subió a su habitación donde minutos antes estuve con Esteban, mis ojos de fueron con José que subió detrás de ella y lo pude ver cuando cerraba la puerta.

No tardó mucho en salir de la habitación ella, lo suficiente para cambiar el vestido y alguna cosita más. José esperó unos cinco minutos en bajar la escalera, para que no sospechen lo invitados que a esa altura no se daban cuenta de nada, todos estaban muy alegres con la bebida que tomaron.

Muchos de los invitados ya estaban ebrios, una pareja se besaba en la boca con mucha pasión, otra discutía acaloradamente, otros bailaban, para ese momento ya eran como las tres de la mañana.

Los mozos nos servían copas a una velocidad tremenda, tenía uno el vaso a la mitad y ya estaba servida la otra, muchos de los invitados ya se estaban despidiendo. Yo me acerco con mi copa de champaña para hablar con Diego el profe de tenis, que a esa altura era uno de los más recatados. Había un sonido ambiental suave, con música lenta.

Mucha gente se despedía, hasta que quedamos solo nosotros y el profe, Cele, Esteban y José pasaron al living de la casa, que está impresionante con una gran barra con sillones, uno en un rincón en forma de L, dos mesas redondas pequeñas con una decoración muy moderna con una luz tenue con algunos detalles de luz morada de neón, mientras el profe sigue conmigo en el salón en una charla que cada vez se pone más caliente.

Al levantarnos para ir al living con los demás, con mi borrachera y calentura, aprovecho para rozar con mi mano su paquete, él no lo esperaba, tirando todo el contenido de la copa que tenía en la mano. Ahí no tardo nada en reaccionar en acariciar mis nalgas y darse cuenta que no traía nada. Salí caminando lo más sexy que pude, al hacer varios pasos levanté mi vestido para que pudiera ver bien mi cola.

Al llegar al living, veo la tanga y el vestido en el suelo de Cele que estaba con José en la barra, metiéndole manos por todos lados. Hasta que se inclina dejando su culito, para ese momento José ensartarle su verga.

Me siento en uno de los sillones, cruzada de piernas, al tiempo que veo entrar al profe, que posó sus ojos en ver como cogía José a Cele. Para llamar su atención fugazmente descruzó mis piernas para que quede mi conchita húmeda y depilada a su vista. Se acerca a mí, con mis manos desabrocho el pantalón, lo tiro al suelo, al mismo tiempo que se sacaba los zapatos, meto una mano para que aparezca una pija gruesa, no muy larga, arrimándola a mi boca.

Me ayuda a sacar mi vestido, me recuesto, se tira sobre mí, y de inmediato mete su verga en mi concha, sus manos en mis nalgas empujan contra él para hacer una penetración más profunda.

En eso regresa Esteban que había ido al baño, -¡al fin se fueron los borrachos! Dice y pregunta; ¿Cómo está la cumpleañera?… ¡Muy bien he disfrutado mucho de la fiesta! Al tanto que José le sacaba la pija. Ahora nos toca a nosotros divertirnos.

Empinamos las copas, y servimos otras, Esteban se sentó a un lado mío, cuando el profe saca su verga de mi concha. Acto seguido Cele se sube del profe y empieza una cabalgata terrible, dejando su culo a la vista de José que inmediatamente entendió que debía acercarse y colocar su pija en el centro del asterisco, con un duro empujón.

Esteban me toma de la cintura dándome vuelta y dejándome boca abajo, mirando al frente donde podía ver perfectamente como ensartaban a Cele en una doble penetración genial. Esteban está obsesionado con mi culo, si bien ya lo tuvo varias veces, levanto mi cola y con un empellón puso de dura verga dentro de mi cola, sacando un grito, mezcla de dolor y placer.

La cintura de Cele se quebraba entre los dos que la estaban perforando, si bien el profe debajo no se podía mover mucho, tenía una vista privilegiada al ver las dos vergas dentro, y disfrutar con Esteban se movía lentamente, yo sin moverme le dejaba hacer todo el trabajo, solo retrocedía golosa algunas veces, era muy difícil contenerse pues nos estábamos pegando una culiada lenta reprimida pero muy sabrosa y morbosa, viendo el espectáculo que teníamos enfrente.

Esteban de pie empujaba estrujando mis tetas con todo, Cele jadeaba, gemía, gritaba con todo por la experta que es. Exclamando: Gordo, ¡me está culeando muy rico! ¡Aaaah me estoy viniendo! Para explotar en un orgasmo infernal, sin perjuicio, lanzo insultos y alabanzas a las vergas que la estaban perforando y largando semen dentro de ella.

Esteban no sabía qué hacer, si detenerse a ver a su pareja o seguir dándome pro el culo, una vez terminaron ahí inicio un brutal ponga y saque en mi culo, haciendo que mi ano sienta cada empellón para descargar su leche caliente. Me entró mucho morbo cuando sentí la boca Cele rozando mis labios primero y después su lengua en mi concha tomando algún resto de leche que había por ahí.

Caímos rendidos sobre el sillón, José se tragaba los pezones de Cele mientras le estrujaba las nalgas con mucha fuerza.

Esteban que presume de seguro de sí mismo se quedó serio, estaba pasmado, por como quedó Cele, pareció que no daba más, estaba destruida por el alcohol y por la culiada que le habían dado. Yo le amenizaba el momento diciéndole; tu hembra sí que coge riquísimo, a la vez que el profe le abría las nalgas e introducía dedos mostrando la leche que salía dentro de cada orificio.

Al rato Cele vuelve a tomar energías, ellos empiezan a pedirnos que hagamos un juego lésbico para ellos, Diego, el profe se puso de pie con su garrote ya levantado y nos tomó las manos, nos abrazó estrujándonos las nalgas besándonos los tres al mismo tiempo, rápidamente le empezamos a dar una mamada de campeonato. Cele dirigía la verga de la boca de ella a la mía para aprovechar cruzar nuestras lenguas.

Esteban me chupaba los pezones viendo fijamente la verga del profe como se iba de boca a boca, José de inmediato puso a Cele en posición de perrito y lentamente se la empezó a coger, con la verga no tan tiesa, le daba con fuerza unos sonoros chirlos, Diego se sentó y yo sobre la verga de él dándole la espalda, entro toda como cuchillo en mantequilla, en tanto Cele se tira entre mis piernas emprendiendo con su lengua y boca una mamada de concha y pija y huevos que hizo nacer otra vez a la perra que llevo dentro, con mis gritos, gemidos.

Cele saca a José que no lograba ponerla del todo dura y llama a Esteban que, si la tenía firme, rígida otra vez, luego de unos besotes de lengüita que se dieron bien cerca de mi conchita que seguía atravesada por la pija de Diego, lo obliga a seguir lo que ella estaba haciendo, lamer mi concha y la pija de Diego, la verdad me dio mucho morbo, logrando otro rico orgasmo, retorciéndome sobre el profe y apretando con mis dos manos la cabeza de Esteban para que chupe más fuerte.

Estaba rendida, no quería saber más nada. Solo pensaba en dormir, así que me fui a preparar un café para disfrutar del espectáculo que seguramente venía.

Diego le pedía; Cele quiero que te cojamos lo tres. Así vas a tener el mejor cumpleaños de tu vida. De inmediato Esteban se tiró sobre el sillón, ella con la poca fuerza que le quedaba sobre él, José como un imán con su pija penetro con facilidad el culo dilatado de Cele de un golpe, y el profe se pone delante de ella para que empiece a chupársela bien cerca la cara de Esteban. Así ella tenía todos sus orificios ocupados.

Los cuatro estaban como volando con las pocas energías que le quedaban, Diego era el más fresco y estaba feliz como niño con juguete nuevo, hasta que Cele toma la cabeza de Esteban y juntos empiezan una mamada al profe, mezclando sus bocas, lenguas, saliva, -Ufff ¡que rica verga! decía, en tanto movía el culo como baile hawaiano mientras gritaba; ¡que rica están estas vergas!

Los empujones que le metía José servían para que su boca se tragara profundo la verga, mas la presión con la que succionaba se notaba en la cara del profe que estaba cerca de acabar, era un ballet, como se movían los cuatro al compás. A ese ritmo no van a durar mucho.

José resoplaba como ballena y le llena de leche el culo, ya al sacarla enseguida el resto lo desparrama sobre su espalda, casi al mismo tiempo el profe a llenar la boca de leche, seguía mamando con todo, seguía pegada, no le soltaba la verga, con Esteban a pocos centímetros viendo semejante espectáculo.

Cele quedo tirada sobre Esteban, saboreando la leche que aún quedaba en su boca, José desparramaba su leche con su mano en su espalda y cola que aún continuaba abierta. El profe se incorpora, camina hacia mí con su sable ya flácido, pero brilloso de limpio, que seguía tirada en el sillón contiguo, nos acostamos clavando una de sus piernas entre las mías, acariciaba mis tetas, mis pezones, y yo solo rozaba con mis dedos sus huevos. Eran las cinco veinte.

Yo dormí enroscada con el profe, José solo en un sillón y Cele y Esteban juntos en el sillón donde todo ocurrió esa noche.

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2 COMENTARIOS

  1. Sería un placer saber de qué parte de Argentina son, y poder conocernos porqué me vuelven loco sus historias

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