Mi cumpleaños

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En mi último cumpleaños mi esposa realizó en el apartamento una reunión que se inició a las 7 pm con cena incluida, invitó a mis amigos con sus esposas, amigos solteros y a mis hermanos, hubo serenata y trago para todos los gustos, la cena se sirvió a las 9 pm y luego se siguió tomando y buena música, algunos bailaron todo fue muy bueno, hacia las once de la noche la mayoría de mis amigos se retiraron bajo cualquier disculpa.

Quedamos mi amigo Rubén y su esposa, mis hermanos Alfonso y Henry, mi esposa y yo, continuamos bebiendo con música suave por lo tarde, las luces se dejaron en tenue, seguimos bailando muy rico entre todos, Alfonso y Henry bailaban los dos con mi esposa, le abrazaban y se turnaban con ella en los diferentes giros de la danza, Rubén y su esposa se fueron hacia medianoche y quedamos los cuatro en la sala bebiendo, mi esposa estaba bastante entonada.

Mi hermano Alfonso puso un CD de boleros y seguimos los cuatro bebiendo y bailando, en un momento me fui al baño y al regreso me encontré con que mis hermanos tenían a mi esposa bailando en sándwich, Alfonso la tenía abrazada con sus manos en su espalda y Henry la abrazaba por su espalda y con sus manos le magreaba las tetas a mi mujer, ella decía apriételas duro, gemía y sonreía; Alfonso comenzó a besarla y mi esposa respondía metiéndole la lengua a mi hermano en su boca, lucha de lenguas y sus morreos, las manos de mi esposa sobaban las vergas de mis hermanos.

Henry le bajo el cierre al vestido de mi esposa y comenzó a quitárselo ayudado por Alfonso, en un momento mi esposa estaba solamente en sus calzones de encaje, y mis hermanos le chupaban sus tetas y tiraban de sus pezones, ella gemía diciendo: chupen fuerte cabrones, muerdan mis tetas; estaba super excitada ya ella había sacado las vergas a mis hermanos y los pajeaba lentamente.

Henry bajó y le chupaba el culo a mi esposa mientras que Alfonso le comía el chocho succionando su clítoris, ella se retorcía de placer pues ya había tenido un par de orgasmos, ella decía: sigan… sigan… por favor chupándome el culo y el chocho, entonces mis hermanos se desnudaron completamente quedando con sus vergas erectas y mi mujer se quitó sus calzones, mi esposa me miro, se arrodilló y comenzó a comerse las vergas de mis hermanos alternadamente, chupaba y pajeaba al otro y luego cambiaba, gemía y decía: que vergota que tienen, están riquísimas, largas, gruesas y venudas, así es que me fascinan, fállenme la boca cuñados.

Yo estaba a mil observando como mi esposa les mamaba sus vergas y dejaba hacer lo ellos querían, también me desvestí completamente y me acerque para que me lo mamará, y entonces le dije eres toda una putita vas a disfrutar de tres vergas hoy, Alfonso se recostó en el sofá y mi esposa siguió mamándole la verga, Henry y yo le chupábamos el culo a mi esposa, Henry le metió un par de dedos en su ano, mientras que yo le pajeaba pues le temía tres dedos dentro de su chocho, ella gemía y gritaba diciendo que rico cabrones estoy gozando.

Henry la acomodó y se la comenzó a follar metiéndosela por su chocho, ella seguía mamando la verga de Alfonso y yo le dilataba su ano metiendo dos dedos, Henry la sacaba y volvía a hundírsela, la follaba con fuerza, su ritmo era endiablado, comenzó a bufar y se la saco, toda su leche la echo sobre la cola y la espalda de mi mujer y la restregó por toda su espalda y culo como si fuera crema, Henry se fue al sofá a descansar, entonces Alfonso se levantó del sofá y yo me recosté, ella me lo mamaba mientras Alfonso se la follaba, y ella pedía que le follara duro, dame duro, rómpame el chocho cuñado, la excitación era bárbara, ver como se tiraban a mi mujer mientras ella me lo mamaba.

Alfonso grito le saco la verga y se derramó sobre la espalda y trasero de mi esposa, mi mujer tenía las nalgas y parte de la espalda lleno de semen de las corridas de mis hermanos, entonces Henry ya recuperado y sentado en una silla se pajeaba lentamente, mi esposa al verlo se acercó y a mamar su verga, yo me acomode detrás de mi mujer y se la metí lentamente por su ano e inicie un mete saca fuerte, con la excitación y el morbo de follarla mientras se mamaba una verga, penetraba con fuerza e intensidad su ano, ella me decía: mi amor clávemela duro, rómpame el culo.

Yo entraba y salía de su culo con fuerza hasta que le llené de leche sus intestinos, y nos sentamos a descansar, mi esposa me besó con sabor a verga y me dijo: gracias amor por permitirme disfrutar de sus vergas y convertirme un su putita; y se fue al lavabo.

Cuando regreso envuelta en una toalla la esperábamos los tres con nuestras vergas listas para una nueva sesión, la desnudamos yo me acosté en la alfombra de la sala y ella se subió sobre mí ensartándose mi verga en su chocho, y levantando su cola, mis hermanos no se hicieron de rogar y Alfonso de primero se la metió por el ano culeando con mucha fuerza y arrechera, ella gritaba: ¡si, métanmela duro, que delicia tener dos vergas dentro de mí, oh! Dios me corro… me corro.

En cuatro minutos Alfonso se derramó dentro de su culo; en seguida mi hermano Henry se la empujo por su recto que estaba muy lubricado, nos sincronizamos y la follamos como diez minutos, ella solo gemía y gritaba, entonces Alfonso le metió la verga y la follaba por la boca para callarla y los cuatro llegamos al éxtasis, mi esposa se derramó en mi verga, yo le llené el chocho de lefa, Henry le lleno los intestinos y Alfonso lleno de semen su boca, semen que ella degustó y tragó.

Nos tiramos a la alfombra a descansar mientras le metíamos los dedos en su chocho y en su culo, ella nos mamaba la verga alternadamente.

Mi hermano Alfonso ya recuperado le clavó su verga super dura por el chocho follándola intensamente y descargó de nuevo sus huevos en el fondo de su vagina, mi mujer gritaba y gemía de gusto, mi hermano Henry no quedo atrás y le metió una vez más su verga por el chocho, gritaba que rica puta tienes hermano y descargó sus huevos dentro de su vagina, el chocho de mi mujer estaba hinchado de follar y rezumaba leche de los tres.

Seguidamente mi esposa como buena y arrecha puta comenzó de nuevo a mamarnos las vergas, nos la chupaba y pajeaba alternadamente, los tres estábamos de pies y ella arrodillada chupando verga, finalmente cada uno de nosotros descargamos el semen en su boca, mi esposa se tragó todo el semen, era tanto el morbo, la lujuria y arrechera que no sabíamos de donde nos salía tanta leche y Stella nos mamó a cada uno el pene hasta dejar muy limpias nuestras vergas.

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2 COMENTARIOS

  1. Me encantó. Me encantaría conocerte y a tu esposita. Que rico debe ser tener una esposita putita. Yo quisiera que mi esposa fuera así de puta.

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