Michel el stripper suertudo

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T. Lectura: 4 min.

Las visitas a los clubs swinger era una tarea pendiente, iniciamos en uno llamado Eve, interesante, porque había actividades previas a los encuentros sexuales, muy bien llevados, tranquilos para los principiantes y casi casi te llevaban de la mano.

La primera noche que acudimos, llegamos con el nervio obvio de saber que podría pasar, se tenía un espacio con mesas para parejas donde se podía cenar y tomar bebidas espirituosas, llegamos a la entrada y de ahí nos explicaron que la primera “etapa” era pasar a ese espacio donde iniciaban las actividades, llego con nosotros una hoster, muy guapa, por cierto, con un vestido corto, escote profundo y sin bra, y tranquilamente al escuchar que era la primera vez nos explicó a detalle que el lugar tenía varios espacios, donde estábamos era para iniciar a conocerse, charlar tranquilamente.

Algunos shows especiales y que después se podía pasar al cuarto obscuro donde el principal tema era el NO, si alguien no quería participar en alguna cosa, se debía respetar. Algo que pasa en todos los clubs de este tipo, pero si existía un sí, se permitía todo excepto la violencia (obvio).

Bajo estas circunstancias nos sentimos más cómodos, empezaron a correr las bebidas, un par de tequilas siempre ayudan para relajar y ya cuando casi todas las mesitas estaban ocupadas, empezó el show, aparecieron 3 strippers dispuesto a bailar con la consigna de pasar a cada una mesa para dedicar la canción a las mujeres.

Obvio los muchachos de buen cuerpo, un físico trabajado y apenas con una mini tanga que les cubría el paquete, empezaron a bailar y a nuestra mesa llegaron como a las 7-8 canción, quizá lo interesante es que interactuaban con la mujer, empezaban a bailar y se acercaban todo lo posible, me pregunto el stripper (después supimos que se llamaba michel), si tenía algún inconveniente en interactuar con mi pareja, a lo que respondí que no, que al contrario, tenía la libertad de hacer lo que ella le permitiera. Empezó la canción y el empezó a bailar muy sensualmente, se acercó a ella y metió sus manos por abajo de su escote, acariciando sus senos.

A lo cual mi pareja respondió muy rápido (siempre le excita en extremo el contacto de sus ricos senos), siguió acariciándolos y los saco del vestido, quedando los 2 senos al descubierto, con sus ricos pezones erectos, a los que no dudo en ningún momento en acariciar, besar y lengüetear, mi pareja solo alcanzaba a gemir excitada y llevar sus manos al pene del stripper. Pero en ese momento termino la canción y hasta ahí llego esa actividad, se despidió amablemente y siguieron con otras mesas. Nosotros seguíamos observando el show de los strippers que seguían bailando muy sensualmente.

Después decidimos ir al cuarto obscuro, un cuarto obscuro habitual de los clubs swinger, varias camas al centro, sillas alrededor y muchas parejas teniendo sexo en forma apasionada, nosotros decidimos sentarnos a observar, mientras mis manos acariciaban los senos de mi pareja quien poco a apoco se excitaba un poco más, decidimos caminar alrededor de las camas y nos encontramos de frente a una pareja, que nos detuvo, la chica le dijo a su pareja, mira, ella, creo que es la ideal, señalando los senos de mi pareja.

La chica se acercó y empezó a acariciar los senos de mi pareja, dejándolos completamente descubiertos, y también desnudando sus senos que si bien eran bonitos era mucho más pequeños, en algún momento su pareja se agregó y empezó también a acariciar los senos de mi mujer, y a chuparlos también. En realidad, solo querían probar los senos de alguien más porque ya no continuaron con más actividad, se despidieron y siguieron su camino.

Nosotros regresamos a la sala a tomar un poco más de tequila y decidimos retirarnos para tener sexo intenso en casa.

La siguiente ocasión que regresamos a ese club, donde ya sabíamos el mecanismo fue aún más interesante, la verdad que Michel le había echado el ojo a mi pareja y le tenía muchas ganas, ella aún no se decidía si tendría sexo con alguien más en ese club, y quedamos solo de ir a observar. Pero después de tomar varios tequilas y unos tintos, decidimos ir nuevamente al cuarto obscuro, entramos y como era obvio se tenía ya mucha actividad entre los asistentes, entre parejas, tríos, voyeristas, etc. En algún momento le aviso a mi pareja que voy al sanitario y al salir encuentro a Michel, él me dice que está dispuesto a complacer a mi pareja y me asegura que la va a pasar bien.

Ok, regreso al cuarto obscuro y le digo a mi pareja que si quiere solo puede tener un faje con Michel, que no necesariamente tiene que tener sexo, y si no le gusta, pues no pasa nada.

Seguimos caminando por el cuarto obscuro y nos encontramos de frente a Michel, mi esposa llevaba un vestido negro, escote profundo, sin bra, corto, con medias de red, zapatillas, la verdad se veía muy sexosa. Le dije, mira aquí esta Michel, si quieres, acércate, el inmediatamente la ubico y ambos se acercaron, empezó el faje intenso, besos, caricias, el nuevamente disfruto de sus senos, los beso, acaricio, lamio, mientras llevaba la mano de mi esposa a sus genitales, dejando que acariciara sus testículos y su falo erecto.

Llego un punto de alta intensidad en donde Michel le pidió penetrarla, y me pregunto si llevaba preservativos, le pregunte a mi esposa que si quería que la penetrara, dijo que si, le volví a preguntar, estas segura, ella dijo siii.

Ok saqué de mi bolsa un preservativo y se lo di a Michel, ella le dio la vuelta y se colocó detrás, paso sus manos por su trasero, y bajo sus medias y su panty hasta medio muslo, acaricio su vulva y su clítoris, ella estaba completamente mojada y excitada, Michel coloco el preservativo en su pene erecto, y busco su vulva y su vagina, estando el atrás, la penetro lo más profundo que pudo, ella gimió intenso al sentir como se abría su vagina al recibir tremendo falo, yo me coloque frente a ella y saque sus senos, y mientras los chupaba.

Michel la seguía penetrando con frenesí, varios minutos la tuvo de esa manera, con movimientos acompasados, mientras ella llegaba a su 2 o tercer orgasmo, solté sus senos para decirle a Michel que a ella le encanta que se lo hagan muy rápido, y entonces el aumento su velocidad, siendo verdaderamente intenso, mientras la tomaba de sus caderas entraba y salía de una manera veloz e intensa, haciéndola llegar al orgasmo un par de veces más, pero como a Michel le encantaba ese cuerpo, también se vino, llenando el preservativo de semen.

Se quedó exhausto pero feliz, igual que ella, todos alrededor disfrutaban de este espectáculo intenso.

Se salió, se despidió y nosotros bajos a refrescarnos con más tinto y agua mineral.

Después tendríamos sexo en el cuarto obscuro… Ya se los contaré.

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