Kevin se había despertado y vio a Jacob a su lado.
Kevin reposaba con su cuerpo completamente desnudo entre las sabanas y colchas blancas del cuarto de Jacobo, ambos habían caído dormidos después de más de una hora de relaciones sexuales, en las que Kevin de piel y ojos güeros, abdomen plano y músculos leves había hecho como siempre de pasivo mientras que su novio Jacobo entraba en el dándole placer como había hecho desde hace casi tres años que eran novios. Los besos que se daban en los pasillos o comedor eran de esos besos que se te antojan a mas no poder, jamás había visto a una pareja que se diera besos tan apasionados, tan solo verlos podías saborearlo y yo personalmente los había visto en un par de ocasiones arrinconados fajándose.
Jacobo estaba de pie desnudo dándole la espalda a Kevin, el miraba su hermoso trasero, sus hermosas nalgas bien trabajadas fruto de años de ejercicio que le había dejado también unos grandes músculos y un abdomen bien cuadrado que Kevin adoraba besar, iban al gimnasio juntos Kevin soñaba con estar igual, pero a Jacobo le gustaba, así como estaba después de todo era el pasivo de la relación.
-Te voy a extrañar. –Dijo Jacobo volteándose mirándolo con su caracterismo semblante serio. Kevin no respondió y se limitó a mirarlo coquetamente. – ¿Tu a mí no?
-No quizás no. –Dijo juguetonamente, aunque era verdad en el fondo.
-Ah no. –Dice desafiantemente Jacob subiéndose a la cama y acercando su pene al rostro de Kevin quien se inmediato lo ve como se pone erecto. –Seguro. –Dice mientras Kevin mira fijamente como la sangre sube al miembro viril de su novio y lo deja en su estado máximo y perfecto. Kevin le lanza una última mirada y vuelve a engullir el pene de Jacobo, el sujeta su cabeza y comienza a follarle la boca, algo que en un inicio a Kevin le había parecido incomodo, pero con el tiempo le empezó a gustar, la sensación de fuerza del pene de Jacob recorrido su boca era como cogerlo por la boca y le encantaba sentir a veces que se ahogaba le encantaba, le gustaba sentir que el aire se la escapaba. –Ya debemos irnos.
-Ay no echémonos otro. –Dice Kevin sacando lo de su boca.
– ¿No que no me extrañarías?
-Dame una última tanda de tu rico semen mi rey. –Dice Kevin mirándolo de rodillas.
-Te he dado todo mi semen desde ayer, debo estar seco, el viaje me servirá para recargar los contenedores.
-Ay si tan bellos los contenedores. –Dice levantándose y tocando los testículos de Jacob. –Me encantan quisiera tenerlos siempre en mi boca.
-Me encanta que los tengas allí. –Dice Jacob y se besan. – ¿Dónde te deje más leche mi amor en la boca o adentro?
-Creo que adentro, siento muy cálido y hermoso. –Dice Kevin poniendo su mano en su abdomen. –Aunque bueno técnicamente por la boca también acaba adentro. –Rio.
-Ah bueno sí. –Dice riendo Jacob. –Pero ya sabes a que me refiero, amo como tragas mi semen.
-Yo amo hacerlo. –Decía eso Kevin a pesar de que seguía disgustándole que en los dos años Jacob no se había atrevido a beberse su semen, en parte lo entendía, Jacob a diferencia de Kevin descubrió su homosexualidad, Kevin había sido su primer novio, pero anteriormente había sostenido relaciones con dos chicas, mientras que Kevin jamás había sentido atracción por las mujeres, hasta hace poco.
Ambos se conocieron en el equipo de futbol al iniciar la preparatoria, ambos eran defensas, pero Jacobo era la estrella del equipo, además de jugar muy bien por ser el más guapo quizá de todo el instituto. Se empezaron a frecuentar, a salir a charlar, a comer, a beber, en los vestidores cuando se veían prácticamente desnudos era cuando más confianza tenían, contaban sus problemas, Jacob incluso le llego a contar que quería volver con su ex, los exámenes que le preocupaban y demás cosas, se hicieron confidentes.
Hasta que un día que salieron de las duchas Kevin reparo que Jacob estaba erecto, su hermoso miembro sobre salía de la toalla, eso a él también lo éxito.
-Ay creo que se despertaron mutuamente. –Le dijo Jacob mientras se secaban.
-Tú me lo despertaste a mí. –Dijo Kevin con una sonrisa.
-No tu a mí. –Y con esas palabras ambos se acercaron y se dieron su primer beso y a partir de allí iniciaría su relación. Kevin había perdido por completo la virginidad con él en las duchas, Jacob fue la primera persona a la que beso, a la que acaricio, a la que lamio, a la que le dio placer. El sabía que le gustaban los hombres, siempre lo supo jamás lo había dudado hasta hace muy poco.
-¿Nos duchamos rápido? –Le dijo Kevin después de aquel beso y manoseada.
-Si. –Dijo Jacob suspirando y ambos tomados de la mano se metieron a la ducha. Kevin amaba bañarse con su novio, sus primeros encuentros sexuales eran allí bajo el chorro del agua a sí que le parecía algo muy bello e íntimo. Siempre era Jacob el primer en meterse para medir el agua.
Cuando estaba cálida jalaba a Kevin hacia él y lo besaba mientras apretaba sus nalgas, después de aquel beso se enjabonaban, decían que sería una ducha rápida, pero cuando Jacob le enjabono el trasero no pudo resistir el deseo de volver a penetrarlo y Kevin gustoso se recargo en la pared para recibir a su hombre, el pene de Jacob estaba circuncidado y eso lo hacía más exquisito a ojos de Kevin, le besaba el cuello mientras el agua los empapaba a los dos Kevin se sentía amado, se sentía pleno, se sentía feliz y sentía el máximo placer cuando sentía a Jacob alcanzando el clímax y derramando su semen adentro de él.
-Ahí papi, sí. –Exclamo Kevin cuando su novio vacío su semilla en él, Jacobo le acaricio el cabello y lo beso.
-Date la vuelta bebe. –Dijo y frotaron sus penes, el de Jacobo ya estaba flácido, pero Kevin seguía duro, logro acabar después de varios besos y ver a su hombre bajo la ducha, bello, magnifico, sensual, lo volvía loco.
Se secaron rápidamente uno al otro mientras se besaban, luchando por ya no demorarse más cogiendo. Se vistieron y salieron a ultimar todo para el viaje, Jacob subió sus maletas y entonces Kevin arranco el auto.
Fueron directo al aeropuerto, estacionaron y una vez en el elevador les cayó la suerte de estar solos, Jacob le planto un sorpresivo beso a Kevin que este disfruto, al abrirse la puerta avanzan y al llegar al frente de la salida a vuelos internacionales, Jacob se sorprende al vernos.
Yo, Mayelita y otras dos amigas; Daniela y Natalia, los recibimos con un ramo de flores y chocolates que Kevin nos encargó, yo sostengo una pancarta que dice; “Para el más guapo goleador”. Jacob se conmueve y abraza a Kevin, él fue quien nos coordinó para despedirlo, es un buen amigo y debo confesar que a él le debo mucho para haberme entregado finalmente a Mariela, me explico todo sobre el sexo anal y como es entregarse, es un gran amigo.
Daniela es una gran amiga también de la cual hablaremos después, pero Natalia, oh ella es el centro de todo. Bellísima chica de 20 años, de baja estatura, unos senos menudos, piel ligeramente morena, unos ojos ovalados que casi dieran un ligero aire de asiática, siempre vestía con ropas oscuras y gustaba de delinearse muy bien, que logró captar la atención de la persona menos esperada.
-Ay muchas gracias por venir. –Nos dice Jacob y todos los abrazamos.
-Que tengas un excelente viaje y éxito sé que lo lograras. –Le dijo. -Muchas gracias viejo.
-Felicidades Jacob el mejor de los éxitos en Alemania. –Dice Mayelita abrazándolo.
-Muchas gracias Mayelita.
-Hoy vas a adicionar para entrar a un equipo europeo, mañana de iremos a ver a la copa del mundo. –Dice Natalia.
-Ay gracias Naty, eso espero, ojalá llegue a las grandes ligas.
-Sé que lo harás, un día el gol que gane el mundial o las olimpiadas ira dedicado a este chico. –Dijo Naty señalando a Kevin.
-Ay claro que sí. –Dice y estira su brazo para abrazar a Kevin y besarlo.
Daniela también lo felicita y le desea éxito, los seis pasemos a comer rápidamente unos sándwiches, para después despedir a Jacob, Kevin figura y expresa que va extrañarlo, aunque una parte del ya necesita que se vaya. Ambos chicos posan en la salida cuando ya es hora de que Jacob ingrese, se abrazan y se dan un gran beso yo al ser quien tiene el mejor celular tomo la foto de ambos chicos besándose antes de despedirse, se abrazan y al final se sueltan y Jacob ingresa a la fila para perderse de nuestra vista y con esto Kevin está listo para perderse.
-Estará bien. –Le dijo sujetándole del hombro. –Lo sé, pero lo extrañare.
-Oh es que estas celoso que algún alemán le echo el ojo. –Dice Daniela acercándose también poniendo la mano sobre su hombro. Kevin ríe y niega, eso era lo último que le preocupaba.
-¿Quieren hacer algo más?, Luis y yo planeábamos ir a Plaza Mitika a comer. –Sugiera Mayelita.
-Ay gracias Marielita, pero tengo unos pendientes que arreglar ya me tengo que ir. –Dice Natalia y se despide de todos, al darme el beso en la mejilla noto su perfume, una fragancia cuyo propósito es obvio. –Nos vemos el lunes. –Dice y se va.
-Oigan yo si les acepto la idea, podría llamar a Sofía y decirla que la veo allí.
-Si estaría perfecto. –Le respondemos. – ¿Y tú Kevin?
-Tengo que recoger unos encargos que me hizo mi madre y después acabar unas tareas. –No era cierto, pero si tenía algo que necesitaba hacer. –Quizá para el lunes, si me hará falta distraerme.
-Ya estas. –Le dijo y nos estrechamos la mano y abrazamos.
Yo, Mayelita y Daniela salimos a pedir un Uber mientras que Kevin regresa al estacionamiento ansioso y nervioso, mientras avanzaba por el aeropuerto manda dos mensajes preguntando a la persona que necesitaba ver donde estaba e ignora dos mensajes de Jacob diciendo que lo extraña. El aeropuerto es gigantesco no lo culpo haberse perdido, tardo como quince minutos en llegar al piso donde había dejado su auto, no recibía el mensaje que esperaba.
Al llegar al auto se la encontró, de pie recargada sobre el cofre del auto, se había cambiado y puesto una falda que relucía sus piernas.
-¿Pensaste que me iría? –Dice Natalia inclinando la cabeza. Kevin la mira fascinado, sobre todo por sus botas y su falda que dejaban al descubierto sus piernas.
-Se ha ido. –Exclamo. –Si. –Le respondió ella con una sonrisa juguetona. –Eso quiere decir que por dos semanas seremos tu y yo.
-A si es. –Dice Natalia acercándose hacia él, poniendo sus manos en sus hombros, el ya casi por instinto las puso en sus caderas. –Solos tu y yo finalmente. –Dijo y se besaron, Kevin la abrazo, había comenzado a disfrutar y gozar del cuerpo de Natalia quizá más que el de Jacob y eso que apenas habían estado juntos dos veces, pero la sensación de su cuerpo, delgado, curveado, sus senos, aunque no muy grandes, su piel suave, habían comenzado a encantar a Kevin, deseaba probar y disfrutar de ella o quizás más.
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