Viviendo con mi tío

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T. Lectura: 3 min.

Hola a todos me pueden decir Yun, tengo 20 años, no soy alta (mido apenas 1.50), no tengo grandes pechos o caderas anchas, simplemente soy muy común y esta es mi historia con mi tío y como todo valió.

Todo inicio cuando mi novio me corrió de la casa y no tenía donde quedarme, yo estaba muy deprimida e incluso deje mi trabajo. Regresar con mis padres no era opción y tampoco tenía mucha solvencia económica. Para mi buena suerte alguien me llamo y me dijo que me podía dar asilo sin ningún costo. Era mi tío (hermano de mi padre) y aunque al principio no estaba muy segura de sí debía aceptar su invitación pensé en que no habría problema, él es casado y según muy feliz con su pareja, muy estables y además económicamente muy bien.

Así que termine aceptando sin saber lo que resultaría de esa decisión. Aunque su esposa no estaba muy feliz de esa decisión no peleo y simplemente me veía mal y siempre me vigilaba. La paz era absoluta cuando ella salía de compras o a pagar cuentas y entonces yo podía estar completamente cómoda y sin restricciones.

Me metía a bañar sin cerrar la puerta y también me cambiaba sin preocupaciones, no tenía según yo ningún problema y siempre pensaba que estaba completamente sola. En realidad, no siempre estaba sola, varias veces mi tío llegaba a casa sin hacer ni un ruido y disfrutaba del espectáculo.

Eso en realidad no lo supe desde el principio, lo descubrí después de un tiempo.

Un día que salí de bañarme y solamente traía la toalla puesta y lo encontré sentado en mi cama con mis pantis entre sus manos. En cuanto me vio entrar las guardo en la bolsa de su pantalón y disimulo un poco.

T: Sobrina te estaba esperando.

Y: ¿Podría esperar afuera un momento en lo que me visto?

T: Es que justo es de eso de lo que quería hablar.

Y: ¿No lo entiendo, de que se trata?

T: Bueno sobrina, yo le abrí las puertas de mi casa y se le da comida y todo lo que necesita sin que pongas ni un peso.

Y: Aja, pero fue usted quien me invito a vivir aquí.

T: Nada es gratis en la vida y ya debería saberlo sobrina, no se espante no es algo malo.

Saco de la bolsa del pantalón un fajo de billetes y lo puso en la cama lentamente.

T: Te puedes quedar esto, pero a cambio quiero algo.

Y: Tío yo no…

T: Solamente quiero un par de fotos, pero sin nada de tela, no es necesario nada de contacto físico, simplemente tomo las fotos y me voy.

Vi por un momento la cama y me puse a pensar en cuanto dinero podría ser, me acerqué lentamente y tome los billetes entre mis manos, lo consideré un segundo y guarde los billetes en un cajón para después dejar caer la toalla.

Y: Apúrese y no quiero que las comparta con nadie.

T: Muy bien, pero quiero un par ahí parada y otras en la cama.

Y: Rápido antes que llegue su mujer.

Me tomo unas fotos recargada en la puerta y en la cajonera, después me deje caer en la cama y levanté un poco el trasero, abría un poco las piernas para algunas fotos y en otras me ponía de lado.

Entre tantas fotos y poses me empecé a calentar e instintivamente mi mano busco mis partes y me puse a jugar.

Mis dedos daban vueltas, entraban y salían con mucha energía, ya estaba completamente mojada y caliente.

Cuando giré a ver a mi tío y tenía un evidente bulto en su pantalón, su teléfono seguía fijo en mí y después me enteré que desde que empecé a tocarme me estaba grabando sin perder ni un detalle de mis dedos en mi vagina. El verlo con semejante bulto y tan atraído en mi jugueteo me prendí aún más, me levanté lentamente y me fui acercando a él.

Y: No diga nada y solamente bájese el pantalón.

Le dije mientras bajaba de la cama y me ponía frente a él de rodillas mientras veía directo a la cámara.

Con una sola mano se desabrocho el cinturón y el pantalón dejándolo caer, al ver directamente su verga no pude evitar lanzar un pequeño gemido a pesar de que como mínimo es unos 20 años mayor que yo su amiguito era enorme y aun no estaba despierto del todo.

Lo tomé entre mis manos y empecé a juguetear con él, lo pasaba con ambas manos, lo puse entre mis pechos y lo provocaba con mi lengua lamiendo solamente la punta.

Cuando ya lo vi más firme lo intenté meter en mi boca, pero mi nula experiencia me hacía sentir que me ahogaba, mi tío (que seguía grabando todo) me agarró con su mano libre de la parte de atrás de mi cabeza y siguió empujando para meterme toda su verga hasta mi garganta, yo seguía dando todo de mi mientras mi mano derecha seguía jugando con mis labios, dando vueltas y haciendo que soltara mis “jugos” por todo el piso.

Después de unos 10 o 15 minutos así por fin se vino en mi boca y descargo todo bien profundo, solo sentía como todo eso bajaba por mi garganta.

Y: Nadie puede saber lo que sucedió aquí y menos ver ese video.

T: No te preocupes sobrina no saldrá de aquí.

Mientras el decía eso escuchamos las llaves abrir la puerta de la entrada, rápidamente mi tío se terminó de subir los pantalones y cerrar el cinturón, en cuanto salió cerré mi puerta con llave y me deje caer en la cama, después de recuperar la compostura me vestí y tuve que regresar al baño para enjugar mi cara que estaba con restos de saliva y espermas.

No volví a hablar con él ese día, pero ese fue el inicio del caos. Desde ese día mi tío me veía con más lujuria cuando mi tía se distraía.

Si quieren leer más de lo que sucedió después de esto esperen más partes.

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