Me cogí a mi segunda alumna

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Varias veces nos vimos Mariela y yo en bares y antros, yo era más grande que ella pero eso no impedía el que nos saludáramos. Al pasar el tiempo y platicar en la universidad sobre lugares a visitar me pidió mi número de teléfono, teníamos varios conocidos en común así que pensé que sería uno más de sus amigos.

Un viernes por la tarde me llama y me dice que quiere conocer un nuevo lugar, le gustaría que la acompañara. Por supuesto que accedí, le dije que yo pasaba por ella aprovechando que su departamento estaba muy cerca de mi casa, ella accedió. Cuando llegue por ella me di cuenta del cuerpazo que tenía, ella era chaparrita, pero su cuerpo era tentación para cualquier persona, traía una gabardina larga ya que hacía frío pero abierta y me permitió ver larga forma que tomaba su pantalón de piel pegado al cuerpo y el escote tan lindo que me permitió ver la forma de sus grandes tetas.

Yo sabía que tenía unas nalgas muy ricas, varias veces las vi con pantalones de mezclilla pero cuando se quitó su gabardina para subir al auto ufff, ese pantalón le levantaba el culo y realmente se me paró la verga solo de verla, ella supo perfectamente que la veía con deseo.

Llegamos al lugar, francamente yo pensé que veríamos a sus amigos y mi sorpresa fue que solo éramos ella y yo, nadie más llegaría. Estuvimos platicando y tomando unos tragos, sin darnos cuenta nos dicen que están por cerrar por lo que debemos irnos.

Camino a su departamento me pregunta si tengo algo para tomar en mi casa, claro que si, le respondí. Llegamos y seguimos tomando, esta vez ya nos tomábamos las manos y comenzamos a hablar sobre lo que nos excita en el sexo, ella era realmente caliente, decía que no le importaba si su pareja cogia con más personas, con que a ella se la cogiera como a ninguna ella estaba satisfecha. Pasaron un par de horas y me pidió quedarse ahí por qué se sentía algo ebria. Yo accedí y la invité a mi habitación.

No hubo respiro, apenas llegamos a la habitación y hundidos en un beso comencé a quitarle la ropa, ella se acariciaba la verga y cuando la sacó de mi pantalón dijo que era justo lo que esperaba, yo la tenía durísima, le quité la ropa y mientras acariciaba su panocha le pedí que se pusiera de rodillas y me la mamara, ella accedió. Me la estaba chupando muy rico mientras yo acariciaba sus enormes tetas, la lamia de arriba abajo y con la otra mano me acariciaba suavemente los huevos, se metía la verga en la boca todo lo que podía hasta ahogarse, le encantaba esa sensación. Le pedí hacer un 69 ya que yo también quería probarla.

Se montó sobre mí y comenzamos, tenía su panocha bien depilada, todo me indicaba que eso era lo que ella ya había planeado. Le pasé mi lengua por toda su panocha, le abrí las nalgas y acaricie su ano, le metí un dedo y soltó un gemido de placer con mi verga en su boca. La acosté y mientras la penetraba chupaba sus tetas, no podía dejar pasar esa oportunidad, estaba tan caliente que pude sentir sus jugos. Comencé a ahorcarla poco a poco suficiente para que sintiera placer, pude ver como la estaba excitando cada vez más y mientras más la penetraba más mojada se ponía.

Le pedí ponerse en 4, ansiaba ver ese culo con mi verga dentro. Le abrí las nalgas y se la metí por el culo, ella no se opuso, noté que le encantaba y mientras la penetraba me acerqué para tocar sus tetas que rebotaban delicioso, noté que comenzó a masturbarse mientras yo taladraba su culo y sus gemidos se hicieron más fuertes.

La saqué de su culo y se la metí en la panocha nuevamente, esta vez ella apretaba muy rico mi verga, sentí su orgasmo pero yo aún no lograba el mío, la acosté de cucharita para sentir sus nalgas nuevamente con una mano tocaba su panocha y con la otra sus enormes tetas ella recorría su cuerpo con sus manos señal de que le estaba gustando, pudo venirse otra vez y un par de minutos después yo también me vine adentro de ella. No usamos protección, ella me comentó que se estaba cuidando. Acordamos dormir abrazados, ya que así le gustaba a ella.

Despertamos temprano, me pidió llevarla a su departamento ya que tenía que ir a trabajar, ahí no me justifican las faltas como tú, me dijo. Yo seguía muy caliente y me monté sobre ella, comencé a penetrarla y ella lanzó un gemido, señal que estaba lista para coger nuevamente, entre gemidos me dijo “eres un cabrón, sabes que me encanta la verga y te aprovechas, vente rápido” yo estaba muy caliente y comencé a besar sus tetas mientas la tenía abrazada acariciando sus nalgas, estaba muy excitado y la penetre con rapidez, al cabo de unos minutos terminé nuevamente adentro de ella.

Se levantó al baño para arreglarse y cuando regresa, la veo desnuda, a mi no me vas a dejar caliente, me dijo, ya llamé al trabajo para decir que estoy enferma y que no iré, lo que no saben es que mi enfermedad se llama calentura y quiero que me la quites.

Se acostó en la cama nuevamente yo me levante y le puse la verga en la boca para que me la mamara mientras le acariciaba las tetas, me encantan, le dije, son tuyas y de muchos, me respondió. Esta vez la puse de pie empinada y comenzó a penetrarla con mucha fuerza, ella no se contuvo y comenzó a gemir, sus gemidos se escuchaban por toda la casa, yo estaba muy caliente, estaba feliz de disfrutar de esa puta que era mi alumna, ella se acostó y abrió sus piernas, se comenzó a masturbar y me pidió que la penetrara, así lo hice y un momento después ambos terminamos.

Nos levantamos para comer algo, desnudos por la casa, cuando terminamos de desayunar, camino hacia la habitación muy sexy y me dijo “no me voy a ir de aquí hasta que no me quites lo caliente” yo la seguí, la verdad la verga no se me bajó en ningún momento, ella era un sueño, bella, buenísima y muy puta. Cuando entré, estaba en 4 masturbandose, me gritó que se la metiera y así lo hice, la estaba nalgueando mientras la penetraba, de pronto sentí como acariciaba mis huevos, esa sensación me encanta, se la saqué y la penetré por el culo, volvió a gemir muy fuerte, de pronto me pidió que me viniera adentro de su culo y así lo hice.

Nos quedamos acostados en la cama, besándonos y acariciandonos, y en algunos momentos volvíamos a coger. Repentinamente recibí una llamada, eran unos amigos que había citado y yo perdí la noción del tiempo y eran casi las 7 de la tarde, nos vestimos, la dejé en su departamento y volví para atender mi siguiente compromiso.

Nos vimos el lunes como si nada hubiera pasado en la universidad pero seguimos con nuestros coqueteos y cuando nadie nos veía aprovechaba para acariciar sus nalgas y sus tetas. La sensación de peligro nos gustaba.

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