Mi suegro, Adela y yo

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19904
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Los que hayan leído mis anteriores relatos, recordaran como desde que era novia de mi marido había empezado a follar con mi suegro, y esta relación duró hasta que sus condiciones físicas lo impidieron, una de las aventuras afectó a la mujer de mi cuñado Rubén, de nombre Adela.

Al contrario que mi marido, su hermano Rubén era, es, una señor muy déspota y dominante y una de las personas con la que lo ejercía era con su mujer Adela, esta tenía, y aún tiene un cuerpo bonito y comencé a darme cuenta de que mi suegro también la deseaba, en una reunión familiar, Rubén soltó una fuerte reprimenda a su mujer, esto me hizo tener un plan maquiavélico, y cuando mu suegra salió de casa dos sus dos hijos, mi marido y Rubén, decidí llevarlo a la práctica, procuré quedarme a solas con mi suegro, mientras Adela, se había ido a su habitación, me acerqué a él, le di un beso en la boca y le dije:

-¿Adela te pone caliente?

Él se puso un poco nervioso y yo le tranquilicé, riéndome le dije:

-Cariño es natural y te voy a ayudar a conseguirla.

Le pedí que se pusiera detrás de la puerta de su habitación, sin hacer ruido, y cuando no pudiera aguantarse entrara.

Después fui yo la que se metió a su cuarto, ella estaba de pie junto a la ventana.

-¿Estas triste le pregunté?, el bruto de tu marido no se merece una mujer como tú.

Llevé mi boca hasta la suya y la besé, para mi sorpresa, ella no me rechazó, es más para mi sorpresa llevó una de sus manos a mi culo, y me lo acarició, cuando terminamos de besarnos, me giré y me puse a su espalda, ella llevaba puesto un vestido rojo con cremallera, se la desabroché, me sorprendí al ver que no llevaba sujetador y sus tetas quedaron al aire. Se las apreté, y le dije:

-Menudas tetas tienes, aunque solo fuera por esto tu marido debería de adorarte y tratarte mejor.

Le bajé el vestido y pude comprobar que solo llevaba un tanga de color oscuro que apenas tapaba la raja de su culo y dejaba completamente al descubierto sus cachetes, me senté sobre la cama y comencé a besárselos, mientras la decía:

-Menudo culo tienes, mi niña, cuantos hombres lo desearían el burro de tu marido debería de apreciarlo.

En ese momento ella me pidió:

-Por favor, Isabel, me ha encantado cuando me has acariciado las tetas, sóbamelas un poco.

Se giro, sus tetas quedaron al alcance de mi boca, llevé mis labios hacia uno de ellos, y lo introduje dentro de mi boca, comencé a chupárselos, ella se puso a gemir:

-Adela, me estas volviendo loca de gusto.

Pero no se quedó quieta, me hizo una señal para que liberara su pezón, se agachó un poco y me dijo:

-Ahora me toca a mí desenvolver mi regalo.

Bajó mi vestido y metió sus manos, llegando hasta mis tetas y se puso a acariciarlas, y me dijo:

-Oye las tuyas están divinas.

Me siguió bajando el vestido y por último me lo quitó, me quedé solo con el tanga, y poniéndome a cuatro patas, fue ella quien comenzó a acariciarme y besarme el culo, al rato me hizo algo que para mi era desconocido, juntó sus pechos con los míos, no sé si era su primera vez con una mujer. Aunque tengo mis dudas, era algo muy placentero, luego me dijo:

-Ahora quiero ser yo quien te agradezca por sacarme de la depresión que tenía hasta hace un momento.

Me quitó el tanga, mi coño quedó al aire, me hizo abrir a tope las piernas y poniéndose de rodillas delante de mí, se puso a comerme el coño, no es que fuera una lamedora excepcional, pero le ponía muchas ganas,

Y en ese momento la puerta se abrió y entró mi suegro, que nos dijo:

-Lo siento chicas, pero llevó un rato oyéndoos y no puedo más.

Yo, haciéndome la despistada dije;

-Mira Adela, aquí tenemos a nuestro suegro, tendremos que hacer algo para que mantenga nuestro secreto, yo me he dado cuenta que me mira con ganas, y ¿No e digas que nunca has tenido curiosidad por verle el bulto, será más grande o más pequeño que el de nuestros mariditos?

Adela no respondió, simplemente le bajó los pantalones, su polla parecía que iba a reventar dentro del bóxer, ella dijo:

-Pues parece que no la tiene de mal tamaño.

Nos miramos de una forma cómplice y entre las dos le dejamos rápidamente desnudo, le hicimos tumbarse en la cama, y las dos nos lanzamos sobre su polla y se la chupamos hasta ponérsela bien dura. En ese momento yo le dije a Adela:

-Nuestro suegro te tiene ganas, lo vengo notando hace tiempo, y tu marido se merece unos buenos cuernos por la forma en que te trata, aprovecha.

-Está bien, dijo ella, pero va a ser la primera vez, desde que estoy con su hijo, que le pongo los cuernos, preferiría darle la espalda, para no verlo.

Los dos aceptamos su idea y con su suegro que seguía tumbado, ella se arrodilló de espaldas a él, encima de su polla, y bajando se la metió dentro, y comenzó a subir y bajar, yo entendí que no podía quedarme quieta, y llevando mis manos a sus tetas se las apretujé, luego llevé mi boca hacia uno de sus pezones y comencé a chupárselo, ella se puso a gemir de una manera muy intensa, mientras decía:

-Esto es increíble, me vais a volver loca de placer, os adoro.

Mientras seguía cabalgando a mi suegro y yo ocupándome de sus tetas, el resultado fue que no tardó en tener un orgasmo brutal, en ese momento nos pidió

-Dejarme descansar un poco.

Se bajó de la polla de nuestro suegro que seguía durísima, mi suegro y yo nos miramos y yo ocupé su lugar, pero en mi caso no le di la espalda, sino que monté a mi suegro mirándole a la cara, y el me pidió que me agachará un poco, para acariciarme las tetas, en esas estaba cuando sentí como una lengua lamia mi coño y en ese instante me di cuenta de que Adela se había puesto detrás de nosotros y pasaba su lengua por nuestros sexos, era delicioso

En estas circunstancias yo no tarde en correrme, y mi suegro lo hizo poco después, deje que se corriera dentro de mi coño y cuando terminó le pedí a mi cuñada que me limpiara el coño, ella con su lengua me limpio cada gota de semen de mi interior hasta dejármelo, bien limpio, nos tumbamos los tres sobre la cama a descansar y Adela me dijo:

-Menuda marcha tiene nuestro suegro, más que el gruñón de su hijo, aunque me parece que eso tu ya lo sabes, jajaja.

-Mis hijos no se merecen tener unas mujeres como vosotras, dijo nuestro suegro.

-Adela ¿Qué te parece si se la chupamos?, le pregunté.

Ella no se hizo de rogar y llevando su cabeza hasta la polla de mi suegro saco su lengua y se puso a lamerla, yo hice lo mismo y nuestras dos lenguas se pusieron de manera coordinada sobre la polla de nuestro suegro que dijo:

-Os adoro mis niñas. Pero me gustaría ver como os hacéis cositas, ¿Isabel porque no le comes el coño a Adela?

Nuevamente Adela no se hizo de rogar, y antes de que me diera cuenta se había puesto de rodillas encima de mi cabeza, yo introduje mi lengua en su interior y comencé a recorrer con ella en interior de su coño, ella se puso a gemir, mientras decía:

-Nunca pensé que una lengua de mujer pudiera dar tanto gusto.

Noté como mi suegro acercaba sus manos a mis tetas y se puso a acariciármelas. Y luego dijo:

-Lo siento, pero no puedo más

Y sentí como su polla entraba en mi coño y me taladraba y me sentía en la gloria, hasta que Adela se corrió, en ese momento se bajó de mi y me beso en la lengua, después me dijo:

-Es alucinante el placer que me das.

Mi suegro seguía con su polla en mi coño. Adela pareció tener una idea y nos dijo:

-Suegro me encantaría que me la volvieras a meter, pero quiero comerle el coño a la zorra de Isabel.

Me hizo sentarme en la cama y poniéndose a cuatro patas encima de mí se puso a acariciarme las tetas, lo hacía deliciosamente, pero girándose un poco hacia nuestro suegro le desafió:

-Vamos suegro métemela.

Mi suegro, que seguía con la polla bien dura, la complacio y se la metió, ella dijo:

-Esto es delicioso.

Ella llevó su lengua hasta mi coño y se puso a chupármelo y así estuvimos hasta que la muy puta me hizo correrme, en ese momento pedí descansar y lo hicimos, Adela me dijo:

-Decididamente, tía me estáis haciendo pasar el mejor momento de mi vida.

Pero parecía que le había entrado alguna especie de fiebre ninfomaniatica, porque volvió a decir:

-Quiero la polla de mi suegro dentro de mí, pero, ahora quiero ser yo quien te monte.

Mi suegro se tumbó sobre la cama y Adela se arrodilló encima de él dándole la espalda, bueno el culo, jajaja, en ese momento yo me puse con la boca cerca de la polla de mi suegro, la chupé un poco, y cuando estaba bien dura la dirigí hacia el coño de su otra nuera, los dos se acoplaron, y ella comenzó a subir y bajar, mientras decía:

-Suegro, te adoro, ya quisiera el pelma de tu hijo follar la mitad de bien que tú.

Y seguía cabalgándole con ansia, como si temiera que se fuera a terminar. Después decidió girarse para mirarle a la cara, en ese momento yo, sin interrumpir su follada, llevé una de mis manos al coño de ella y me puse a acariciárselo, ella se puso a gemir como una cerda y terminó por correrse, en ese momento me dijo:

-Ahora te toca a ti guarra.

Se levantó y yo coupé su lugar y mientras cabalgaba a la polla de nuestro suegro y comencé a cabalgarla, pero me entró un cierto espíritu competitivo con Adela así que me cabalgué con ímpetu y en ese momento vi como esta me ponía la mano en el coño, mientras me decía.

-Disfruta puta.

Y entre los dos hicieron que me corriera rápidamente. En ese momento me bajé, pero ella me pidió que me quedara sentada en la cama. Se volvió a poner a cuatro patas y nuevamente me comió el coño, mientras le decía a nuestro suegro:

-Mi amor, métemela otra vez.

Y nuevamente mi suegro no se hizo de rogar y metió su polla dentro del coño de su nuera, mientras esta me comía el coño como si no hubiera probado un bocado durante una semana. Mi suegro viendo el espectáculo no pudo evitar correrse y llenar con su semen el coño de Adela.

Cuando esta se tumbó, no pude evitar la tentación de ponerme encima de ello, para ello abrí bien mis piernas, nuestros coños entraron en contacto, y nos besamos muy amorosamente, mientras yo le decía:

-Te adoro.

Sin hablarlo entre nosotras, nos pusimos en posición invertida y comenzamos a comernos los coños, nos había salido de forma espontánea un delicioso sesenta y nueve pero ni suegro no era de mirar, se puso detrás de Adela, y mientras yo le comía el coño él se la metió por ahí, yo estuve un rato, lamiendo sus sexos y luego decidí apartarme, me puse a un lado, ella se giró poniéndose boca arriba, mi suegro seguía follandola, la bese nuevamente en la boca y la acaricie una de sus tetas, mientras la decía:

-¿Estas disfrutando zorra?

Ella gemía como una perra, se la notaba que disfrutaba a tope, hasta que mi suegro no pudo más y nos dijo:

-Me voy a correr.

-Me gustaría que fuera en las tetas de las dos, dijo Adela.

Nos pusimos de rodillas, sobre la cama, juntado nuestras tetas, mi suegro también se puso de rodillas, pero por encima de nuestros pechos, le cogimos la polla con las manos y nos pusimos a acariciársela, hasta que se corrió y su leche se esparció sobre nuestras tetas.

Volvimos a descansar, tumbados en la cama, esta vez fue mi suegro quien manifestó su deseo especial:

-Me encantaría follar el culo de Adela.

-Me da que el de Isabel ya le has follado, jajaja.

Ni mi suegro, ni yo se lo confirmamos, pero entre los tres hubo una sensación de complicidad, Adela y yo nos miramos, yo me tumbé sobre la cama y Adela se puso encima de mí en posición de sesenta y nueve, dejando un pomento de comerme el coño dijo:

-Bueno suegro ahí tienes mi culo, bien abierto, para que te lo folles a placer.

Mi suegro no se hizo de rogar y de un golpe se la metió, ella hizo un gesto de dolor y dijo:

-Mas despacio, suegro, más despacio, no me la meten por ahí desde que comencé a salir con tu hijo.

Él la hizo caso y bajó el ritmo, ella comenzó a sentirse más relajada, y poco a poco se piso a gemir y sus gemidos se fueron haciendo cada vez más fuertes, mientras su lengua seguía haciendo maravillas con mi coño, estaba alucinando, mientras yo seguía comiendo le coño, vi como su polla y sus huevos se movían cerca de mi boca y no pude evitar llevar mi lengua hasta ellos.

Esto parecía excitarle y comenzó a moverse de una forma más intensa, yo repartía mis lengüetazos entre mi suegro y Adela, además de que la lengua de esta última me hacía disfrutar de una manera increíble, mientras seguía ocupándose de su culo mi suegro preguntó a Adela:

-¿Mi hijo nunca te la mete por ahí?

-Nunca, dice que es una guarrería, dijo Adela por un momento abandonando mi coño para reanudar su actividad inmediatamente.

Y fue Adela la primera en correrse, sus gemidos se hicieron muy intensos y su orgasmo llenó mi boca, pero sabía que nosotros no lo habíamos hecho, así que siguió en su actividad para que lo lográramos, yo fue la siguiente y tuve un superosgasmo, como pocas veces lo he tenido, en ese momento ella de chuparme los quedaba nuestro suegro al que yo seguí lamiendo mientras él seguía ocupándose de el culo de Adela, finalmente fue mi suegro el que se corrió y llenó con su leche el culo de su nuera, habíamos pasado un rato fantástico, pero mi suegra y nuestros maridos podían volver en cualquier momento, así que nos vestimos rápidamente.

Durante la comida que siguió a nuestro encuentro mi suegro y nosotras dos no podíamos dejar de mirar a mi suegra y nuestros maridos con una mezcla de burla y compasión.

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