Nunca me han gustado las aplicaciones de citas, algunos compañeros y amigos me habían comentado que había mujeres que solo buscaban sexo así que me decidí a probar.
Deslicé sobre algunos perfiles y realmente había mujeres muy sexys, muchos de esos perfiles hicieron que se me parara la verga, mujeres con tetas deliciosas y muy sugerentes, muchas de mi edad o mayores las cuales realmente me evitaban. Me llamó la atención un perfil, ella era realmente bella, unos labios carnosos que moría por besar, delgada, un culito muy rico que alcanzaba a percibir en sus fotos.
“Match” me dijo la app en cuanto deslicé, señal que ella ya me había elegido para comernos. Debo decir que ella tenía apenas 18 años cumplidos, yo le llevaba casi 20 años de edad, comenzamos a platicar y realmente me dio la impresión de ser una chica de valores y de familia. Le pregunté qué le llamó la atención de mí y me dijo que no le gustaban los hombres de su edad, me pidió conocernos y yo realmente no creía mucho que eso fuera posible.
Anteriormente había escuchado sobre perfiles falsos que te piden dinero antes de conocerse así que me mantuve algo reservado. Acordamos vernos para desayunar juntos y me pidió pasar por ella a su casa antes de yo proponérselo, me mandó su ubicación y llegué a la hora que me indicó. Cuando se sube al auto me dio un beso en los labios y me dijo que moría por conocerme, era muy joven y realmente bella. Cuando llegamos al restaurante las personas me veían como si estuviera haciendo algo mal, la diferencia de edad se notaba bastante.
Desayunamos, realmente ya nos conocíamos bastante por nuestras pláticas anteriores y en ese momento ella me dijo que yo realmente le gustaba y quería que nos siguiéramos viendo y si todo iba bien formalizar una relación, algo que no he comentado antes es que yo no creo en las relaciones, para mí es solo coger sin mezclar sentimientos. Yo accedí a su propuesta ya que lo que quería era llevarla a la cama.
Cuando íbamos de regreso a su casa me dice que quiere ver una película en un servicio de streaming y le propuse ir a mi casa a verla, ella lanzó una sonrisa muy sexy, me dio un beso y me dijo que la llevara a mi casa.
Cuando entramos nos hundimos en un beso apasionado y me dijo que moría de ganas de estar conmigo. Comencé a quitarle la ropa, su piel era suave, era delgada pero sus nalgas estaban riquísimas. Comencé a besar sus tetas, eran pequeñas pero noté que la excitaba mucho, gemía riquísimo, bajé mi mano para sentir su panocha, estaba mojada, muy mojada y cuando le metí los dedos soltó un grito de placer, me dijo que ya estaba muy caliente y quería que le metiera la verga, yo lo hice y comencé suavemente a bombearla mientras le besaba el cuello y los labios, sus labios hacían que me evitara más y más.
Tenía una cara hermosa y ver como ponía sus ojos en blanco tras cada embestida me excitaba más. “Cógeme como quieras” me dijo, comencé a picarle el culo con mis dedos mientras la penetraba por la panocha, me decía que le encantaba que hiciera eso. Yo seguía penetrándola y cuando menos esperé me vine adentro de ella.
Platicamos un poco y ella era realmente caliente, no dejaba de acariciar mi verga, “me encanta” me dijo, “quiero que sea solo mía y a cambio te daré todo lo que me pidas, me vas a poder coger como quieras y las veces que quieras” eso me éxito mucho y cuando menos esperé ya estaba montada nuevamente, yo le apretaba las tetas y ella gemía, no dejaba de decir lo rica que le parecía mi verga y que le encantaba.
La acosté nuevamente y comencé a bombear con mucha fuerza, no podía dejar de besarla, estaba hipnotizado por esos labios y esa cara tan hermosa, se la saqué y la puse en 4, ella me dijo que quería probar por el culo y yo siendo tan caliente le dije que si, saque un libro cante que tenía para esas ocasiones en las que una mujer quiere experimentar por primera vez el sexo anal, le puse un poco y comencé a penetrarla, realmente no aguanto mucho y me pido parar, yo no podía así que seguí cogiéndomela por la panocha ya que estaba muy caliente.
Ella estaba muy excitada y me pidió terminar en su boca, no podía negarme así que la saqué y aventé todo mi semen en su preciosa carita, veía como le escurría y ella se lo comía con sus dedos.
Nos vestimos para llevarla a su casa, en el camino me seguía acariciando la verga y me decía que estaba enamorada de ella, me pidió vernos más seguido y tuvimos varios encuentros que ya les contaré a detalle.
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