El siguiente día por la mañana tocaba cubrir una yegua en celo por un semental, mientras están en celo es el momento para ello, si quería aumentar la yeguada. La yegua se coloca entre unos palos para que se mueva lo menos posible, estando en celo se va a mostrar receptiva y no se moverá. El semental al verla y olerla se excita y saca su manguera, porque más parece una manguera que otra cosa, monta sobre ella y se aparean. Así se lo enseñamos a nuestra invitada, que contempló la escena boquiabierta.
Por la tarde hicimos una ruta a caballo, Tara dijo que sólo hacía una ruta corta y pensé que Nore se quedaría con ella, yo iba a dar un paseo más largo y de paso ver si el vallado no tenía más desperfectos. Mi sorpresa fue que Nore quiso acompañarme.
Ella no montaba normalmente, pero sé que le gusta dar alguna galopada de vez en cuando, así que iniciamos la marcha, primero tranquilamente y en una zona despejada, nos miramos y picamos espuelas a nuestros equinos, el galope te saca la adrenalina, es otro tipo de excitación.
Seguimos a una paso más pausado y nos adentramos en una zona de monte, paramos para descansar de la cabalgadura, íbamos andando explicándole el proceso de apareamiento y la necesidad que la yegua esté en celo, porque de lo contrario no permitiría que el semental la monte, lo rehuiría, por muy buena planta y elegancia que mostrara.
Nos sentamos a la orilla del camino, una zona de sombra que corría el aire, seguimos con el tema y lo trasladamos a los humanos, donde los signos externos importan, ya no tanto que la mujer esté en los días fértiles, si no que se dé un ambiente propicio, por ejemplo con sol que calienta el cuerpo, con poca ropa, donde lo que se ve agrada a la vista, Nore seguidamente dijo:
–Cuerpos atractivos en un jacuzzi por ejemplo.
Al oírlo me hizo ponerme de pie.
No podía preguntar directamente, pero sí sonsacar sin destapar lo que no sea. Le pregunto si le gusta nuestras instalaciones acuáticas, a lo que respondió afirmativamente de forma insinuante, desabrochándose la blusa y soltando su sujetador expresando que le estaba molestando, para cabalgar sobre el caballo está muy bien que sujete los pechos, pero incómodo para otras cabalgaduras.
No sabía lo que quería decir, mi interés estaba en saber si fue ella la que me pajeó el día anterior o no. De pie contemplaba el amplio escote de Nore, ha dejado al descubierto la mayor parte de sus pechos, mi entrepierna lo había captado a través de mis ojos. Mi bulto se tenía que notar, así que me volví a sentar en el promontorio de la cuneta.
Siguiendo con los espacios acuáticos de mi casa, le digo que normalmente los disfrutamos como Adán y Eva antes de pecar, si taparnos, como disfrutasteis hace dos días. Sin darme cuenta, en vez de descubrirla a ella, me descubrí yo. Ella preguntó si las había visto tumbadas al sol, asentí sin pararme a pensar que podría haber dicho que me lo contó Tara, le dije que estaban despampanantes, que no me pude contener. En ese momento se acercó a mí, aproximó su mano a mi paquete y Nore lanzó la pregunta de la que ya sabía la respuesta:
–¿Como ayer en el jacuzzi?
Quedamos los dos al descubierto y me quedé como una estatua mientras ella desabrochaba mi bragueta, no me esperaba ni sus respuestas ni sus acciones, sólo miraba aquellos grandes senos que se mostraban ante mi mientras Nore se había apropiado de mi polla que ya estaba dura y disponible, se la metió en la boca mientras yo abarcaba con una mano lo que podía de una de sus tetas, metiéndome en su blusa para seguidamente dejarla totalmente al descubierto, con un gran pezón de lo más apetecible.
Mientras me daba una buena mamada se desabrochó el pantalón y se lo fue bajando a la vez que sus bragas de encaje. Entonces se incorporó, se dio la vuelta y se sentó sobre mí, encajando mi polla dentro de ella. Por mi parte seguía siendo espectador, de la mamada primero y la follada después. Contemplaba como ella subía y bajaba su culo y se tragaba o sacaba mi polla de su coño, con un chapoteo que era lo único que se escuchaba en mitad del campo, de vez en cuando ella soltaba un gemido.
Sus movimientos hicieron que mi polla acabara llenando su coño de mi leche, me vino sin querer, la visión de aquella hembra y todas sus maniobras me llevaron al orgasmo, mientras me deshacía de gusto le agarré por las caderas para que no siguiera moviéndose, creo que eso le excitó más y le vino su orgasmo porque sentada encima de mí, seguía removiéndose despacio, con mi polla dentro con gemidos placenteros acompasados con sus contoneos de cadera.
Nos quedamos un ratito quietos, en silencio, se escuchaban los pájaros solamente, mi polla estaba mermando y Nore se incorporó a cámara lenta, se subió las bragas y el pantalón, se colocó el sujetador y abrochó la blusa, por mi parte cerré la bragueta y la verdad, no sabía que decir.
Aunque estaba claro, le pregunté:
–¿Ayer fuiste tú la me hiciste una paja en el jacuzzi ?
Asintió y dijo:
–Vi Guille que estabas que reventabas el bañador y no pude por menos que liberarte de tanta presión. Corría el riesgo que tu mujer también quisiera meterte mano y coincidir debajo del agua, pero me arriesgué. Sabía que tú te dejarías hacer. ¿Te gustó?
Se sonreía. Nore me llama Guille, traducido mi nombre al español. Le respondí:
–Claro que me gustó y me quedó intrigado, a la vez que no podía descubrirlo, aunque no era mi mayor creencia que hubieras sido tú.
–Fue divertido y excitante, en mi cuarto me masturbé recordando tu duro falo.
–Esto no podemos decir que no ha ocurrido, Nore y encima no hemos tomado precauciones.
–En eso no te preocupes, yo estoy limpia y sé, Guille, que eres un “sacarino” de los que endulzan y no engordan, me lo ha dicho tu mujer.
–¿Qué más cosas te ha contado Tara?
–Llevamos años contándonos Tara y yo nuestras penas y nuestras glorias. Sé que eres bastante bueno en la cama. La verdad es que me ha sabido muy rico.
–Gracias por lo que me toca. Tú también estás muy muy bien. Pero no puede volver a pasar. Ayer no sabía quien me estabas pajeando y no quería que nadie se sintiera violento y hoy me he visto sorprendido. Es verdad que eres muy deseable, tienes una delantera de escándalo. El primer día me masturbé viéndoos a las dos tomando el sol desnudas, pero quiero a Tara y esto no debemos repetirlo, por mucho que yo lo desee y lo puedas desear tú.
–Hoy nos hemos desfogado, no volverá a pasar por mi parte, si eres capaz de aguantarlo. También te digo, Guille, que si no aguantas, yo no diré que no.
No dejaba de sonreír y por mi parte me ponía serio, pero me acaba saliendo una sonrisa de haberme gustado el polvo que habíamos echado, creo que ha sido ella la que me ha follado a mí, la que ha cabalgado a galope tendido sobre mi polla en mitad del campo.
Volvimos a montar en los caballos y regresamos a casa tranquilamente mientras me contaba algunas de las cosas que habían hablado entre ellas todos estos años. Ya sabía yo que se conocieron después de leer Tara una de sus novelas eróticas, hace años que se aficionó a ellas gratamente. Tara empezó a leer este género escrito por mujeres, además de gustarle, noté cierto aumentó de nuestra actividad sexual y podría decir que también de su maestría en el sexo. Para disfrute de los dos.
Nore es escritora y seguro que lo de ayer y lo de hoy saldrá en alguno de sus libros, quizás ya ha escrito algo similar. En ellos pone su correo electrónico para recabar opiniones de quien lee sus libros y Tara le había escrito, iniciando así una amistad que, a pesar de la distancia, perdura en el tiempo. Pasamos unos días en España hace un par de años, con ella y su pareja, ahora separados, habíamos quedado en devolver la visita viniendo a nuestra casa.
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