Tras su relación, con su un poco novia, Layna, mi hijo, mientras continuaba con estas volvió a su antiguo vicio de hacerlo con mujeres que podían ser sus madres, bueno con su madre, era con quien más lo hacía, lo curioso de este es que fue Charo, la madre de su un poco novia, la que le llevó a ello, una amiga suya llamada Barbara, era aficionada a la pintura necesitaba un modelo para un cuadro, y les puso en contacto, y pero dejemos que sea él quien continue la historia:
En el día y hora que habíamos convenido, me presenté en casa de Barbara, al verla me quede impresionado, era rubia, con dos buenas tetas, llevaba un vestido muy cómodo, se veía que quería sentirse suelta para pintar, me llevó hasta su estudio, allí tenía un caballete y los demás útiles para pintar, al sentarse para hacerlo dejo al descubierto unas piernas espectaculares y aquí me llevé mi primera sorpresa cuando me dijo:
-Charo tiene razón, eres bellísimo, el chico perfecto pata mi modelo, ahora desnúdate.
Charo no me había advertido que mi condición de modelo me obligara a desnudarme, pero después de todo lo que he hecho tener problemas con ello hubiera sido hipocita, así que me quité toda la ropa y me quedé completamente desnudo.
Durante la sesión noté como Barbara me miraba de una manera, que no me pareció la de un pinto a su modelo, pero prefirió no decir nada, eso sí durante todo el tiempo que posé mi polla se mantuvo tiesa.
Cuando terminamos ella me dijo:
-Te puedes ir a duchar supongo que estarás cansado
Me fui a la ducha, estaba en un cuarto de baño, era pequeñito pero coqueto, allí dej que el agua de la ducha resbalara por mi cuerpo para relajarme, pero en ese momento no pude dejar de pensar en las piernas de Barbara y en como mi polla había estado ante su vista y bien dura, me puse muy excitado y no pude evitar llevar mi mano hacia mi polla y comencé a acariciármela.
Cuando estaba en ello, oí la voz de Carmen que me decía:
-Vaya, jovencito, cuando dije lo de ducharte no me refería concretamente a esto, jajaja.
Me giré hacia el lugar de donde venía la voz y me encontré con Barbara completamente desnuda, tenía unas tetas impresionantes, no llevaba el coño depilado, aunque sí cuidado, en su cara había una amplia sonrisa no sabía si fruto de simpatía, de burla p de deseo, ella miró un momento mi polla y dijo:
-Cariño no me gusta que los visitantes se vayan insatisfechos de mi casa, sobre todo si puedo satisfacerlos.
Llevó su mano hasta mi polla y se puso a acariciarla, mientras me decía:
-Mientras te pintaba no podía dejar de mirar esta polla es impresionante, no sé si Charo prefiere tenerte de yerno, o preferiría otra cosa.
Sonreí, no era cuestión de explicarle la naturaleza de mis relaciones con mi suegra, seguíamos dentro del plato de ducha, aquí Bárbara se agachó, agarró mi polla con su mano y se puso a acariciármela, era una gran mamadora, ¿Tendría mi suegra más amigas así?
Cuando se cansó de chupármela me dijo:
-¿Qué te parece si follamos aquí?
Por supuesto que hubiera follado con ella en cualquier sitio.
Apoyó sus manos contra la pared inclinándose un poco de manera que su culo y su coño sobresalían, yo me apoyé un poco contra la otra pared, que en esa zona era lo suficientemente cerca para que desde ese punto mi polla entrará en su coño y se la metí, ella al sentir mi polla dentro de su coño se puso a gemir, mientras me decía:
-Cariño, veo que tu instrumento no está solo para pintarle, sino para hacer otras cosas.
Yo seguía moviéndome en el interior de su coño, ante sus fuertes gemidos; en un momento dado ella elevó quedándose en una postura acrobática, lo que demostraba que además de una gran folladora estaba en una muy buena condición física.
Después seguimos follando en esa postura hasta que ella me dijo:
-Busquemos una postura más cómoda.
Me pidió que me tumbara en el suelo, y ella se colocó encima de mí, apoyó sus brazos en el suelo y comenzó a moverse arriba y abajo, lo hacía maravillosamente bien, proporcionándome un placer increíble, yo no podía creer que una mujer como esa estuviera follando conmigo, me estaba dando un placer increíble, mientras yo contemplaba como esas dos preciosas tetas se movían, al poco se decidió a cambiar de postura y se dio media vuelta y siguió cabalgándome con la misma intensidad, o más que antes. Era una relación muy fogosa, en la que ella me estaba mostrando como una mujer de una gran capacidad para follar.
Seguimos follando así un rato, hasta que ella dijo:
-¿Qué te parece su lo hacemos un poco sobre esa repisa?
Se refería a un saliente que había en una zona en la que sobresalía una zona donde uno podía sentarse, como no podía ser de otra manera acepté, ella me llevó de la mano hasta allí y me hizo sentarme, ella se sentó, nuevamente encima de mí y desde esta postura volvió a cabalgarme, dejándome muy claro que era una folladora increíble, ella nuevamente pareció acordarse de Charo y me dijo:
-Si Charo supiera el yerno que tiene, jajaja.
Seguimos follando en esa postura, hasta que ella sintió que me iba a correr y me dijo:
-Cariño, quiero que nuestra primera vez te corras en mi boca, para saborear tu leche.
Ella se levantó de encima de mí y se arrodilló en el suelo, yo me acerqué a ella y me puse a mover mi polla, hasta que me corrí y una parte de mu leche gua a parar a su boca que se encontraba completamente abierta.
Después de esto nos dimos una ducha rápida y nos secamos, ella me dijo:
-Mi amor, ¿Por qué no continuamos nuestra agradable charla en el salón?
Y cogidos de la mano no condujo hasta el salón, una vez allí me pidió que me sentara en el sofá ella se puso a cuatro patas delante de mí y desde esa postura acercó su boca a mi polla y se la metió en su interior, vela chupármela en esa postura resultaba muy erótico y así continuo un rato, yo aún no quería correrme, así que la hice sacármela de la boca y yo la pedí que ella se tumbara en el sofá.
Cuando lo hizo yo me puse tumbado en el sofá y moviéndome, como había hecho ella, a cuatro patas, llegué con mi boca hasta su coño, e introduje mi lengua en el interior de este, al probarlo sentí un sabor muy especial, me encanto, así que desplace mi lengua por cada centímetro de este, ella gemía de una manera muy intensa, lo que me provocaba una gran excitación, hasta que se corrió y una gran cantidad de deliciosos líquidos fueron a parar a mi boca.
-Tras ello tardó un poco en recuperarse y cuando lo hizo, me dijo:
-Cariño lo que me has hecho con tu lengua ha sido increíble, quiero recompensarte con una buena follada,
Mi polla estaba, otra vez a mil, ella me pidió que me sentara en el sofá, ella se sentó encima de mí, en un primer momento mirándome a la cara y de un golpe hizo que mi polla entrara dentro de su vagina, luego se puso a subir u bajar, nuevamente podía gozar de su capacidad como hembra folladora, era increíble follar con ella.
Luego, sin sacármela, se dio la vuelta y siguió follandome de espaldas, lo estaba pasando divinamente, pero me entraron ganas de tomar la iniciativa y le pedí:
-Cambiemos de postura, túmbate en el sofá y ponte demedio lado.
Mientras ella lo hacía yo me levanté, e inclinándome sobre ella acerqué su boca a la mía y nos dimos un beso muy apasionado después la hice apartarse un poco del respaldo del sofá, y yo me tumbé en él, de esta manera los dos nos quedamos de lado, yo detrás de ella, y desde esta postura, mientras besaba su cuello, introduje mi polla en su caliente coño.
Nuevamente los dos nos pusimos a gemir de una manera muy intensa, mientras yo me movía y hacía que mi polla chocara contra su culo, ell me decía:
-Mi amor esto es maravilloso.
Yo seguía moviendo, viéndola y oyéndola gozar, quería cambiar de postura, así que me levanté del sofá, ella se tumbó boca arriba, yo me puse de rodillas y arrimé mi polla a su coño, ella con sus manos abrió este y me pidió:
-Mi amor vuélvemela a meter.
Sus deseos eran los míos y por supuesto que la complací e introduje nuevamente mi polla en su calentísimo coño, y me pise a llevar un ritmo que a los dos nos encantara, así estuvimos un rato hasta que sentí que el gran momento se acercaba, ella también se dio cuenta y me pidió:
-Mi amor, me gustaría que te corrieras entre mis tetas.
Se la saqué y nos pusimos los dos de pie, en ese momento ella se inclinó y comenzó a chuparme la polla, hasta que sintió que mi corría era inminente, en ese momento se arrodilló ante mí y apretó mi polla con sus tetas, como si estas fueran una vaina y comenzó a moverlas hasta que, sin poderlo evitar, me corrí y mi leche se desparramó por sus tetas.
Después de esto, ella se puso a chupar mi polla, para limpiarla de los restos de semen que se habían quedado pegados en ella, y mientras me decía:
-Mi amor, menudo pollón tienes, si ve esto tu suegra no se resiste, jajaja
Siguió lamiéndomela hasta que me la dejó bien limpia, pero al sentir el contacto de su lengua mi polla reaccionó y se puso nuevamente dura, ella siguió chupándomela, pero yo quería compensarla, así que la pedí que se tumbara en el sofá y me dejara hacer.
Cuando lo hizo acerque mi boca a su coño y sacando mi boca, comencé a lamérselo, adoraba ese coño, y con mi lengua pasé a recorrer cada centímetro del mismo, ella se puso a gemir, mientras me decía:
-Cariño eres divino, tu lengua me vuelve loca.
Yo seguí comiéndoselo, la verdad era que estaba disfrutando, saboreando cada centímetro de ese delicioso coño, oírla gemir de una manera muy intensa le daba más morbo a esto. Continuamos hasta que ella dijo:
-Mi amor, tengo ganas de ponerme encima.
Me tumbé en el sofá, y ella se puso encima de mí, e introdujo mi polla en el interior de su coño, pero esta vez en lugar de cabalgarme se echó encima de mí, entre nuestros cuerpos se estableció el máximo contacto posible. Sus pechos se juntaron con mi pecho, mientras ella arrimó su boca a mi boca y nos fundimos en un nuevo beso, Yo sentía como esa mujer me llevaba a la gloria. Y la dije:
-Te adoro.
Pero al cabo del rato yo quería recuperar la iniciativa así que la pedí que cambiáramos de postura, ella se puso boca abajo, con sus piernas un poco dobladas, yo me puse encima de ella, lleve mi cabeza hasta su cuello y comencé a chupárselo, ella me dijo:
-Mi amor me estas volviendo loca.
En ese momento yo volví a meter mi polla en el interior de su vagina y ella al sentirlo comenzó a gemir de una manera muy intensa, mientras gritaba:
-Esto es increíble, me vas a volver loca.
Sus palabras me excitaban y me hacían sentir importante, estaba haciendo disfrutar a una hembra divina, mi polla por un momento pareció sentir debilidad ella al notarlo me propuso:
-Mi amor dejala u poco entre mis tetas.
Se puso bocarriba, yo me pise encima de ella y llevé mi polla hasta sus senos, ella se los apretó y mi polla se quedó apretada por ellos, como si estuviera dentro de un coño, y yo comencé a moverla, bastó un momento con este tratamiento, para que mi miembro recuperara todo su vigor, así que aprovechando su postura la abrí bien de piernas, e introduje nuevamente mi polla en su vagina, completamente decidido a que no la iba a sacar de ahí, hasta que mi leche no inundara su coño. Los gemidos de los dos se intensificaron, continue moviéndome, sentí como ella se corría y finalmente mi polla estalló regando su vagina.
Nos quedamos descansando un poco, los dos tumbados en el suelo, uno al lado del otro, ella me cogió su mano con la suya y me dijo:
-Espero que si yo algún día tengo un yerno se parezca a ti.
Y me besó dulcemente, pero al poco tiempo llevó una de sus manos hasta mi polla y comenzó a acariciármela, y esta, pese a su anterior actividad reaccionó a sus caricias y se puso nuevamente dura, yo sabía que esto no iba a suceder muchas más veces esa tarde, así que pensé en darle un final de altura y le dije:
-Quiero metértela por el culo.
-¿Te atreves?, preguntó ella un poco sorprendida
-Por supuesto, le respondí.
Ella me sonrió, después se colocó a cuatro patas encima del sofá y me dijo:
-Aquí me tienes, demuéstrame lo que sabes y eres capaz de hacer.
En esta postura tenía ante mi vista un culo esplendido, pensar que iba a meter mi polla en su interior me resultaba extremadamente excitante, asó que me puse detrás de ella, de rodillas y llevé uno de mis dedos hacia su culo, y se lo introduje, desde luego no era virgen, así que llevando mi polla hacia su entrada se la introduje de golpe.
No sintió ningún dolor, sino todo lo contrario, nada más sentirla dentro se puso a gemir y sus gemidos fueron en aumento a medida que la follaba se desarrollaba, ella decía:
-Lo haces divinamente mi amor, parece que llevas practicándolo toda la vida.
Escuchar sus palabras me animaba a seguir moviéndome dentro de su trasero, mis testículos chocaban con la parte exterior de su trasero, era muy excitante, así que continué, ella me dijo:
-Si mi marido me hubiera hecho esto nunca me hubiera separado de él.
Me encantaba esa comparación. Seguí moviéndome en el interior de su culo, antes de comenzar con mi madre nunca me hubiera imaginado que esta parte del cuerpo pudiera ser tan importante, también a nivel sexual, y ahora estaba complaciendo a una verdadera diosa, sentía como su excitación aumentaba a medida que mi polla se movía en el interior de su culo, llevé uno de mis dedos hacia su coño y nada más entrar en contacto pude notar que este estaba muy húmedo, ello me animo a aumentar el ritmo, quería que se corriera, y sabía que esto no iba a tardar en suceder, así que aumenté el ritmo, ella me dijo:
-Mi amor, me estas volviendo loca.
Así que seguí moviéndome hasta que noté como su cuerpo estallaba, en medio de un gran orgasmo, era yo quien faltaba por correrse, así que seguí disfrutando de ese maravilloso culo, hasta que sentí como me iba a correr, quería llenar ese culo con mi leche, así que me moví, hasta que sentí como me venía, fue entonces cuando se la saqué, ella en ese momento me dijo:
-Mi amor nunca pensé que un chico de tu edad fuera capaz de dar tanto placer.
En ese momento ella me invitó a la ducha, esta vez no fue a meneármela, jaja, después me vestí y me fui diciéndole que cuando le apeteciera o le hiciera falta un modelo estaría a su disposición.
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Auch!!!! q delicia!!! quiero algo asi pero q cuando me tenga ahorcajadas disfrute y aproveché a chupar y succionar mis sensebles tetas q solo con succionar las casi me vengo me fascina háganlo hombres no lo olviden no saben loq podemos llegar a sentir