Llevando a Eva y a su hijo al incesto

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Los que lean mis relatos quizás recuerden que tenía una sumisa llamada Eva, Eva era una mujer de un cierto nivel social y muy beata a la que había logrado emputecer y hacerla mi sumisa, pero no era la única de su familia, a la que había emputecido, lo mismo había hecho con su hijo Román, ninguno de los dos conocía la condición de sumiso del otto, pero en un momento dado decidí que esta situación debía de cambiar y tracé un plan para ello.

Ordené a Eva que el día en que libraba su asistenta, su hijo tampoco estaría en casa, por lo que, al menos eso pensaba ella, estaríamos las dos solas, llegué a su casa a la hora convenida, por una vez procuré ser puntual, cuando llamó al timbre ella me abrió iba cubierta con una bata muy elegante, según le había ordenado. Nada más cerrar la puerta nos besamos apasionadamente y ella me dijo:

-No sabes cómo he estado esperando este momento ama.

La ordené que me llevara hasta la habitación en la que dormía, que no otra cosa, jajaja, con el cornudo aburrido de su marido, y una vez allí la ordené quedarse la bata quedándose completamente desnuda ante mí como le había ordenado, luego le hice tumbarse en la cama, abrirse bien de piernas, en ese momento abrí una bolsa que había llevado y saque de ella un consolador de grandes dimensiones que había comprado en mi viaje camino de su casa. Ella al verlo se asustó, en ese momento le di un bofetón y le dije:

-So puta no te consiento que me cuestiones ni con el pensamiento mis deseos, tu coño de zorra es capaz de tragarse un autobús, si yo se lo ordeno, y lo debes de hacer contenta.

Ella pareció comprender y esbozó una sonrisa, y con las piernas se dispuso a recibir mi regalo, debo de reconocer que sus dudas sobre si su coño iba a aguantar semejante aparato me excitaban, por supuesto que lo iba a hacer, por las buenas o por las malas. Así que cogí el consolador con mi mano y poco a poco lo fui introduciendo dentro de su coño. A medida que le iba entrando ella emitió gemidos de placer mezclados con otros de dolor, pero al final el aparato le entró del todo, en ese momento yo le pregunté:

-¿Te gusta puta?

-Si mi ama respondió ella entre gemidos.

Yo seguí moviendo el aparato dentro de ella, que se puso a gemir de una forma brutal, hasta que me pidió permiso:

-¿Me puedo correr mi ama?

-No te acostumbres zorra, le conteste.

En ese momento miré mi reloj y me di cuenta de que si todo seguía según lo planeado pronto iba a ocurrir algo, así que me puse a masturbarle de una forma muy intensa, sus gemidos se oírian por toda la casa, ese era el plan, y según lo previsto la puerta se abrió a la vez que una voz preguntó:

-¿Mama te pasa algo?

Era el hijo de Eva, al que yo había ordenado volver sobre esa hora, al ver a su madre desnuda y con las piernas abiertas preguntó.

-¿Pero mama, que haces así?

En ese momento yo me acerqué a él, y como había hecho con su madre antes, le abofeteé, después le dije:

-Esa que ves ahí no es tu mama, es una putita, igual que tú no eres su hijo, eres un putito, y los dos me pertenecéis.

Noté en sus caras una expresión de sorpresa. Eso me agradó y a continuación ordené al putito:

-Venga, dejarte de chachará y quítate la ropa, quiero que te quedes solo con el short.

Él ya estaba acostumbrado a obedecer todas mir órdenes, así que superando la vergüenza que daba desnudarse delante de su madre se quito la ropa tay y como yo le había indicado, a continuación, le ordené sentarse en la cama al lado de su madre, cuando lo hizo ordené a esta:

-Mira tu hijo, tiene la polla dura, bajo su short de verte desnuda, tú eres una zorra y vas a tratarle como si él fuera un cliente, comienza por acariciarle la polla por encima de su short.

Sentía que estaba sometiendo su putería y sometimiento a la más dura prueba ver si su condición de puta se imponía a la de madre religiosa delante de su hijo. Ella dudó un instante, pero llevó una de sus manos hasta el bulto de su hijo y se puso a acariciárselo, el chico se quedó sorprendido estaba viendo por primera vez a su madre como una verdadera puta, y a su vez esta le estaba dejando de ver como un niño para verle como un macho al que ver a una mujer desnuda, aunque fuera la zorra de su madre, le ponía la polla dura, pasado un tiempo le ordené a ella:

-Sácasela del short, déjasela libre, y cuando lo hizo añadí, ahora acaríciasela.

Ella ya no dudo, sacó la polla de su hijo del short y se puso a acariciarla, él la tenía bien dura, en ese momento le dije a ella:

-Como puedes ver zorra, no es que sea una maravilla de tamaño, pero algo más que el mariquita de su padre es.

Después me dirigió al chico y le dije:

-La zorra de tu madre te está meneando la polla, tú en compensación deberías hacerle algo a ella.

El chico llevó una de sus manos hasta el coño de su madre y se puso a acariciárselo, ella parecía haber pedido cualquier tipo de vergüenza y se dejaba hacer, los dos comenzaron a gemir, en ese momento supe que los tenía dominados, en ese momento le ordené a ella:

-Ya está bien de jueguecitos, ponte de pie, puta.

Ni que decir tiene que ella obedeció y cuando lo hizo le dije al chico;

-Venga, cualquiera que fuera un poco hombre ante una zorra así le acaricia el trasero.

No dudó en seguir mis indicaciones y puso sus manos sobre el trasero de su madre, le dejé hacerlo un momento, luego dirigiéndome a su madre le ordené:

-Zorra, tienes una polla a la vista, ¿Qué esperas para chuparla?

Definitivamente su condición de puta se había impuesto a cualquier otra, se arrodilló, cogió la polla del chico con una de sus manos y la llevó hasta su boca y se puso a chupársela, a él se le notaba que disfrutaba de la boca de su madre, a la que yo había enseñado a chuparla muy bien. Al rato le dije al hijo:

-Putito, ¿No crees que al alguien que ve un coño como el de tu madre, debe de rendirle homenaje con su boca?

Creo que los dos entendieron mi idea ella se puso tumbada sobre la cama con sus piernas bien abiertas, su hijo se colocó en situación invertida, y les ordené:

-Venga, ¿A que estáis esperando? Quiero ver como os coméis vuestros sexos el uno al otro.

Creo que en realidad los dos estaban esperando mis indicaciones para dar rienda suelta a sus deseos, mientras la madre se metió la polla de su hijo dentro de su boca y comenzó a darle unas mamadas espectaculares, mucho más intensas de lo que le había dado a muchos de los tíos con los que yo la había obligado a follar, por su parte él comenzó a comerse el coño de su madre con verdadera devoción, mucho mayor que cuando yo le obligaba a comerse el mío, o el de la criada.

-Lo único que sentía era el cornudo del padre del chico no estuviera allí viendo el espectáculo.

Al rato pensé en subir la apuesta, le ordené a Eva dejar de chupar la polla de su hijo y a este tumbarse encima de la cama, después les dije:

-Bueno putitos míos, ya es hora de que folleís.

Los dos habían asumido perfectamente que debían de obedecer mis ordenes, no obstante, ella, mostró un pequeño digno de independencia cuando se dirigió al armario en busca de los condones que escondía del cornudo de su marido.

Al darme cuenta la sacudí un tortazo y le dije:

-¿A dónde crees que vas zorra?

Pero ama, intentó protestar ella, aún soy fértil y mi hijo podría dejarme preñada.

Zorra, le respondí, si tu hijo te deja preñada ¿Qué problema hay? Igual se podría parecer a tu marido y llevar sus genes, lo único que cuando tuviera su mayoría de edad follaria con su madre abuela.

Comprendiendo que yo no iba a cambiar de opinión, se dirigió hacia donde estaba su hijo, se sentó encima de él y mirándome me pidió permiso, yo con mi mirada se lo concedí y ella llevando con su mano la polla de su hijo hasta la entrada de su coño, la introdujo en su interior y comenzó a cabalgarle, el chico al sentir el coño de su madre rodeando su polla comenzó a gemir, mientras gritaba:

-Mami esto es delicioso, me gusta mucho.

-¿Cómo mami? Cuando estéis follando, si es que yo os autorizo para hacerlo debes dirigirte a ella como señora puta.

-Si mi ama, dijo el chico dirigiéndose a mí, y dirigiéndose a su madre dijo, señora puta, me gusta mucho esto, aunque sea pecado.

Al escuchar esto yo no pude más que reírme, me encantaba que aún pensando que estaban cometiendo un pecado grave colocaran mis ordenes por encima de cualquier otra cosa. Los dejé disfrutar un rato hasta que les ordené:

-Venga putitos, se os acabó el recreo, vais a demostrarme de lo que sois capaces, zorra, bájate de encima del putito, quiero que le des gusto con tu boca y con tus tetas, ya.

Eva se bajó de encima de su hijo, y se puso nuevamente a chuparle la polla, se lo deje hacer un rato y después le dije que se pusiera a darle gusto con sus tetas, ella sacó la polla del chico de su boca y se la puso entre las tetas, no es que la polla fuera precisamente de un bien tamaño, pero ella l apretujó entre sus dos pechos y comenzó a moverla, el chico volvió a gemir, cuando le noté muy excitado le dije:

-Hoy me pillas muy caritativa, te voy a dejar que te folles a la puta de tu madre, pero como se te ocurra llamarla mama mientras tengas tu pollita dentro de ella, nunca más te dejaré metérsela.

Le ordené a ella que se tumbará sobre la cama con las piernas bien abiertas y le advertí que recibiría un duro castigo si mientras follaban le llamaba hijo, ella obedeció abrió bien sus piernas, y dejó que su hijo se la metiera en su interior, este al sentir el calor del coño de su madre se puo a gemir mientras decía:

-Ayyy mi zorrita me encanta tu coño pecaminoso.

-Mi niño vicioso, me encanta sentir tu polla dentro de mí

Así estuvieron corriendo, hasta que el chico dijo:

-¿Mi ama, siento que me voy a correr Puedo sacar mi polla del coño de esta zorra?

-Ni hablar putito, le contesté, si dejas preñada a esta puta, lo único que debéis de hacer, es hacerle creer al cornudo que él es el padre, que, por otro lado, o dejan de ser sus gemes.

El chico comprendió que debía hacerlo, y de otro lado sentí que con esta orden estaba satisfaciendo sus deseos más ocultos del complejo de Edipo, así que siguió montando a su madre hasta que se corrió.

-Mi amor, no sabes cómo me has puesto el coño de leche, le dijo ella.

-Zorra tiene la polla sucia, ¿No pensaras dejársela así?

Ella entendió mi orden, hizo tumbarse a su hijo sobre la cama, y llevando su lengua hasta la polla de su hijo se puso a tragarse con su lengua todos los restos de semen que se habían quedado pegados a ella, la polla del chico se volvió a poner dura, yo viéndola le ordené:

-Zorra, ¿Cómo es que puedes ver una polla dura y no hacer nada? Venga quiero que le montes ahora mismo.

Como pasaba con su hijo, creo que la madre estaba esperando mis instrucciones, para hacer lo que en realidad le apetecía, así que nada más oírme se puso de rodillas encima de su hijo y metiendo su polla dentro de su coño comenzó a cabalgarle, nuevamente los gemidos de los dos se mezclaron, y nuevamente yo vi en ambos unas ganas de follar que no los había visto otras veces, el chico llevó sus manos a las tetas de su madre y comenzó a acariciárselas, mientras le decía:

-Putita de adoro.

Y yo a ti mi rey respondió ella.

Estuvieron follando hasta que el chico dijo:

-Putita me corro.

-Para eso esta el coño de tu madre, le repliqué.

Los dos comprendieron mi deseo, que la leche del hijo corriera por el coño de su madre, y asó se hizo, daba gusto ver el coño de Eva, y bueno si se embarazaba lo haría de su propio hijo, era algo que tenía su morbo, cuando el chico hubo terminado de eyacular, su madre se bajó de encima de él, en ese momento una idea vino a mi cabeza:

-Putito ponte boca abajo.

El chico obedeció, y al hacerlo su culo quedó ante nuestra vista, en ese momento le dije a su madre:

-Zorra, tu hijo se cree muy macho porque te ha follado y ha echado su asquerosa leche dentro de tu coño, es necesario devolverle a la realidad y que comprenda su condición de sumiso, y tu como madre vas a hacerlo, recuerdas el regalo que tr hice, ce a por él.

Me refería a un consolador de gran tamaño que yo había comprado a mi sumisa, ella pareció dudar, pero se encontró con mi cara y se dio cuenta de que si no lo hacía recibiría un gran castigo, así que resignada fue hacia el armario de su habitación y pude comprobar como entre la ropa escondía mi regalo, lo cogió con su manos, junto con su arnés, y lo trajo hasta la cama, donde su hijo seguí tumbado, le ordené al chico ponerse a cuatro patas, y luego en voz muy baja a su madre ajustarse el aparato como si fuera un tío, ella con mucha vergüenza, pero teniendo claro que debía obedecer se lo ajustó, la hice una señal para que se pusiera de rodillas detrás de su hijo.

Y comprendiendo mis deseos fue acercando el aparato al culo de su hijo y de un golpe se la metió por ese agujero. Él al sentir la polla de su madre penetrándole se puso a gemir, ella se dejó llevar por su instinto, y comenzó a jugar con su polla artificial como si fuera natural, y a moverse con rabia, el chico comenzó a sentir una mezcla de dolor y placer y entre gemidos le dijo a su madre:

-Ay mama, me duele.

-¿Te duele? Le pregunté, si tu quieres le ordenó a esa zorra que dejé de sodomizarte

-No ama, se vio obligado a reconocer, me duele, pero me gusta mucho quero que mi madre me segua sodomizando, aunque sea un pecado muy grande.

Su madre seguía follando su culo con rabia. Nuevas ideas perversas vinieron a mi cabeza, y le dije:

-De acuerdo dejaré que la zorra de tu madre te siga dando por el culo, pero te va a costar caro.

-Lo que sea ama, me respondió.

-Bien dije yo, desde ahora mismo dejaras de llevar short, tu ropa interior será las bragas de tu madre.

Mientras conversábamos, esta seguía follando el culo de su hijo, que gemida de una manera muy intensa hasta que este se corrió, en ese momento le ordené, sin lavarse ponerse las bragas de su madre.

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