Cómo me hice mujer

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T. Lectura: 4 min.

Empezaré este mi primer relato empezaré hablándoles un poco de mi, mi nombre es José, tengo 62 años de edad, mido 165 y me considero un ser humano normal, siempre fui de mente abierta y he tenido dos relaciones heterosexuales largas fruto de las cuales he engendrado un hijo y una hija.

Descubrí tarde en mi vida mis inclinaciones bisexuales, aunque desde siempre desee que alguna de mis dos esposas disfrutará del sexo con otros hombres, lo que me llevo a separarme de mi primera esposa; en mi segunda relación, tuve excito, pues después de varios años de intentarlo logre convencer a mi esposa para que se abriera y disfrutará de su cuerpo y su sexualidad, para satisfacción de ambos, eso será parte de otra serie de relatos ya que este relato se trata de mi y de cuando me entregué a un hombre por primera vez.

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En el chat gay conocí a Alonso un hombre de 53 años, contador de profesión, originario de Cali, pero que vivía al sur de Medellín más exactamente en ditaires un barrio del sector de Itagüí.

Después de chatear por algunas semanas, intercambiar fotos y hablar de fantasías accedí a visitarlo en su apartamento, ya que para nuestra conveniencia vivía solo. El día de nuestra cita, sábado en las horas de la tarde me prepare tomando un buen baño, depilando todas mis partes íntimas, quería sorprenderlo y por esta razón no use ropa interior.

Mientras conducía hacia su apartamento era un manojo de excitación y de nervios, imaginaba todo lo que podría ocurrir, pero mis deseos eran superiores.

Llegué y Alfonso me estaba esperando en la puerta del apartamento, vestía una pijama camisera con botones al frente abrochada de la cintura hacia abajo lo que dejaba expuesto su pecho velludo de una manera sutil, también tenía un poco de barriga cosa que me encantó, era mucho más alto que yo, me hizo señas de que no hablara llevándose el dedo a los labios.

Después de cerrar la puerta me abrazo por la espalda, me volteo y me dio un beso en la boca obligandome a abrir mis labios para jugar con mi lengua, me derreti en sus brazos, me entregué, correspondi a ese beso, se separó de mi y me miró con deseo y morbo, me dijo: “desnúdate y muéstrame que tienes para mí”. Con dedos temblorosos por los nervios y la excitación me saque lenta y sensualmente mi polo, me jalo hacia el, me beso de nuevo, mordió mis tetillas, levanto mis brazos y lamió mis axilas, me soltó y esa mirada de deseo me puso loco, le dí la espalda y libere mi cinturón baje mi jean y cuando vio mis nalgas desnudas me dió un par de nalgadas y me llamo puta.

Cómo pude me saque mis tenis, medias y mi jean y quedé como Dios me trajo al mundo con mi pene medio erecto, mientras Alonso se había desabotonado el albornoz y ahí entre sus piernas estaba el objeto de mi deseo, me atrajo hacia el y me pegó dos cachetadas en mis mejillas, “mama zorra” mientras me empujaba de los hombros forzandome a arrodillarme, viéndola de cerca me pareció divina, no tan grande, 15/16 cm, gruesa, cabeza de hongo y gotas de precom saliendo, tímidamente con la punta de me lengua tome ese líquido sagrado, saladito, me encantó, la tome con ambas manos, la sentí suave y caliente, la contemple y vi como empezaba a crecer.

La bese y Alonso me cogió por los lados de mi cabeza y la fue metiendo en mi boca despacio pero sin detenerse hasta que la sentí en el fondo de mi garganta, me dieron náuseas, respire por mi nariz y mi amante empezó a follarme la boca, yo solo apretaba mis labios para no ir a lastimarlo con mis dientes.

Así estuvo follando y disfrutando de mi boca por 10 o 15 minutos, me la saco, me levanto y me beso, me llevo a su cuarto, me beso me mordió me chupo por todo el cuerpo, luego me puso en cuatro al borde de la cama, me dio varias nalgadas yo tenía mi cabeza enterrada entre las sabanas y mi culo en pompa, me dijo: “ábrete las nalgas”, lo cual hice sin rechistar, me mordió las nalgas y me beso el asterisco el cuál se abría y cerraba como si tuviera vida propia, siguió besándome al introducir su lengua en mi hoyo sentí algo increíble y súper excitante, me mordía, me besaba, metía la lengua, luego un dedo, después dos, yo empujaba hacia atrás tratando de que me entrarán todos, me estaba volviendo loco.

No pude más y le dije: “desvirgame, quiero ser tuyo, por favor metemela, deseo sentirla toda adentro”. Alfonso me escupió el ano, coloco la cabeza se su verga en mi orificio y me dijo: “empuja perra, enculate, cómetela toda”.

Cerré mis ojos, empuñe las sábanas, empuje hacia atrás y sentí cuando el glande cruzó mi esfinter, sentí dolor y ardor pero aguante como un macho, Alonso me empujó de la parte baja de mi espalda y detuvo la penetración por unos segundos, no aguanté más y empuje con todas mis fuerzas hacia atrás y me empale en ese trozo de carne caliente sentí sus testículos tocar mis nalgas y supe que era suyo. Alonso empezó el mete y saca lento a veces y acelerado después, me sentía en el paraíso el dolor ya había pasado, solo sentía un poco de ardor, sentirme poseído de esa forma superaba todas mis expectativas, no quería que eso terminara nunca.

Alonso me la saco y sentí un vacío en mi culito, solo para voltearme boca arriba, subir mis piernas sobre sus hombros y volverme a penetrar de una sola estocada, mirándome con lasciva, apretaba mis tetillas, me besaba mientras me penetraba una y otra vez, “zorra mía, que culo tan apretadito tienes, soy tu macho, eres mi puta”, cosas que me excitaban, mi entrega era total, me sentía tan puta en esos momentos que le dije: “deseo que mi esposa vea lo puta que soy, deseo que se entere que eres mi macho, que mi culo y mi boca te pertenecen”, eso aceleró a Alonso me miró y me dijo: “me voy a venir, ¿dónde quieres mi leche?” Abrí mi boca y saque la lengua, Alonso abandonó mi culo con un plop, se sentó sobre mi pecho y descargo su simiente sobre mis labios y mi boca, saboreé ese líquido espeso y delicioso y supe que mi vida nunca sería igual.

Alonso se acostó a mi lado, nos abrazamos hablamos de diferentes temas mientras nos acariciábamos y no tocabamos por todas partes, rato después su verga empezó a tener vida de nuevo, la abracé con mis labios y empecé a darle una mamada en agradecimiento por haberme quitado la virginidad, por haberme ayudado a sacar la mujer que llevo por dentro, está vez lo hice con paciencia y ternura hasta que terminó en mi garganta lo trague todo no sin antes abrir mi boca y mostrarle a él su semen como prueba de mi total sumisión.

Después de ducharnos y compartir una copa de vino Alonso me preguntó que si lo que había dicho acerca de mi esposa mientras me está dando por el culo era verdad, yo le confesé que si, pero que era una prueba de mi total sumisión a sus deseos, quedamos en que quizá en el futuro podría considerarlo pero la verdad no mostró mucho interés, nos besamos y nos despedimos con la promesa de repetirlo el sábado siguiente, esa promesa se cumplió no solo ese sábado sino todos los sábados durante un año largo.

Alonso viajo a Canadá pero todavía mantenemos el contacto, este relato es un homenaje al hombre que me hizo mujer. Después de mi hombre han venido varios pero son cosas que ire contando si me relato fue de su agrado e interés, saludos desde Cali, Colombia.

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2 COMENTARIOS

  1. Qué excitante tu relato y parece que no es ficción sino que tú viviste esa aventura tan rica.
    Yo, también casado y con 70 de edad, hice ese intento con uno de más o menos 55 hace un año, lo visité en su apartamento, pero fracasamos en la metida.
    Me quedé con ganas de volver a intentarlo y me gustaría hacerlo contigo.

  2. La primera vez es inolvidable. Me encantó tu relato.!!
    Debuté como mujer a los 18. El dichoso momento de sentir dolor físico y a la vez el placer
    de ser desvirgado, es para no olvidar. Besos Berta

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