Hola de nuevo, espero que hayan disfrutado mis aventuras anteriores, hoy vengo con una nueva historia en la que les hablaré de Fernando, el hombre que me a gustado desde que lo conocí.
Todo comenzó en un baile de esos de pueblo, en la casa del rancho de mis papás, entonces yo tenía 26 años, vestía una mini falda negra, botas a la rodilla negras y una blusita café que marcaba mi silueta curvy.
Llegamos con mi primo Ricardo a un grupo de chicos y chicas que estaban ya en el lugar, nosotros cómo vivimos en la capital llegamos ya un poco tarde, pero ellos muy atentos nos apartaron un lugar. Nos instalamos y nos comenzó mi primo a presentar a sus amigos que no conocíamos eran muchos pero para mí el más importante que me dejó babeando era Fernando.
Pasaron los minutos y el baile estaba muy bien, todos nos divertíamos y tomábamos cerveza, yo estaba divertida pero atenta a los movimientos de Fernando, descubrí que me veía mucho pero se notaba que era demasiado tímido así que decidí ser la primera en acercarme, lo invité a bailar y con una expresión como de pena acepto, comenzamos a bailar y se dio esta charla:
Fernando: ¿y dime María vienes muy seguido por estos rumbos?
María: la verdad es que solo en fechas como semana santa y navidad.
Fernando: ¿entonces no te veré tan seguido cierto?
María: pues no creo
Fernando me agarro mas fuerte de la cintura y me dijo: a mi me gustaría verte siempre.
Yo emocionada por lo que me decía, pensé en ese momento que yo le había gustado tanto como él a mi le contesté: a mi también me gustaría verte seguido.
Paso la noche bailamos y nos dimos muchos besos, me acompañaba al baño y me acariciaba por encima de la ropa, debo decir que era un poco torpe su manera de hacerlo, pero de verdad me encantaba, cada vez que podíamos desparecer de ahí (que no podía ser mucho tiempo por que en esos lugares todos te conocen y ya me habían visto con él, quise ser discreta en realidad) cada que podíamos desaparecíamos, en una ovación fuimos al estacionamiento y ahí recargada en su coche comenzó a besarme con mucha intensidad, yo estaba completamente mojada, me está excitando mucho y toque su pene por arriba de su pantalón, su tamaño se sentía normal.
Él seguía besando el cuello, tomándome de la cintura y bajando sus manos por mis caderas hasta llegar a mis nalgas, a las que tenía total acceso porque solo traía una tanguita abajo de la falda, me estaba comenzando que meter los dedos, yo estaba respirando, haciendo el menos ruido que pudiera, me tenía ahí dominada, con sus dedos en ambos hoyitos, saqué su pene y comencé a masturbarlo, comenzó a crecer, a hacerse gordo y mas gordo, era una verga deliciosamente gruesa, era como haberme sacado la lotería, nos seguimos masturbando y besando por un momentito mas hasta que me volteó con fuerza, levantó mi falda un poquito, solo se veía la mitad de mis glúteos.
Saco de su billetera un condón y comenzó a penetrarme, yo estaba completamente excitada, no me importaba si alguien me veía, yo solo quería sentirlo mas y mas, era tan grueso su pene que sentía como raspaba alrededor de mi útero, Fernando jadeaba y me decía al oído que estaba muy rica, que le gustaba mi olor y mis besos no dure mucho y termine. Fernando me bajo para terminar en mi boca, fue delicioso, me levanto, paso un pañuelo por mi entrepierna para limpiar los jugos que habían salido de mi, me acomodo la tanga y bajo mi falda, nos dimos otro beso muy caliente y nos despedimos por que el baile ya estaba por terminar, prometimos vernos pronto y cumplimos, nos volvimos a ver, pero les contaré en la siguiente historia.
Muchas gracias por leerme, me encanta que me dejen sus comentarios, no sean tan reservados, cuéntenme si han tenido una experiencia igual o si fantasean con ello. Saludos y hasta el siguiente relato.
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