Este es mi primer relato, espero sea de su agrado.
En diciembre, del año 2019, mis padres decidieron que pasáramos navidad en familia de mis tíos, fue un largo viaje hasta llegar a su ciudad, nos recibieron muy calurosamente y en un ambiente muy alegre, recuerdo que el árbol de navidad estaba lleno de regalos.
Esa noche mis padres decidieron quedarse en un hotel, pues, llegamos de sorpresa y no estaban preparados para recibirnos pero yo insistí en quedarme, tenía mucho que hablar con mi tía, así que me quedé.
A eso de las 10 de la noche, mi tía tuvo que ir al hospital donde trabajaba por una emergencia, así que me quedé a solas con mi tío. Yo estaba en pijama, el estaba acomodando una habitación, decidí ayudarlo.
Mi tío es un hombre muy gracioso, bromeamos mucho mientras acomodábamos aquel desastre, busco unas cuerdas para sostener todo y llevarlo al depósito, mire unos nudos que estaba haciendo y le pedí que me enseñará.
Fue en ese momento donde mi inclinación sexual inicio, el me mostraba como anudar usando mis brazos, luego mis piernas, hace tanto tiempo que eso sucedió que no recuerdo cómo llegué a quedar desnuda, estaba arrodillada y con mis manos atadas a mi espalda, el me golpeaba en la cara con su pene, como si fuera un látigo, yo estaba tan mojada que mis muslos estaban llenos de mi flujo vaginal, el me metía su pene hasta el fondo de mi garganta, me decía “tu te los buscaste” y yo solo lo miraba asentando mi cabeza, le dije que quería que me lo metiera pero en se negó, me tiro a un colchón y comenzó a nalguearme y meter su dedo por mi culo, se sentía muy rico, me estaba encantando, pero el momento se vio interrumpido al escuchar el auto de mi tía acercándose, rápidamente me desató y me hizo prometer que no le diría a nadie, actuamos como que nada había sucedido.
Fue solo el inicio de una relación que duraría poco pero muy intensa.