No había vuelto a ver a Chus, el hijo de mi compañera Andrea desde que ese día por Navidades habíamos tenido nuestro tórrido encuentro, por eso me sorprendió que ese día me llamará porque quería conversar conmigo, yo le di cita para unos días más tarde, ese día iba a estar sola en casa, decidí ponerme una fada corta que dejaba al descubierto una buena parte de mis piernas y una blusa, que dejara ver buena parte de mis tetas, que tanto le habían impresionado en nuestro encuentro. Cuando llegó le abrí, llevaba unos pantalones jeans y una camiseta.
La hice pasar al salón y nos sentamos solos en el sofá y le pregunté que le ocurría, él sin dejar de mirar mis tetas, me contó que se había echado una novia, tenía 18 años, como él, pero ella era virgen y le daba miedo iniciarse, en ese momento le propuse:
-Si quieres, yo os enseñare a hacerlo juntos, pero te advierto que la hare putisima, como yo.
Él se mostró encantado, y quedamos para que vinieran a casa unos días después, cuando yo estuviera sola, o al menos que ellos pensaran eso, y después le dije:
-Bueno dejemos de hablar del pasado y centrémonos en el presente.
Me desabroché la blusa, dejando mis tetas solo tapadas por mi sujetador negro, que dejaba al descubierto buena parte de ellas, en ese momento creo que él se olvidó de su novia y se lanzó hacia mí, con sus manos se puso a acariciármelas, mientras con sus labios besaba mi cuello.
Estuvimos así un rato, pero yo quería más, así que apartándole de mi un momento, me arrodillé ante él y me puse a chuparle la polla, me decía:
-Que bien la chupas, ojalá mi novia me lo hiciera igual.
-Tranquilo cariño, le respondí, vamos a hacer que te la cupé divinamente, ni te vas a acordar de mí
Y continue chupándosela, hasta que pensé que había llegado el momento de pasar a la siguiente fase, me puse a cuatro patas encima del sofá y le dije:
-Cariño, follame, como te gustaría follarla a ella.
Él se puso de rodillas, detrás de mí, y de un golpe me la metió, y comenzó a moverse con mucha rabia, era una forma de follar salvaje, su polla taladraba mi coño con una gran fuerza, yo sentía un placer increíble, que hizo que tuviera raídamente un orgasmo bestial, pero el me siguió follando de la misma manera, quizás para calmarle le dije:
-Mi amor, quiero ser yo quien marque el ritmo.
Le hice sentarse en el sofá y yo me puse encima de él, de esta manera era yo quien le cabalgaba procurando que follaramos de una manera más reposada, él seguía gimiendo de una manera muy intensa, se puso a acariciarme las tetas, eso me encantó y le dije:
-Mi amor, tu novia tiene suerte de tener un novio como tu
-Pero no sé si la sabré follar bien, me replicó
-Tranquilo mi niño, le respondí, yo me ocuparé de haceros unos buenos amantes, tanto el uno con el otro, como con otras personas.
Mientras hablábamos no dejábamos de follar, era fantástico, me giré dejando mis tetas al alcance de su boca, mientras procuraba lleva un ritmo que fuera muy placentero para los dos, hasta que él me dijo:
-Me voy a correr.
Y su leche invadió mi coño.
Quedamos que vendría a mi casa unos días después, con la excusa de recoger un paquete para su madre, y así fue, me encargué de que esa tarde no hubiera nadie en casa, cuando llegaron les hice pasar ella tenía mucho encanto, llevaba un vestido muy primaveral, les hice pasar y me puse a conversar con ellos, hasta que la chica, tuvo ganas de ir al servicio y la indiqué el sitio.
En ese momento, según habíamos acordado, Chus y yo nos desnudamos rápidamente de manera que cuando su novia volvió nos encontró a mi sentada en el sofá con las piernas bien abiertas, mientras su novio estaba de rodillas, con su polla dentro de mi coño. Los dos estábamos gimiendo y haciendo como que ignorábamos su presencia. Al vernos dijo:
-¿Pero qué demonios pasa aquí?
Fue en ese momento cuando haciendo como que nos dábamos cuenta de que existía yo le dije:
-Cariño, tu novio me estaba diciendo que de momento no follais, si quieres tener un novio y conservarle ya puedes espabilar, además de pasártelo muy bien.
Los avergonzados deberíamos de haber sido nosotros, pero en verdad es que era ella, nos contó que, aunque no era virgen, lo había hecho con un novio anterior, pero él no le daba placer y le hacía daño, por eso no quería hacerlo.
-No te preocupes mi amor, le respondí, yo seré vuestra profesora de sexo.
Ella pareció dudar, pero finalmente se acercó a donde estábamos nosotros, dejamos de follar y nos ocupamos de ella, lo primero que hicimos fue quitarla, la parte superior del vestido y el sujetador, yo me senté en el sofá y acercando mi cabeza a sus tetas, eras dos pechos de tamaño mediano, pero preciosos, saqué mi lengua y me puse a chuparlos, ella se quedó un poco sorprendida y me dijo:
-Pero señora, a mí no me gustan las mujeres.
No hice caso a sus palabras y se los seguí chupando, mientras su novio me imitó en ese momento cada uno de nosotros la chupaba un pezón, y ella pese a su resistencia inicial se dejaba hacer, y gemía de gusto, al rato yo le dije:
-Tu novio me ha contado que tampoco se la chupas.
Ella pareció un poco avergonzada por estas palabras, yo la calmé diciéndola:
-Cariño no hay de que avergonzarse, todas hemos tenido una primera vez, mira que polla más bonita tiene tu novio se merece que se la chupen y tu veras como se disfruta haciéndolo.
Le hice una señal al chico para que se quedara de pue, su polla estaba empalmada, y la pedí que nos arrodilláramos, cada una a un lado de la polla del chico, saqué mi lengua de la boca y me puse a lamer el tronco de la polla, y después le indiqué a la chica, se llamaba Mónica, de que hiciera lo mismo, ella me hizo caso, la polla de Chus se puso más dura todavía en ese momento le dije a su novia:
-Cariño ha llegado el momento de que te la metas en tu boca, la vi nerviosa, y le dije, no te preocupes mi amor, yo te diré como.
Ella me hizo caso y comenzó a chupar la polla de su novio, a lo primero torpemente, pero por momentos iba mejorando, paro un instante y sacándosela de la boca dijo:
-Esto es delicioso, si llegó yo a saber que se disfrutan tango haciéndolo lo hubiera hecho mucho antes.
Y después siguió chupándosela, mientras Chus comenzó a gemir, y dijo:
-Que bien, gracias, Clara, vas a ser nuestra asesora sexual. Y mirando a su novia le preguntó, ¿Mi amor te importa si me follo a nuestra maestra?
-Adelante mi amor, le respondió ella.
Yo me dispuse a recibir la polla del chivo, me tumbé en el sofá y alcé bien las piernas, el se puso con una de sus piernas dobladas sobre el sofá y la otra estirada en el suelo y desde esta postura me la metió, yo me puse a gemir, mientras su novia nos miraba, llevaba sus manos hasta su coño con intención de masturbarse, pero en ese momento yo le pregunté:
-¿Mi amor, estas muy caliente?
Ella asintió con la cabeza y yo la hice una señal para que se acercara y apoyara su cuerpo sobre mis pies, cuando lo hizo sus pechos quedaron al lado de mi boca, aunque primero llevé mis manos a ellos y comencé a acariciárselos, pero después abrí mi boca y me puse a chupárselos, ella se puso a gemir y dijo:
-Yo no soy lesbiana, pero esto me encanta.
-Cariño, déjate de definiciones, lo importante en el sexo es disfrutar y hacer disfrutar, le respondí.
Y en ese momento fue su novio quien le propuso a ella
-Mi amor creo que debes de mostrarte agradecida a nuestra profesora, ¿Qué te parece si la comes el coño?
Ella nos miró un momento a los dos con cara de duda, y después dijo:
-Está bien, pero no esperéis mucho de mí, dijo ella, va a ser la primera vez que hago una cosa así.
Yo continue en la misma postura, pero el chico se levantó y la chica acercó su lengua a mi coño y se puso a chupármelo. Se le notaba que era su primera vez y comenzó a comérmelo de una manera un poco torpe, pero le ponía muchas ganas y no tardó en comenzar a hacerlo mejor su lengua comenzó a repasar cada centímetro de mi coño, dándome un gusto increíble, en ese momento oímos la voz de su novio que nos decía:
-No puedo aguantarme más
Y se puso detrás de la chica y la levantó, dejándola a cuatro patas, le separo bien las piernas y se la metió de golpe, la chica apartó un poco su boca de mi coño y dijo:
-Mi amor esto es fabuloso, estoy disfrutando como nunca, no pensaba que el sexo fuera tan bonito.
El chico siguió follandola con ganas, ella no paraba de gemir, hasta el chico dijo:
-Me voy a correr.
Yo le pedí que se la sacara, con la emoción del momento no se había puesto condón, cuando lo hizo, fue ella la que le dijo:
-Mi amor que tu primera leche de esta tarde sea para nuestra amada profe.
Le hizo acercar su polla a mi boca y yo comencé a chupársela, hasta que se corrió dentro de mi boca.
Descansamos un poco ella estaba muy ilusionada por lo que había disfrutado, y él estaba muy contento, tras un rato de animada conversación, la polla de nuestro macho se había puesto de nuevo a tope, la chica dijo:
-Mi amor, me encantaría verte follar a tope con nuestra madrina,
-Si ese es tu deseo, dijo él.
Yo me volví a poner sobre el sofá, en posición para ser follada, con una de mis piernas muy alzada y el chico, nuevamente, poniéndose de rodillas ante mí me la metió y comenzó a follarme de una manera rabiosa, su novia nos miraba se notaba que cada vez tenía más deseo de participar, hasta que llevando su boca hacia uno de mis pezones comenzó a chupármelo.
Puede que no tuviera mucha experiencia, pero desde luego ganas le ponía, entre los dos me estaban dando muchísimo placer, hasta que ella fijo:
-Maestra, me gustaría disfrutar ahora yo fr esa polla un ratito.
Me pareció algo muy normal y me salí, ella primero chupó un poco la polla de su novio, y después, tumbándose en el sofá, le pidió:
-Métemela.
Por supuesto él la complació y ella se puso a gemir, pero, para mi sorpresa, no tardó mucho en pedirme:
-Profe tengo ganas de comerte el coño.
Por supuesto no era el caso decirle que no me puse encima de ella con mi coño a la altura de su boca y ella, nuevamente, sacando su lengua se puso a comerme el coño, la verdad es que estaba demostrando ser una alumna muy aplicada, su lengua comenzó a hacer maravillas dentro de mi coño.
Al cabo de un rato ella dijo:
-Profe me encanta ver como haces correrse a mi novio.
Así que me hizo tumbarme otra ve sobre el sofá y le pidió a su novio que acercara su polla a mi boca para que yo pudiera comérmela, ella se puso con su boca sobre mi coño y una vez más, se puso a lamérmelo, lo hacía con muchas ganas, entre los dos me estaban dado un rato increíble, y nuevamente el chico se corrió llenando mi boca con su leche, estaba pasando un rato increíble.
Descansamos un rato, pero noté que ellos seguían con ganas, así que les dije:
-Jovencitos, se acabó el recreo, y luego les pedí, tu cariño, dirigiéndome a la chica, siéntate en el sofá, muy relajadita, y tú, dirigiéndome a Chus, vas a hacer una de las cosas que más nos gusta a las mujeres, lamela todo su cuerpo.
Él siguió mi sugerencia, y la chica pronto comenzó a gemir de placer, esto siguió hasta que la chica dijo:
-Cariño, me muero de ganas de ver como le haces lo mismo a nuestra profesora
Chus se dispuso a complacernos a las dos y se puso a lamer mi cuerpo, especialmente mis tetas, mientras su novia miraba muy fijamente y muy excitada., tras un rato de hacer esto, bajó hasta m coño y metió su lengua en mi interior, yo comencé a gemir, y de nuevo la chica, que parecía haber desarrollado actitudes de voyeur, pidió a su novio:
-Me gustaría mucho ver cómo te la follas.
Nuevamente su novio fue muy complaciente y poniéndose de rodillas en el suelo, hizo que yo abriera mucho las piernas, en ese momento la chica que estaba a mi lado se puso a acariciar mi muslo que estaba más cerca de ella, y el chuco me la clavó de nuevo, yo al sentir dentro de mí me puse a gemir, estuvimos así un rato hasta que la chica me preguntó:
-Profe, ¿Duele hacerlo por el culo?
-Mi amor, no tiene porque, si estas relajadita y el chico sabe cómo hacerlo y te aseguro que tu novio sabe.
-Quiero veros, dijo ella.
Nos dispusimos a ser complacientes con ella, él me sacó su polla y yo me di media vuelta, dejando mi culo en primer plano, el acercó su polla a mi agujero trasero y de un golpe me la metió y se puso a moverse dentro de mí, mientras decía a su novia:
-¿Ves como no duele?
Ella nos miraba con una mezcla de asombro y deseo, y seguimos así hasta que me corrí, pero la polla de Chus continuaba muy dura, así que mirando a la chica le dije:
-Cariño, ahora te toca a ti.
La chica se puso a cuatro patas y dijo:
-Cariño, porfa ves con cuidado que soy virgen por ese agujero.
Él se la metió muy despacito, aunque la chuca dio un pequeño grito de dolor yo le hice señas a él para que siguiera con la penetración, pronto sus gemidos se transformaron en gemidos de placer, y al poco dijo:
-Mi amor, esto es delicioso, su hubiera sabido que se gozaba tanto te hubiera dejado hacérmelo desde el primer día.
Chus estaba contento y siguió ocupándose de su culo, noté como ella se venía, pero la polla de él seguía sin descargar, hasta que finalmente se corrió y llenó el culo de su novia de leche y con ello dimos por finalizada nuestra clase, ese día.
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