Economista y prosti: Visita del francés y doble vaginal (2 – fin)

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T. Lectura: 11 min.

Sobre las 8 de la mañana, extrañados de que no hubiera actividad, aparecieron papá y Tommy y nos despertaron. Nos duchamos Paul y yo. Y nos fuimos a desayunar todos juntos.

Conversamos en nuestro lenguaje múltiple, nos reímos, y nos asombramos de que aún teníamos buena parte del sábado y todo el domingo por delante.

Me había vestido como para no pasar desapercibida, pero tampoco andaba desnuda.

Al menos en la mañana no planeaba salir ni al jardín, simplemente descansar, hacer mi célebre ensalada de papas huevos y pepinillos agridulces para acompañar el inevitable asado y poca cosa más.

Un vestido largo hasta el tobillo pero strapless, de voile azul Francia en honor al invitado y zapatos de tacón medio, para comodidad.

Por supuesto, el voile tiene opacidad muy limitada, y ya de por sí dejaba apreciar mi total carencia de lencería. Y cuando pasaba frente a algún rayo de luz que entraba por una ventana, o cerca de una lámpara encendida, ¡zás! transparencia total. Por supuesto, al ser la que más domino el francés, era la referente de Paul, quien estuvo buena parte del tiempo conmigo. Conversamos mucho y nos reímos mucho también. Directamente me preguntó si podríamos volver a tener sexo, dado que él había venido “a verme con papá”. Y que no necesariamente había contratado sexo.

Por supuesto le expliqué mi sistema de atención, sin límite hasta que él invitado lo diga. Nunca se había cruzado con ninguna chica que aplicara ese criterio, que lo dejó maravillado. Le dije también que en algún momento volvería a coger con mi padre y que Tommy no podía seguir al margen, todo lo cual le pareció muy justo. Ni que decirlo. En el correr de la mañana, aparte de preparar la ensalada y conversar, me tocó toda, me manoseaba y levantaba el vestido, a veces me bajaba el escote para manosearme las tetas, a lo cual no me negaba en absoluto. Mis tetas son una de mis partes más amadas, además de que yo misma las admiro en forma merecida, son muy sensibles y amo cuando las tratan como se merecen.

Almorzamos, tomamos café, y ya anochecía en Francia, y llegó una llamada de Jeanne. Está vez era ella quien transmitía y era una impresionante imagen del chofer Charles penetrándola en cuatro. La verga no entraba más allá de la mitad, nos entretuvimos viéndolos, hasta que él sacó aquel trozo de ébano de la concha de Jeanne y descargó su eyaculación en la espalda de ella. Fin de la transmisión.

Divertidos, comenzaron a tocarme y a jugar conmigo, caricias por aquí y por allá, besos que van y vienen. Tocaron a la puerta, y yo, imaginando que sería Roque fui a atender, con las tetas al aire (no era la primera vez). Preguntó si necesitábamos algo y se marchó.

A Paul le encantó saber que dábamos acceso a mi cuerpo a nuestro empleado, al igual que ellos con Charles.

Hablamos luego largo y tendido del tema de mi futura preñez, de mi inseminación, de cuantos serían. De Manuel, anotado como suplente por si alguien no podía (“yo podré como sea”, dijo Paul). Yo aventuré un pensamiento de que quizás si hubiera tres o cuatro interesados, podría considerar un tercer día de fecundación, reservando al grupo principal el día 1 y 2 de fertilidad.

Poco a poco se avanzó en el tema fantasías cumplidas y a cumplir. Mencioné dos que me están dando vueltas en la cabeza, que solamente te Tommy conocía y aprueba, a él también le dan vuelta la cabeza.

Hablamos de que a veces nos gustan cosas mal vistas socialmente, y conté como muy por encima Manuel me mencionó algo que yo rechacé, pero que es una de las fantasías de Mary. Intrigado, Paul preguntó que era, y cuando se lo dije, dijo que “se siente muy agradable, es una sensación muy linda”. Y el propio Paul aventuró que quizás en otra visita conozca a Mary “si a ustedes no les molesta”.

Ya casi era de noche, mi vestido dejaba ver zonas de mi cuerpo por varios lados.

Picamos algunas cosas remanentes del mediodía y me fui, con la expectativa de todos de que “vuelvas aún más bella”.

Puse lo mejor de mí. O mejor dicho, eché mano de bella lencería. Bata blanca transparente sobre tanga hilo y soutien marco (el que no tiene copa) negros, y ahora sí con tacos bien altos. Ya que tenía un voyeur como invitado, quise sacar a relucir mi lado exhibicionista. Ni que decir, las tetas se mecían al compás de mi andar, ya que solo su contorno estaba enmarcado por la armazón del soutien. Los pezones parecían querer perforar la bata.

Pasé frente a ellos hice caer la bata, y me lucí en tanga y sostén. Me alabaron toda, especialmente el culo, que llegaron a acariciar y también las tetas, obvio.

Me retiré, me tomé más tiempo del necesario para cambiarme con el fin de aumentar la expectativa, y reaparecí con conchero negro y babydoll blanco, cortísimo, “a medio culo” como siempre digo.

De nuevo pasé frente a ellos, me senté sobre las piernas de Tommy a besarlo. Enlazando nuestras lenguas, me sacó el babydoll que solamente se sujetaba por un lazo al frente.

Papá se acercó a acariciarme el culo y Paul se acercó por el otro lado a acariciarme y chuparme las tetas.

Les di unos minutos de diversión y excitación y nuevamente desaparecí. ¡Ya era noche y quería aprovecharla!

Mi siguiente outfit fue… ¡Nada! Salvo mi querida boa blanca de plumas. Una prenda que resultó muy del gusto de Paul. Solamente colgaba hacia atrás y adelante, pasando sobre uno de los hombros, por detrás caía simplemente y la sujetaba entre las nalgas, por delante, con un brazo la guiaba a taparme la concha. Completé con medias negras, de puño elástico. Me paseaba frente a ellos y dije:

–Mis amores, ¿que desean que hagamos esta noche?

–Lo que ya sabes, ¡con todos nosotros! Dijo Tommy.

–De acuerdo dijeron papá y Paul.

–Quisiera un favor, dijo Paul. Quisiera pedirles ser el último y pasar el resto de la noche con Sofía, pero en condiciones especiales.

–Desde ya que sí, aventuró Tommy, pero ¿cuáles son esas condiciones?

–Poder hacer una especie de ensayo del ritual de fecundación, pido ser el último, y que esta noche estemos solos Sofía y yo, como estaremos al fecundarla, siento que anoche no hice lo suficiente, solamente lo hicimos una vez.

–Me parece bien, dijo Tommy, has venido desde lejos, y tu generosidad con Sofía ha sido impactante. ¡Haremos un ensayo general!

–Ya sabes cariño, dije yo a Paul… mi finalidad es satisfacerte, y lo haremos así como deseas. Tus deseos son como órdenes, más cuando no sé si nos volveremos a ver antes de fecundarme.

–Si ustedes lo permiten, claro que volveremos a vernos, no me molesta invitarlos a Francia o venir yo mismo o con Jeannette si es posible.

–¡Eres muy bueno!

Y entonces procedí a dejar a un lado la boa de plumas, desnuda los atraje a mí, me besé con todos y pregunté a Tommy y papá quien sería el primero.

–Yo primero, dijo mi marido, pues el día de fecundarte también seré el primero. Y por supuesto Paul puede mirar y tú papá también.

Nos fuimos al dormitorio, Tommy abrazándome y Paul y papá con copas de coñac en sus manos.

Se instalaron y yo, de rodillas, comencé con una linda chupada de miembro a Tom, ya desnudo. Los voyeurs del caso se quedaron en bóxers, con toda confianza.

Largo rato de rodillas chupándole la verga, mientras él me acariciaba el cabello y con sus manos acompañaba el movimiento yo de mi cabeza.

Luego, la inevitable devolución de favores, chupándome la concha y finalmente, la que dijo a todos que sería su posición de inseminarme, en cuatro y bien metida a fondo. Aún tuvo tiempo de chuparme las tetas.

Me puse en cuatro y me la metió como siempre, de una, conoce mis gustos. Me acariciaba el esfínter y me metía un dedo bien ensalivado.

Yo gozaba mucho su característica de que las bolas le cuelgan aún excitado (a muchos hombres se les contrae el escroto y no les cuelgan) y entonces en el vaivén, siento el golpeteo de las bolas en mi cuerpo.

Cuando iba a acabar, lógicamente la metió bien a fondo, buenos chorros lácteos. Y me la dejó adentro un minuto o dos sin moverse, (“para que los espermatozoides se orienten”) dijo, ja ja.

Se salió de mí y yo me tiré acostada, con las rodillas levantadas, en la posición recomendada a las que buscan embarazo.

Limpio un poco su verga en mis medias, que por supuesto no me había quitado, y tampoco los stilettos. Y me la dio a chupar para terminar de limpiársela. En mi concha ya empezaba a rezumar leche, pese a lo profundo de su acabada.

Miré a papá y le dije, mimosa, papá, es tu turno… ¿me ducho?

–Nooo Sofía, te quiero así mismo, cuando termines con Tommy. Pasamos con Tom a la poción frente a frente que ya les he relatado. Besos, caricias, y al oído le dije: “Gracias por comprenderme amor” y respondió “yo sabía que podías se la mejor y más cara de las putitas de Uruguay, pero que te regalen lo que te regaló Paul, eso no lo pensaba”.

Me había asegurado que mi posición fuera de espaldas a los mirones, para que pudieran disfrutar de la vista integral de mi culo, de economista casada y prostituta de lujo, y al mismo tiempo, de hija amante de su padre.

Tommy se levantó , se fue a higienizar y volvió en bóxer. Yo, desnuda y reclinada en la cama, un poco como la estatua de Paulina Bonaparte, sabía que mis tetas lucían hermosas y también mi culo, obviamente toda desnuda y sin cubrirme con la sábana.

Me quité, de manera sexy o al menos eso creo, los stilettos y las medias manchadas del semen de Tommy.

Y papá se quitó su bóxer y como siempre de verga enhiesta se acercó a mí.

Parado, acercó su verga a mi boca, yo seguía en la posición de la estatua que les nombré. Se la pude chupar perfectamente, mientras le acariciaba los huevos y él me acariciaba el rostro y las tetas, repitiendo “Sofía, Sofia, qué divino que seas tan puta y pueda cogerte”.

Me senté en la cama para chupársela un poco más, luego me paré de frente a él y dirigí su verga a mi entrepierna para que me la metiera. Entro fácilmente, y luego de algunos vaivenes (tomé nota de que me encantó), la sacó, brillante de semen de Tommy y me empujó a la cama.

Sé que me ama, hasta donde nuestro amor es posible, al caer a la cama, lo atraje a mí, a besarnos y a frotar nuestros vientres, y a disfrutar con mis tetas de sus pellizcos y caricias.

Nos pasábamos saliva el uno al otro, nos mordisqueábamos los labios, hasta que me pidió que me pusiera al borde de la cama, con las piernas de modo que mis rodillas fueron hasta casi los hombros, y las sujeté con mis manos, aprovechando para además abrir las piernas.

Él se paró al lado de la cama, lamió mi concha varias veces, que estaba un poco abierta, y me metió la pija, mirándome directo a los ojos.

Quizás no me crean, pero esa mirada, directa y fuerte, me transmitió todo, lujuria, deseo incestuoso, amor, cariño paternal… y creo que hasta el deseo genuino de ser él quien me embarace llegado el momento.

La posición es ideal, poco faltó para que me entraran hasta los huevos. Desesperado, bufando y sin dejar de mirarme a los ojos, comenzó su vaivén, mezcló un par de mete saca y siguió incansable. Su descarga de la noche anterior hizo que durara más tiempo sin acabar.

Paul y Tommy miraban a menos de un metro, asombrados de nuestra pasión.

No pude evitarlo, gritaba en forma intermitente, y temblaba.

Y siguió hasta acabarme bien a fondo, yo gemía, él emitía gruñidos y siguió con el vaivén hasta que se le ablandó y se salió. Desesperada por más contacto, bajé mis piernas apoyando los pies en la cama, abrí aún más las piernas y mi concha quedó evidentemente ofrecida para lamer.

Me besó la concha, brillante de leche, aunque casi toda estaba adentro. Se recostó sobre mi cuerpo a decirme cosas hermosas, yo no paraba de acariciarlo.

Estuvimos así, amándonos sin penetración, hasta que él se levantó y yo miré a Paul para guiñarle un ojo, y le dije: ¿vienes?

Rápidamente te se quitó el bóxer. Se acostó en la cama junto a mí y me chupaba las tetas.

Tommy y papá se fueron, cumpliendo lo prometido, pero en unos instantes volvió Tommy y dejó sobre una silla mi vestido de novia.

El mensaje era obvio, para que lo mancháramos con semen de Paul, para ir guardando las manchas de los que van a preñarme. Se retiró Tommy dejando ahora la puerta cerrada. Estábamos a solas con Paul por segunda noche consecutiva.

Evidentemente, actuar como voyeur lo excita mucho, tenía su pija bien parda, dura, lo comprobé al acariciársela. Y me dediqué a chupársela, con excursiones de mi lengua a sus huevos y al año, lo cual obviamente te le encanta.

No paraba de decirme cuán agradecido está de que podrá inseminarme cuando llegue el momento, y también por el ensayo de esa noche.

Me puso de espaldas en la cama y comenzó a refregar su pija sobre mis labios conchiles, abriéndolos de a poco, comenzaba frotando la cabeza cerca de mi estrecho asterisco, y terminaba frotando el capuchón del clítoris.

“Yo te voy a embarazar en cucharita” dijo, quiero ser diferente.

Me acomodé de costado, pasé mi pierna libre sobre las suyas, con lo que abrí bien mi concha. Aprovechando que su verga es relativamente te larga, me la metió a fondo, lo sentí muy agradable. Mientras me daba bomba, me acariciaba las tetas o el clítoris, otras veces me tomaba de la mano entrecruzando los dedos. Hasta que se puso rígido y comenzó a entregarme su elixir de macho.

Me encantó y quedamos así un rato, con la verga adentro. Recordé tener el domingo por delante aún y me dije que al día siguiente me haría hacer una doble en la concha con papá y Paul, segura de sorprenderlo con eso.

Continuamos con nuestros diálogos del frente a frente, volvió a prometerme hacer que me cojan en el Bois de Boulogne, y “venderme” a algún amigo de París, o a alguna trophy wife bisex de su entorno.

Jugó con mis tetas y mis nalgas, me acarició y lamió la espalda, el tiempo pasaba y comenzó a endurecerse su verga nuevamente. Me levanté, traje baby oil y comencé a frotar el frente de su cuerpo, verga incluida, cada vez más dura a raíz de untarlo con aceite, casi una masturbación.

Le entregué el aceite para que me untara él a mí. Sé y ya he probado, que es hermoso frotarse así con los cuerpos aceitados.

Me untó las tetas, y con las tetas brillantes tomó una foto que envió a su mujer. Me subí a él y comencé a restregar mi cuerpo sobre el suyo. Lo disfrutaba, su expresión de cara y sus besos lo demostraban.

De a poco mi concha se fue posicionando de manera de poder recibir su verga, sentí la cabeza entre los labios y me moví más, lubricada por el polvo anterior, y el aceite que nos frotamos, sentí la verga deslizarse dentro de mi como si siempre hubiera estado en mis entrañas.

El resto lo saben, un lindo vaivén sobre el, a veces resbalándome sobre su cuerpo ja ja, efecto de los cuerpos aceitados. Hasta que me acabó en medio de gemidos míos y palabras amorosas de él.

Cuando me levanté saliéndose su verga de mi cuerpo, caminé dos pasos, tomé mi vestido de novia que había traído Tommy, y le limpié la verga.

–Ahora eres parte de mi vida, estás formalmente autorizado a fecundarme.

–¡Que hermoso gesto tan simbólico! Eres única, mereces todo lo que te doy.

–Y créeme, yo disfruto todo lo que recibo, lo que sea… semen, besos, regalos o amistad y cariño…

–¡Seguirás recibiendo todo, al menos de mi parte!

Fuimos directo a la ducha a quitarnos el aceite, y ya limpios, volvimos a la cama, a jugar como adolescentes que descubren sus cuerpos, nos chupamos todo, desde los pies a los labios ( todos los labios ja ja).

Y nos dormimos, obvio.

Llegado el domingo, deberíamos dispersarnos, sobre la tarde, papá volvía a su casa, y nosotros, con Paul invitado a nuestra casa en Montevideo, también retornábamos para estar más cerca del aeropuerto el lunes de mañana, y también asegurarnos que Tommy saliera descansado hacia su trabajo.

Pero tenía ganas de algo, quería que Paul disfrutara, segura de que lo disfrutaría, una doble vaginal. No dudaba que no le importaría sentirse en contacto con otro pene.

No volveré a relatarles la rutina de desayuno, esta vez caminamos hasta el río, almuerzo, y a la hora del café, nuevamente la putita, o sea yo, apareció en ropita provocativa.

Babydoll blanco transparente, totalmente abierto atrás en forma de V invertida, con vértice de la V en mi nuca, único punto de sujeción del babydoll.

Y una preciosa tanga, cuando la ví me encantó, negra, pequeña pero nada especial por delante, lo hermoso estaba detrás. Al emerger de entre las nalgas se abre también en V, hacia la espalda, y en esa V, para ajustarla, un hilo que va de lado a lado en zigzag, por ojales en cada rama de la V.

Tacos altos negros, y amplia sonrisa. Me les mostré desfilando, y aclaró que Tommy y papá ya sabían de mis ganas de hacer doble vaginal, se los dije en la mañana.

Me senté entre ellos, sorbí mi café, con dificultados por las manos que no dejaban en paz mis tetas.

Alguien desató el babydoll en la parte trasera de mi cuello, y ellos se fueron desnudando.

A medida que se desnudaban, los iba masturbando poniendo sus miembros entre mis tetas. En poco rato estaban full erectos.

Me tiraron culo para arriba en el sofá, y fueron desatando y aflojando el cordón que sostenía la tanga.

En minutos ya estábamos los tres totalmente te desnudos, y nos chupábamos todo, ellos a mí y yo a ellos.

Mi concha y mis tetas estaban chorreando baba, y sus pijas disfrutaron de mis habilidades con la lengua.

No lo voy a negar, dedos de más de uno entraron en mi pequeño esfínter. Previa escupida para ensalivarlo. Papá comenzó a escupirse la mano y pasársela por la pija, seña evidente de ganas de ponérmela.

–Paul, dije, tengo muchas ganas de algo y quiero que colabores…

–¡Lo que sea!

–Ya verás, no te extrañes con lo que pase, le dije, mientras lo hacía ponerse sentado al borde del sofá.

Sus piernas tocaban el piso e hice que pusiera su torso hacia atrás y reposara su cabeza en el respaldo.

Me subí a él tipo vaquera inversa, y me fui metiendo su linda poronga hasta el fondo, estuve como cinco minutos subiendo y bajando para acercarlo al orgasmo (dificultoso pues venía casi agotado), hasta que incliné mi torso hacia atrás y quedó totalmente expuesta mi concha con su verga adentro.

Tommy se untó un poco de gel de base acuosa y apoyó su verga en la entrada de mi concha, presionando por encima la pija de Paul.

Un poco de fuerza empujando y logró meterla me decía luego mi papá que parecía estar mi argolla a punto de reventar. Pero yo quería eso, lo estaba gozando. Me sentí puta por mi cliente Paul y al mismo hotwife por mi marido Tommy, los dos dentro de mí.

Paul intentaba moverse, pero era casi imposible, todo el vaivén era de Tom, que mientras me cogía al mismo tiempo rozaba el miembro de Paul.

Lentamente se fue dilatando un poquito más mi concha, más cómoda mi goce ya era inmenso, y en eso, llegó la acabada de Tommy en mi concha y sobre la verga de Paul. Grité, no sé qué dije, pero sé que grité.

En segundos, Tommy se salió, pero como lo habíamos convenido, se posicionó mi papá.

Me la metió mucho más fácilmente, pues todo, vagina y pija de Paul, estaba lubricado por el esperma de mi esposo.

Buscamos movernos un poquito y Paul pudo moverse un poco dentro de mí. Papá iba y venía casi que cómodamente, Tommy se acercó a chuparme las tetas y a besarme de lengua. ¡Me sentía en las nubes!

Papá acabó y logró algo así como resistir uno o dos minutos yendo y viniendo en mí.

Cuando él se salió, yo me salí de Paul y lo monté de frente en vaquerita, subiendo y bajando tan rápido como pude, para que acabara a gusto. Al mismo tiempo gozaba dándole mis tetas a chupar, y sentí que papá y Tommy se alternaban en ponerme un dedo en mi culo totalmente te expuesto.

Paul acabó, me salí de él y solamente pude recostarme en el piso sobre algo de ropa caída, exhausta pero feliz, híper feliz chorreaba leche de mi concha y mis tetas estaban bañadas en saliva.

Y mi adorado marido, no dudó… colocó su cabeza entre mis piernas y procedió a darme una hermosa chupada de concha, que a veces interrumpía para besarme y volver a bajar a mi entrepierna.

Con una ducha que fui tomando con cada uno de ellos. Terminamos el domingo y volvimos a Montevideo.

Pasé la noche en mi lecho matrimonial, besada, acariciada y jugando, con Paul y Tommy, desnudos, con besos y caricias pero sin penetración.

Desayunamos, Tommy se despidió y se fue a su trabajo y yo llevé a Paul al aeropuerto para su vuelo de regreso a Paris vía Madrid.

En toda la noche y esa mañana, hicimos planes, nos conocimos mejor, Paul hizo ciertos pedidos, y me hizo sentir, a mí, la economista y prosti, que para él los regalos no tienen límite.

Nos vamos de vacaciones (random, iremos improvisando) y algo de trabajo en Buenos Aires, un desfile privado en Puerto Madero a pedido de Tiburón Blanco.

¡Nos reencontramos en junio!

Besos a todos.

Sofía.

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14 COMENTARIOS

  1. Hola sofia ya ansio saber mas de ti y de tus aventuras y fantasias realizas y espero ser parte de una
    Saludos y un gran beso hermosa dama

    • Hola Antonio! Después de mis vacaciones, que no fueron totalmente vacaciones, ya les estoy escribiendo nuevamente de mis encuentros. Sobre el lunes próximo espero publicar. Es que al regresar de vacaciones, me esperaba mucho trabajo.
      Un beso para ti Antonio.
      Sofía.

      • Gracias ese beso me sale a gloria y ya ansio leer tus relatos y espero verte pronto aqui en tu casa de playa del carmen besos igual hermosa

    • Hola Miguel! Ya estoy de vuelta de las vacaciones y con mucho trabajo, pero también escribiendo un par de cosas ocurridas justamente en vacaciones.
      Un beso.
      Sofía.

  2. Hola Sofia
    Como siempre un relato fantástico 👏
    Creo que se me va a hacer muyyyy largo el mes de Junio, mientras te deseo que lo aproveches a tope 😘
    Besos donde más te provoque 😉

    • Hola Laurro…todo mayo de vacaciones hasta principios de junio. Eso sí, mucho para contarles cuando vuelva!!! Gracias por tus halagos.
      Besos
      Sofía.

  3. Hola Wisin! Gracias por tu comentario, muy amable como siempre.
    Sin dudas seguirán teniendo mis relatos siempre que los hechoslo justifiquen, porque no quiero cansarlos ni repetirme.
    Pero por ahora, tendrán un mes de descanso, pues tomaremos con Tommy unas vacaciones de cambio de ritmo, parte en Uruguay y parte fuera de aquí.
    Igual, no vamos cerrados a que pueda surgir algo nuevo.

    Nos comunicamos mañana o a partir de 8 de junio.
    Un beso grande, y…quién sabe…
    Sofía.

  4. Muy buen relato como siempre, que bueno que puedes disfrutar de tu doble penetración vaginal, es lindo ver eso y sentirlo, esperaré más de tus relatos con amplios deseos de seguir leyendo tus relatos de sexo amor y placer, saluditos .

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