¡Hola!
Para el final con Manuel, cuya estadía se prolongó más que la noche en sí, incité a mi suegro, de ahí lo de clasificar el relato como Amor Filial.
Sobre las 5 am me desperté y vi que Manuel dormía profundamente. Me levanté, rápida ducha caliente.
Decidida a que me enculara, froté todo mi cuerpo desde la cintura hasta los pies, con aceite de bebé, y llevé la botella conmigo.
Al llegar a la cama y ver que ya Manuel había despertado, encendí la luz, puse el dinero a full, y vi que mis piernas, entrepierna y culo brillaban aceitados.
Me miró y dijo:
–Buen día, se me ocurren muchas cosas al verte brillar así.
Le sonreí, lo besé, y me acosté a su lado. Comencé a frotar su verga con aceite de bebé, y vi que respondería. Le di la botella y le ofrecí mi culo.
Un masaje a mi trasero vendría bien dije, y se lo ofrecí en cuatro. Me masajeaba todo el culo, de a ratos me aceitaba el orificio y jugaba con uno de sus dedos. Me chupaba la concha, que yo había dejado sin aceitar.
Hasta que me acosté, recogí mis piernas y le dije que se pusiera frente a mí. Que se pusiera con las piernas estiradas por fuera de mi cuerpo.
Le ofrecí mis pies… y captó la idea. Los cubrió de aceite y me los masajeó un poco, luego me ofreció la verga casi dura.
Puse mis pies rodeando su verga, el arco de los mismos formaba un agujero ideal (¿será el famoso cuarto agujero?) y comencé a masturbarlo con los pies.
No es lo más cómodo, ¡pero como excita! Además yo me masturbaba o acariciaba mis tetas.
Cuando la verga estuvo totalmente dura, lo liberé y volvió a aceitarme el esfínter, meterme dedos, y yo no aguantaba más.
–Quiero que me metas la cabezona imploré.
–¿No quieres llamar a tu marido?
–¡Quiero tu verga en el culo! Atiné a decirle.
Nos pusimos en cuatro, abrí un poco las piernas y él se puso semi parado, flexionando las rodillas. Me encanta cuando me cogen así.
Apoyó su miembro en el orificio y comenzó a empujar jugando, sin forzar. Poco a poco se abrió. Un nuevo chorro de aceite cayó justo a mi culo. Posicionó su verga y empujó de una vez, mientras me distraía con una sonora palmada en el culo.
Un relámpago de dolor me hizo gritar y clavar las uñas de mis manos en la sábana. Pero al instante, metida ya la cabeza, todo fue placer, el tronco es de grosor normal.
Me dio algunos bombazos y con cuidado pasamos a posición normal en cuatro. Y en ese momento, pude dar rienda suelta a mi deseo de moverme yo, de cogerlo digamos.
Me movía de adelante a atrás, con él quieto, de modo que me entraba y salía tanto como yo quería, hasta que en un momento se salió, me empujó y me hizo quedar tendida en la cama, abrió mis nalgas y me ma metió nuevamente, ¡que placer! En esa posición el control era suyo, el aceite de bebé hacia su trabajo y la verga entraba y salía casi sin fricción, incluso cuando la sacó y me la metió de nuevo.
No pude detener una idea que pasó como relámpago por mi cabeza, “que manera de gozar, ¡y cobro por esto!
Me la sacó, se acostó boca arriba y me dijo: “montame”… con gusto lo hice, casi que saltando sobre él me puse en vaquerita inversa y él apuntó la pija en mi culo, casi que me senté sobre él, segura de tenerla toda adentro.
Comencé a subir y bajar tan rápidamente como pude, ayudada por sus manos que apoyaba en mis nalgas. Sentía como aquella cabeza estiraba mi interior, hasta que rápidamente no pudo aguantar más y soltó su esperma en mí. Ni me acordaba ni me importaba que en realidad no me gusta que me acaben dentro en anal. Pero esta vez gocé lo que otras veces apenas tolero o pido que me acaben afuera.
Nuevamente nos besamos y nos acariciamos, no nos cansábamos de hacerlo. Me acariciaba las nalgas brillosas de baby oil, me besó la espalda de arriba a abajo. Me chupó un rato las tetas y nos fuimos a la ducha.
Un agua bien caliente, y jabonarnos mutuamente dos veces, fueron suficientes para hacer desaparecer todo rastro de baby oil.
Nos secamos ya eran las 7 y 30 de la mañana, estaba amanecido y Manu comentó:
–Bueno… es de día, hemos pasado la noche, tendría que irme (en un tono de voz más triste que alegre).
–¡No sin desayunar! Me visto y preparo nuestro desayuno.
–¿Harás eso? Eres un amor. Y se acercó a besarme.
Tomé su cara entre mis manos y lo besé de una manera que definiría como tiernamente, dulcemente, pero al mismo tiempo con pasión.
Fue al dormitorio a vestirse. Yo me vestí en el vestidor con solamente te sandalias y un lindo vestido suelto veraniego
El vestido, hecho por mi modista de siempre, con la cual no tengo secretos; es mini a medio muslo y tiene un escote en V muy pronunciado, genial para lucir tetas. Pero además debajo de las axilas tiene una abertura amplia, proyectada hacia adelante, que si giro o me muevo también descubre buena parte de mis senos.
Y gran parte de la espalda es de tiritas horizontales que se van acortando al ser más bajas hasta que las últimas dejan ver al menos unos 5 centímetros de la famosa raya.
Al pasar del vestidor al dormitorio, aproveché para cambiar las sábanas untadas de aceite de bebé y colocar otras nuevas
–Cama lista, alguien la disfrutará murmuró Manuel.
Yo alcancé a oírlo pero ya estaba bajando hacia el área de kitchinette de la planta baja. Separada obviamente del área de recepción y oficina, está completamente equipada, y en uno de sus lados tiene una barra para desayunos o comidas sencillas, con bancos altos estilo bar.
En cinco minutos tenía preparados dos riquísimos cafés con leche y tostadas con manteca y mermelada de naranja (mis favoritas). Pero mientras tanto, había pensado como fidelizar a Manuel, no quería que se fuera triste.
Bajó Manu, y comenzamos a desayunar. Me agradeció el tratamiento y lo que había disfrutado y le respondí (y es cierto) que también yo había disfrutado muchísimo. Disfrutábamos el desayuno, y dijo:
–¿Sabes? Volveré a la brevedad, hablaré con la madre naturaleza para que las noches sean más largas… y quizás invitemos a Tommy, anoche me di cuenta que en realidad también, además de todo lo que hicimos me hubiera gustado verte cogiendo, como en la reunión de la subasta.
–Pero, entonces ¿me estás diciendo que quedaste con ganas? ¿Serías capaz de hacerlo de nuevo?
–Promesas son promesas, y lo hablado y convenido fue por la noche… ¡y ya es de día!
–Manuel, te veo irte de alguna manera triste, no por lo hecho, sino por lo no hecho. Y bien sabes, te lo hemos dicho, que los encuentros duran hasta que el visitante esté satisfecho.
–Sí, pero con seguridad tienes tus compromisos y yo lo entiendo, era lo pactado.
–Manuel… ¿tienes un poco de tiempo? Quiero contarte algo.
–Tengo todo el tiempo, en mi oficina (ya me había contado en la cama que tiene estudio de negocios rurales) saben que puedo llegar a cualquier hora.
Entonces te haré una propuesta, pero antes debes saber algo. Quizás, casi seguramente, pueda satisfacer tus deseos de verme con alguien, y si tú puedes y quieres, pues me posees nuevamente. Pero debes oír y aceptar algo muy especial.
–¿Harías eso por mí? No debe haber nadie como tú. Claro que acepto, y quiero oír lo que tengas que decirme.
–Pues óyeme, no juzgues hasta el final, y en ese momento me dirás si quieres quedarte, estoy libre en realidad hasta las 12 y 30 al mediodía.
–Escúchame bien. Luego de que probé con Ricardo que fue mi primer hombre aparte de Tommy, mi amigo, novio y esposo desde siempre, con seis años de casados, también sabes que comencé a tener amigos rentados.
Pero algo se gestó en mi mente, y comencé a desear al padre de Tommy.
–¿Lo dices en serio?
–No me juzgues. Lo hablamos seriamente con Tommy, varias veces. Y su respuesta fue que si lo deseaba realmente, lo intentara. Me llevó tiempo seducirlo. Primero insinuarme durante un crucero familiar, luego en la piscina de la casa de los padres de Tommy en Punta del Este, y luego en Montevideo.
Y finalmente lo comenzamos a hacer. Y hoy, lo gozamos plenamente, muchas veces con la participación de Tommy, feliz de ver feliz a su padre, que con la menopausia de la esposa, casi no tenía sexo. Y hasta me ha traído clientes.
Él es la persona a la que puedo llamar si tú lo apruebas. Y si te disgusta, pues lo dejamos aquí y no hablamos más del tema.
–¿Me dices que quizás venga y te pueda ver coger con él?
–Exactamente, es mi propuesta, pero también si te animas puedes participar. Aunque es más difícil participar que observar. Ya me viste en acción, pero participar además de ver implica que los besaré a ambos, se las chuparé a ambos y quizás me penetren los dos.
La gran pregunta es ¿Lo contacto? ¿Te atreves?
Me besó, ¿como no querer estar más tiempo contigo? Me has interpretado completamente, ¡y debo agradecerte esto de no poner límites!
Tomé el teléfono y escribí un mensaje en clave pre convenido:
“Buen ¿día suegro, como han pasado? Días sin saber de ustedes”. Eso ya sabemos entre nosotros que quiere decir “tiempo libre y ganas de coger, llámame”, por supuesto sin despertar sospechas con la llamada.
Al momento me estaba llamando. Estaba fuera de su casa y tenía tiempo.
Le expliqué la situación sin mayores detalles y dije que lo esperábamos.
Su respuesta fue que llegaba en media hora. “Entre con su llave” le dije.
Manuel hizo un par de breves llamadas a gente de su oficina y en minutos estaba libre.
Le adelanté algo que lo dejó intrigado:
–Les voy a hacer algo que vimos con mi Tommy en un video de una actriz porno canadiense que nos encanta.
–Contame que es.
–¡Sorpresa! Será sorpresa.
Pero querido, creo que has hecho mucho esfuerzo anoche, ¡tres veces lo hicimos! ¿Que tal si subimos al dormitorio y vamos entrando en calor?
Asintió pero cuando me puse de pie, me tomó de una mano y me hizo girar.
Me miraba y admiraba, ja ja. Comentó mi vestido, tan demostrativo. Le encantó como muestra todo sin mostrar nada (tampoco le queda nada que no haya visto ja ja). Por supuesto le agradecí los cumplidos, besándolo. Nos dirigimos a la escalera y al subir delante de él, comencé a bambolear mis caderas, mientras lentamente iba levantando el vestido, hasta llegar al fin de la escalera luciendo totalmente el culo y la falta de cualquier tipo de lencería.
–Como me calienta ese culo…
–¿Y mis tetas no? Dije mientras me giraba y una de ellas casi escapa por el costado del vestido.
–Fue solamente una expresión al verte en la escalera, bien sabes que me gustas todas, de la cabeza a los pies… jamás olvidaré ese trabajo que me hiciste con los pies.
–Me gustó hacerlo, dije mientras él desde atrás me metía ambas manos por el costado del vestido, para amasarme las tetas mientras me restregaba el bulto por el culo y yo giré mi cabeza y nos besamos.
–Mmm la siento bastante dura, te la voy a chupar para que cuando llega Tomás, ya la tengas lista. Y diciendo eso, lo desvestí y con él tirado en la cama me arrodillé en la alfombra y comencé a chupársela. No fue casualidad que mi culo, aunque tapado por el vestido, apuntará hacia la puerta de la suite.
Me entretuve chupando sus huevos, luego pasé a la hermosa cabeza, a la cual dediqué mis mejores esfuerzos y toda mi habilidad. Pequeños golpes con la punta de la lengua, chupada a fondo, lamerla circulando alrededor, un poco de lar el tronco, y a la cabeza de vuelta.
Oímos entrar a mi suegro, subió al dormitorio y me tomé un momento para decir: “hola suegro, le presento a Manuel”, mientras con una mano me levantaba el vestido y le mostraba, abriendo bien mis piernas, todo el culo y la concha.
Ni respondió, se desvistió en un momento y comenzó a lamer todo mi trasero, iba del ano a la concha y volvía, babeándome, acariciaba mis glúteos y los masajeaba con saliva. Me quedé en esa posición mientras Manu se desnudó.
Me paré los atraje a mí, quedando entre ellos. Manuel dedicado a acariciarme las tetas y la concha; mi suegro me pasaba la verga entre las nalgas y me besaba la nuca (eso me encanta).
Comencé a besarlos alternadamente, giraba mi cuello y besaba a Tomás, volvía mi cara al frente y hacía esgrima de lenguas con Manuel. Ninguno rechazaba mis besos. En otro gesto que sabe que me encanta, más bien me calienta mucho, Tomás se escupió una mano y se humedeció la verga.
Escupió la mano, no solamente la ensalivó, repitió el gesto y mientras tanto yo había separado las piernas y Manuel lamía mi concha, encantado.
–¿Qué querés hacer Sofi?
–Mmm no sé… ¿Tal vez cogerlos?, respondí pícara.
Los empujé a la cama, los hice acostar boca arriba uno al lado del otro, en paralelo.
Les comencé a chupar las vergas alternadamente, preparando el terreno para copiar lo que había visto hacer a la actriz canadiense: Cogérmelos saltando de uno a otro, alternadamente, instantáneamente. Ella lo hizo pasando de uno a otro sólo una vez, cuando acababan, pero yo quería hacerlo más, si resistían sin acabar.
No dije nada, pero me monté a Manuel mientras miraba fijamente a mi suegro, mordiéndome el labio inferior. Me incliné hacia adelante apoyando mis tetas sobre el pecho de Manuel, y comencé a mover mi pelvis suavemente, con toda su pija adentro, mientras Tomas se escupía la mano y se masturbaba.
Manu aprovechaba para acariciarme las nalgas y chuparme las tetas, y yo disfrutaba sentir como la cabezota de su verga iba y venía a mi ritmo, como puliendo las paredes de mi vagina. Pero no quise que acabara aún, y después de unos dos o tres minutos le dije: “Ahora podrás mirar”.
Me salí de él e instantáneamente me subí a mi suegrito, que estaba pegado a nuestros cuerpos, metiéndome yo misma su miembro.
Repetí la posición que había tenido con Manuel, mientras éste se situaba detrás de nosotros para ver cómo me entraba y salía la picha de Tomás. Entusiasmado, Manu me sobaba las nalgas y me pasaba saliva en el esfínter.
Sabía que mi suegro llevaba varios días sin cogerme, y estaba muy excitado, no iba a demorar mucho.
Entonces le dije a Manu que volviera a acostarse, y lo hizo. Yo aceleré mis movimientos, encantada de repetir lo del video de la canadiense, y logré que mi suegro se viniera ya en esa primera penetración, abundante como era de prever, y con la pija bien adentro para no dar tiempo a que se me escurriera. Mientras, lo besé; y casi que salté para subirme a Manuel.
Imagínense, un placer sentir como su miembro entraba en mí, casi que navegando en la leche que dejara adentro mi suegro.
La sensación era diferente, la abundancia de semen tibio hacía que su privilegiado glande se deslizara dentro de mí de acuerdo a mis impulsos, sin fricción alguna.
Era previsible, me acabé gozosamente, con unos temblores que casi llevan a que se saliera mi fuente de placer, pero no, se mantuvo adentro de mí.
Y aunque cansada y un poco débil logré llevarlo al final, un final de poco semen de su parte, por haber acabado tres veces en la noche.
Caí hacia el costado libre de la cama, entre aplausos. Mas que satisfecha de haber probado ese cambio instantáneo de machos, y ellos contentos de haberme tenido así.
Pero no podía dejarlos, me puse a limpiarles las vergas, como corresponde y ellos me agradecieron lamiendo y chupando todo mi cuerpo de punta a punta.
–Gracias, gracias gracias, dijo Manuel besándome de lengua sin importarle que segundos antes hubiera estado chupándolos a ellos.
–¿Te gustó mi sorpresa? Me encantó pasar así de uno a otro, y me sacaste un hermoso orgasmo.
–Eres una diosa, me encantó ese juego, me encantó cuando me montaste con el líquido de Tomás adentro, y me encantó verte de al lado cogiendo y chupando pija. Y susurrándome al oído dijo: “Te voy a llenar de leche siempre”.
Ahora sí, Manuel decidió partir. Mientras se duchaba nuevamente, ja ja, Tomás y yo aprovechamos el tiempo para un rapidito en misionero, que culminó cuando se la chupé y me acabó en la boca. Créanme, ¡no desperdicié nada de nada!
Con Manu ya listo, se saludaron con Tomás y yo acompañé, desnuda, a Manuel hasta la puerta.
Casi llegando me preguntó:
–Decime la verdad Sofi, ¿él es uno de los que te van a inseminar?
–Bueno, sí, él es uno.
–O sea ya sé de Tommy, Tomás y el francés… ¿Quién es el otro? ¿Un tío tuyo? ¿O un primo?
–No, nada de eso… y le hice un guiño… Prueba de adivinar… piensa mal y acertarás…
–Entonces… ¿Es lo que pienso?
–Quizás…
Y lo besé a modo de despedida.
Hasta aquí amigos lo que sucedió en mi primer reunión con Manuel.
Les aviso, nos tomaremos con mi Tommy unas hermosas vacaciones en mayo. Si es posible antes de mayo les relataré lo que ocurra con la visita de nuestros amigos de Francia, que llegan el martes, y en Buenos Aires, a donde me han invitado a una recepción.
Y si no me da el tiempo (imaginen, tengo mucha gente que atender) nos encontraremos a fin de mayo.
Un beso grande.
Sofía.
Hola Miguel! Por el momento, no está en planes hacer transmisiones públicas en vivo. Solamente hacemos circuito cerrado para los,participantes en subasta, o para ciertas personas muy especiales cuando estoy teniendo sexo con un familiar.
Pero no me abandones! Sígueme aquí al menos!
Besos.
Sofía.
Hola Sofi, excelente relato, tanto así que puse mi imaginación a trabajar porque nada más bello que ver un culo y la concha brillar, no sé si te incomode con mi pregunta pero no has pensado en subir videos?
Saludos.
Hola Miguel! Ninguna pregunta me incomoda, y si alguna no puedo o no quiero responderla, pues no la respondo pero no me ofende.
Te diré que ni siquiera sabía si aquí se pueden subir videos…o te refieres a tener un lugar en redes de pago?
Con lo que me gusta ser observada, sería interesante mostrar videos.
Recuerda, siempre puedes preguntar lo que sea.
Un beso grande.
Sofi.
Hola Sofi, si te gusta ser observada sería bueno que lo transmitas en vivo para que realmente sientas la sensación que te estén observando, ya lo demás es tu decisión.
Besos.
Hola Wisin! Sí, claro que seguiré publicando, y más aún si me llegan lindos comentarios como los tuyos. Aunque ya lo dije en éste relato, en mayo habrá un intermedio, pues tomaremos unas vacaciones importantes junto a Tommy.
Un beso grande.
Sofi.
Hola , cómo siempre digo, el mejor relato real de todo el sitio. Que bueno tenerte por acá con tus exuberantes relatos de amor y pasión desenfrenada. Saludos para ti y Tommy, espero más de tus historias de amor y placer.