En la bodega del trabajo

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Una tarde me tocó trabajar hasta tarde, y coincidió con que estaba rolando en ese mismo turno una compañera con la que había tenido una onda.

Le mandé mensaje para decirle que la estaría esperando en el almacén pequeño que había en la oficina.

Ella tenía novio, o amante, o alguna movida, pero le gustaba eso de andar fajándose conmigo.

Llegó al almacén, cerró la puerta y se fijó que nadie la hubiera visto. De todas maneras no había mucha gente ya en ese momento.

Llevaba unos jeans ajustados y cuando entró llegó dándome besos y agarrándome el fierro. Ya sabíamos que sería un fajecito nada más.

Comenzamos con tallones por encima de la ropa, y se bajó a darme unas ricas mamadas. Ella era buena para eso, cada que me la chupaba me pedía terminara en su boca pero esta ocasión se me antojó más…

Me apresuré a bajarle los jeans y mientras yo estaba sentado, se me montó dándome la espalda. Estaba tan apretadita, que sentía delicioso cómo sus paredes me recibían mojaditas y calientes. Se movía muy rico y comenzó a darme unos ricos sentones. Esta morra si que sabía cómo coger rico.

Terminé dentro de ella, tras lo cual se puso de rodillas de frente a mi y me terminó de sacar todo…

Ambos nos acomodamos de nuevo y nos devolvimos al trabajo.

Más tarde me contó que seguía escurriendo y que su tanga había quedado súper empapada de mis chamacos.

Esta fue la única vez que la penetré en el almacén, en otras ocasiones solo fueron sexo oral hasta que se pasaba mis chamacos…

¿A ustedes les ha pasado que tienen ondas en el trabajo?

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