Iniciando a nuestros hijos mellizos (22)

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T. Lectura: 12 min.

Después de salir expulsados de la tienda de adultos y la sala de Glory Hole, afuera en el centro comercial, mientras esperábamos a las mujeres.

“Necesito de tu ayuda Juan, quiero procesarlo, sé que mi hija está decidida a entrar en este ambiente, solo que hoy se superó todo lo que esperaba, no quiero que esto sea un trauma para ella o mi esposa. ¿Cuento contigo?” le pregunte.

“Claro que sí ¿Qué piensas en general después de haberlo visto y vivido?”

“No lo sé” respondí honestamente.

“Solo debes dejar que su deseo siga su rumbo y apoyar a tu princesa, ya es mayor de edad, ella toma sus decisiones.”

Vi acercarse a las tres mujeres, se veían normales como 3 amigas que estaban de compras en un centro comercial, dos mujeres maduras hermosas acompañadas de una mujer joven con ropa juvenil y ajustada. La cara de mi hija aún tenía un toque de rubor.

“Sandy, en nuestro ambiente, tenemos cantidad de frases y códigos uno de ellos es que lo que sucede en nuestras reuniones se queda en las reuniones, quizá lo habrás escuchado como “lo que pasa en las Vegas se queda en las Vegas. Tu papa y yo pensamos que es buena idea que pasemos unos minutos a nuestra casa a platicar. ¿Qué te parece la idea?

Myriam me busco con la mirada.

“No se preocupen, lo que sucedió lo hice consciente y llevada por mis propios instintos, ustedes saben que estoy decidida y quiero experimentar mas. Y con respecto a tu invitación Juan, si papa y mama están de acuerdo acepto”

“Me parece buena idea. ¿Qué opinas amor?” le pregunte a mi esposa.

“No lo sé… quizá Sandy necesite tiempo y su espacio para pensar”

“No mami, estoy perfectamente, vamos a casa de Juan y Martha.

Nos separamos de nuestros amigos y nos dirigimos a nuestro auto, caminamos en silencio por los pasillos de mall, Myriam y Sandy iban abrazadas, mi esposa le acariciaba el cabello o los brazos mientras mi hija posaba la cabeza en su hombro. Llegamos al auto, la tensión era palpable, parecíamos unos desconocidos. Sandy no podía apartar la vista de mis ojos en el espejo retrovisor, su sonrisa nerviosa y la leve humillación en su semblante se veía reflejada con la luz tenue del coche, buscaba nuevamente mi aprobación a pesar de confesar que estaba decidida. Le envié un guiño y una sonrisa, nuestro código familiar para indicar que “todo estaba bien”

“¿Te puedo preguntar algo papa?” Sandy rompió el silencio.

“Si claro, lo que gustes”

“¿Tu cómo te sientes?”

“No lo sé, mi amor” le respondí, “Aun estoy en shock, no puedo creer lo que hicimos, no te preocupes todos participamos.” Le dije con una sonrisa.

“¿No te gustó, lo desapruebas? Porque realmente a mí me pareció lo contrario” Preguntó mi esposa, como siempre llevándome contra las cuerdas.

“No dije eso” trate de aclararlo, “Estoy orgulloso de que Sandy se atreva a experimentar, solo que no me imagine que iba a suceder, se salieron las cosas de control.”

“¿Apoyas su decisión de que siga explorando?”

“Por supuesto que la apoyo, ella es mayor de edad” respondí con la garganta seca por el nerviosismo.

Las luces de la calle se reflejaban en el parabrisas mis pensamientos no tenían forma, las imágenes de lo sucedido llegaban difusas. El viaje en silencio era un espejo de lo que sucedía en mi mente, imágenes aleatorias sin orden de mi hija dando placer a desconocidos se repetían una y otra vez. Ella me miraba a menudo por el espejo retrovisor, sus hermosos ojos grandes color canela me taladraban.

“Sandy” comencé a hablar, “Necesitamos hablar acerca de lo que pasó.” Ella se tensó en su asiento.

“Sí” dijo suavemente.

Finalmente llegamos a casa de nuestros amigos. Al llegar a la tranquila y acogedora residencia de Juan y Martha, la tensión se disipó ligeramente. El interior del hogar era en realidad nuestro cuartel general de orgias y encuentros: suave iluminación, muebles elegantes y un ambiente cargado de sensualidad. Nos invitaron a pasar a la sala, que se encontraba en la penumbra, Martha se apresuró a encender velas aromáticas que iluminaron la estancia con una luz tenue. El olor a incienso y aromas exóticos llenaba el aire.

Nuestros anfitriones se sentaron en un sofá suave, y mi esposa y yo tomamos asiento en sendos sillones frente a la chimenea. Sandy, a mi espalda, curioseaba la casa, era la primera vez que venía y comentaba sobre algunos cuadros, se acercó a la ventana a ver el jardín, Juan y yo por instinto la observamos, su culo respingado, la falda corta y sus hermosas piernas eran demasiado para ignorar.

Juan como buen anfitrión nos ofreció algo de tomar y Martha acerco algunas viandas, ninguno había cenado y devoramos los quesos, el jamón serrano y algunas frituras. Sandy se sentó en un sillón individual cruzando sus piernas con despreocupación.

Por casi media hora hablamos de todo y generalidades, evitando tocar el tema, el ambiente se tornó relajado y natural.

“¿Como te llevas con tu hermano mellizo Sandy?

“Como solemos ser los hermanos Martha, imagina nacimos juntos, somos muy unidos y peleamos en ocasiones, últimamente somos más amigos que hermanos” Contesto mi princesa

“Si, igual nos pasó con nuestros hijos, se llevan entre ellos 3 años, Mario siempre fue posesivo y algo egoísta y Lily sobre protectora con su hermano, hoy en día ya tienen su vida, están casados nos hicieron abuelos, ignoro si tus papas te han contado algo de ellos” Continuo Martha.

“Si, me han contado de sus hijos, espero algún día conocerlos” Lo dijo mirándome con una sonrisa pícara.

Mi corazón se detuvo ya que no solo sabia de sus hijos sino de lo que ya habíamos hecho con ellos. Juan y Martha aun ignoraban que le habíamos confesado nuestros encuentros.

“Juan, prefiero un whisky en vez de la cerveza, por favor” Con pánico trate de cambiar la plática y Juan aprovecho para tocar el tema que nos llevó a su casa.

“Claro que sí amigo, te lo sugerí, necesitamos tomar algo más fuerte” Me sirvió mi copa y se sentó junto a su esposa.

“Bueno chicos, antes que se haga más tarde que les parece si inicio ya que soy el mayor y estoy seguro que junto con mi esposa los más legendarios en el ambiente de nuestro entorno de amigos. Primero, quiero que te sientas en confianza Sandy, cualquier pregunta que tengas sobre nosotros, nuestro estilo de vida, o cualquier duda, jamás dudes en consultárnoslo. Entiendo que tus padres han sido abiertos contigo y ya te han contado que son swinger. ¿Es así?

“Si, Juan, mis padres han sido bastante abiertos al respecto”

“Miguel, amigo del alma, tu como padre siempre la has apoyado, y como todo jefe de familia eres la fortaleza del hogar, eres como el tronco de un árbol: firme, silencioso y constante. Y esta noche no será la excepción. ¿Verdad?”

Juan tomo la conversación con aire paternal, su tono relajo totalmente el ambiente cargado de tensión.

“Amigo, tú y yo sabemos que el sexo no es malo, que la vida es corta y que hay que disfrutarla. Ustedes como pareja lo están experimentando y disfrutando, en este ambiente no se deja de evolucionar, parece como que siempre buscas y quieres más, eso nos ha pasado a nosotros como pareja swinger y lo hemos visto también en ustedes. ¿Estás dispuesto si Sandy lo decide apoyarla en todo?

“Apoyo a mi hija en todo, ella lo sabe” respondí.

“Myriam, como mama siempre has estado al tanto de tus hijos, la madre es como el corazón de un hogar: late con amor constante, da vida, consuela y nutre. Su calor une a la familia y mantiene todo en armonía. Todos sabemos que las mamas son los pilares del hogar. Te hago la misma pregunta que a Miguelito. ¿Apoyas a tu hija en esta decisión y camino que ha elegido?

“Por supuesto que la apoyo, siempre los hemos educado con libertad y ella sabe que siempre puede contar conmigo y con su padre” Respondió con firmeza.

Me levanté del sillón y me acerqué a mi hija, la tomé por los hombros y la volví a enfrentar, “Entonces, si realmente quieres continuar con este… estilo de vida, debes saber que hay situaciones que puedes enfrentar, y cuidados que debes tener, así como algunas reglas.”

Sus ojos se abrieron, “¿Reglas?”

“Sí” asentí, “Reglas básicas y códigos pero hay algo que me preocupa; ante todo tu seguridad”

Martha, que escucho la conversación desde la cocina regresaba con una charola, se acercó y puso una taza de café frente a Myriam, “Sandy, es verdad lo que dice tu padre la vida de swinger no es un juego. Hay que tomar decisiones conscientes y responsables.”

“No es un reclamo por lo que sucedió, a todos nos atrapo la lujuria” Se apresuro Juan con una sonrisa conciliadora.

Me sentí atrapado, mi corazón luchaba entre la excitación y el miedo por lo que podía suceder. Sin embargo, quería saber más de cómo se sentía mi hija y que ella abiertamente lo expresara, así como transmitirle que la apoyábamos, queríamos cuidarla, guiarla y que tuviera la confianza de contarnos.

“Hay reglas y códigos, en su momento los descubrirás o nos los preguntas, solo me preocupa el de tu seguridad, no siempre estaremos ahí para acompañarte y cuidarte, solo necesito que eso quede claro”

“Si papi, entiendo ese punto”

“Tú decides, mi vida” le dije a Sandy, “Pero si eliges continuar, debes prometernos que serás cuidadosa. “insistí

Ella asintió, “Te lo prometo, papá.”

Mi esposa se acercó y la abrazó, “Estaremos todos para apoyarte” dijo en un susurro.

Nuestros amigos intercambiaron una mirada, sabíamos que ahora era el turno de Sandy para hablar.

“¿De lo que hoy paso como te sientes al respecto?” le pregunto Juan directamente

“Me siento… extraña” confesó, “Pero a la vez… emocionada. No me arrepiento de nada. Realmente quiero probar más, quiero sentirme libre y explorar más mi sexualidad.” Sus ojos se iluminaron con una chispa que jamás había visto en ella.

Martha se acercó a Sandy y tomó su mano, “Te voy a dar unas reglas básicas sobre seguridad y que es lo que le preocupa a tus padres y a nosotros también. Primero, si sientes que no estás preparada para algo, siempre di que NO. Nunca te sientas obligada. Segundo, la higiene y el cuidado personal son fundamentales. Tercero, la protección es un must. Cuarta, si sientes que alguien te pone en peligro, avisa inmediatamente. Y, por último, no te dejes influenciar por el alcohol o las drogas, debes tomar tus decisiones con la mente clara.”

“Hoy falle en una de ellas, la higiene y la protección, nadie uso condón” Respondió tímidamente mi hija con aire de preocupación.

“Tranquila mi vida, si bien es cierto, corrimos un gran riesgo y no debe volver a suceder sin protección, somos una manada y cuidamos los unos a los demás, aunque es difícil de creer quienes van a esos sitios o los clubes swingeres somos personas cuidadosas.” Le respondió Juan con tono tranquilizador, aunque no había caído en cuenta que si fuimos todos unos irresponsables.

“Estaremos ahí para ti, Sandy. Eso es lo que somos, una gran familia” agregó Martha con un tono suave y cariñoso, que reflejaba la complicidad que existía ya entre nosotros.

“Lo hiciste muy bien preciosa” Le dijo Juan “Te sentirás más segura la próxima, ya que ahora sabes a que te enfrentaras”

Mi hija sonrío y se levantó, “¿Ya estamos listos para irnos?” Preguntó, la noche se sentía eterna.

“Sí, creo que es hora” dijo Myriam con una sonrisa, “Gracias por la velada, Juan y Martha. Aprecio que nos ayuden a procesar y enfrentar lo que sucedió.”

Juan le hizo otra pregunta a nuestra hija “En dos semanas es la cita para tu primer encuentro con Carlos y Valeria… Después de lo de hoy. ¿Aun quieres participar con ellos?

“Sip, ahora más que nunca, estoy ansiosa por ver qué pasa” Contestó sin titubear al tiempo que se levantó del sillón.

El regreso a casa fue más relajado, volvíamos a ser la familia de siempre, fue una buena idea ir a casa de Juan y Martha, la charla fue sincera y creo que todos salimos con la mente más clara. Sandy se veía tranquila, se reclinó en el asiento del coche con la ventana abierta, disfrutando la brisa que le acariciaba la cara. Regresaba su cara inocente.

Al llegar, se despidió y subió a su habitación, hicimos lo propio. Myriam arrojo las zapatillas y se metió al baño, escuche de inmediato la regadera, me quede absorto sentado en la cama, mi mente en ningún lugar, después de que mi esposa se ducho lo hice yo, entre nosotros aun no hablábamos, parecía que evitábamos confrontarnos por miedo a enfrentar algo aun no dicho.

Cuando salí mi esposa se untaba sus cremas por todo el cuerpo, me llego la imagen de ella hincada sacándonos la leche a Juan, a mí y al desconocido y que también la vi acariciándole los testículos al rubio y al moreno, además aun no sabía que hizo cuando me fui a la otra área de la sala antes de aparecer con Juan. Recordé que a causa de ella se rompieron las reglas del sitio y la causa de nuestra expulsión, recordar esa parte me hizo sonreír a la vez que sentía que mi pene se ponía duro

A pesar de haber hablado del tema con mi hija aun me sentía preocupado por ella y como todas las noches desde que eran niños y dormían en sus habitaciones, salí a confirmar que estaban bien. Llegue a su recamara y toque la puerta.

“Sandy… hija. ¿Ocupas algo? bajare a la cocina por agua”

“Pasa” Dijo con suave voz.

Al entrar me sorprendió verla sentada en la cama aun con la misma ropa revisando su móvil, la luz tenue de una lampara iluminaban su carita angelical.

“¿Te sientes bien?” Le pregunte, mi corazón se aceleró por la incertidumbre.

Ella me miro con sus ojos cansados y sonrió, “Sí, papi. Estoy solo un poquito cansada, me daré una ducha, todo bien no te preocupes”

Le di un beso en la frente y me despedí, entendí que era lógico que tenía que procesar a solas lo que sucedió, ella sabía que estábamos para apoyarla. Me sentía orgulloso y preocupado a la vez por mi hija. Sentía un extraño sentimiento, además de culpabilidad que no sabía si era excitación o temor.

Después fui a ver a Enrique su hermano, mi hijo jamás le ponía cerrojo a la puerta, me asomé y vi que estaba profundamente dormido y regresé con mi esposa, que también ya dormía o me evitaba. Me tome un par de minutos para descansar y pensar en lo que habíamos pasado, en la conversación que habíamos tenido en casa de Juan. Decidí que ya era hora de dormir y me acerqué a mi cama, la luz de la noche que se colaba por la ventana iluminando la habitación a medias me permitía ver la silueta de Myriam, las imágenes de ella y mi hija regresaban, también ver a Martha con dos o tres pollas y la forma como pervirtió a Sandy.

Al no poder conciliar el sueño, fui al baño, me metí nuevamente en la ducha y me masturbé furiosamente recordando vagamente, con imágenes difusas a mi hija hincada chupando las pollas sentí mi leche salir a borbotones y esparcirse en la pared del baño, fue una eyaculada explosiva.

El día siguiente era viernes, tenía varios asuntos pendientes a primera hora en la oficina, mi esposa se quedó en casa, salí temprano, pase por la habitación de mi hija, escuche la regadera. baje las escaleras y tome un desayuno rápido y me fui a la oficina.

Toda la mañana me costó concentrarme, si no fuese por Ramiro mi asistente no habría terminado el expediente que debíamos llevar a los juzgados antes de las 10 de la mañana. Tenía una “compulsión culposa” me sentía como si tuviese una fuerte resaca, la sensación era similar a haber tomado mucho en una reunión y yo hubiese hecho algo pasado de copas, ofendido a alguien o peleado y tuviese una resaca con remordimientos. Las imágenes difusas aun del Glory Hole llegaban a mi irremediablemente. Decidí que no podía continuar con la jornada. Necesitaba aliviar la presión que sentía.

Envié con Ramiro el expediente y me encerré en mi despacho, le llame a mi esposa y en 3 ocasiones tenía tono de ocupado, por habito y costumbre entre a mi correo personal y para variar tenía otro mensaje de Juan:

“Re. Un recuerdito”

Abrí el correo con impaciencia. Adjuntado al correo; dos fotos tomadas clandestinamente con su móvil en la sala del pasillo. Sandy hincada junto a Martha, su cara no se veía, solo la espalda su cabello cayendo en cascada, la segunda foto; mi hija de perfil se veía su carita claramente, tenía aprisionando al chico con una mano y la verga le brillaba con su saliva. Además, un mensaje:

“Me hubiese gustado tomar más fotos Miguelito, pero la censura en ese lugar es estricta, haz zoom y en la esquina encontraras los ojos de un buen padre” Concluyo

Las imágenes me excitaron y me llenaron de angustia, cerré la puerta del despacho con llave y le pedí a la recepcionista que no me pasara llamadas ni recibiría a nadie hasta que le avisara. Me masturbe viendo las dos fotos y recordé como si fuese una película xxx, hasta ese momento me negaba a enfrentar las imágenes recordándolas en detalle, solo tenía imágenes difusas, decidí soltarlas y revivirlas en mi memoria, recordé la sensualidad de mi hija, la perversión de verla disfrutando, la inocencia que aún se asomaba por sus ojos, su cara con esperma al final, la desinhibición y recordarla estremecerse con su orgasmo.

La llamada de Myriam, me regreso a la realidad.

“Amor, tengo unas llamadas tuyas. ¿Estas bien?”

“Si, solo quería platicar contigo, no me siento bien, quería saber cómo estas tú, no hemos platicado entre nosotros”

“No te puedo mentir, aun no logro procesarlo del todo, estaba hablando con Martha, nos invitan hoy en la tarde a cenar a su casa”

“¿A raíz, de cómo te sientes?” Pregunte

“Si, ella fue la que me llamo, fue una larga conversación, anoche frente a Sandy trate de que no notara mi estado de ánimo, sin embargo, Martha si lo noto se quedó preocupada”

“¿Estas arrepentida amor?”

“Ya es tarde para arrepentirnos Miguel”

“¿Aceptaste la invitación?

“Si, será una reunión de amigos, nada sexual”

“Me parece bien, me iré a casa, repito no me siento bien” Termine la llamada, vi por última vez las dos fotos, cerré mi lap top y guarde mi pene erecto.

Camino a casa le llame a Juan:

“Recibí tu correo Juan, está por demás pedirte que destruyas las fotos de tu móvil” Le rogué

“Me ofendes Miguelito, ya las borré, créeme que las tome para ti, sé que las disfrutarías y las miraras muchas veces, recuerda que tenemos un arreglo, tendrás acceso VIP al video de la reunión que estamos organizando Mario y yo para mi nuera” Me lo dijo en tono de chantaje, en realidad no recordaba tal “arreglo”

“Me comento Myriam que nos esperan para cenar”

“Así es amigo, nos gustaría que pasáramos una bonita velada y ayudarles a “sanar” lo que sucedió ayer”

“Es curioso y extraño que nos inviten a cenar, será nuestra primera reunión no sexual” Le dije con sarcasmo.

“Bueno, eso depende de ustedes, nosotros siempre estamos dispuestos aun sigo caliente después de la noche de ayer, ¿tú no?”

“No lo sé, al menos Myriam no creo tenga ese ánimo”

“Ya veremos, Myriam y Martha son muy calientes, tu déjame a mi esa parte que sea una sorpresa”

Llegue a mi hogar, mi hija se encontraba en la cocina, me acerque y la abrace de espaldas, sin malicia, la aprete con tanta ternura que sentí que mi pecho se me iba a romper. Ella se volvió, me sonrió y me dijo:

“Papi, no te preocupes por mí, la vida continua y hay que disfrutarla, lo que paso fue muy excitante, no me avergüenzo de ello, al contrario, me siento liberada, me conto mama que irán con Juan y Martha a cenar, me los saludan y diviértanse. Hoy saldré con Alejandro” Me dio un beso y subió a su recamara a arreglarse para su cita.

Mi esposa bajo, le pregunte por Enrique que últimamente parecía fantasma casi no estaba en casa.

“Para variar se ira a dormir a casa de Raúl”

“Vaya, ese muchacho usa nuestra casa solo como hotel”

“En realidad no falta mucho para que ya no vivan con nosotros, debemos disfrutarlos” Contesto mi mujer en su faceta de madre.

“¿Lista para ir a cenar? ¿A qué hora te cito Martha?

“A las 6 de la tarde” Contesto.

“Hable con Juan camino a casa, le comenté que sería la primera reunión no sexual” Se lo solté riendo.

“¡Oye, es verdad!”

“Aunque, bueno ya lo conoces, con él nunca se sabe, más vale ir preparados”

“No me siento con ese humor” Contesto con cara triste.

“Lo se amor, estoy bromeando y se lo dije a Juan que no tendrías ánimo.

A pesar que la invitación era solo para cenar mi esposa uso un vestido rojo que le hace ver su cuerpo muy sexy, sus curvas y pechos resaltaban, el escote profundo y el ajuste en la cintura me recordaba la noche de bodas, llevaba el cabello recogido que la hacían ver muy elegante, sus labios carnosos y rojos, el maquillaje era suave, la piel brillando me miro y me sonrío. “Estoy lista”

Al llegar Juan se deshacía en cumplidos hacia Myriam, Martha al igual que mi esposa tenía ceñido un vestido verde que hacían resaltar su cuerpo que, aunque un poco lleno, sobresalían sus generosos senos, además de ser una mujer muy bella.

La cena estuvo deliciosa basada en mariscos, pescado y langosta, Martha solicito el servicio a un conocido restaurante de la zona y Juan abrió dos botellas de su reserva más exclusiva. Después de cenar pasamos a la sala, en ningún momento se tocó el tema del día anterior. Note que Myriam reía y estaba feliz con las ocurrencias de Martha y Juan.

“Bien, chicos les agradecemos que hayan aceptado la invitación, ustedes son nuestros mejores amigos y últimamente siento que estamos más unidos” Nos dijo Juan levantando su copa y acercándose al sillón en donde estábamos Myriam y yo.

Martha puso algo de música y me invito a bailar, Juan hizo lo propio con Myriam.

Así pasamos una hora bailando y cambiando parejas de baile, divirtiéndonos como jamás lo habíamos hecho, son una pareja muy divertida. Cerca de las 10 de la noche, Juan nos hizo un anuncio:

“Me gusta mirarte contenta Myriam, y recuerden no están solos, todos participamos anoche, solo eso les quiero decir para cerrar el tema, su hija es más madura de lo que creen, créame, los va a sorprender. Martha y yo les tenemos una sorpresa que llegara en unos minutos, en punto de las 10 de la noche”

Myriam y yo nos quedamos congelados, sin entender a que se refería.

El timbre sonó y Juan salió a abrir la puerta.

4 hombres corpulentos de raza negra vestidos elegantemente entraron.

“Les presento a los Mandingos. Como ustedes saben Martha es psicóloga y ella piensa que, si el trauma lo causo una imagen o evento sexual como lo que sucedió ayer, lo que lo va a sanar es otra situación sexual mas fuerte y nada mejor que un grupo experto en parejas”.

Continuará.

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27 COMENTARIOS

  1. Gracias a todos por sus comentarios, si continuare subiendo, para mañana estara la parte 23. El blog lo elimine ya que la plataforma no me permitia seguir publicando sin advertencias, seguramente buscare otra opcion para quienes me seguian en mi sitio. En este portal de CUENTO RELATOS seguire publicando esta saga. prometo hacerlo mas seguido. Saludos a todos mis pocos pero fieles lectores.

    • Hola Bryan, como lo prometi la parte 23 se a enviado, si lo aprueban pronto estara disponible. Un abrazo!

    • Hola Canelo88, he enviado la continuacion si lo aprueban en breve estara disponible, gracias por estar al pendiente.

    • Hola Canelo88, me hizo reir tu comentario lol! , Ya subire la siguiente parte, gracias por leer la historia.

  2. Hola amigo enrique cuando subes la contianuacion de los sig relatos me tienes ya muy emocionado con los sig capitulos

  3. Woo tan enfocado en el relato, que me gustaría que sandy explore primero con su padre. Espero la continuación Porfavor

  4. Excelente la continuación del relato, Sandy seguirá explorando su sexualidad hasta participar con sus padres? y qué pasa con Enrique??

  5. Gracias Enrique, este capitulo estubo genial, no solo Sandy reafirmo su intención de participar activamente en el estilo swinger, pero ademas nos deja un abreboca de una situación exitante y bastante erotica…

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