Busqué cómo mejorar mi estética desde un lado más cuidado, sin hacer grandes cambios y mucho menos muy visibles, busqué hacer más atractivo mi cuerpo, era un hombre relativamente joven, alto y flaco con eso me alcanzaba, pero cuando en el baño turco empezaron a desfilar ante mí hombres sin nada de vello, la idea de depilarme empezó a darme vuelta en la cabeza.
Lo primero que hice fue afeitarme la cola completa y el pubis con espuma y máquina de 3 hojas, me gustaba mucho como quedaba, pero a los 3 o 4 días sufría las consecuencias de la picazón al salir los vellos nuevos. Pero un día descubro una crema para depilarse en una farmacia, con bastante pudor la compré y en cuanto tuve ocasión la usé, quedaba aún mejor que cuando me afeitaba, tardaba más en salir el vello y al hacerlo era más suave, no sufría las consecuencias, fue cuando decidí investigar por la depilación como la hacían las mujeres, con cera, y encontré en el chat alguien que promocionaba la depilación masculina.
Luego de un intercambio de preguntas y respuestas, me citó en una peluquería de mujeres, abajo estaba él con su sala para depilación muy bien puesta; mi intención era depilarme la tira de cola y glúteos ya que mis pelos muy largos y espaciados me generaban molestia higiénica y estética, pero ante el consejo de quien haría el trabajo también agregué la zona púbica; me desnudé por completo, lo que ya me causaba cierta adrenalina sexual y me tiré boca abajo para que inicie su tarea con los glúteos porque era mi primera vez y quería ver como reaccionaba con la cera.
La verdad que me encantaba, hasta sentía cierta excitación, cuando llegó la tira de cola me pidió que me ponga en 4, lo que hice y bromeamos sobre eso, los glúteos se abren naturalmente en esa posición y mis testículos y pene quedaron colgando por lo que casi inicié una erección, si bien me pasaba cera, sentía que acariciaba mis glúteos, cuando terminó me pidió que me diera vuelta y al ponerme boca arriba mi pija se había engrosado y estaba tibia, obviamente por la forma de depilarme me la manoseaba poniéndola para un lado o para el otro para cuando terminó e inició la limpieza yo estaba muy erecto.
Él no la soltaba y empezó a masturbarme, la besaba y me pajeaba hasta que en un momento le avisé que acabaría y se la puso en la boca tragando cada gota.
—No esperaba esto. —Le dije
—Viste, acá es servicio completo, ahora cambiate que ya vengo.
Y salió unos minutos mientras yo me vestía, cuando volvió me entregó la tarjeta con su celular, pagué y me fui atravesando la peluquería de mujeres; esa fue la única vez que hicimos algo, más allá que me depiló por 3 años.
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